Los japoldunes

A Masami Murakami, japonés de 57 años, le cambió la vida un viaje a Bilbao en 2005: trabajaba en una empresa de construcciones efímeras y se desplazó hasta el Museo Guggenheim para montar la instalación del artista Hiro Yamagata, dos cubos gigantes revestidos de material holográfico sobre el que se proyectaban haces masivos de rayos láser. Campo cuántico X-3, se llamaba. Fue, sin embargo, la visita a otro campo bilbaíno lo que le influyó para siempre: el del Athletic Club. Fue un auténtico flechazo. Desde entonces, ha ido a San Mamés más de una decena de veces. Especialmente si podía ser testigo de ElDerbi Vasco. “He viajado por más de 40 países, he conocido cientos de ciudades, los vascos son las mejores personas del mundo”, afirmaba Murakami a EL PAÍS en un reportaje. “Incluso abrí un txoko en Shibuya, en el centro de Tokio”. Mio Ortiz, presidenta de la primera peña txuri urdin en Japón, vivió durante un tiempo en San Sebastián y dedicó parte de su tesis doctoral a la figura de Juan Sebastián Elcano. Habla español fluido y se maneja con solvencia en euskera y, por supuesto, es una auténtica adoradora de la gastronomía vasca y de su rock.

Las historias reales de estos dos fanáticos del Athletic y la Real Sociedad inspira a Sara Soler (Barbastro, 1992), historietista cuyo premiado fanzine Us publicó Astiberri como novela gráfica (2021) y autora también de Temporada de Brujas (2023). Una de las jóvenes más prometedoras de nuestras viñetas que trabaja ya asiduamente también con editoriales estadounidenses e imparte clases de cómic en la Escuela Joso de Barcelona, ciudad en la que reside.