El Bayern cayó en la vuelta de semifinales ante el Real Madrid en 2014. Fue ante Ancelotti. Martí Perarnau recoge en ‘Herr Pep’ cómo fue la previa y el post.
"Me he equivocado, tío. Me he equivocado por completo. Es una gran cagada. La peor cagada que he hecho nunca como entrenador". Esta cita es de Pep Guardiola en 2014 apenas unas horas después de un partido que marcó para siempre su carrera ante su rival más íntimo, el Real Madrid. Los blancos viajaban rumbo a la Décima e hicieron tambalearse los cimientos del Bayern de Guardiola, su segundo proyecto tras Barcelona.
Un partido de vuelta que es una pesadilla y que recuerda, en su previa, al Manchester City-Real Madrid que se jugará este miércoles desde las 21:00 en el Etihad Stadium. Los skyblue llegan menos obligados a la remontada con el 1-1 que con aquel 1-0, pero las dinámicas son similares. El equipo de Pep comenzó imponiendo y con menos premio del teóricamente esperado en el primer encuentro. Para el Madrid, esta vuelta es un antecedente glorioso. Para Guardiola, recordar uno de sus viajes al infierno. Su primera gran derrota. Una cicatriz de guerra para un general con un currículum glorioso.
Gracias a ‘Herr Pep’, libro en el que Martí Perarnau detalla como el fino cronista que es cómo fue vivir junto Guardiola su primer año en Múnich, se puede repasar con detalle cómo vivió el entrenador esta derrota ante el Real Madrid, en la que considera una traición a sus ideas.
En el Bernabéu, el Bayern sucumbió a un oportunista Benzema. Este aprovechó un error para hacer el 1-0 con el que la eliminatoria viajaría a Múnich. Este fue de los pocos renuncios en los que el Madrid pudo pillar al Bayern y el francés lo capitalizó. El encuentro fue difícil de explicar. el Bayern ejecutó el plan a la perfección, pero no mató dentro del área. Una historia ya conocida también en el City. Los córners se sucedían, también las llegadas al área, pero nunca llegó el gol para los muniqueses.
Karim Benzema celebra con Pepe después de marcar el único gol del partido de ida. AFP PHOTO/ DANI POZO
El Bayern ejecutó el plan a la perfección, pero no mató dentro del área. Una historia ya conocida también en el City
Según recoge en su libro Perarnau, Pep Guardiola cenó junto a su staff en el salón del Hotel Intercontinental de Madrid, a solo dos kilómetros del Bernabéu. Llegaron a la misma conclusión: buen juego, excelente, pero faltó contundencia e inventiva de sus atacantes. Robben y Ribéry, reconocían, tenían problemas para desbordar a un Real Madrid que se “replegaba a la perfección”. Estaban orgulloso de su desempeño pero, ¿cómo atacar a esa defensa planteada por Carlo Ancelotti?
Pep Guardiola barajó varias ideas durante la semana. En el avión de vuelta, Guardiola confiaba en montar un 1-3-4-3, que funcionaría como un 1-3-5-2. ¿El motivo? Quería dominar el centro del campo, el balón y el encuentro desde un paso más atrás. El entrenador quería sacar al Madrid de su área y romper ese efectivo repliegue. Deshacer el muro contra el que se estrellaron en la ida. La idea varió durante la semana a un 1-4-2-3-1, aunque el míster le pidió a Domènec Torrent que no le dejara cambiar de idea. ‘Dome’ no pudo impedirlo. Pep, que vivió una previa durísima con el fallecimiento de su amigo Tito Vilanova, se dejó contagiar por el ambiente alemán. En Múnich, tanto en el vestuario como en la ciudad, todos pedían avalancha, ataque, remontada, furia…
“Pep se dejó influir por el ambiente de remontada”, escribía Martí Perarnau. El lunes volvió a cambiar de idea y esta sería fatídica. Pep decidió apostar por un 1-4-2-4 con Neuer en portería, una defensa formada por Lahm, Boateng, Dante y Alaba; Kroos y Schweinsteiger en el doble pivote; y el frente de ataque con Robben y Ribéry por bandas y Müller y Mandzukic en punta.
“Pep se dejó influir por el ambiente de remontada”, escribía Martí Perarnau
En el Hotel Charles de Múnich, Guardiola se dirigió a los suyos con pasión: “Chicos, no se trata de salir y disfrutar. Esta vez hay que salir y morder. Hay que ir a por todas. Sois alemanes, sed alemanes y morid en el campo”, recoge Perarnau en sus páginas que le espetó Pep a sus muchachos.
El Allianz desbordaba pasión y arrojo en las gradas y en el vestuario local, pero el plan paciente de Carlo Ancelotti superó al corazón de Guardiola por un contundente 0-4. En 34 minutos, Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo ya tenían al Madrid ganando por 0-3. Carlo ordenó una caza paciente de un león ya herido que atacaría con furia. El italiano contuvo a Robben y Ribéry convenciendo a Cristiano Ronaldo y Gareth Bale de apoyar seriamente en tareas defensivas. Cada vez que trataban de apoyarse entre el extremo y el lateral, tres jugadores del Real Madrid generaban superioridad en defensa. Una vez recuperaban, Modric, Xabi Alonso, y hasta Benzema, que bajaba a recibir, lanzaban balones buscando a Cristiano Ronaldo y Bale en velocidad.
Thomas Mueller se desespera ante la mirada de Sergio Ramos. REUTERS/Michael Dalder
Guardiola trató de recomponer al equipo en la segunda mitad volviendo al 1-4-3-3, pero el intento fue en vano
Guardiola trató de recomponer al equipo en la segunda mitad volviendo al 1-4-3-3, pero el intento fue en vano. El Real Madrid sentenció con un gol más de Cristiano Ronaldo, que anotó de falta directa para poner rumbo a Lisboa.
El Bayern pecó de mucho pase sin remate, de sensación de peligro sin un cañonero realmente efectivo que finalizara lo que su equipo sí generó. Haaland es el factor con el que Guardiola tratará de que no le vuelva a pasar.
El encuentro terminó y el Allianz Arena había vivido un día de su historia negra tras una de las mayores derrotas de siempre. Según relata Martí Perarnau, Guardiola se reunió con Domènec Torrent, Carles Planchart y Manel Estiarte, miembros de su staff, y revisaron el partido más allá de las doce de la noche. “Toda la temporada negándome a poner un 1-4-2-4. Todo el año resistiéndome y lo pongo el día más importante. Menuda cagada”, dijo Guardiola ante los presentes.
Rummenigge, en una entrevista concedida al cronista, confirmó lo que todos sospechaban desde fuera, Guardiola estaba roto. “El martes vi hundido a Pep por primera vez. Cambió aspectos sin estar demasiado convencido de ello. [...] Después del partido contra el Madrid estaba hundido, pero es un gran entrenador”, aseguró.
El Real Madrid celebra el cuarto gol contra el Bayern de Múnich. REUTERS/Michael Dalder
“El martes vi hundido a Pep por primera vez”, comentó Rummenigge
Guardiola, lejos de alejarse de sus ideas, se reafirmó en ellas. Prefería caer sin traicionarse. "No vengo a cambiar la cultura de Alemania, pero tampoco puedo transmitir algo en lo que no confío. Lo siento, tengo mis propias ideas y jugaremos con ellas. Me pueden criticar por el desastre ante el Madrid y es lógico. Lo acepto, pero no soy un talibán ni un tío cerrado. Escucho, miro y busco la evolución, pero no me pidas hacer cosas que no siento. Nunca he pretendido que el Bayern jugara como el Barça porque tengo jugadores muy diferentes”, explicó el entrenador.
Tanto el vestuario como su familia fueron claves para la ‘recuperación’ tras la caída. De cara a sus jugadores, Guardiola apostó por reconocer sus errores ante el grupo. Los jugadores del Bayern estuvieron con él. Phillip Lahm, capitán y uno de sus aprendices más destacados, le mostró su apoyo en esa charla. "Te apoyamos a muerte, Pep", le espetó al catalán, al que el mensaje le caló hondo.
Cristiano Ronaldo celebra con Modric después de marcar el tercer gol contra el Bayern de Múnich. REUTERS/Ralph Orlowski
"Fue culpa mía. En vez de ir con la idea fui con los jugadores, pero sin idea. Y me equivoqué"
No fue el único respaldo que recibió en Sabener Strasse. En un entrenamiento en un día festivo tras la derrota ante el Madrid, sus hijas y su mujer acudieron a apoyarle en el trabajo. Su hija María aprovechó una pizarra en blanco para dejarle un cariñoso mensaje junto a un “no borrar”, para que no se lo llevaran por delante.
En una charla con Perarnau, juró volver a ser fiel a sus ideas. "Fue culpa mía. En vez de ir con la idea fui con los jugadores, pero sin idea. Y me equivoqué. Es la segunda vez que me ocurre: en 2010 en el Barça contra el Inter también lo hice. Supedité el juego a la estrella fichada entonces, a los 60 millones que había costado en vez de profundizar en la manera de jugar en la que yo creo”, explicó en cara referencia a Zlatan Ibrahimovic. “Contra el Madrid probablemente también habríamos perdido porque está en "el momento" pero habría sido con las ideas claras, no con un mejunje que no era nada", sentenció.
La eliminación de 2014 fue dura y también lo fue la del City en 2022, con Rodrygo remontando una eliminatoria que el Madrid veía perdida en los minutos finales. Al City, de nuevo, le faltó pegada para concretar todo lo generado. Después de 90 minutos, el Real Madrid ha conseguido parar a la alternativa que Guardiola plantea para solucionar este hecho: Erling Haaland.
Vinicius Junior celebra el primer gol de su equipo durante la ida de semifinales de la Champions entre el Real Madrid CF y el Manchester City. JAVIER SORIANO / AFP
Estas cabalgadas de los blancos fueron un día el infierno de Guardiola
Antonio Rüdiger frenó al noruego, pero los blancos no fueron capaces de contener todo el caudal ofensivo y De Bruyne contestó con un golazo al también buen tanto de Vini Jr finalizando, como no, una excelente contra que condujo Camavinga. Estas cabalgadas de los blancos fueron un día el infierno de Guardiola. Uno al que espera no volver.