No hay competición perfecta. Tampoco lo será esta Liga, inmersa en una duda existencial. El final de la temporada pasada dibujó lo que para algunos puede ser el principio de una dinastía irrefrenable. El Madrid no encontró rival por el camino y se alzó con un título de tanta autoridad, acompañado después de la Champions, que dejaba un mensaje en el aire. ¿Quién puede parar al Madrid de Courtois, Carvajal, Valverde, Vinicius y ahora también de Mbappé y Endrick? El miedo está latente y quedó verbalizado en las palabras de Luis García, entrenador del Alavés: “Está construyendo un equipo para dominar la Liga muchos años”. Sin hipotecas, con un proyecto perfectamente hilado y con el once con más futbolistas sub-25 de los campeones de las diez ligas más potentes de Europa, el Madrid lo tiene todo para volver a reinar. Si además se tiene en cuenta esa condición casi esotérica que le hace superar cualquier adversidad por su negación persistente a la derrota, se podría pensar que pobres del resto de los equipos.
Pero tantas veces el fútbol no es lo que parece que tampoco tiene que serlo esta vez. A esa realidad se agarra el resto de los clubes, con el Barça a la cabeza. De alguna forma, el triunfo de la Selección en la Eurocopa reafirma en esta creencia al equipo blaugrana. La explosión de Lamine Yamal y el fichaje de Olmo esperan desafiar al Madrid, aunque posiblemente le falte Nico Williams. También ha acudido a Hansi Flick, alejándose de la ruta del entrenador con pasado culé. Asimismo, conviene reparar que un Barça de peores trazas salió campeón hace dos temporadas. Nada es imposible entonces, como para el Atlético, el único que rebatió el poderío madridista el pasado curso en sus enfrentamientos particulares. Ha gastado dinero, ha traído a Le Normand, Sorloth y Julián Alvarez y aguarda dejar atrás los problemas defensivos.
Hasta aquí las cabezas de cartel, porque lo que verdaderamente diferencia a LaLiga de otras competiciones es su clase media. Ninguno de los grandes puede caer en la distracción ante la onda expansiva de un Girona de Míchel que ha perdido su columna vertebral, la tradición y verticalidad del Athletic o el tino en el mercado de la Real Sociedad para rehacerse una y otra vez. Se espera que Isco siga donde lo dejó en el Betis, que el Sevilla de Pimienta resurja, que los jóvenes de Baraja continúen dando guerra en el Valencia y que el Villarreal recupere sus constantes vitales habituales con Marcelino. Si cualquiera falla, les esperarán curvas ante la igualdad indiscutible de un torneo que ha visto crecer su poder adquisitivo y reivindica el éxito de España, reina de las selecciones, como propio. Miren los equipos y lo comprenderán. Hay materia prima de sobra para ofrecer un espectáculo descomunal y ver reforzada la extrema competitividad que es lo que hace grande a la Liga. Siempre, claro está, que este Madrid que se presupone hegemónico no saque el mazo a pasear.
Pedro Iranzo, Javier Martín, Alberto P. Sierra, Pablo Carretero e Isabel Guillén.
Cinco cambios en los banquillos, fichajes de relumbrón y la victoria de la Selección en la Eurocopa como avales de la que será una Liga cambiada para bien. Los equipos se han reforzado para un calendario que se dibuja agotador, donde el talento y la juventud se abren paso y el uso de la tecnología y la inteligencia artificial están a la orden del día para diseñar y administrar las plantillas. De la mano de BeSoccer Pro, AS analiza y anticipa el desempeño de los 20 equipos de LaLiga EA Sports.
La cicatriz de Courtois, Militao y Alaba. Los dos primeros se rompieron el ligamento cruzado en apenas dos días al comienzo de la temporada y lograron regresar, a diferencia del austriaco, que se lesionó en diciembre y cuya vuelta es una incertidumbre, en la recta final de la misma. Si los tres recuperan el ritmo competitivo previo a su infortunio físico, Ancelotti evitará quebraderos de cabeza extra.
Un escudo y otro reto. La retaguardia sobrerrindió para superar los múltiples infortunios. De ellos se escapó por fin Carvajal, que completó la mejor campaña de su carrera. Corregidas sus desconexiones defensivas, emergió con seis goles y cinco asistencias. Además, Rüdiger se doctoró y Ferland Mendy ha acabado de silenciar cualquier atisbo de debate sobre su importancia. Gestionar un equipo más expuestos defensivamente es el nuevo desafío para el equipo menos goleado de LaLiga (26 goles).
Valverde despliega las alas. El traspaso de poderes de Kroos al uruguayo no solo se reduce al dorsal, también tendrá las llaves del centro del campo, reduciendo su campo de acción. No es cum laude en la capacidad de dominio de los partidos del alemán pero, tras él, fue el mejor pasador blanco. El 'basic man' de Ancelotti la temporada pasada. Capitán en ciernes y bisagra entre la antigua y la nueva generación.
Rodrygo como mezclador. Ancelotti, con su proverbial mano izquierda, ha sabido hacerle sentir importante en sus intermitencias futbolísticas y se antoja básico en ese tridente con Mbappé y Vinicius por su capacidad de asociación, juego interior y habilidad en espacios reducidos. La química. Eso sí, necesita dar el golpe definitivo encima de la mesa. Dijo 'no' al City y a Guardiola.
Vinicius, coronel ofensivo. El brasileño ya no es un simple alboratador de partidos ni un excelso regateador. La pasada campaña, sin el alero de Benzema, y más cercano al área, demostró que es capaz de ganar encuentros y campeonatos por sí solo. Superar su techo goleador, con 24 goles, es su reto. Como también mantenerse alejado del ruido y la polémica gratuita extradeportiva. Su sociedad con Mbappé promete. Acecha el Balón de Oro.
Vallejo, capítulo final. A un año de finalizar su contrato, la marcha de Nacho y el no fichaje de Yoro le sacaron del mercado. No juega en partido oficial desde el 3 de enero y sólo ha disputado 106′ este curso. Pero se le espera con el cartel de cuarto o incluso quinto central en una situación en la que ambas partes están conformes.
Endrick, un minitanque en el garaje. Tras romper récords de precocidad con Palmeiras y Brasil, con la que anotó en su debut con 17 años, igualando a Pelé, aterriza como escudero de Mbappé y primera opción ofensiva desde el banquillo. Acostumbrado a la presión, insinuó sus primeros detalles en la pretemporada. Pequeño pero muy potente, su estilo recuerda a Agüero o Romario. Sabe cuerpear, caer a la zona del '10' y atacar el espacio. Tiene aura.
Mbappé, el arma nuclear. Siete años después, el fichaje y el goleador que tanto se ansiaba. Ese tiempo de espera le hace aterrizar en el momento perfecto. Ni es tan joven, ni su nuevo equipo le necesita para ganarlo todo. Ancelotti dispone de una bomba atómica que apunta a formar un salvaje cuarteto de ataque demoledor a campo abierto con Bellingham, Rodrygo y Vinicius y el francés como '9' móvil. La guinda del proyecto.
Un nuevo reto táctico. Ancelotti siempre ha remarcado la idoneidad de que el sistema se adapte a sus jugadores. Tras pasar a un 1-4-4-2 sin Benzema, encajará a Mbappé volviendo al 1-4-3-3. Sin Kroos, gobernador de partidos, y con Bellingham como interior 'box to box', se prevé un cambio de esquema y estilo que encaja con una plantilla eminentemente física. No se descarta un 1-4-4-2 con un enganche por detrás de dos delanteros más centrados.
Desafío central. Las roturas de ligamento cruzado, primero de Militao, y posteriormente de Alaba, expusieron al riesgo al equipo en esta demarcación, únicamente con Rüdiger y Nacho sanos y en plenitud. Ahora, sin el capitán, con el austriaco aún lesionado y con Militao sumando minutos de vuelo, la responsabilidad suprema recae en el alemán. Tchouameni y Vallejo aparecen como siguientes opciones. Sin Joan Martínez, no se descarta a Laporte.
La definición de Güler. Tras sus seis goles en seis tiros a puerta en su primer año, fue una de las sensaciones del tramo final de la campaña pasada y en la pretemporada. Se le quiere acercar al área, aunque tampoco se le descarta como interior por su visión de juego. Sin Kroos, el Madrid dispone de un francotirador de mirilla telescópica a balón parado y una baza para el golpeo lejano. Un comodín de calidad suprema que deberá definir su posición.
Una ultramaratón hacia la gloria. La aparición de la nueva Champions League y el reformado Mundial de Clubes, junto con el resurgimiento de la Intercontinental enfrenta a los blancos a un 'Ironman' con una ruta desconocida y una meta histórica: el septete. Para llegar a ese tesoro, el Madrid deberá sobrevivir a un ritmo competitivo abrasador de hasta 72 partidos. Ante ello, un fondo de armario nutrido con el único lunar del central.
Ancelotti se carga de pólvora. El medio pierde una posición y la vanguardia gana un hueco, pero también competencia enorme con la llegada de dos delanteros cuyas prestaciones y cuota productiva goleadora se unen a la de Bellingham, Brahim, Güler, Vinicius, Rodrygo o Valverde. Menos control, más vértigo e igual dinamismo táctico con un amplio abanico de recursos y bazas ofensivas: llegada, desborde por fuera, disparo lejano o juego interior.
Modric 3.0. El año pasado ya aceptó y disfrutó de un nuevo rol con menor cantidad de minutos pero de igual calidad. Escoltado por la energía de los Valverde o Camavinga como interiores, el croata de '5' es una opción que promete mayor garantía de control y posesión de balón sin Kroos. Tras Di María o Bellingham, 'Pirlo' Modric será su as en la manga. Mario Martín o Ceballos, aliados en esta faceta.
El supercandidato, un Madrid dorado. Una plantilla de 1.238M€ , 26, 9 años de media de edad y 129 goles anotados que suma ahora a un top-3 mundial como Mbappé y a uno de los 'wonderkid' del momento como Endrick. Además, recupera a Courtois, Militao y Alaba. Le ampara la inteligencia artificial, que proyecta una mejora de rendimiento general salvo en la retaguardia, con la excepción de Carvajal.
Sensación Lamine. El habilidoso jugador dio un soplo de aire fresco al ataque. Debutó con 15 años ante el Betis, un partido al que añadió 49 más en su primera temporada en la élite. Del Juvenil al primer equipo para acabar encandilando al continente en la Eurocopa con España.
Cubarsí, la apuesta en defensa. Xavi le dio la titularidad sin mirar la edad, 16 años. Su irrupción y adaptación fue inmediata. El de Estanyol fue titular en 21 de los 24 partidos en los que tuvo minutos. Jugador de futuro en Can Barça y más con su buena salida de balón.
Ter Stegen sube de estatus. El alemán es un jugador de los que da la cara en momentos malos. Sin Sergi Roberto será el primer capitán del equipo acompañado por De Jong y Araújo. El de Mönchengladbach peleará por el Zamora tras haber encajado 27 goles en 28 partidos.
Lewandowski contra la edad. Con 35 quiere volver a demostrar que sigue teniendo el gol entre ceja y ceja. Recuperar el Pichichi perdido está en su agenda. El polaco se quedó tercero con 19 dianas a cuatro de Sorloth y a cinco de Dovbyk, el ex del Girona no será competencia este año.
Koundé, un lateral asentado. El francés empezó a jugar en el costado a regañadientes. Se hizo con el puesto y sólo se ha movido para ser central o si se quería ganar desborde con un carrilero más ofensivo. Un jugador otorgado a la causa que entrena sin mirar la hora.
Eric García se gana su vuelta. Una notable temporada en el Girona de Míchel le ha valido para sellar el billete de vuelta a Barcelona. La lesión de Araújo le abren las puertas del once titular. Otro defensa que sabe sacar el balón desde atrás y liderar la retaguardia como en la selección olímpica, de la que llega con un oro bajo el brazo.
Pau Víctor, el ‘kinderbueno’ de Flick. El delantero le ha comido la tostada a Vitor Roque y viendo su pretemporada oposita a pelear el puesto a Lewandowski. El máximo goleador del filial con 20 goles ha tirado la puerta sin llamar y con la salida de Guiu lo tendrá más fácil.
En busca del heredero de Busquets, parte II. La apuesta por Oriol Romeu salió cruz, Christensen cubrió el puesto en el tramo final de la temporada, pero los entendidos señalan a Casadó como el jugador ideal. El canterano, que cuenta para Flick, tiene movimientos que recuerdan a Busquets.
Apuesta por los jóvenes. Casadó (20), Héctor Fort (18), Gerard Martín (22), Pablo Torre y Fermín (21) son cinco de los jóvenes que aportan hambre y piernas frescas a la plantilla azulgrana. Más talento precoz para juntar a Lamine Yamal (17), Cubarsí (17), Balde (20) y Pedri (21). Junto a ellos estaba Bernal (17) que se pierde toda la temporada por lesión.
Incógnita Ansu Fati. El fútbol espera un renacer de aquel jugador que deslumbró con dos goles en sus tres primeros partidos ligueros. La rotura del menisco de su rodilla izquierda trajo una costosa recuperación. Tras jugar cedido, sin demasiado brillo, en el Brighton, quiere volver por sus fueros como culé.
Dani Olmo, un valor seguro. Con 26 años es momento de volver a casa diez años después. Olmo es un ‘10’ que puede jugar en los tres puestos detrás del delantero de referencia e incluso jugar él como falso ‘9’. Se echó a la Selección en más de un momento a la espalda. Llega curtido tras jugar en Croacia y Alemania.
Flick cambia la tecla. La llegada del técnico alemán hace virar el juego del equipo. El primer cambio es el paso del 4-3-3 clásico culé a un 4-2-3-1 en el que la presión y verticalidad para buscar la portería ganan peso en el equipo azulgrana. Menos toque y más gol.
Dilema medular. Flick invitó a salir a Gündogan al verlo superado por varios de sus compañeros en el puesto de mediapunta. Su puesto en el centro del campo lo ha tomado Marc Casadó como si llevara toda la vida. Está por ver si Frenkie de Jong o Gavi, cuando estén recuperados le quitan la titularidad.
Competencia extrema. Un equipo que tiene a Lamine, Olmo, Raphinha, Fermín, próximamente a Gavi, y Ansu Fati para dos puestos dispone de muchas opciones. Todos querrán jugar y está por ver la mano del técnico con los jóvenes y aquellos que puedan salirse más de tono si no tienen los minutos buscados.
La varita de Pedri. El canario recuperó su mejor versión hasta que se lesionó en la Eurocopa. Está llamado a aportar magia desde el centro del campo con unos pases exquisitos. Su evolución negativa respecto a hace dos años se puede revertir con apenas 21 años.
Michel, de sensación a realidad. El técnico lideró al equipo revelación desde el banquillo. En su libreta tiene el método de un Girona que acabó tercero en Liga por delante del Atlético de Madrid. Plantó cara durante una parte de la temporada al Real Madrid y dejó mejores sensaciones que el Barça.
El salto de Iván Martín. El futbolista de Bilbao aumentó considerablemente su peso en el equipo a base de trabajo. Pasó de 1.564 minutos en Liga a 2.747’, esto es, a jugarlo prácticamente todo. Se convirtió en pieza fundamental para Míchel que lo puso de titular en 33 de 36 encuentros.
Los 8 de 11 que siguen. Los de Montilivi mantienen buena parte de la columna vertebral del equipo. Sin embargo, las tres salidas son de las que escuecen: Dovbyk, el goleador; Savinho, el regateador y Aleix García, el cerebro en la medular. Se mantienen pilares como Gazzaniga, David López y Tsygankov.
Dos centrales con solera. David López y Daley Blind son fijos en el centro de la defensa. El estilo del Girona hace que pueda jugar con una línea de cuatro o con tres centrales. Ambos hacen de la experiencia una virtud con 34 años y saben lo que es viajar para competir en Europa.
Los carrileros que vuelan. El Girona cuenta con dos laterales que son auténticas flechas: Arnau y Miguel Gutiérrez. La verticalidad y presencia ofensiva de ambos hace que el equipo pase a cubrirse los pies con defensa de tres si se destapa al llegar al área rival. Con 21 y 23 años apuntan a ser el futuro de la Selección.
El regreso de Oriol. El Barcelona se llevó al jugador y un año después lo devuelve cedido al Girona. La mejor versión futbolística de Romeu se vio con la camiseta rojiblanca. Un ‘stopper’ de manual que será básico en una temporada con la exigencia de la Champions. Su experiencia le hace fundamental para poner orden en el juego.
Abel Ruiz, un campeón olímpico para el ataque. El capitán de la Selección que se colgó el oro en París salió de Can Barça y se instaló en la élite con el Braga. Con los portugueses marcó 38 goles en 189 partidos. Es de esos jugadores que siempre suma y mejora la jugada. Su aportación crece tirando del equipo y con asistencias.
Bryan Gil, Asprilla y el recuerdo de Savinho. Con la salida del brasileño al Manchester City, el club rojiblanco buscó un regateador nato que pudiera ocupar ese puesto. Dos jugadores y un puesto: Bryan Gil y Asprilla, el primero llego cedido con experiencia en la Liga y el segundo es el fichaje más caro de la historia del club por una cantidad que puede superar los 25 millones de euros.
Rejuvenecimiento defensivo. Los fichajes de Alejandro Francés (22) y Krejci (25) dan un aire más joven a la retaguardia. El central de Zaragoza es la perfecta definición de polivalencia atrás al poder ocupar los cuatro puestos y encajar en defensa de tres. Su compañero checo destacó en la Eurocopa y el Girona lo firmó rápido.
Más competencia y sin ayuda del City Group. La histórica clasificación del Girona para la Champions hace que el Manchester City no pueda prestarle jugadores por las restricciones que pone la UEFA. Aun así el Girona se ha reforzado para elegir tranquilamente con Francés, Krejci, Oriol Romeu, Van de Beek, Danjuma, Misehouy, Bryan Gil, Yaser Asprilla y Abel Ruiz.
Incógnita Van de Beek. El neerlandés llega con la difícil tarea de hacer olvidar a un pilar del centro del campo como Aleix García. Van de Beek irrumpió con el Ajax sin volver a encontrar su mejor nivel en el Manchester United ni en el Eintracht, el estilo del Girona le viene como anillo al dedo para volver por sus fueros. Única nota negativa respecto a su evolución.
Una defensa muy peleada. El centro de la zaga está abierto a cualquiera de los cuatro jugadores (David López, Blind, Francés y Krejci) que, en defensa de cuatro, pelean por dos puestos. Míchel podrá elegir entre los ‘veteranos’ (López y Blind), los noveles (Francés y Krejci) o una mezcla de ambos.
Extremos bien afilados. Tsygankov, Bryan Gil, Danjuma y Asprilla permitirán a Míchel hacer un juego muy vertical por las bandas. Los cuatro pueden jugar en los dos costados, por lo que se les podrá ver cambiando de posición. El ucraniano es un fijo en el once y su participación ofensiva ha crecido hasta participar directamente en 15 goles (ocho tantos y siete asistencias).
Gazzaniga es indiscutible. El cancerbero argentino jugó todos los minutos posibles en la 23/24. Míchel encontró en él el cerrojo bajo palos. Encajó 46 goles y dejó la portería a cero en 12 ocasiones. Terminó octavo por el Zamora y el segundo, tras Oblak, en jugar todos los partidos.
Miovski, el nuevo Dovbyk. El Girona ficha al macedonio y consigue la cesión del holandés con la tarea de olvidar los 24 goles del ucraniano. Abel Ruiz se une a la causa. Miosvski hizo 44 en 91 partidos con el Aberdeen, mientras que Danjuma llega con dos goles en tres partidos que ha jugado esta temporada con el Villarreal.
Oblak suma y sigue. El portero del Atlético afronta varios retos. Si juega 37 partidos igualará a Reñones como el tercer futbolista con más encuentros en la rojiblanca, puede ganar su sexto Zamora y superar a Ramallets y Valdés. Necesita mejorar los 43 goles recibidos en dos de las tres últimas temporadas.
Witsel se asienta de central. El belga fue la piedra angular en la línea de defensa por segunda temporada. Su nivel fue tan alto que mantiene la progresión ELO. Fijo e indiscutible se asocia con los otros dos centrales y se multiplica en los balones aéreos.
Giménez, el rayo que no cesa. El uruguayo es un fijo en el once rojiblanco siempre que le respetan las lesiones. Llega a la treintena en su 12ª temporada sin estar en su ‘prime’. El descenso en su puntuación para BeSoccer es de seis puntos en dos años y dos en una temporada.
Llorente se hace con el carril derecho. El polivalente futbolista español le gana la partida de inicio a Nahuel Molina, campeón de América. El madrileño ha demostrado con su potencia y versatilidad ser capaz de cubrir todo el costado. Cumple en defensa y tiene una arrancada potente en ataque.
Lino golea a Nahuel. La influencia ofensiva del brasileño es mucho mayor que la del argentino. Lino hizo ocho goles y ocho asistencias en la 23/24, mientras que Molina se quedó en dos tantos y cinco pases. Sin embargo, el ELO de Nahuel es mayor, en parte por ser un lateral puro y Lino tener origen en el extremo.
Koke, partido a partido. El capitán y jugador con más partido de la historia del Atlético, 637, es el correcaminos del equipo en el centro. Siempre activo, el equipo es otro cuando no está sobre el verde. Los años pasan y Barrios puede darle más de un descanso.
La vuelta del escudo. Más allá de fichajes, la afición atlética tuvo una alegría cuando se conocieron los resultados de la encuesta en la que se preguntaba por la vuelta del escudo antiguo. La respuesta mayoritaria devuelve al oso y al madroño al pecho de la camiseta. El guiño con la camiseta ante el Celtic fue un preludio aplaudido.
El picotazo de ‘La Araña’. Julián Alvarez sale del Manchester City para sentirse importante en partidos clave. En el Atlético compartirá con Griezmann las llaves del equipo en una mediapunta de muchos quilates. El futuro pasa por el segundo fichaje más caro en la historia del club. Futbolista con un olfato especial para ganar y marcar muchos goles.
Sorloth, rey en el norte. El noruego llega para ser la punta de lanza de un equipo del que han salido Morata y Memphis. El mejor aval del nórdico son los 23 goles que hizo con el Villarreal la temporada pasada. Cuarto año en LaLiga en plena madurez a sus 28 años. Promete alegrías con el gol entre ceja y ceja.
Gallagher, un ‘box to box’ para la medular. El inglés es un todoterreno en el centro del campo. Fue el jugador que más minutos jugó con el Chelsea en la 23/24. Más defensivo que ofensivo, su facilidad para sumarse al ataque hace que sea un peligro más que llegue desde segunda línea.
Renovación defensiva. Las salidas de Savic, Hermoso, Paulista y Söyüncü obligaron a reforzar la retaguardia. Le Normand es la primera piedra para reforzar el muro y la segunda la pone Lenglet. El francés, en su tercera cesión seguida, gusta por su polivalencia para jugar de central y de lateral izquierdo. Se espera que el canterano Kostis tenga minutos.
Griezmann sigue mandando. El delantero es el jugador de LaLiga con mayor puntuación ELO: 95. Su primera vuelta fue sensacional con 10 goles y tres asistencias siendo, para muchos, el mejor jugador del mundo. Su registro para BeSoccer mejora a Vinicius (93) y a Bellingham (92).
Simeone 14.0. El técnico argentino da una vuelta de tuerca más al esquema después de 12+1 temporadas completas en el banquillo. Del 3-5-2 pasa a un 3-4-2-1 que dejó atisbar a finales de la temporada pasada. El esquema de juego fluirá con el devenir del partido y del resultado.
Le Normand gana a Reinildo y a Javi Galán. El campeón de la Eurocopa con España tiene mejores números sobre el papel que el africano y el extremeño. Además de venir con la flecha para arriba, su puntuación es mejor tanto en defensa y en distribución de juego. El único ‘pero’ llega ofensivamente, donde Galán le supera.
El dilema detrás del ‘9’. Simeone tendrá tarea para decidir los dos enganches que envuelvan el balón para Sorloth. Griezmann y Julián Alvarez parten con ventaja para ser un apoyo mágico. Correa y Giuliano Simeone tendrán minutos para rotar en una plantilla que juega tres competiciones y quiere dar un salto competitivo.
Samu Lino, la nota positiva. El brasileño vive su segunda temporada en el Metropolitano consolidado como carrilero. La velocidad y verticalidad de su juego le han hecho indiscutible en el once con 25 titularidades de 34 posibles. Le ganó la partida a Riquelme con las mismas asistencias, pero un gol más.
Casi la mitad del once en el limbo. Oblak, Le Normand, De Paul, Llorente y Koke están instalados en un progreso intermedio aun siendo jugadores fundamentales cada uno en su posición. Los cinco se han quedado en un punto en el que no mejoran lo suficiente en las dos últimas temporadas.
Guruzeta, el ‘killer’ de Valverde. Si un delantero ha roto el molde ese es Gorka Guruzeta. El jugador del Athletic se hizo un fijo para Valverde a base de continuidad a la que respondió con 14 goles, 11 con el pie y tres de cabeza. El máximo goleador del equipo fue el tercer máximo goleador nacional.
¿Se baja el telón para De Marcos? Con 35 años la gasolina de De Marcos va bajando. Tras casi toda una vida en el Athletic, la temporada 24/25 surge en el horizonte como la que puede ser la última como titular indiscutible para Ernesto Valverde. Sigue sin perder un ápice de velocidad.
Beñat, presente y futuro. El centrocampista se ha ganado la titularidad a sus 22 años. La cesión en el Mirandés le curtió en una competición tan dura como es LaLiga Hypermotion, Segunda española. Un paso que él mismo agradece entre la Primera RFEF con el Bilbao Athletic y el salto definitivo al primer equipo.
Vivian y Paredes, pareja central. Un binomio que se ha asentado dejando a Yeray como primer suplente para la defensa. El futuro pasa por sus botas con 24 años cada uno. Con 1.698 pases, el primero; y 1.551, el segundo, son los dos jugadores que más pasan en el Athletic.
Valverde, campeón de Copa. A la tercera etapa fue la vencida para alzar la Copa del Rey y acabar con 40 años de sequía en el trofeo fetiche para los leones. Valverde, que ya ganó una Supercopa con el Athletic en 2015, busca repetir el triunfo copero y amplía las miras con la Europa League.
Djaló, más pólvora. El extremo refuerza la parcela ofensiva de un equipo que necesitará rotar con la disputa de la Europa League. El habilidoso extremo, primo de Adu Ares, puede jugar en las tres posiciones de ataque. Con 24 años, viene de marcar ocho goles en 30 partidos con el Braga.
Gorosabel, un respiro para De Marcos. El lateral, de 28 años, dará descanso a un histórico del club como De Marcos. El puesto de lateral derecho tiene todas las papeletas para ser suyo en un futuro no muy lejano. Pone el morbo al haber jugado buena parte de su carrera en la Real. Suma 150 partidos en Primera entre los de Donosti y el Alavés.
Salidas históricas. Muniain y Raúl García dejaron la huella del león en el Athletic. Los 560 del último capitán y los 363 del de Zizur Mayor no se olvidarán fácilmente en La Catedral. Muniain, uno de los primeros en jugar sin cláusula de rescisión, busca nuevos retos, mientras que Raúl García colgó las botas.
Irrumpe Álex Padilla. Las lesiones de Unai Simón y Julen Agirrezabala hacen que el de Zarautz, aunque con nacionalidad mexicana, pueda empezar la temporada como titular. Formado en el Basconia, fue el portero titular que logró el ascenso a Primera RFEF con el Bilbao Athletic. Su pretemporada arroja dudas.
El viaje ida y vuelta de Unai Núñez. El central de Portugalete regresa a casa tras dos años sumando experiencia en Vigo. Tendrá que ganarse los minutos al tener por delante a Vivian, Paredes y Yeray en defensa y a Gorosabel y De Marcos en el lateral derecho. Con 27 años, está en plena madurez y suma 169 partidos en Primera.
Nico Williams asalta la élite. El extremo formó en la Eurocopa una sociedad dentro y fuera del campo con Lamine. Una vez apartados los cantos de sirena que querían unirlos en Barcelona, el atacante disfrutará un año más dando asistencias como las 14 en 31 partidos de la 23/24, entre otros, a su hermano.
Iñaki Williams, a romper su mejor dato. El delantero vasco suma dos temporadas ‘in crescendo’ de cara a portería. De 10 tantos pasó a 12 y tiene en los 13 de la 18/19 su mejor registro en la competición. Su pie derecho es un cañón. Fue el que más disparos hizo del equipo. La sintonía con su hermano es un plus en su rendimiento.
Un ataque que piensa en verde. La presencia de los hermanos Williams, la llegada de Sancet y la explosión goleadora de Guruzeta hace que el futuro se presente ilusionante para Valverde. Entre los cuatro suman 35 goles en Liga, el 59% de los goles del equipo, el sexto más goleador de España.
El paso por Anduva. Vivian, Galarreta, Prados y Martón se foguearon en el Mirandés antes de volver a La Catedral. El equipo de Miranda de Ebro es un buen amigo en el que esta temporada estarán cedidos los canteranos Hugo Rincón, Urko Izeta y Unai Egiluz. Otro león que pasó por allí es Imanol García de Albeniz, ahora en el Sparta de Praga.
Progresan adecuadamente. Nueve de los once jugadores mejoran respecto a hace dos años. Lo hacen ligeramente Vivian, Yuri e Iñaki y en una escala mayor entran Paredes, Ruiz de Galarreta, Beñat Prados, Nico, Sancet y Guruzeta. Sólo se ‘estancan’ De Marcos y Unai Simón.
Brais Méndez, la vértebra inquebrantable. Brais Méndez será el seguro de vida en el centro del campo ‘txuri-urdin’. El futbolista que tiene la llave para abrir cualquier puerta, con un pie izquierdo con el que es capaz de dirigir el juego desde la banda hacia el centro, indetectable desde segunda línea.
Aihen, una progresión insuficiente. Tierney le robó la titularidad en la pasada temporada. El canterano de la Real Sociedad no acaba de ser indiscutible. Lateral con mejores cifras defensivas que ofensivas. Los fichajes de Sergio Gómez y Javi López le complican tener minutos.
Kubo, el más aclamado. El atacante nipón ha pasado de ser una promesa a una realidad. Su rendimiento ofensivo va a más a sus 23 años. Siete goles y cinco asistencias le han valido para atraer el interés de los más grandes. Un jugador joven, veloz, habilidoso y capaz de bailar al defensa en una baldosa.
Pacheco, el relevo está en casa. La pasada temporada ya pedía paso. Ha llegado el momento del campeón olímpico tras la salida de Le Normand. Joven, desconocido, fuerte en el balón parado, titular y llegador.
Turrientes, el año de la irrupción. La salida de Merino le abre por completo una puerta que ya dejó entreabierta la pasada campaña, pasando de ser titular en 3 encuentros a serlo en 22. El cerebro de los campeones olímpicos está listo para liderar la sala de máquinas donostiarra.
Sergio Gómez, un fichaje ganador. El ex del City aterriza para reforzar el lateral izquierdo, aunque la polivalencia es la mejor de sus virtudes, clave para un equipo que acostumbra a sufrir bajas importantes. El ex del Barça ya ha jugado más escorado hacia el centro, por lo que podría jugar en la medular. Joven, pero experimentado, de los que te cambian la dinámica de un partido.
Luka Sucic, el escudo croata. Su fichaje llegó como un movimiento para curar en salud a la afición donostiarra, preparado para asumir responsabilidades y firme candidato a sustituir a Merino. 18 goles y 19 asistencias en tres temporadas en Croacia le valieron para llamar la atención del mercado italiano. Fichaje de presente, pero, sobre todo, de futuro blanquiazul.
Javi López, calidad y potencia canaria. Futbolista internacional en todas las categorías inferiores, con proyección para seguir creciendo. Potente para ir al choque y poseedor de un tren inferior rocoso y garra como para ganar duelos. Del perfil de Aramburu, su compañero en la otra banda que también buscará su hueco en el once.
Jon Martín, presente y futuro. Todos los equipos guardan un tesoro bajo llave. La Real tiene a la joya de Zubieta. Internacional Sub-17 y Sub-19, donde ya formó pareja con Pau Cubarsí. A sus 18 años da la sensación de que está más preparado de lo que estaba Le Normand cuando debutó en Primera con 22, al menos por lo ofrecido por uno y otro en el Sanse.
Una perla islandesa para Imanol. En una Real Sociedad que no va sobrada de delanteros, la perla islandesa Óskarsson será agua en el desierto. La nómina de ‘9’ es justa: Sheraldo Becker juega en banda, Sadiq no tiene confianza y Oyarzabal, a pesar de aportar mucho, no es el mismo tras la lesión. El futbolista nórdico ha preferido la Real Sociedad al Manchester City, donde su cuota de protagonismo sería menor.
Zubimendi y Brais, el nuevo eje de la medular. Tras la salida de Mikel Merino y el ‘no’ de Zubimendi al Liverpool, ambos jugadores serán los que aporten experiencia, den consistencia y marquen el ritmo del centro del campo ‘txuri-urdin’. Turientes y Sucic se encargarán de la frescura y el dinamismo cuando sobre el campo la pólvora escasee.
Traoré, una posición cotizada. Imanol siempre ha valorado su aportación al equipo, aunque sus problemas físicos también han lastrado su rendimiento, así como sus cifras. Aun así, es el sexto que más minutos ha jugado. Con Odriozola relegado a la suplencia, es fijo, pero la irrupción de Aramburu hace peligrar su puesto.
Zubeldia-Pacheco, el nuevo muro. El primero ya se asentó la pasada campaña en el once por rendimiento y jerarquía. Pacheco sumará calidad defensiva, preparado para suplir a Le Normand. Garra, fuerza y determinación. Perfecto para el juego que le gusta a Imanol.
Oyarzabal, un ‘9’ cada vez menos falso. Con la salida de André Silva, que ha vuelto al Leipzig tras terminar su cesión, el buen papel de Barrenetxea en el extremo izquierdo y la falta de un 9 puro que convenza a Imanol, el capitán está asentado en una posición en la que ya ha brillado en ‘La Roja’.
Interrogantes en la delantera. Ni Carlos Fernández ni Umar Sadiq han logrado ver portería en los cuatro amistosos de pretemporada. Sydney Osazuwa, la perla del Leganés y la Sub-17 está, de momento, pensado para militar en el Sanse, aunque su puerta podría abrirse como delantero de repuesto si la Real alarga su escasez anotadora.
Rui Silva, un portero continuista. El portugués seguirá defendiendo la meta del conjunto bético una temporada más. A pesar de los rumores que lo situaban lejos del Benito Villamarín, Rui Silva volverá a ser pieza clave para Pellegrini. El Betis aspirará a más si consigue reducir el ratio de goles encajados por partido de este último curso: 1,29.
Bellerín o Sabaly, la duda en el lateral. Pellegrini tendrá trabajo para decidir quién será su lateral derecho titular. Bellerín fue el que más minutos disputó el pasado curso, pero Sabaly, mermado por las lesiones, también tuvo su cuota de protagonismo. Los dos perfiles tienen déficits y virtudes marcadas en todas las fases del juego.
Johnny Cardoso para olvidar a Guido. El estadounidense fue uno de esos fichajes ‘desconocidos’ que ofrecen un rendimiento inesperado. Y el reto que le espera este curso es mayúsculo: intentar que el bético olvide a Guido. Buen pie, calidad posicional y trabajo al servicio del equipo. Cardoso y Marc Roca serán los encargados de aportar equilibrio.
Isco, organizador y catalizador. Sólo una lesión le impidió disputar la Eurocopa con España. Pellegrini le ha ofrecido el mejor contexto y él ha respondido. Es capaz de organizar y bajar el ritmo cuando el partido lo pide, pero también revolucionarlo con sus recepciones entre líneas y su fantástico último pase. Determinante.
Fornals, rendimiento constante. Tener a Pablo Fornals en una plantilla es sinónimo de jugarlo todo. Desde la temporada 16/17, el castellonense ha jugado más de 30 encuentros en todas, ofreciendo un rendimiento regular. En el Betis disputó 15 partidos, marcando tres goles y repartiendo dos asistencias. Una aportación de gol cada 230 minutos.
Adrián San Miguel, experiencia al servicio de Pellegrini. Tras la marcha del veterano Claudio Bravo, el Betis acudió al mercado de fichajes en busca de un perfil similar, y lo encontró en Adrián San Miguel. El sevillano, que vuelve al club que le vio crecer, no pondrá problemas para aceptar un rol secundario.
Diego Llorente y Marc Roca refuerzan la conexión Betis-Leeds. La directiva bética ha acudido al mercado inglés para reforzar la plantilla y en el Leeds han encontrado una mina de oro. Marc Roca, que estuvo cedido el curso pasado en Heliópolis, y Diego Llorente llegan procedentes del conjunto inglés en forma de traspaso. Tendrán un rol protagonista.
Perraud, solución en el lateral. Las salidas de Miranda y Abner Vinícius dejaron en cuadro al Betis, que no tardó en echar el ojo a Perraud. El francés sólo jugó 507 minutos en la última temporada en el Niza, pero conoce de primera mano lo que es disputar un curso completo en una gran liga. Peleará con Ricardo Rodríguez por la titularidad.
Lo Celso, un superclase falto de confianza. La calidad de Giovani Lo Celso es inversamente proporcional a alguna de sus decisiones, sobre todo cuando decidió firmar por el Tottenham. En el Betis sólo estuvo una temporada, la mejor en cuanto a números de toda su carrera, y ahora ha podido volver a un equipo que parece tener todo lo necesario para ver su mejor versión.
O Tigrinho, el ingrediente que faltaba. El mercado de fichajes a veces es más simple de lo que parece. Un club necesita un '9' y el otro tiene uno que no juega y quiere que tenga minutos. Vitor Roque llega a Heliópolis con hambre de protagonismo y goles, algo que lleva en la sangre. Con la potencia y el olfato goleador que le caracterizan y Fekir o Isco por detrás surtiéndole balones, los ingredientes están listos. Ahora "sólo" queda que la receta salga bien.
Europa, asignatura pendiente. La temporada pasada, que debía servir al Betis para dar un paso adelante en Europa League, fue una decepción. Eliminado en fase de grupos, cayó a la Conference, donde fue apeado a las primeras de cambio por el Dinamo de Zagreb. Este curso, también en Conference, deberá mejorar su papel y ser un aspirante al título.
Ricardo Rodríguez, una necesidad cubierta. Hablar de Eurocopas o Mundiales es sinónimo de hacerlo de Ricardo Rodríguez, una de las grandes insignias de una Suiza correosa y siempre competitiva. Después de una dilatada carrera, aterriza en España para ofrecer soluciones a una banda izquierda del Betis que había quedado desamparada.
La mediapunta no se toca. Si hay algo reconocible en el once del Betis de Pellegrini esa es su línea de tres mediapuntas, que esta temporada estará conformada por Fornals, Isco y presumiblemente Juanmi. El malagueño tendrá la difícil tarea de hacer olvidar a Ayoze, que dejó el listón alto participando en 10 goles el curso pasado. Entre los tres produjeron 34 goles de los 60 (56,67%) que anotó el conjunto verdiblanco la pasada campaña. Una mirada les basta para entenderse.
Relevo en la capitanía. Las marchas de Pezzella y Guido Rodríguez propician un cambio en la capitanía. Si no hay ningún cambio, el primer capitán será Fekir, al que acompañarán Isco, Bartra y Bellerín. Los dos primeros lideran a través del balón y ofreciendo ventajas constantes a sus compañeros y dejan las indicaciones para otros con más autoridad.
Una delantera ‘nueva’ en busca de gol. Pellegrini tendrá que ingeniárselas para superar los 48 goles del pasado curso, pues su nómina de delanteros es justa: Bakambu, que continúa lesionado, es el único delantero centro puro. Las otras opciones, Chimy Ávila y Juanmi, son soluciones de urgencia, pero están lejos de ser una garantía cerca del área.
La enésima juventud de Albiol. La competencia en la parcela central de la retaguardia se prevé intensa, con dos puestos abiertos a oposición por la veteranía de Albiol y la propensión a las lesiones de Bailly. Los 39 años con los que empezará la temporada el eterno central valenciano, renovado hasta 2025, no parecen obstaculizar su liderazgo, como evidencia la inteligencia artificial.
Marcelino confía en sus alas. Foyth y Pedraza continuarán siendo teóricamente los ocupantes de ambos laterales para prorrogar una línea continuista y ensamblada atrás. El conjunto amarillo seguirá añorando al argentino, que se perderá los dos primeros meses de la temporada. Pedraza, clave para la amplitud ofensiva, espera encontrar su ansiada regularidad.
Un nuevo Yéremy Pino. Se fueron dos puntales del año pasado como Jorgensen o Sorloth, pero el Villarreal recupera ocho meses después a un jugador franquicia como el canario. A falta de recuperar el 'feeling' competitivo, Marcelino vuelve a disponer de un jugador afilado y desequilibrante dada la tendencia al juego interior de Baena.
Parejo-Baena, el pasillo creativo. Con 35 años, el de Coslada ejercerá de 'regista'. Unos metros más adelante tendrá lugar la zona de acción del almeriense, a caballo entre la banda y la mediapunta, como falso '10'. Fue el mayor generador de ocasiones del pasado campeonato, con 14. Escurridizo, con gran golpeo y técnica, es un exponente del nuevo centrocampista español.
Gerard Moreno rastrea su esencia. Marcelino busca el ecosistema que le acerque a la superlativa versión de su monstruosa temporada, la 2020-21. Castigado recientemente por las lesiones y sin Sorloth, el Villarreal necesitará que, además de ser un magnífico decodificador de partidos, mejore su regularidad y su promedio de diez goles de las últimas tres campañas.
Una portería de futuro. Diego Conde aterriza del Leganés por 4M€ con la prestigiosa vitola de ser el portero menos goleado (26 en 40 partidos) del campeón de LaLiga SmartBank. La apuesta la redondean los 12M€ abonados al Famalicao por Luiz Júnior, el parapenaltis de Portugal y el segundo portero Sub-23 que más paradas realiza. Dos porteros de presente y mejor futuro para relevar a Jorgensen, el que más paradas realizó de la pasada Liga EA Sports.
Marcelino ya tiene su central: Logan Costa. El desembolso del Villarreal en una de las posiciones más necesitadas ha sido tan importante como necesario. 18 millones de euros bien invertidos, pues el central francés es de esos que permiten dar un salto cualitativo en defensa. Su físico portentoso y la buena capacidad para corregir a campo abierto permitirán a Marcelino defender lejos de su portería.
Nicolas Pépé, en busca de gloria pasada. Marcelino tendrá a su disposición un velocista con gol, capaz de actuar en punta, y que encajan como un guante para su fútbol vertical. En Vila-real se sueña con recuperar una versión del costamarfileño cercana a la que el Arsenal llegó a fichar por 80M€.
Pape Gueye, batería para el Villarreal. Gustó en la media temporada que pasó en el Sevilla y llega libre del Olympique de Marsella como oportunidad de mercado. Un todoterreno con tracción a las cuatro ruedas que liberará del trabajo sucio a Parejo y aportará equilibrio y empaque. Recuerda a Zambo Anguissa.
Ayoze y Barry, colmillo en la delantera. Al tinerfeño, capaz de jugar en banda o junto a Gerard, le acompaña un delantero centro puro: Thierno Barry. A pesar de su 1,95m de altura, el franco guineano tiene mucha calidad y sabe desenvolverse en espacios reducidos. La tarea de la delantera no será fácil: intentar que el aficionado groguet olvide a Sorloth.
Marcelino rescata la esencia. Cogió un Villarreal que coqueteaba con el descenso y lo dejó a un palmo de Europa. Ese vuelve a ser el objetivo. Más vertical y fuerte en ambas áreas, el equipo encajó menos goles (de 1,69 a 1,62), anotó más (de 1,16 a 1,71) y sumó más puntos (de 0,92 a 1,43). Según BeSoccer, sólo mejoran Ayoze, Baena y Diego Conde.
Un once inicial de memoria. Se espera únicamente a tres caras nuevas en la presumible alineación de gala del conjunto amarillo, que ha optado por una política de fichajes de bajo perfil a pesar de lucir un balance de +59 M€ tras los traspasos efectuados este verano. Apostará por una plantilla corta, fomentando la competencia interna, y con mucho poderío físico.
Misión: echar el cerrojo. El conjunto amarillo mostró un nivel defensivo alejado de su solidez habitual. Tanto, que solo dos equipos descendidos como Almería y Granada encajaron más. Marcelino fue claro y directo: "65 goles en Liga y 79 en todas las competiciones son un lastre tremendo. La cifra de goles encajados debe oscilar los 40".
El Villarreal se quita canas. La edad media de un once inicial llegó a ser de 31,7 años, lejos de los 26,7 de hace una década. Las salidas de Capoue, Reina, Morales, Trigueros o Coquelin le quitan arrugas a un equipo al que, sobre el papel, no se le prevé mejora significativa en ninguna línea salvo en la portería. La inteligencia artificial reta al equipo.
El gran abanico ofensivo de Marcelino. También podría apostar por el 4-2-3-1. Con un ‘10’ como Ilias Akhomach, un Baena más centrado, Denis Suárez o, por el contrario, un extremo de cuna como segundo delantero como Pépé que exprimiría el juego de organización defensiva extrema y de transiciones rápidas del asturiano.
Bonus Mamardashvili. Al portero georgiano no se le esperaba tras la Eurocopa, como una venta clara, pero su venta al Liverpool ha deparado una cesión que permite al Valencia mantener a uno de los porteros que más para de LaLiga y uno de los mejores de Europa. Reflejos felinos, poderoso en el juego aéreo y una seguridad que se contagia.
Cristhian Mosquera, el central del futuro. Cuando más lo necesitaba el Valencia, Paterna apareció para dar un respiro al club con el hispanocolombiano como ilusionante exponente. Capaz de corregir situaciones límite a su espalda, gana duelos aéreos y ofrece salida limpia de balón. Una bestia sobre la que empezar a construir un proyecto. Con tan solo 20 años ya es uno de los grandes proyectos del Valencia y la Selección.
Paso a Yarek Gasiorowski. El central hispanopolaco, recién coronado eurocampeón Sub-19 como mejor central, afronta la temporada de su consolidación tras una irrupción asombrosa. Baraja le quiere dar galones. A su gran defensa por anticipación y buena salida de balón añade su capacidad para jugar de lateral izquierdo.
Gayà, contra sus demonios. El cuádriceps izquierdo le impidió terminar la temporada y ganar la Eurocopa. Cuando las lesiones le respetan, no hay dudas: pocos mejores laterales izquierdos que él. En ataque tiene calidad para asociarse y un guante para el centro; en defensa, su velocidad y astucia le permiten ser ganador en los duelos.
El azar y la preparación física. Baraja, que pudo disponer en contadas ocasiones de su plantel sano la pasada temporada, arrancará la Liga a sabiendas de que hasta octubre no podrá contar con Gayà y sin saber cuándo recuperará a Diakhaby o Jaume Doménech. Con un fondo de armario limitado, una buena preparación física, junto a la suerte, tendrán mucho que decir.
Mamardashvili incomoda a Dimitrievski. Que el georgiano continúe en plantilla deja en un limbo al macedonio, fichado del Rayo Vallecano como potencial primer espada bajo palos y que se ve ahora relegado al banquillo y a competir por la titularidad. Entre los diez porteros que más paran de LaLiga y con un promedio de goles en contra similar (en torno a 1,15), el conjunto ché se encuentra con dos porteros de garantías.
César Tarrega y Caufriez, a la sombra de Yarek y Mosquera. Más que una vuelta de cesión, lo de Tárrega podría catalogarse como fichaje. Fundamental con el Valladolid para conseguir el ascenso, el canterano estará en la rotación gracias a su contundencia y el don de la ubicuidad. Caufriez, que llega procedente del Clermont, tendrá como objetivo disputarle minutos a los jovencísimos Yarek y Mosquera.
Gregario Dani Gómez. Con Baraja como gancho, que ya le tuvo a sus órdenes en un Tenerife donde marcó 9 goles en 28 partidos, llega cedido del Levante con una opción de compra de 1,5 M€ para completar y complementar la delantera con diferentes prestaciones. Trabajo, velocidad y ataque del espacio. Puede empujar a salir a Alberto Marí.
Rafa Mir busca sintonizar con Hugo Duro. Seis años después de abandonar prematuramente la cantera del Valencia, el delantero murciano vuelve al punto de partida tras dos años oscuros en Sevilla. Es la referencia ofensiva que el año pasado reclamó Baraja. De su sintonía con Hugo Duro, el máximo anotador la pasada temporada con 13 tantos, dependerá en mucha medida el nivel competitivo del equipo.
Luis Rioja, por fin en Valencia. El culebrón Luis Rioja ha llegado a su fin. La operación ha tenido que esperar a la última semana de mercado, pero Baraja ya tiene al extremo que tanto pedía. Diego López y Fran Pérez seguirán siendo titulares, pero Rioja añadirá competencia en ambas bandas. El regate y el golpeo con la zurda, dos de sus grandes virtudes.
Baraja, el macho alfa. Si el equipo ha roto todos los esquemas a base de trabajo y humildad ha sido en buena parte por el técnico, que si acaba cumpliendo su contrato (hasta 2026) será el entrenador más longevo desde Emery. Guía con mano izquierda un vestuario cohesionado y que conoce sus debilidades y fortalezas, al que ha revalorizado y que confía a ciegas en su líder.
Un Valencia ya no tan 'baby'. Un vestuario joven necesita el respaldo de su gente y Mestalla, pese a su divorcio con la propiedad del club, ha asumido en los últimos años el papel de protector del equipo. Ayuda 'La Quinta del Pipo', que, siendo la segunda plantilla más joven del campeonato (26,7 años), ha exhibido personalidad, resiliencia y desparpajo pese a su inexperiencia en situaciones adversas.
Murciélago con red. Baraja ha encontrado en Pepelu al líder que necesitaba. En un año ya es imprescindible por el equilibrio que otorga y lo que genera a balón parado. Además, fue el segundo máximo goleador del equipo con siete tantos. Mezcla a la perfección con un Javi Guerra más liberado para asomarse al área y que, de momento, continúa en Mestalla. Almeida nutre las alternativas desde el banquillo.
El comodín del 'Guajín'. Los focos en la llamada Quinta del Pipo suelen alumbrar más a otros, pero Diego López es pieza clave para Baraja, tanto en banda como segundo delantero. Lideró el apartado de asistencias, pero para que la comparación con David Villa no solo sea por su 'asturianidad' debe mejorar su aportación goleadora, que la pasada temporada fue de cuatro tantos. Veloz, descarado e incansable.
La estrategia, la tarea pendiente de Baraja. Solo dos goles llegaron en acciones a balón parado, una faceta fundamental para un equipo que ha decidido partidos por acciones puntuales. Es una de las asignaturas pendientes del conjunto che, que cuenta con lanzadores de buen pie como Pepelu y una nutrida nómina de cabeceadores: Mosquera, Yarek, Javi Guerra, Cenk, Hugo Duro o Rafa Mir.
Luis García, mando en plaza. Indiscutible líder espiritual del vestuario, la renovación hasta 2026 de uno de los entrenadores más importantes en la historia del club es un fichaje más. Es el único que afronta su tercer año en los últimos 20. Tras el ascenso, ya en LaLiga, ha vivido siempre fuera del descenso y alcanzado la permanencia con holgura, con cuatro jornadas de adelanto.
Factor Sivera. La mano de Luis García, que además de conformar un vestuario hermanado ha potenciado jugadores clave, se nota en el portero valenciano. Ha heredado el aura salvadora que lucía Pacheco y enterrado el debate bajo palos. Sus múltiples intervenciones, hasta 87, y que le han ubicado a un escalón del podio de porteros menos goleados (38 goles en 34 encuentros; 1,12 por partido) tienen a la solidez general.
En vilo por Abqar. El central marroquí, ya internacional, no ha acusado el salto de categoría, consolidándose como el gran centinela del equipo sin Rafa Marín. Poderoso en los duelos, inteligente al corte y con buena salida de balón. Pero su continuidad no es una certeza, ya que acaba contrato en 2025 y hay varios equipos que le pretenden.
Antonio Blanco - Ander Guevara, el cinturón de seguridad. Junto a Protesoni conforman un doble pivote de consistencia y estabilidad. Blanco guarda el equilibrio, Guevara, el alter ego de Luis García en el campo y el máximo recuperador y pasador, marca el ritmo y, ya como '10', Guridi, activa el ataque y ofrece trabajo. Son tres de los fijos de la columna vertebral en el once inicial.
Carlos Vicente, un talismán que es una ganga. Desde su fichaje por 600.000 euros en el pasado mercado invernal, el maño solo ha dejado de ser titular en seis ocasiones. Tiempo en el que ha repartido cuatro asistencias y anotado dos goles, evidenciando que su brillantez en LaLiga Hypermotion no fue casualidad. Es, además, talismán: siempre que juega de inicio, el Alavés gana.
Cambio de peso en los laterales. Manu Sánchez contrarresta el despliegue ofensivo y el buen pie para el centro perdido con Gorosabel, por la derecha, y Javi López, por la izquierda. El joven Hugo Novoa, fichado del Leipzig y en principio alternativa a Tenaglia, emerge como una opción más ofensiva desde el banquillo. Se espera, por tanto, menos proyección desde esa zona y más seguridad.
Moussa Diarra y Mouriño, refuerzos en la zaga. Diarra viene de jugar en Ligue 2 con el Toulouse, pero se le espera como central de primer rango. Regular, trabajador y un portento físico en los duelos individuales, domina la anticipación y el juego aéreo. El uruguayo Mouriño, que estuvo cedido en el Zaragoza la pasada campaña, llega procedente el Atlético para pelear un puesto en la zaga. Contundencia y seguridad en una zona sensible.
Stoichkov y Conechny, oportunidades de mercado. Las incorporaciones en los extremos aumentan la apuesta por los costados, pero Stoichkov y Conechny también amplían las posibilidades de juego interior más allá de la capacidad llegadora de Guridi. El ex del Eibar inyecta ‘sangre’, gol y oportunismo, mientras que el argentino llega como una de las sensaciones del campeonato de su país. Desborde, velocidad y un gran recurso a balón parado.
Joan Jordan tiene un objetivo: recuperar confianza. El centrocampista catalán lleva meses sin confianza y sin entrar en los planes del conjunto hispalense, por lo que lo más conveniente era buscarle una salida. El Alavés es el club que quiere intentar recuperarle, aunque no lo tendrá fácil para jugar. Jordán tiene por delante a Guevara, Antonio Blanco y Guridi, indiscutibles para Luis García Plaza.
Un trío de delanteros para olvidar a Samu Omorodion. Ocho goles y una asistencia fueron el legado del melillense, sobre el que orbitaba el equipo por su poderío físico. Villalibre fue pieza clave en el ascenso babazorro a Primera. Carlos Martín llega cedido y añade un perfil más móvil. Toni Martínez, procedente del Oporto, apunta a titular. El murciano no se ha ganado la titularidad en Portugal, pero ha sí ha gozado de protagonismo. Su buen juego aéreo la determinación en el área, dos de sus grandes virtudes.
La versatilidad como baza. Tenaglia y Sedlar pueden jugar de lateral derecho o de central. Como Diarra, en la banda izquierda. Guridi, además, acumula papeletas para bajar al doble pivote en caso de necesidad con la llegada de Stoichkov, que puede jugar en todas las posiciones ofensivas. También Conechny. La movilidad y visión de juego de Luka Romero en la media punta tampoco se descarta. Un Alavés camaleónico.
Receta renovada. El juego exterior apunta a ser aún más clave sin Samu y su capacidad para rentabilizar los balones largos y el contragolpe. Así, se espera un breve cambio de propuesta sin perder la esencia de la pasada campaña: bloque compacto, aguerrido y con igual verticalidad y tendencia a la presión alta. El juego de espaldas de Villalibre y el juego aéreo de Kike García esperan beneficiarse de ello.
'Air' Alavés. El juego áreo también se prevé, de nuevo, como una de las bazas ofensivas del conjunto babazorro. El 22% de los goles (ocho de 36) del equipo han llegado de cabeza. En este aspecto apunta a ser de nuevo capital Kike García, el señor de los cielos de LaLiga. Ya ha anotado hasta 14 por esta vía. Villalibre, Abqar, Diarra o Guridi tampoco son ajenos a esta faceta.
Competencia voraz. La actitud y el compromiso parece que tampoco se negociarán este año, como ha evidenciado una pretemporada satisfactoria. La confección de la plantilla se encamina también en la línea de alta competitividad. Jugar será caro, con, al menos, dos efectivos por puesto y con niveles muy parejos en la mayoría de demarcaciones.
Línea alcista. La continuidad de la base del equipo y la de Luis García empujan un proyecto en ascenso y con renovadas ilusiones. Así lo corrobora la inteligencia artificial, que prevé un rendimiento neto superior colectivo e individual. ¿Será capaz de superar el décimo puesto de la pasada campaña o los 61 puntos de la temporada 1999-00, la mejor de su historia?
Budimir, el 5º mejor goleador. El delantero croata dobló sus guarismos goleadores al pasar de 8 a 17 goles. La mejor temporada de su carrera, a los 33 años, que invita al optimismo. De sus 17 tantos hizo 10 con el pie, cuatro de cabeza, al aprovechar su salto y su 1,90 metros, y tres de penalti.
Oroz, un enganche eléctrico. El futbolista deseado por el Athletic será parte fundamental de los rojillos un año más. Con 22 años se ha colgado el oro olímpico en París tras jugar los seis partidos. Un talento precoz que puede tanto jugar por el centro como caer a una banda.
Cruz sigue en pie. Bien sea de lateral o en el centro de la defensa, Juan Cruz es inamovible en el once de Osasuna. Su resolución le convierten en una pieza fija del esquema. Afronta su sexta temporada en la entidad navarra con la que ya ha superado el centenar de partidos.
Raúl García de Haro tiene deberes. El delantero, de 23 años, vivirá su segundo año en Osasuna. En su primera temporada en LaLiga ha participado en ocho goles, al marcar seis y asistir en dos. Un revulsivo desde el banquillo en 23 de los 35 partidos que disputó. Se espera más gol.
Herrando da el salto. El canterano dio el paso al primer equipo con el que fue titular en 18 de los 19 partidos en los que jugó. A pesar de la competencia con David García, Catena y Juan Cruz, tuvo más de 1.600 minutos. Sin el capitán, sus opciones de jugar de inicio se multiplican.
Otro capítulo en la vida de Bryan Zaragoza. La carrera del andaluz es un subibaja que busca equilibrio con la cesión en Osasuna. Aquel jugador que deslumbró en Granada, fue internacional y lo fichó el Bayern no terminó de convencer al equipo bávaro. Le sobra calidad para ser más que determinante.
Vicente Moreno, el cambio tras Arrasate. El valenciano fue el elegido por Braulio Vázquez tras los seis años de Arrasate. Afronta el séptimo banquillo de su carrera, seis de ellos en España y uno en Arabia Saudí. Hombre de ascensos con Nàstic, Mallorca y Espanyol, su etapa en Almería acabó en siete partidos y ninguna victoria.
Abel Bretones da el salto. El lateral, con alma de extremo, rozó el ascenso a Primera con el Oviedo y, pese a no lograrlo, jugará en la máxima categoría con Osasuna. El lateral izquierdo pinta a ser suyo sin Mojica y con Juan Cruz como central. En Segunda fue indiscutible.
Boyomo y una tarea difícil. El defensa tiene la complicada misión de hacer olvidar al capitán general de la defensa los últimos años: David García tras su marcha al Al Rayyan. Un paso más en una trayectoria que crece a pasos agigantados. Competirá por formar pareja defensia con Herrando, Catena y Unai García.
Segunda vida para los cedidos. A falta de fichajes, el club de Pamplona cuenta con el regreso de Nacho Vidal (Mallorca), Diego Moreno (Cartagena), Iker Benito (Andorra) y Javi Martínez (Huesca) de sus respectivas cesiones. Si no hay refuerzos, competirán por tener minutos más allá de los habituales en Copa.
Sergio Herrera disipa dudas. El portero se impuso en la batalla por la titularidad a Aitor Fernández. Necesita mejorar sus cifras al encajar 47 goles y dejar la meta a cero en diez ocasiones. Osasuna es su hogar tras siete temporadas bajo los palos de los navarros.
Areso, crecimiento estelar. El futbolista de Cascante ha subido 24 puntos ELO en dos años. Asentado dentro del esquema de Osasuna, es el amo y señor del lateral derecho, posición desde la que ha marcado un gol y gracias a su largo recorrido ha dado seis asistencias. Es tan fijo que sólo fue suplente en un partido de 38.
Alerta Catena. El defensa no cumplió con el nivel de rendimiento y brillantez esperada en su primera temporada como osasunista. Su rendimiento ELO cae un punto en un año y tres en dos temporadas. Comandará el eje de la defensa de cuatro jugadores junto a Juan Cruz.
Moncayola, de sangre rojilla. Natural de Garinoain el color de su camiseta lleva muchos años siendo el rojillo. Formado en el Iruña, pronto pasó del filial al primer equipo con el que suma 188 partidos a sus 26 años. Aspira a ser uno de los pocos ‘one club man’ del fútbol moderno y mirarse en el espejo de Miguel Flaño.
Cuatro sobresalientes y un notable. Osasuna tiene a Areso, Bretones, Oroz y Bryan Zaragoza como los jugadores que llegan con mayor proyección. Un poco menos está el goleador Budimir, mientras que se mantienen Herrera, Catena, Juan Cruz, Moncayola y Torró. La nota negativa la pone Rubén García.
David Soria, una certeza entre muchas dudas. Volverá a ser un eslabón capital en el entramado defensivo que tanto rédito le ha dado al Getafe en los últimos años. El devenir de la temporada despejó las dudas con las que comenzó, finalizando como el tercer portero con más paradas realizadas (123). Con nueve penaltis detenidos, está a tres de alcanzar a Sergio Asenjo en el tercer escalón del podio histórico liguero.
Arabia Saudí zarandea la muralla. Si Bordalás estaba ciertamente conforme con algo era con su retaguardia. Sin embargo, Míchel y su Al Qadsiah saudí se han llevado a Gastón Álvarez por 13M€. Al mismo país no le acompañó finalmente Djené y sus dotes de mando, una institución en el Coliseum que supone aire para el club. Alderete añade contundencia e intensidad, y Domingos Duarte, una baza para el juego áereo y la anticipación.
Diego Rico, más que un lateral. Las siete asistencias que repartió la pasada campaña le convierten en uno de los jugadores más productivos en su posición. Firme y comprometido en labores defensivas, su físico le proyecta en ataque con asiduidad y le permite actuar como defensa central de emergencia. Fue el azulón más objeto de faltas y el que más duelo ganó.
La reinvención constante de Bordalás. De su 1-4-4-2 habitual a un 1-5-4-1 por contexto de plantilla, con renovadas premisas en esta segunda etapa. La misma energía competitiva y el compromiso de siempre lo aderezó con mayor verticalidad y presión alta. Una versión remozada del 'bordalismo' abierta a más actualizaciones por obligación contextual.
Luis Milla sube de rango. Tras dos temporadas de protagonismo intermitente, la marcha de Maksimovic le asciende en el escalafón reencontrando la confianza del técnico. Como '5', asumiendo la dirección, se espera que sea el eje sobre el que orbite el equipo. Sus más de 36 pases acertados por partido lo convierten en el 'quarterback' de Bordalás. También lidera la estadística en balones recuperados y faltas cometidas.
Letacek, Chrisantus Uche y Berrocal completan la rotación. El primero, una torre de casi dos metros, llega como segundo portero tras la marcha de Fuzato. Desconocido para el gran público, Uche paliará la marcha de Maksimovic. Sobre el papel, un centrocampista de ida y vuelta muy físico, pero con Bordalás ha jugado hasta de delantero. Berrocal, uno de los mejores defensores de Segunda División, apuntala la zaga tras llegar del Eibar por 1,5M€. Ya ha debutado en Europa League con el Sevilla.
Álex Sola, otro 'Nyom' para Bordalás. Como en su día el camerunés, cubrirá todas las posiciones de la banda derecha. Aunque en el Alavés, donde ha jugado cedido por la Real Sociedad, ha ocupado el extremo derecho salvo en contadas ocasiones, repartiendo cuatro asistencias. Un jugador 'made in Bordalás': por y para el equipo. El Getafe ha pagado 1M€.
Greenwood delega en Peter Federico. El club azulón ha elegido al hispanodominicano para asumir ese desborde y vértigo a pie cambiado que pierde con Greenwood. En el Valencia, donde dejó destellos, ya se pudo observar su desparpajo. Peleará por el puesto con Álex Sola o Carles Pérez e incluso no se le descarta, como al inglés alguna vez, de delantero por su velocidad.
Carles Pérez y el Getafe, condenados a entenderse. Tras una montaña rusa de emociones en Vigo, llega cedido del Celta buscando la regularidad. Ya sea como presumible extremo derecho titular, como segundo delantero o como referencia, ofrece regate y trabajo. Aunque, ante la carencia general existente, lo que debe ofrecer sobre todo, es gol.
Un toro y el 'ahijado' de Ünal a las órdenes de Bordalás. Bordalás recluta al canterano madridista, con buen juego aéreo, y al turco, cedido por el Rennes francés con opción de compra y al que recomendó Ünal, para escudar a Borja Mayoral en una parcela necesitada de efectivos. Aunque su aportación goleadora no ha sido significativa estos últimos años, su mera presencia ya es un alivio.
Bordalás, con lo puesto. Con 20 efectivos, el Getafe tiene la plantilla más corta de LaLiga. Es cierto que el técnico alicantino es partidario de ello con el objetivo de fomentar la competitividad interna, pero el año pasado ya alzó la voz en repetidas ocasiones para señalar una de las carencias recientes de una plantilla con un déficit de cinco jugadores respecto al año pasado. "Que Dios reparta suerte", valoró el técnico.
Un esquema repleto de incertidumbre. 1-5-4-1, 1-4-3-3, 1-4-2-3-1, 1-4-5-1 o su predilecto 1-4-4-2. Bordalás empleó hasta cinco sistemas tácticos diferentes la pasada temporada, exprimiendo la versatilidad de los Djené, Gastón, Greenwood, Iglesias, Diego Rico, Aleñá o Mata y este año apunta a que tendrá que volver a mostrarse muy flexible tácticamente. En eso es un maestro. Empezará el curso con dos extremos como referencia ofensiva y con la aportación de los canteranos Coba, Nabil o Gorka.
El Getafe apuntala el fuerte. Una de las pocas conclusiones positivas de una pretemporada con más sobresaltos que alegrías fue la de recuperar su característico ADN defensivo. Tras encajar cinco goles en sus cuatro primeros choques, clausuró el verano con dos porterías a cero ante Southampton y Saint- Étienne. A falta de argumentos ofensivos, sólidos y fiables automatismos defensivos.
Se busca gol. Sobre la iluminación goleadora de Mayoral (15), que sonó para la Selección hasta su lesión de menisco, y la fantasía de Greenwood (diez tantos) más la aportación de Mata (5) se alimentó el conjunto madrileño el pasado año. Todos ellos se han ido. También Maksimovic y sus cuatro goles. Mayoral continúa contra pronóstico y es el gran fichaje. En total, pierde dos delanteros, un llegador y 19 goles, casi la mitad de los tantos.
Bordalás alista de nuevo al soldado Arambarri. 291 días y una cirugía de ligamento cruzado después, el regreso del uruguayo fue otro de los pocos gozos del entrenador alicantino en esta pretemporada, que a la felicidad de su regreso añadió un gol. Muestra química con Milla y, sin Maksimovic, asume el bastón de mando. Su peso en el juego y en el carácter del Geta está más que demostrado.
Guaita gana el pulso. El experimentado portero valenciano (38 años) e Iván Villar volverán a disputarse la titularidad en la portería. Guaita parte con ventaja. Tiene deberes, ya que el Celta fue el cuarto equipo más goleado del último campeonato (57 goles), pero también argumentos: pese a haber disputado 27 partidos, su porcentaje de paradas (3,07 por partido) supera al de Valles, Ter Stegen, Mamardashvili o Unai Simón.
Mingueza, la prolongación de Giráldez. Únicamente le faltó jugar de portero y de delantero centro, firmando un pleno de participaciones en las 38 jornadas de Liga. El catalán entiende el fútbol igual que su entrenador. A los dos les encanta innovar para sorprender a los rivales, a uno con el balón y al otro con la pizarra. Su comodín favorito será un fijo en las alineaciones.
Asuntos de familia. A Madroa, la cantera celeste, apunta a ser protagonista tras la llegada de Marián Mouriño. Lidera el cambio de ADN Claudio Giráldez, tras enamorar en el Celta Fortuna y corresponder en su estreno en Primera con un bagaje de 17 puntos de 30. Apostó por Hugo Álvarez, autor del gol de la permanencia, e hizo debutar a Damián y Javi Rodríguez.
Giráldez busca cimientos. Starfelt, la gran apuesta del año pasado, se mueve en el mercado. 'Outsiders' de la posición como Manquillo o Jailson tuvieron que desempeñarse con acierto en una zona muy poblada pero con pocas garantías. Ambos portan la etiqueta de titular. Únicamente Mingueza tiene el puesto asegurado. El canterano Carlos Domínguez apunta a confirmación.
Iago Aspas, ¿último baile? La llegada de Giráldez revitalizó al eterno capitán. En una lógica cuesta abajo sobre el campo a causa del físico y las lesiones, acabó siendo el sexto más productivo de la pasada Liga (9g;10a). Su peso moral se antoja capital. Tiene a tiro los récords de entrar en el top-20 de goleadores históricos de la Liga y ser el celeste con más partidos. Último año de contrato para el rey de Balaídos.
Marc Vidal, el tercer pasajero. La revelación de la pretemporada ha sido un portero fichado, en principio, para el filial de Primera Federación. Recaló en la entidad olívica tras cerrar su etapa en el Barça Atlètic y en sus primeras semanas como céltico su rendimiento está sorprendiendo. Su juego con los pies encandila. Un meta a la medida de Giráldez como alternativa por si Guaita no está disponible.
Ilaix Moriba pone el músculo. Viene a paliar la falta de empaque físico en las últimas temporadas, con supremacía de futbolista de buen pie sobre el físico. El mediocentro cedido por el Leipzig vestirá con 21 años su cuarta camiseta en la Liga. Pasa del ‘esto es fútbol papá’ de Bordalás al ‘fútbol de salón’ de Giráldez. Tiene la bendición de Aspas y permitirá a Beltrán centrarse en monitorizar al equipo. Jailson es otra alternativa.
Bambú para el Panda. El fichaje estrella del club vigués este verano es el máximo goleador histórico de su filial. El Panda regresa a casa para ocupar el hueco de Larsen, donde triunfó en Segunda B y no tuvo continuidad en Primera. El ariete santiagués de 31 años pugnará con Douvikas por ser el acompañante de Aspas. Busca reecontrarse después de una aciaga temporada. Un refuerzo para aportar gol, mucha brega y una buena dosis de carisma.
Un Celta con mucha 'Fortuna'. Los últimos grandes aliados de Aspas y el club olívico han llegado de A Madroa. El último, Hugo Álvarez. A ellos añade esta temporada a Pablo Durán, un portento físico con gol, Alfon González, con mucha verticalidad y calidad, y Damián Rodríguez, un centrocampista con trabajo y buen pie. Hay once futbolistas que pasaron por el filial.
Marcos Alonso, dudas con su físico, certezas con su zurdaNinguno duda de su carrera. El madrileño salió de La Fábrica y ha conseguido jugar en varios de los mejores clubes del mundo, pero las lesiones y su mal rendimiento le impidieron tener continuidad el último curso. Viene para ser el molde de central que pretendía Giráldez, aunque no se le descarta como carrilero izquierdo. Buena zurda para salir y juego aéreo para marcar diferencias, tanto en ataque como en defensa.
Douvikas recarga munición. La plantilla olívica perdió este verano a su último máximo realizador. Los 13 goles de Larsen son su listón para empezar la temporada como titular. Un ariete con menos recursos que el noruego, pero con mayor destreza en el remate. El griego está avalado por los números de su primera experiencia céltica: siete tantos en Liga y máximo artillero de la competición en la Copa del Rey con seis dianas. Un privilegiado en el arte de definir.
Los inquebrantables mandamientos de Giráldez. Con un sistema fijo, la estrategia céltica puede registrar matices en cada jornada, pero no ofrece secretos. La ambición ofensiva y la presión alta son innegociables. Esa premisa se pudo comprobar que no era ningún farol en los diez últimos partidos de la pasada campaña. La diversión con los celestes está asegurada. Mingueza y Hugo Álvarez, claves como carrileros.
Mal endémico. En las últimas dos campañas el cuadro vigués ha encajado más de 50 goles por temporada. Ni un estudioso de la defensa como Benítez fue capaz de dar con la tecla para solucionar un problema casi crónico desde el último ascenso, en 2012. Pese a ello, el gran punto débil del Celta tampoco obsesiona a Giráldez. El ataque será la mejor defensa.
Una banda a debate. Swedberg genera cada vez más peligro con su zancada y sus recursos técnicos como enganche por el costado izquierdo. Un avión que ya está en el radar de poderosos equipos del fútbol europeo. Le disputará la titularidad Jonathan Bamba, que apunta a revulsivo, con un rendimiento de más oscuros que claros la pasada campaña.
Busca central. El estilo de Claudio Giráldez no tiene nada que ver con el de su predecesor en el cargo. Al técnico porriñés le gusta presionar alto y asumir riesgos atrás. De defender con muchos metros a la espalda se van a encargar los centrales que fichó Rafa Benítez. Todo un desafío para Manquillo, Carlos Domínguez, Jailson, que se van a jugar el puesto con el canterano Starfelt, el recuperado Aidoo y el canterano Javi Rodríguez. No se descarta otro fichaje en invierno.
Nyland, un inesperado ángel de la guarda. Se le fichó entre suspicacias por su poca actividad en el Leipzig y 32 años de edad, pero acabó mandando a Dmitrovic al banquillo con profesionalidad, regularidad y una brillantez inesperada. Mejora el promedio de goles encajados por Bono en su último año como sevillista: 1,3 del noruego por el 1,6 del marroquí.
Último capítulo para Jesús Navas. A sus 38 años, el reciente campeón de Europa y capitán hispalense continúará siendo imprescindible en un lateral derecho que lleva su nombre. Un ejemplo de actitud y sacrificio que continúa ofreciendo profundidad en ataque, buen volumen de centros al área y retorno defensivo. Tras anunciar en un principio su retirada, el palaciego y el Sevilla pactaron un prólogo hasta diciembre.
Badé y Kike Salas, únicas certezas.La sociedad del francés y el canterano con Ramos fue una de las fortalezas del equipo. Tras los desencantos con Marcao o Nianzou, el poderío físico y la sencillez defensiva del francés, que renovó tras coquetear con su salida, es una bendición. Kike Salas suma pundonor y un sexto sentido defensivo particular. Acuña, en cambio, hizo las maletas para jugar en River Plate.
Gudelj, central por obligación.La imposibilidad de fichar un central de jerarquía solidifica al serbio como central, donde yajugó la pasada temporada ofreciendo un notable rendimiento pese a las lógicas carencias de alguien que juega fuera de posición. En su sexta temporada en Nervión, y tras la salida de Ocampos y Navas, en enero, apunta a ser uno de los capataces del vestuario. Tampoco se le descarta en el medio.
Revolución Isaac Romero. A sus 24 años, tardó en romper el cascarón pero pronto encandiló al sevillismo, prendado de su nuevo emblema. Su irrupción cambió el rumbo. Los diez goles (6 tantos, 4 asistencias) que fabricó en 16 partidos han hecho creer al Sevilla que puede asumir el peso del '9' sin la alargada compañía de En Nesyri. Eléctrico, no negocia una gota de sudor, se asocia con soltura y devora espacios.
García Pimienta cambia la escena. Tras un repóquer de entrenadores para lidiar con dos cursos al borde del descenso, el catalán aterriza con expectativas en un banquillo con pinchos. De marcada 'escuela Barça', la seguridad defensiva y la presión alta son sus mantras. Trae una filosofía de juego revolucionaria respecto a cursos pasados y que implica el paso del 1-5-3-2 al 1-4-3-3.
Saúl y Lokonga, a los mandos. García Pimienta confió los hilos de su sistema de juego al ilicitano y este ya lidera el nuevo proyecto. A sus 29 años, es un desafío para él. A sus espaldas, como pivote con más libertad por su mayor talento y calidad en metros cortos, tendrá al belga Lokonga. Kompany lo describió a Guardiola como el "nuevo Yaya Touré". Viene a asumir el rol de Soumaré.
Ejuke y Peque dan sentido a la minirevolución. El nigeriano apunta a pelotazo de mercado tras llegar libre. En pretemporada expuso que es un artista del regate. Un arma que echa en falta el Sevilla y que Pimienta quiere revalorizar. También con Peque, por quien se han pagado 4M€ al Racing, y que suma regate, juego interior y mucho gol.
Iheanacho, un delantero atípico. Sin asegurar grandes cifras goleadores, llega para asumir el rol de En Nesyri. El nigeriano, descubrimiento de Pellegrini, es un delantero altamente versátil. Destreza para el desmarque, picardía en espacios reducidos, buen remate al primer toque y gran capacidad generadora para sus compañeros, sus bazas.
El fantasma del descenso. Otro mercado de bajo perfil, en el que solo se han gastado 8M€ pese a grandes ventas como Ocampos y En Nesyri en pro de reducir gastos y rejuvenecer el equipo, no ofrecen, en teoría, demasiadas garantías para un equipo que ha cambiado radicalmente su realidad competitiva, de competir por entrar en Champions a suspirar por vivir tranquilo. Un equipo en construcción y en busca de certezas que acabó 12º y 14º los dos últimos años.
El vacío espiritual de Sergio Ramos. Sabe el Sevilla que la influencia deportiva y simbólica que deja el camero eran vitales en un equipo en reconstrucción. Su liderazgo y personalidad, más allá de su notable rendimiento, deberá repartirse en un vestuario ya sin Rakitic o Fernando Reges y que perderá a Navas y ha perdido a Ocampos. Saúl y sobre todo, Isaac Romero, apuntan a tener mucha cuota.
Variabilidad del sistema. El sistema favorito de García Pimienta es el 1-4-3-3. Sin embargo, no se descarta que se pase a un 1-4-2-3-1 o 1-4-4-2 según los requerimientos del partido. Peque, que anotó 18 goles en LaLiga Hypermotion, y Lukébakio pueden ocupar todo el frente de ataque. Y Suso, hacer de '10'. Iheanacho e Isaac Romero en un doble '9' es otra variante.
Competencia masiva en el carril derecho. El nuevo entrenador del Sevilla estrenará la temporada oficial con una banda derecha cargada de competencia: Navas, los regresados Montiel y Carmona y el campeón olímpico Juanlu, que se reinvindicó en los Juegos con un gol salvador en la semifinal ante Marruecos y al que se le augura como titular potencial con el devenir de la temporada.
Energía para el centro del campo. Söw ha convencido a Pimienta con su trabajo, dinamismo y llegada, ideales para su idea. Agoumé gustó en su cesión de mitad de temporada y se han pagado 4M€ por él. Ambos se unen a Lokonga o Saúl. Ocampos, Lukébakio, Ejuke, Juanlu, Badé, Iheanacho o Isaac Romero completan en otras demarcaciones un equipo más físico tras las salidas de Óscar, Rakitic, el invierno pasado, u Óliver.
La cantera vuelve a escena. Con el conjunto hispalense inmerso en una realidad radicalmente opuesta a la brillantez general de la última década económica y deportivamente hablando, la cantera aparece como sustento vital del club. Isaac Romero, Juanlu Sánchez y Kike Salas apuntan a ser vertebrales y el central Ramón Martínez o el centrocampista Manu Bueno, a ser útiles para Pimienta. También Idumbo, fichado el invierno pasado del Ajax.
Plantilla continuista. Arrasate puede armar un once inicial con diez de los jugadores habituales de la temporada pasada. La base que llegó a la final de Copa sigue en el equipo. Esa espina clavada en la tanda de penaltis ante el Athletic puede ser un acicate esta temporada.
El sello balear. Darder, Antonio Sánchez y Abdón Prats son tres de los jugadores de la tierra que se mantienen en el Mallorca para dar identidad propia. Leo Román, de la vecina isla de Ibiza, se une al equipo. El epicentro del mallorquinismo está en Artà con Darder y Prats procedentes de una localidad de 7.000 habitantes.
Hay banda para Lato. La salida de Jaume Costa al Albacete deja al valenciano como lateral puro por la izquierda. Su rol en el equipo apunta a ser el de sustituto de Mojica, jugador con más experiencia y que le mejora en todas las facetas del juego. Con 26 años tiene carrera por delante.
Larin baja el suflé. El canadiense llegó a Mallorca tras hacer ocho goles con el Valladolid en 19 partidos con un ‘hype’ altísimo. Su rendimiento en Liga dejó que desear con tres tantos en 35 encuentros. Mejor le fue en Copa con cuatro dianas en siete partidos. El cambio de sistema le lleva al banquillo.
Los tres mosqueteros. Valjent, Raíllo y Copete siguen en la retaguardia. El capitán, a sus 32 años, lleva el brazalete por méritos propios. Nadie discute la madurez del eslovaco tras 209 partidos de bermellón, mientras Copete hace oídos sordos a la llamada del Besiktas para seguir en el club.
Arrasate y la tarea de mejorar a Aguirre. Un vasco por ‘otro’ en el banquillo del subcampeón de Copa. El nuevo técnico llega tras seis años con Osasuna y un sello propio. El esquema cambiará de un 5-3-2 a un 4-2-3-1 en la búsqueda de una estabilidad que apunte a Europa.
Asano, tras los pasos de Kubo y Kang-In Lee. Si algo ha caracterizado al Mallorca las últimas temporadas es el toque exótico que dan los jugadores asiáticos. Ahora con Asano se espera que caiga de pie como Kubo y Kang-In. Su velocidad en la Bundesliga encandiló a los bermellones.
Leo Román, de ida y vuelta. La cesión en el Oviedo le confirmó como un portero por el que se puede contar para disputarle el puesto a Greif en Liga o ser el titular en Copa por delante del Pichu Cuéllar. Con 24 años, el futuro pasa por sus guantes. De 46 partidos en Segunda dejó la portería a cero en 17.
Mojica, un 'viejo' amigo de Arrasate. El cafetero sigue la estela de su entrenador y cambia el rojillo de Osasuna por el bermellón del Mallorca. El entrenador vasco sabe del potencial que aporta Mojica en la banda izquierda como un carrilero que destaca por su capacidad ofensiva.
Morey vuelve a casa. El lateral se formó en el fútbol base del club balear hasta que en 2015 se fue al Barcelona. De allí lo fichó el Borussia Dortmund donde sus minutos se diluyeron hasta apenas contar. El regreso a casa le apetecía y con 24 años será importante en el equipo.
Debate bajo palos. Arrasate apuesta por alternar en la portería entre Greif y Leo Román. Así se asegura tener a los dos cancerberos contentos y enchufados. El eslovaco brilló con buenas paradas en la Copa del Rey y el puesto parecía suyo, pero el buen nivel del ibicenco alimenta el debate.
La mitad en ‘stand-by’. Seis de los once jugadores tienen una progresión que ni mejora mucho ni empeora demasiado. Mojica, Samu Costa, Mascarell, Dani Rodríguez y Darder son los afectados. Con la flecha para arriba están Greif, Raíllo, Asano y Muriqi. La única nota discordante viene con la evolución reciente de Morey.
Muriqi se queda solo. El nuevo sistema hace que el kosovar juegue como único punta del equipo. Delantero bragado y de mucha garra en el cuerpo a cuerpo tratará de potenciar su 1,94 metros. A buen seguro que Dani Rodríguez, Darder y Asano le nutrirán de balones para que el pirata siga surcando las redes.
Costa-Mascarell, cemento armado. El doble pivote que forman los dos jugadores está llamado a ser un muro difícil de saltar para llegar a la defensa. Una mezcla de juventud (23 años) y experiencia (31) para que los Asano, Muriqi y compañía se centren en sus labores ofensivas.
Incombustible Dani Rodríguez. Una temporada más, y será la séptima, jugará con el Mallorca. Con 36 años tiene gasolina para rato y seguir tirando del equipo sobre el verde cuando aún no ha saltado Abdón Prats. Todo un llegador peleón desde segunda línea que siente el escudo como propio.
Sabor canario. Cinco jugadores de la isla siguen en el equipo. Moleiro, Álex Suárez, Sandro y Kirian fueron titulares habituales la temporada pasada, mientras que Fabio entró desde el banquillo. Sin Jonathan Viera se pierde una parte del acento de la casa.
Kirian, el mejor pasador. La retirada de Kroos deja al futbolista de Las Palmas como el jugador con más pases acertados, un total de 2.595. Un emblema dentro y fuera del campo prácticamente insustituible por su amplia influencia en el juego del equipo amarillo.
Mármol y diez más. El catalán es indiscutible en el once. Desde su llegada se hizo con el puesto y el debate está en quién será su compañero de zaga en el once inicial de los grancanarios. Álex Suárez parte con ventaja sin olvidar los fichajes de Álex Muñoz y McKenna.
Marvin, amarillo para rato. El canterano del Real Madrid ha pasado de estar dos temporadas cedido a dar el ‘sí, quiero’ a Las Palmas. El club pagó los dos millones de euros por el 50% de su traspaso y seguirá hasta 2028 en el equipo insular. Un carrilero en toda regla al poder ocupar toda la banda derecha.
Valles se queda. El portero de Las Palmas, que acaba contrato en 2025, apuntaba a salir este verano. El jugador dejó claro su deseo de jugar en el Betis, sin que los verdiblancos concretaran su llegada. Si Carrión no cambia de opinión, le espera un año en la grada del Gran Canaria. El club dejó clara su postura al fichar a Cillessen y Horkas.
Novedades bajo palos. Cillessen y Horkas son los elegidos para echar el cerrojo en la portería de Las Palmas. El holandés conoce la Liga tras haber jugado en Barça y Valencia, mientras el croata vivirá su segunda experiencia lejos de casa. Veteranía (35 años) ante juventud (25 años) y la tarea de hacer olvidar a Valles.
Carrión, otro maestro para que siga el estilo. La salida de García Pimienta hizo que Las Palmas buscara un entrenador de un mismo perfil o parecido, es decir, de gusto por el buen juego y la posesión del balón. El culebrón de Carrión llegó a buen puerto tras rozar el ascenso con el Oviedo.
Conexión Las Palmas-Oviedo. Viti Rozada y Álvaro Lemos han cruzado sus caminos entre el equipo amarillo y el carbayón. El cambio de cromos en el costado derecho llega espoleado por la presencia de Luis Carrión en el banquillo grancanario.
Llega la magia de Manu Fuster. Las Palmas ha hecho uno de los fichajes ‘tapados’ del verano con Fuster. El valenciano se ha convertido en uno de los mejores jugadores de Segunda con el Albacete. Un jugador diferente, uno de esos que cose la pelota al pie con la chispa adecuada.
El animador del mercado. ¡14 fichajes!: dos porteros (Cillessen y Horkas), tres defensas (Álex Muñoz, McKenna y Marvin), dos centrocampistas (Iván Gil y Dário Essugo), tres extremos (Cédric, Viti y Januzaj), un mediapunta (Fuster) y tres delanteros (Mata, McBurnie y Fábio Silva). Las Palmas cambia de caras para asentarse en Primera.
Fábio Silva, un crack con ficha del filial. El portugués tiene la enésima oportunidad de renacer pese a sus 22 años. Lejos queda aquel prometedor futbolista del Oporto por el que el Wolverhampton pagó 40 millones de euros. Su última temporada logró siete goles en 35 partidos entre los Wolves y el Rangers. Las Palmas lo inscribe, como a Essugo, con ficha del filial amarillo.
Álex Muñoz, un 2x1. El de Sant Joan de Alacant se reparte entre el centro de la defensa y el lateral izquierdo. En su carrera ha jugado 154 encuentros de zaguero y 117 en el costado. A priori, ocupará el lateral zurdo sin que Sinkgraven le discuta la titularidad. Le mejora en defensa, ataque y construcción de juego.
Objetivo: recuperar a Sandro. Un gol y tres asistencias en 27 partidos es un paupérrimo bagaje para un delantero. En dos partidos ha mejorado la cifra del año anterior. Tercera temporada para el canario como amarillo con el debe subrayado de contribuir con goles al equipo, bien desde la derecha o por el centro. Lejos queda la única temporada, 16/17, en la que pasó de los diez goles, 14 con el Málaga.
Campaña para volver al positivo. Los dos últimos años del centrocampista han sido una pesadilla en forma de lesiones musculares y rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, por lo que su evolución llega en rojo. Un jugón que volvió a tener cierta continuidad en los últimos partidos de la 22/23 con Las Palmas.
La mediapunta, abierta a todo. Sandro, Moleiro, Manu Fuster, Januzaj, Cédric e incluso Marvin Park optan a las tres posiciones por detrás del punta. Un quebradero de cabeza para Carrión que aún puede elevarse a la enésima potencia en forma de extremo si decide jugar con dos delanteros.
Estructura de Iraola. El año 100 empieza con el legado del vasco prácticamente intacto. Íñigo Pérez mantiene la estructura del que fuera su jefe, Andoni Iraola. El 4-2-3-1, la presión alta y el juego por banda siguen siendo las claves de este Rayo que Pérez aún tiene que retocar con sus pinceladas propias. El objetivo es la permanencia.
La alargada sombra de Dimitrievski. El portero se hizo un nombre en Vallecas y, tras su mejor temporada, ha puesto rumbo a Valencia. Cárdenas tiene la presión de sustituir a un ídolo del barrio madrileño. Aunque parte de titular, se tendrá que ganar el puesto en una 'Batalla' con el exportero del Granada.
La vuelta del mejor Isi. Isi Palazón no fue el mismo en la 23-24 que en la 22-23. El de Cieza pasó de los nueve goles y sonar para la Selección a terminar con cinco en su cuenta en todas las competiciones. Trabajo y compromiso no le faltan al murciano para recuperar una chispa más que necesaria si el Rayo quiere conseguir sus objetivos.
El enigma de la delantera. Los nombre retumbaron más en agosto de 2023 que la cuenta final de goles. El Rayo partía la temporada pasada con una delantera de garantías (RDT, Falcao y Camello) que acabó llena de incógnitas. De Tomás nunca apareció (un gol en 1.309 minutos). El madrileño es el teórico titular, aunque el campeón olímpico no se lo pondrá fácil.
El 'gas' de Trejo. El capitán sin brazalete. Óscar Trejo seguirá siendo la brújula de este Rayo. El Chocota renovó hasta final de esta temporada y es clave para Íñigo Pérez. El 8 dirige y trabaja para su Rayo, pero el míster tendrá que medir bien sus minutos a sus 36 años. En el tramo final de la pasada campaña, Trejo demostró que le sobra nivel.
Pedro Díaz para dirigir. El mediocentro es el fichaje estrella de lo que va de verano. Llega a coste cero desde el Girondins tras la desaparición del club, Díaz aparece para coger las manijas de este Rayo en su primera experiencia en LaLiga tras su etapa en el Sporting de Gijón. El asturiano aspira a cubrir el vacío que dejó en la creación la marcha de Comesaña.
La promesa es Pelayo. Pelayo Fernández es el diamante recién llegado al Rayo. El central acaba de aterrizar en el fútbol profesional después de un año complicado con lesiones, pero que terminó disputando los playoffs de ascenso con el Barça Atlètic. Los minutos estarán muy disputados al competir con Lejeune, Mumin o Aridane.
Gumbau, un nuevo cierre. Gumbau se suma a Pedro Díaz para apuntalar un medio que sufrió la campaña pasada. El pivote trabaja mucho en defensa, pero también destaca en las salidas con una gran capacidad de pase en largo. No suele cometer muchas pérdidas, pero tampoco arriesga demasiado con pases verticales. También puede cubrir el puesto de central.
Embarba, de vuelta. Cuando se cumplen 10 años de su llegada desde el Carabanchel, el madrileño está de vuelta con ganas de encontrar su mejor fútbol de nuevo. Desde la 21/22, con nueve goles y 14 asistencias, el extremo no se ha acercado a esos números en el Almería (66 partidos, siete goles y cinco asistencias). En Vallecas quiere volver a ser importante.
Todo, a coste cero. A falta de lo que pase en el cierre de mercado, el Rayo Vallecano ha completado esta primera versión de su plantilla para arrancar LaLiga a coste cero. Los de Vallecas pusieron sobre la mesa una cantidad notable por Borja Iglesias, que acabó en Vigo, y cabe pensar que el dinero está disponible si se pone a tiro algún fichaje clave.
Mantener la solidez. Si algo salvó al Rayo de caer a Segunda fue su solidez defensiva. El equipo madrileño encajó 48 goles, cinco más que el Atlético, solo cuatro más que el Barça y muchos menos que el Villarreal (65) o el Celta (57). El encajar poco fue clave para rascar hasta 14 empates. Aridane generó dudas, pero Lejeune ofreció un gran nivel.
Se busca gol. Los vallecanos acabaron con la peor diferencia de entre los clubes que siguen en Primera esta temporada: -19. Íñigo Pérez tendrá que corregir la falta de gol con casi los mismos mimbres. Álvaro García fue el máximo goleador en Liga con seis tantos. Se espera más de RDT, Camello, De Frutos y Bebé. Lejeune volverá a ser un arma a balón parado.
Levantar de nuevo los muros de Vallecas. La plantilla debe volver a convertir su estadio en un infierno para los rivales como ya se hace desde las gradas. Tras aparecer entre los mejores locales de Europa a la altura del PSG o el Real Madrid, el fortín de Vallecas terminó por caer en la pasada campaña. Los franjirrojos lograron 20 puntos en 19 partidos.
No arrastrar el objetivo. Si de algo pecó el Rayo en las últimas temporadas es de sufrir en las segundas vueltas. Con Íñigo Pérez, la salvación se saldó por debajo de los 40 puntos (38), es decir, hasta ‘barata’. No se espera una temporada tranquila en el Rayo ante la enorme competencia que habrá por la permanencia con equipos potentes subiendo desde Segunda.
James, la guinda del Centenario. El de Cúcuta vuelva a España para dar un salto de calidad a la plantilla del Rayo. El MVP de la Copa América aportará su facilidad para dar y marcar goles a un equipo necesitado de ello. Un jugador de talla mundial, que establece las diferencias por sí solo, se pone La Franja en el año más especial.
Sergio González, líder y capitán. Líder, puntal, pilar, pieza clave, capitán. Sergio González lo es todo para el Leganés. Un central solvente que siempre busca anticipar y un capitán ejemplar. Jugó 41 de los 42 partidos en Segunda y fue el jugador con más minutos del equipo. Además, anotó seis goles, convirtiéndose en el cuarto máximo goleador.
Franquesa, incombustible en la izquierda. Otro de los intocables para Borja Jiménez. Sólo se perdió un partido y fue por acumulación de amarillas. Capacidad para repetir esfuerzos, motor para aguantar los 90 minutos y un cañón por el carril zurdo. Dos goles y seis asistencias la pasada campaña. Su segunda temporada será en Primera.
Yvan Neyou, orden y control en el medio. Un buen mediocentro cambia la cara a un equipo. Por lo que pasa cuando tiene el balón y por lo que evita que pase sin él. No se entiende el rendimiento defensivo del Leganés el pasado curso sin su apagafuegos Neyou. Internacional con Camerún, no muestra nervios ante la presión y es contundente en los duelos.
Dani Raba ha encontrado su sitio. Tras probar suerte en Villarreal, Huesca y Granada, el futbolista cántabro ha encontrado un hogar en el sur de Madrid. Nunca había superado la decena de goles producidos, y el curso pasado consiguió 15 (ocho goles y siete asistencias). Extremo en ambos perfiles, mediapunta o delantero acompañando a De la Fuente.
Miguel de la Fuente, un goleador insaciable. El fútbol es más sencillo si tu delantero mete goles. Y se vuelve un juego de niños si encadena cuatro en los últimos seis partidos, donde te juegas volver a Primera, como hizo De la Fuente. Calidad, control del espacio, juego aéreo y un cañón en la diestra. Un goleador anda suelto por el sur de Madrid.
Juan Soriano y Dmitrovic, máxima competencia. El Leganés deberá reponerse a la baja de Diego Conde, pilar en el ascenso y Zamora de Segunda. Soriano, que estuvo presente el año del descenso y no dejó buenas sensaciones, tiene un gran reto: redimirse en la vuelta del conjunto madrileño a Primera. Dmitrovic, que lleva tres temporadas sin ser titular, no se lo pondrá nada fácil.
Rosier, experiencia en la élite para la defensa pepinera. Sin Nyom y Miramón, Borja Jiménez tendrá a su disposición a Valentin Rosier, un lateral derecho de garantías. Con experiencia en competiciones europeas, el francés destaca por su velocidad y contribución ofensiva. En defensa es sólido: disfruta yendo al suelo y en el uno contra uno. Adrià Altimira, que llega cedido del Villarreal, será su competencia.
Renato Tapia, pegamento y músculo. Una plantilla necesita talento diferencial cerca del área rival, pero también futbolistas sacrificados. No se entiende el éxito de un equipo sin ambos perfiles. Renato Tapia es del segundo grupo: vigilancias, coberturas y siempre pendiente de cualquier desajuste para compensar. Tras desvincularse del Celta llega a Leganés como agente libre. Competencia para Cissé y Neyou.
Sebastian Haller, la estrella del Leganés. Todos los mercados tienen una bomba de última hora, y en este mercado ha sido Sebastian Haller al conjunto pepinero. El costamarfileño formará doble punta con Miguel de la Fuente, siendo dos delanteros físicos, con buen juego aéreo y letales cuando pisan el área. Si las lesiones le respetan, será uno de los ‘9’ del campeonato.
Un golpeo de Primera. La pierna derecha de Óscar Rodríguez no ha ofrecido mejor rendimiento en ningún otro club como en el Leganés. Y ahora vuelve para quitarse la espina del curso 19/20, año que el conjunto pepinero bajó a Segunda. Sus nueve goles hicieron soñar al Leganés, pero no fue suficiente. En la frontal, su golpeo genera pánico al rival. Argumento para soñar.
El Leganés, a continuar la tradición del campeón. El conjunto pepinero, que se alzó con el título de Segunda el pasado curso, tendrá en su mano continuar con el buen rendimiento de los vencedores de la categoría de plata, pues sólo tres de los 10 descendieron la siguiente campaña. Rayo Vallecano, Huesca y Granada, los equipos que cayeron relegados.
Una defensa de Primera. La máxima categoría del fútbol español nos demuestra, año a año, que una defensa débil es sinónimo de descenso. La solidez se premia más que la producción ofensiva, y el Leganés fue, con solvencia, el equipo menos goleado de Segunda el curso pasado. 27 goles encajados en 42 partidos, una media de 0,64 por encuentro.
Jorge Sáenz, el muro canario. Es inexplicable el ascenso del Leganés sin nombrar a su línea defensiva, entre ellos Jorge Sáenz. Participó en 36 encuentros, y de los seis en los que no jugó, el Leganés perdió tres, dejando claro que su ausencia debilitó la zaga pepinera. Contundencia, fuerte en los duelos aéreos y gran sintonía con Sergio González.
Seydouba Cissé, fijo en el medio. Llegó al Leganés en la temporada 2019/20 procedente del Atouga guineano y, sin prisa, fue escalando hasta hacerse un hueco en el primer equipo. Destaca por su habilidad con balón y el buen golpeo, característica que debería hacer aumentar sus cifras goleadoras. Internacional absoluto con Guinea.
Juan Cruz, un futbolista diferente. En todas las plantillas existe ese futbolista distinto, capaz de sacar ventaja en pocos metros e inventarse ocasiones donde solo había piernas rivales. En el Leganés es Juan Cruz. Puede caer a banda o aparecer dentro y jugar entre líneas, tiene regate y una gran zurda. Magia para un equipo que no va sobrado.
Javi Sánchez y una lesión olvidada. Reconfigurar una defensa en los últimos días de mercado no es fácil, y menos cuando se marcha una de las piezas clave de la zaga. Javi Sánchez, que se perdió prácticamente las dos últimas temporadas por lesión, se erige como la opción para reemplazar a Boyomo. Siempre ha tenido la confianza del club, pero los problemas físicos han mermado su rendimiento.
La banda derecha es de Luis Pérez. El fútbol cambia constantemente y la pérdida de laterales puros está siendo notable, pero Luis Pérez es todo lo que uno se imagina en un lateral. Capacidad para combinar, habilidoso, buen pie para centrar y atrevido en el golpeo. El sevillano fue el segundo jugador que más minutos disputó el pasado curso (3.577).
Víctor Meseguer, de profesión llegador. No habla muy bien de la delantera del Valladolid que el curso pasado Meseguer fuese el segundo máximo goleador (6) sólo a dos tantos de Sylla, pero sí refleja que el murciano es un excelente llegador. De los seis tantos, tres fueron para darle la victoria al Valladolid. Calidad, recorrido y números. Esencial.
Raúl Moro, el diablo de Pucela. El regate es la mayor ventaja del fútbol, y tener un extremo incisivo y autosuficiente ayuda a los equipos a generar ocasiones de la nada. Para el Valladolid, Raúl Moro es el que pone la magia y el descaro, aunque deberá mejorar su participación goleadora en su llegada a la máxima categoría del fútbol español.
Marcos André, temporada de redención. Un gran curso en el Mirandés le valió al delantero brasileño para recalar en el Valencia, donde no terminó de encontrar su sitio. En su regreso a Valladolid, Marcos André buscará superar la decena de goles, algo que sólo consiguió en la 2019/20. Las lesiones han mermado a un delantero cargado de talento.
Un fichaje necesario y una apuesta arriesgada. El Valladolid reaccionó rápido a la marcha de Jordi Masip y el elegido fue André Ferreira, que perdió su condición de titular en el Granada. Su competencia será Karl Hein, un portero formado en las categorías inferiores del Arsenal y titular con Estonia. Envergadura y dominio del juego aéreo. Pezzolano no lo tendrá fácil.
Cömert y Cenk cambian Valencia por Valladolid. El central suizo encadena su segunda cesión consecutiva en busca de recuperar la confianza que no tuvo en el Valencia. Sus minutos en Mestalla no terminaron de convencer debido a los fallos de concentración. La salida de Boyomo precipitó otra incorporación desde Valencia: Cenk. El central turco no tiene grandes virtudes y en Pucela se agarran a la sinergia que puedan tener los exvalencianistas.
El lateral izquierdo, la posición a reforzar. Los problemas del Valladolid para fichar son tales que Tiago Araujo, lateral zurdo portugués, ha tenido que volver a su país tras 10 días de espera en la ciudad. Lucas Rosa, lateral diestro reconvertido y Raúl Chasco, del Valladolid Promesas, únicas soluciones. Urge un fichaje.
Kike Pérez, protagonista en su vuelta a casa. Sin Monchu, lo más lógico es que Kike Pérez, que regresa después de dos cesiones en Elche y Rayo Vallecano, tenga un papel protagonista. El centrocampista toledano puede jugar de mediocentro y mediapunta, asegurando regularidad en ambas y apuntalando un centro del campo que tiene más dudas que certezas.
Mario Martín, un nobel en Primera. Los equipos ascendidos rara vez pueden hacer fichajes contrastados en la máxima categoría del fútbol español y se limitan a hacer apuestas más o menos arriesgadas. Mario Martín, mediocentro formado en La Fábrica y del gusto de Ancelotti, será una de las del Valladolid. Orden, criterio, energía y una agresividad que no se negocia. El toledano lo ha jugado todo en la pretemporada con el Real Madrid.
Pezzolano, cuestionado por la afición. La relación de los hinchas vallisoletanos y el charrúa está debilitada, y aun habiendo conseguido el ascenso directo, muchos pedían su cese por la propuesta de juego. El uruguayo, con un toque de ironía, entonó el “Pezzolano, dimisión” en la celebración del ascenso. No es la mejor manera de volver a Primera.
El esquema, una incógnita. Adaptarte a tus jugadores disponibles y al plan del rival es lo que hizo el Valladolid el curso pasado, en el que llegó a jugar con distintos esquemas. Después de muchas pruebas, el 4-3-3 se asentó, los futbolistas encontraron su sitio y los resultados llegaron. El 4-2-3-1 y el 4-4-2, soluciones ante diferentes contextos.
Lucas Rosa, para lo que haga falta. Una de las características que más valoran los entrenadores es la polivalencia, cualidad por la que destaca Lucas Rosa. El brasileño participó en 35 partidos, sólo en 11 fue titular y únicamente en tres se desempeñó como lateral diestro, su posición natural. A falta de fichajes, le tocará ser lateral izquierdo.
Latasa, un fichaje de altura. Los regresos a Primera no son fáciles, pero un delantero que se adapte el estilo de juego y conozca la categoría ayuda. Con la idea de Pezzolano, un fútbol que se desarrolla por las bandas, el gran juego aéreo de Latasa encaja. El madrileño deberá mejorar los registros del Getafe, donde anotó siete goles en 57 partidos. El segundo fichaje más caro de la historia del Valladolid.
Amath Ndiaye, llegar y besar el santo. La directiva blanquivioleta ha desembolsado 2 millones de euros por el senegalés. A pesar de las lesiones, Amath fue fundamental para el ascenso, pues en los nueve partidos que disputó, anotó cinco goles y repartió dos asistencias. Un delantero enérgico, rápido e insistente, que debe responder en Primera División.
Calero – Cabrera, una pareja que se afianza. Una buena pareja de centrales vale ascensos y también evita descensos. Calero y Cabrera llegaron al Espanyol la misma temporada y desde aquel momento, con sus altos y bajos, se han curtido juntos. Dominan el área, controlan la profundidad, ganan duelos e intimidan al rival. Regreso merecido a Primera.
Más competencia para Brian Oliván. El lateral barcelonés vio como Pere Milla, sin jugar en su posición natural, le arrebató el privilegio de disputar el playoff de ascenso. El fichaje de Carlos Romero, que ha dejado buenas sensaciones en pretemporada, eleva la competencia. Ahora el rol será distinto: dejarán de ser laterales para ser carrileros.
José Gragera, indiscutible en la medular. La consagración de Gragera ha llegado. Aunque sigue siendo joven, ya no es un jugador inexperto. El pasado curso tomó las riendas del centro del campo a través de su capacidad para estar siempre bien colocado y su buen pie. En defensa brega, compite y va fuerte a los duelos. Capitán general.
Jofre Carreras, entre titular y revulsivo. El cambio de esquema y las incorporaciones en la parcela ofensiva deben reducir el protagonismo del extremo gironí, pero su polivalencia y las incógnitas con los fichajes le mantienen con opciones. Como titular en Primera quizás se queda corto, pero como complemento es más que válido.
Pere Milla, lateral, extremo, mediapunta o delantero. El pasado curso el catalán fue la mejor definición de comodín. Jugó como lateral zurdo, extremo, mediapunta y delantero. Todo en uno. No necesita acomodarse a una posición, sino que se adapta a las necesidades del equipo. Cuatro goles y cuatro asistencias en 42 partidos. Lo jugó todo.
Álvaro Tejero, más carrilero que lateral. El cambio de esquema que plantea Manolo González para la nueva aventura del Espanyol en Primera necesitaba de un carrilero con nivel y experiencia. Álvaro Tejero, que llegó a debutar con el Real Madrid en la 16/17, es el nombre. Perfil ofensivo, gran golpeo y capacidad para asociarse. Será un jugador importante.
Carlos Romero, revelación en pretemporada. Los amistosos no dejan conclusiones, pero sí pistas y buenas sensaciones, como ha ocurrido con Carlos Romero. El lateral zurdo, que tiene aptitudes para ser carrilero, llega del Villarreal para disputarle el puesto a Brian Oliván. Juventud, calidad y equilibrio entre defensa y ataque.
Álex Kral, rendimiento a cuentagotas. El fichaje del centrocampista checo es un cara o cruz, pues lleva años sin demostrar su verdadero nivel. En el Espanyol, séptimo equipo en siete años, buscará reencontrarse con su fútbol. Jugador de corte defensivo, potente físicamente, capacidad para ganar duelos aéreos y piernas para robar.
Alejo Véliz y Cheddira para frenar la sequía. Dos buenas temporadas en Rosario Central valieron a Véliz para que fichase por el Tottenham, donde no tuvo oportunidades. Su última aventura fue el Sevilla, donde jugó 47 minutos en 4 meses. Sacrificado en la presión, buen juego aéreo y certero en el área. Cheddira llega a Barcelona como un perfil menos móvil, pero más contundente en los duelos y con mejor cuota goleadora. Dos delanteros que deben garantizar gol.
Irvin Cardona y Ünüvar, talento en las bandas. En Francia guardan buen recuerdo de Cardona, pues en el Brest y Saint-Etienne ofreció un gran rendimiento. Como punta es móvil, poderoso por arriba y ataca muy bien los espacios, pero también puede caer a cualquiera de las dos bandas. Ünüvar, el joven talentoso formado en las inferiores del Ajax, llega para aportar desequilibrio e imaginación. Sus dos últimas cesiones no invitan a ser optimistas: seis titularidades en dos años.
Del 4-4-2 al 5-3-2. Hay quienes dicen que por más que asciendas de categoría debes mantener lo que funcionó y otro que es mejor adaptarse. Manolo González es del segundo grupo, pues pasará del 4-4-2 al 5-3-2. Sin renunciar al balón pero ganando solidez cuando lo tenga el rival. Un equipo compacto, rocoso y con calidad en el último tercio.
Cantera antes que cartera. Lejos quedan los 42 millones que invirtió el Espanyol en la temporada 21/22, en la que bajó a Segunda. El plan de fichajes es otro: reducir el gasto, incorporar oportunidades de mercado y confiar en la cantera. Joan García, Omar, Pol Lozano, Jofre Carreras, Javi Puado y Gastón Valles, canteranos fijos en el primer equipo.
Joan García, un gato bajo palos. De no jugar en el Espanyol a ascender siendo protagonista y culminar la temporada ganando el oro en los Juegos Olímpicos. Pretendido por el Real Madrid y la Premier, Joan García continuará defendiendo la portería del Espanyol. Ágil, grandes reflejos, dominio del área, madurez… Uno de los porteros de la categoría.
Omar El Hilali, de intrascendente a indiscutible. El lateral marroquí, que en la campaña 22/23 no había tenido protagonismo, terminó siendo pieza clave en el regreso a Primera. Pasó por delante de Óscar Gil y se afianzó como un lateral difícil de superar en el 1vs1. En el nuevo esquema, lo lógico es verle como central en el perfil derecho.
La ilusión tiene nombre: Javi Puado. El héroe del ascenso volverá a ser el primer espada en el regreso del Espanyol a Primera. En un nuevo rol, con más libertad y viviendo cerca del área, Javi Puado registró 16 goles, la cifra más alta de su carrera. El canterano, además de calidad, gol y compromiso, refuerza el sentimiento de pertenencia.