De las doce lesiones más importantes de su carrera (las que suponen más de 30 días de baja), nueve han sido provocadas por una entrada demasiado dura, a destiempo o por un mal apoyo tras ella. Evidentemente, que un 75% de las lesiones que provocan más problemas sean producidas por la entrada de un rival y no por la fragilidad del jugador en cuestión evidencia que el problema está lejos de estar en la víctima. Además, también hay que tener en cuenta que se facilita recaer en lesiones pasadas al tener debilitada la zona afectada o a, precisamente por esta debilidad, forzar de más en otras.

Que un 75% de las lesiones sean producidas por la entrada de un rival y no por la fragilidad del jugador evidencia que el problema está lejos de estar en la víctima

“Una vez más, dejaré por un tiempo de hacer lo que más me gusta en la vida que es jugar al fútbol. A veces siento que molesto por mi estilo de juego, porque regateo y termino golpeado constantemente. No sé si el problema soy yo o lo que hago en el campo... sinceramente, me entristece mucho. Me entristece mucho escuchar de un jugador, un entrenador o un comentarista o lo que sea decir “se gana que le golpeen”, “se tira”, “llorón”, “niño”, “mimado”, etc. Sinceramente, me entristece y no sé cuánto tiempo más podré aguantar, yo solo quiero ser feliz jugando al fútbol. NADA MÁS”, escribió muy desanimado tras su lesión contra el Caen. En aquel partido, Neymar sufrió una auténtica cacería y fueron días de muchísima polémica en Francia porque el entrenador del Caen, Pascal Dupraz, dijo tras el partido que no iba a llorar por la derrota de su equipo porque eso “se lo dejaba a Neymar” y, días más tarde, añadió: “El fútbol es un deporte de contacto. Cuando nos provocan, nosotros respondemos”.

Siendo cierto que el estilo de juego de Neymar, en el que el engaño y los amagos son la base de cada enfrentamiento directo con un rival, se presta más que otros a que un rival llegue tarde con su entrada y le provoque un daño al jugador. Sin embargo, esto está lejos de ser provocativo o de faltar al respeto al rival, un sentimiento que muchos experimentan cuando el brasileño les esconde el balón o se inventa nuevos trucos técnicos para evitar perder el balón.

Pero además de estas doce de larga duración, hay otras dieciocho que le han obligado a ser baja en algunos partidos. En este caso sí se ve que la mayoría han sido lesiones que se ha hecho él solo. En concreto, trece de las dieciocho lesiones que le han supuesto menos de un mes de recuperación se las ha producido sin la intervención de un rival. En estos casos de lesiones menores, y teniendo en cuenta siempre que las lesiones son un accidente y lo último que quiere sufrir un futbolista, sí puede influir más la falta de intensidad, calentamiento o ejercicios de fuerza.