El miércoles arranca el playoff de ascenso a Primera con Eibar, Tenerife, Las Palmas y Girona candidatos. Dos semifinales y una final que encumbrará a la élite del fútbol español al tercer ascendido. Supervivencia, magia y suerte, en 360 minutos
Es ahora. No hay nada más. Eibar, Las Palmas, Tenerife y Girona tienen en estas dos semanas de junio su verdadera prueba de fuego. Tras 42 jornadas extenuantes, estos cuatros candidatos llegan a un playoff que decidirá quién acompañará a Almería y Valladolid a Primera. El devenir en esta fase marcará el recuerdo, amargo o alegre, de sus aficionados.
Y en esta fase, la del KO, no hay favoritos. Si los aficionados y los profesionales trataron de identificarlos en algún momento, la historia del playoff ya los volatilizó. Desde que LaLiga recuperase este formato allá por la temporada 2010-11, sólo en tres campañas el tercer clasificado se alzó como vencedor: Valladolid (2011-12), Almería, (2012-13) y Getafe (2016-17). Los demás no supieron o no pudieron aguantar la presión del ‘favorito’'. Por el contrario, tres de los sextos clasificados, Rayo Vallecano (2020-21), Elche (2019-20) y Osasuna (2015-16), lograron la proeza de ascender a la élite partiendo desde la peor posición. Incluso, el Córdoba, séptimo en la 2013-14, consiguió subir a Primera tras salir vencedor de la fase de ascenso. Sin embargo, como en muchas cuestiones de la vida y en la mayoría de las futbolísticas, las dinámicas afectan y es importante analizar los estados de los cuatro 'valientes'.
LOS CUATRO EQUIPOS
La temporada armera empezó con ciertos titubeos, ya que había que acoplar muchas caras nuevas. Las lesiones, especialmente en ataque, tuvieron su peso. Y llegó un fichaje de enorme impacto mediático: Llorente, nada menos que un campeón del mundo en Ipurua, aunque estaba muy lejos de aquel delantero que llegó a ser campeón del Mundo en Sudáfrica.
Stoichkov empezó a meter goles, a pelear por el pichichi y formaba con Expósito dos de las grandes estrellas de la Liga. Nadie podía con el Eibar en Ipurua y el equipo se acomodó durante gran parte del campeonato entre los dos primeros, incluso se vio como líder. Pero el tramo final hizo desatar ciertas sospechas de que la cosa se torcía. El Valladolid ‘asaltó’ Ipurua y empezaron los nervios. El Eibar llegó líder, dependiendo de sí mismo, al colofón de la fase regular en Alcorcón. En un partido lamentable, fue incapaz hasta de proteger el empate a cero ante un colista que no se jugaba nada más allá que el honor. Zarfino en el 91' cerró un círculo diabólico que metió al Almería en el ascenso directo. El Valladolid también cumplió con su obligación.
Ahora el cuadro armero se ve en la lotería del playoff. Se vieron las debilidades del grupo en Santo Domingo: inseguridad defensiva, miedo en sus ojos cuando se juegan la vida. Pero como dice Garitano, este año han logrado salvar situaciones muy comprometidas, siempre llegaba una respuesta en los finales de partido a cara o cruz. "El fútbol ha sido cruel con nosotros", sentención en rueda de prensa Garitano Ahora les espera una reválida dura pero igual de importante.
La remontada de Las Palmas ha sido una epopeya absoluta. Tras tocar fondo contra el Girona, 1-3, el equipo se rearmó para ganar nueve de los últimos 11 partidos del campeonato. En los otros dos, empató. Decisiva fue, especialmente, su victoria de la penúltima jornada contra el Oviedo, 2-1, en la que no solo le ganó el average a un rival directo, sino que regresó a los playoff cinco meses después.
Las Palmas llega lanzada a la promoción, sin duda el equipo a batir tras esa racha de 29 de los últimos 33 puntos en juego. Su mejor jugador es Jonathan Viera. "Jugar contra el Tenerife la primera eliminatoria le mete todavía más magia al asunto", afirmó el mediapunta al conocerse que el Tenerife sería su rival.
"Jugar contra el Tenerife la primera eliminatoria le mete todavía más magia al asunto"
Jonathan Viera
El grancanario llega además a las eliminatorias por el ascenso en el mejor momento de su carrera. Marcó en las últimas seis jornadas de un campeonato en el que es el claro MVP. Falta saber el estado en el que llega Jesé, con problemas en el hombro derecho. Álvaro Valles, su portero, ha sido también decisivo al igual que Kirian. Cuando el equipo consigue que la pelota fluya entre el cuarteto que forman Viera, Moleiro, Kirian y Jesé parece imparable. Sufre mucho a balón parado.
Desde finales del mes de octubre, el Tenerife se supo acomodar en el playoff y no ha salido. Llegó, incluso, a soñar un par de veces con cazar el ascenso directo, pero nunca terminó de creérselo. Gracias a la solidez defensiva y sus excelentes registros a domicilio, la isla ha vuelto a soñar con volver a Primera y sacarse la espina del ‘No ascenso’ en Getafe de 2017.
Once han sido las victorias lejos de la Isla, una estadística que mejora a los últimos dos ascensos a la máxima categoría con Rafa Benitez, en 2001 y José Luis Oltra, en 2009. Curiosamente ha sido en casa donde se le trabaron varios partidos (Lugo, Mirandés, Leganés o Málaga) y ante los rivales directos como Éibar, Almería o Valladolid, se perdió.
En cuanto a los nombres de este sueño tinerfeño, la seguridad que ofrece Juan Soriano bajo palos, de los porteros menos vencidos hasta el momento, ha sido clave en este presente. José León, además, se ha convertido en el jefe de la defensa en su primera temporada. Luego está la aportación goleadora de Elady Zorrilla o Enric Gallego, el talento de Álex Corredera, la veteranía del capitán Aitor Sanz o el empuje de Víctor Mollejo. El técnico ha conseguido también que hasta los menos habituales se sientan importantes.
El Girona va a disputar su tercer playoff seguido. Nunca ha logrado subir por esta vía y se espera y desea que a la tercera, consecutiva, sea la vencida. Míchel firmó en verano con el objetivo de aportar la experiencia que le dieron los dos ascensos a Primera que lleva en su mochila y así poder recuperar la categoría que se perdió en la temporada 2018-19.
No ha sido una temporada sencilla para el Girona, pero sin duda ha ido de menos a más. Sufrió, y mucho, en el inicio de Liga y por momentos se pensó que iba a ser un curso para atar la permanencia y nada más. Y es que incluso se llegó a estar en posiciones de descenso en la jornada 12 tras sumar únicamente 12 puntos. Un pobre bagaje que, sorprendentemente, no erosionó la confianza en un Míchel que con el tiempo ha dado la razón a aquellos que apostaron por él como el director deportivo, Quique Cárcel. Tras la jornada 12, la situación dio un vuelco. En los siguiente 22 encuentros el balance fue de 14 victorias, cuatro empates y solo cuatro derrotas.
El momento actual del Girona es, según Míchel, "muy bueno" y se quiere explotar en un playoff que tiene varias cuentas pendientes con ellos. Sin duda, la profundidad de banquillo y el excelente momento de forma de futbolistas como Juan Carlos, Arnau Martínez, Aleix García, Iván Martín, Baena, Borja García y Stuani son un punto muy a favor. Y precisamente contar con el uruguayo facilita mucho las cosas. Aunque Baena, jugador cedido por el Villarreal, también está capacitado para ser determinante por su desborde y calidad, el delantero charrúa es, sin discusión, la gran estrella de este equipo. Este año ha firmado 22 tantos. Una cifra que le encumbra y que permite al Girona ser uno de los favoritos al ascenso.
Un final épico
La vuelta a este formato no pudo tener mejor final inaugural. El Elche de un Bordalás que empezaba a despuntar y el Granada de un mítico Fabri medían sus fuerzas en una final que ambas ciudades, necesitadas de alegrías futbolísticas, vivieron como la final de la Champions: recibimientos masivos, unos estadios hasta la bandera y una semana en la que sólo se respiró fútbol en las dos localidades. Además, la ‘enemistad’ momentánea de los dos técnicos caldeó un partido de vuelta con tintes de ‘thriller’. Bordalás llegó a decir que “Fabri es indigno para la profesión” y su igual en el banquillo granadino dijo que “el Elche montó una fiesta de la hostia sin haber logrado nada” haciendo referencia a ese penalti parado por el meta ilicitano Jaime en el último minuto del partido de ida.
Ya con el balón rodando en el partido decisivo, la tensión estaba por las nubes. Un duelo bronco desde el primer minuto en el que Ighalo, que sustituyó a la estrella granadina Geijo, se disfrazó de héroe anotando un tanto de cine: regate al portero, quiebro al central y definición al palo largo. Y si Ighalo fue héroe en Granada, Miranda Torres fue villano en Elche. El árbitro anuló un gol legal a Pelegrín por fuera de juego visiblemente inexistente. Xumetra igualó la contienda en el 80’, pero el valor doble de los goles fuera de casa dio el ascenso a un Granada que encadenó dos ascensos.
La peor manera de acabar una temporada loca
Cuando Las Palmas ya se veía enfrentándose a Real Madrid y Barça la próxima temporada, una invasión de campo, que poco tuvo de celebración anticipada, privó a los canarios de ascender. El transcurso de los hecho, dantesco. Los isleños y el Córdoba de Chapi Ferrer se jugaban todo a noventa minutos tras el cero a cero de la ida. Ambos llevaban más de cinco años sin pisar la élite del fútbol español y los califas, para más inri, habían accedido al playoff como séptimos al no poder disputar el Barça B la fase de promoción por ser filial.
En un principio, todo sonreía al equipo local. Su estadio, hasta la bandera; sus jugones, liderados por Valeron, entonados y un gol de Apoño al inicio del segundo tiempo invitaba a la transformación de los sueños en realidades. Las Palmas vencía 1-0 en el minuto 93 y el club abrió las puertas del estadio antes del pitido final para facilitar la salida de los aficionados. Procedimiento habitual en la fase regural, pero en esa final de playoff fue la cerilla que hizo saltar el partido por los aires. Los miles de aficionados amarillos que veían fuera el partido accedieron e invadieron el césped con el balón todavía en juego. Sánchez Martínez, arbitro del encuentro, decidió detener el encuentro cuando todavía restaba minuto y medio por disputarse; los jugadores y directivos de Las Palmas, en el campo solicitando a sus seguidores que abandonasen el césped. Tras unos minutos de vergüenza, el duelo se retomó con todavía algún 'seguidor' canario' en el césped. El Córdoba tuvo en este descanso obligado un respiro que envalentonó a los de Ferrer. Las Palmas, por su parte, volvió con la certeza de que la impaciencia de sus aficionados les había condenado.
Pelayo Novo, Raúl Bravo y Dávila, los héroes visitantes. El primero saltó al terreno de juego con una fisura en el brazo izquierdo única y exclusivamente para servir un centro a Bravo, quién remató a la remanguillé pero puso el tanto en bandeja a Dávila. El Córdoba, séptimo clasificado en la liga regular, ascendía a Primera División en la última jugada del playoff. Lo peor estaría todavía por llegar. El pitido final desató la furia de muchos de los asistentes. El Córdoba y el equipo arbitral tuvieron que correr a los vestuarios huyendo de un campo que pronto se llenó de policías, trifulcas y botellas y sillas volando.
El playoff más largo del mundo
La COVID-19 detuvo el mundo y, con él, el fútbol. Todas las competiciones futbolísticas, incluida LaLiga Smartbank, pararon a la espera de que la pandemia remitiese y el balón pudiese volver a rodar. Esto, como no podía ser de otra manera, retrasó el desarrollo de una campaña de Segunda División que 'finalizó' el 20 de julio. Finalizó a medias y es que un brote en el Fuenlabrada, que se enfrentaba al Deportivo con el playoff en juego para los azulones, obligó a aplazar el encuentro hasta el 7 de agosto. Mientras, Zaragoza, Almería, Girona y Elche, equipos inmersos también en esa lucha por la promoción, enfadados por una espera que consideraban injustificada. Partido perdido al Fuenlabrada por incumplir el protocolo exigían.
Con casi un mes de retraso de la fecha prevista, el Elche disputó el playoff tras caer el Fuenlabrada en Riazor en esa terrible última jornada. Primero cayeron Zaragoza, que no pudo contar con su mejor jugador, Luis Suárez, y el Almería. La final, por su parte, la disputaron Girona y Elche. Los catalanes llegaban como máximos favoritos pero un tanto de Pere Milla ascendió a los ilicitanos al olimpo del fútbol español. El Elche, que apenas pudo preparar el playoff, subía a Primera ante el asombro de propios y extraños.