El valor de los derechos de transmisión deportiva no solo refleja el precio que las empresas de medios están dispuestas a pagar para poder retransmitir una competición, sino que es un indicador clave de su interés y relevancia en el mercado. Así, a mayor montante, mayor será la capacidad para atraer y mantener audiencias de un deporte. En este sentido, en 2024, el valor global de los derechos de transmisión deportiva ha ascendido a 61.291 millones de euros, un aumento del 12% respecto a la cifra del año anterior. Entre los resultados de este reciente informe, hay varias conclusiones destacadas. Por una parte, el fútbol y el fútbol americano dominan el panorama deportivo, ya que juntos aportan el 54,5% del importe total. Mientras que LALIGA sigue dentro de las competiciones más valiosas del mundo.
Un TOP-10 del que se quedan fuera la Ligue 1 y la Serie A. No se espera que la liga francesa aparezca en este selecto grupo en los próximos años, pues cerró acuerdos a finales de año por sus derechos de retransmisión a partir de 2024-25 con un valor muy reducido en comparación con el ciclo anterior. Por su parte, la liga italiana ha tenido problemas con las ventas de derechos internacionales. Así, en 2024, la Serie A ha desaparecido del ranking, mientras que en 2023 ocupaba la novena posición.
*Estas competiciones representan alrededor del 70% de los derechos
Oliver Seibert, Director de Derechos de GRUP MEDIAPRO, explica en AS el funcionamiento de los contratos de los derechos deportivos y las causas del dominio de cada competición.
La NFL manda en el mercado de derechos audiovisuales gracias a su enorme atractivo doméstico en Estados Unidos y su constante innovación tecnológica. Y es que esta competición siempre ha estado un paso por delante en términos de tecnología e innovación, adoptando nuevas plataformas y la tendencia de ofrecer su contenido en varios paquetes que incluyen diferentes partidos y horarios, para poder ofrecer así sus encuentros a distintas plataformas. Es por esto que se pueden vender los derechos del Thursday Night Football a Amazon, y los partidos de navidad a Netflix.
Además, es importante tener en cuenta que en Estados Unidos, el mercado de derechos deportivos es extremadamente competitivo, con múltiples plataformas de retransmisión y una alta demanda de contenido deportivo. Así, los operadores en abierto son muy potentes gracias a la fuerza del mercado publicitario. Esto ha provocado un aumento constante en los valores de algunos derechos como la NBA o la NFL. En Europa, el mercado está más regulado y la situación varía entre países, dependiendo de la popularidad de los deportes, la competencia entre operadores y las regulaciones locales.
FOTO: George Walker IV/APEn primer lugar, es importante tener en cuenta que la liga inglesa tiene una enorme relevancia mundial y esto le permite acceder a audiencias globales y diversas.
Pero esto no es la clave de su liderazgo, pues la Premier League fue pionera en Europa al intuir que el valor de los derechos aumentaba si su venta se realizaba centralizada. En lugar de vender los derechos por club, la Premier empezó a vender los derechos de manera centralizada, lo que le ha permitido negociar contratos más lucrativos.
La innovación consiste en adoptar una estrategia de globalización, expandiendo su marca y audiencia a nivel mundial. Así, la Premier ha ofrecido más partidos en el nuevo ciclo de venta que en el anterior. Por ello, Sky emitirá casi 100 partidos más en el periodo que empieza en la próxima temporada que en el anterior.
FOTO: Visionhaus/Getty ImagesLas competiciones de la UEFA mantienen la misma posición (quinta) que ocupaban en 2023. El hecho de que la Champions reúna a la élite del fútbol aumenta su relevancia y atractivo. Así, la participación de los mejores equipos y jugadores de Europa asegura una audiencia masiva y, por tanto, consolida su seguimiento en casi todos los mercados europeos.
El nuevo formato de la competición, con más partidos, demuestra que la UEFA comprende que está luchando en un mercado difícil y que necesita ofrecer más contenidos a cambio de que los operadores adquieran sus derechos.
FOTO: Paul Ellis/AFPEn 2023, la competición española ocupaba el puesto número seis con 2.056M€. A pesar de mantener su valor (2.135M€), la celebración de los Juegos Olímpicos (3.271M€), que ocupan ahora la sexta posición, ha llevado a la competición española a caer al séptimo puesto en 2024.
Su entrada en el TOP-10 se debe a que LALIGA ha sido referente en desarrollar elementos de su producto audiovisual para aumentar el valor de sus derechos en los últimos años. Entre estos factores se encuentran unos buenos horarios que favorezcan audiencias globales y aumentar la calidad de la transmisión deportiva, además de la adopción de nuevas tecnologías y la integración en plataformas digitales. Una estrategia digital sólida que no sólo atrae a un público más joven, sino que también aumenta el valor global de los derechos de transmisión.
FOTO: Javier Gandul/Archivo ASEn los próximos años, las competiciones evolucionarán en el mercado de derechos en función de su apuesta por la innovación, nuevas tecnologías y contenido alrededor del partido. Por ejemplo, la Fórmula 1 ha experimentado un crecimiento significativo, especialmente en Estados Unidos. Y un factor clave ha sido la serie documental Drive to Survive de Netflix. El pádel es otro deporte emergente que ha visto un aumento en su popularidad.
La entrada de nuevos operadores digitales abre la puerta a nuevos modelos de acceso a los contenidos. En este sentido, el modelo Pay-Per-View, en el que el abonado paga por los eventos individuales que desea ver, está resurgiendo.
Un modelo que puede favorecer especialmente a deportes de combate como la UFC. Las MMA ya cuentan con una base de seguidores global y apasionada, y la posibilidad de acceder a eventos en directo a través de plataformas digitales puede aumentar la participación y el compromiso de los aficionados. Por si fuera poco, estos servicios digitales pueden ofrecer contenido exclusivo, como entrevistas detrás de cámaras, análisis en tiempo real y eventos interactivos, que servirán para atraer más espectadores y justificar precios de PPV más altos. En definitiva, un entorno ideal para maximizar su valor.
FOTO: Gary A. Vasquez/USA TODAY Sports
Los derechos deportivos se firman por ciclos y cada territorio presenta una situación distinta. Esta negociación de derechos por ciclos implica que los contratos de transmisión se negocian y se acuerdan por períodos específicos de varios años. Los cambios de valor dependen mucho del momento en que se negocie un contrato y no se puede valorar la evolución del valor de un año a otro, sino de un ciclo a otro.
Cuando llega el momento de negociar los derechos de una competición es cuando se descubre su auténtico valor.
Entre los factores que influyen en el valor de los derechos de transmisión se encuentran la situación de la moneda local, la economía del país, la penetración de internet & Pay TV o las preferencias culturales.
La competencia entre operadores es también un factor crucial. Además, la entrada de nuevos operadores de transmisión, canales o plataformas de streaming influye significativamente en el valor de los derechos, ya que pueden aumentar la competencia y estar dispuestos a pagar más para establecerse en el mercado.
Otro factor importante a mencionar es la piratería, una de las mayores amenazas no sólo para las retransmisiones deportivas sino también para el propio deporte. Al acceder ilegalmente a transmisiones deportivas, los piratas privan a las ligas, equipos y atletas de ingresos cruciales que provienen de los derechos de transmisión.
Además, los patrocinadores y anunciantes, que dependen de audiencias legítimas para justificar sus inversiones, pueden retirar su apoyo, lo que agrava aún más la situación financiera de los deportes. Y es que la piratería erosiona la sostenibilidad económica del deporte, perjudicando a todos los involucrados, desde los jugadores hasta los aficionados.
FOTO: Oguz Yeter/Getty Images