Actividades vinculadas a este deporte como cursos de entrenador y árbitro, entre otros, aglutinan a 12.835 internos en 45 centros penitenciarios de toda España.
Me gusta el fútbol porque soy Dios en casa por un día...”. A esta canción de Melendi sólo haría falta cambiar Dios y casa por ilusión en el Centro Penitenciario, para que fuera la definición perfecta de lo que supone ese deporte para algunos internos e internas de las prisiones de España. Algo que solo se puede empezar a comprender un poco cuando se accede a un lugar que impone mucho respeto, especialmente cuando el visitante escucha el cierre las puertas a su espalda, el silencio impresiona camino de la segunda puerta, sólo roto por el ruido de las puertas al abrirse y cerrarse, y le resulta inimaginable la sensación de pensar que vas a pasar meses o años sin poder salir de allí, mientras toma conciencia de la suerte que tiene de permanecer solo unas horas.
“La ilusión de cada semana”, esta es la definición más repetida cuando se le pregunta a los internos que significa, para ellos, el día de entrenamiento que disponen a la semana dentro de las actividades deportivas en una prisión. La respuesta es la misma sea una interna del centro gallego de A Lama como Luz Masiel o en uno de máxima seguridad en Palencia como Neftali y Montero.
La interna de A Lama le explicó a la periodista de AS, Amalia Fra, su experiencia futbolística en el equipo de su Centro Penitenciario: “Volver a practicar el fútbol, yo lo jugaba desde muy pequeña, ha sido un punto de inflexión muy grande, me ha salvado de mucho. La experiencia del fútbol en un Centro Penitenciario no es fácil de explicar, hay que vivirla. Yo estoy esperando el día de entrenamiento, en nuestro caso el lunes, preparada para ir a entrenar, disfruto mucho del entrenamiento y de cada jugada con mis compañeros. Es mi día favorito de la semana”.
Desde 2007, la Federación Española de Fútbol e Instituciones Penitenciarias tiene un convenio que permite que el fútbol sea un medio más de reinserción de las personas privadas de libertad. Precisamente este acuerdo es el que le ha permitido a Luz Masiel reencontrarse con este deporte que le apasiona desde pequeña: “De pequeña siempre recuerdo estar con una pelota y jugando al fútbol con mis amigos. Yo viví el fútbol femenino cuando nadie iba al campo, nadie apoyaba. Pero eso ha cambiado muchísimo”.
Gracias a ese acuerdo, en 45 centros penitenciarios de toda España se desarrollan cursos de monitor deportivo, iniciación al arbitraje y de entrenadores, competiciones internas, charlas motivadoras en las que participan leyendas de la Selección como Quique Estebaranz, Juan Carlos o Julio Alberto, entre otros y un Torneo InterCentros, todos ellos en coordinación por las diferentes Federaciones territoriales junto con Rubén Losantos, el coordinador de la Federación para el desarrollo de este convenio.
Más allá de la competiciones internas y las acciones formativas, está el torneo InterCentros que se desarrolla de febrero a junio. “Consta de una primera fase de proximidad en el que se miden los diferentes Centros Penitenciarios para conseguir un pase para las siguientes fases eliminatorias hasta llegar a la final que se celebra en el mes de junio” explica Rubén Losantos. A priori, el desarrollo parece sencillo como otro torneo más, sin embargo, entraña bastante complejidad la hora de organizarlo. Así, hasta 15 Federaciones Territoriales de Fútbol participan de forma activa para que los 45 Centros Penitenciarios que están en este Torneo puedan disputarlo con normalidad. En la actualidad, la competición es de fútbol-8. En principio, se pensó en una competición de Fútbol-11, pero las numerosas dificultades, entre ellas la de las convocatorias, hizo que se optara por la modalidad de menos jugadores.
Se da la circunstancia que en el último campeón del Torneo, A Lama, contaba con la única mujer que ha participado en el Torneo InterCentros que coordina la Federación Española de Fútbol. “Fue un momento increíble, empatamos uno a uno, fuimos a penaltis. Es un equipo en el que todos tenemos problemas, pero al final fuimos una piña”, explica el sobre la final de último torneo en el que ella ha participado y ha ganado con el equipo de A Lama.
De una población reclusa de más de 40.000 personas aproximada, sumando todas las prisiones que participan, un 32 por ciento (12.835) participa en las actividades deportivas que coordina la Federación. Aunque no es el único deporte que se practica en los Centros Penitenciarios, el fútbol también es el rey entre las personas privadas de libertad. Pilar, coordinadora de deportes de Dueñas lo confirma: “Las actividades de fútbol y las de musculación son las más demandadas, es habitual que haya lista de espera”.
Precisamente Montero, un interno de la cárcel palentina, destaca lo importante de los cursos de entrenador o de árbitro. “La verdad es que estos cursos están muy bien porque para algunos que ya tenemos una edad y ya no podemos jugar, pero sí arbitrar un partido y así participamos también”, expone.
Más allá de que sean una actividad más, tantos los cursos de monitor deportivo, entrenador o arbitraje suponen una forma de pensar en el futuro más allá de los muros del Centro Penitenciario. Además, les ayuda a disfrutar de este deporte. De hecho, algunos de los internos que han hecho el curso de árbitros afirman convencidos que les ha ayudado a comprender mejor la labor de los colegiados y confiesan, con una sonrisa, que ahora son más empáticos con ellos y que cuando juegan intentan no protestar tanto.
Además de la propia actividad física, el fútbol también se vive con pasión en partidos especiales como un Clásico, un derbi o una Copa del Mundo. “Aquí solo tenemos canales públicos, pero cuando hay un partido así, lo seguimos por Real Madrid TV o GOL. Cuando hay un gol parece que las paredes van a estallar. Es increíble como se viven aquí estos partidos”, tal y como lo explica Neftali.
Esta intensidad, también la vivió Luz Masiel durante el pasado Mundial Femenino que se celebró en Australia. “ Me vi todos los partidos, lo viví estando dentro y fue una alegría, me motivó muchísimo más. Lo que me hizo sentir la Selección española fue increíble. Este Mundial fue otro punto de inflexión. La verdad es que admiro a todas, aunque quizás mis referentes sean Aitana Bonmatí, Olga Carmona y Tere Abelleira”, explica Luz Masiel.
Siempre se ha dicho que el fútbol traspasa fronteras, aunque en este caso salta muros y durante unas horas se convierte en la ilusión de personas que están en los Centros Penitenciarios o incluso en una oportunidad de futuro.