Este mini-Clásico es todo un acontecimiento. Tanto, que la división geografía de los grupos de esta neonata Primera RFEF parecen hecha aposta para propiciar este duelo. La línea divisoria que hace de frontera entre uno y otro grupo pasa por la Castellana y deja al filial blanco aislado del resto de equipos madrileños... La última maniobra para potenciar este Castilla-Barça B ha sido adelantar el partido al prime time del sábado.

Y vaya si es un acontecimiento. Los filiales de los dos grandes del fútbol español llevaban sin enfrentarse siete años y medio (aunque las canteras se han visto las caras en LaLiga Promises y la Copa del Rey de Juveniles). Fue el 15 de febrero de 2014 y de los 28 jugadores que pisaron el césped del Alfredo DiStéfano aquel partido sólo Lucas Vázquez está en el primer equipo de alguno de los dos clubes. En otra época, el partido entre la cúspide de las canteras de Madrid y Barça era tan Clásico como el que protagonizan los primeros campos. Los azulgranas son el segundo rival histórico de los blancos, sólo por detrás del Atlético B. En las décadas de los 80 y los 90, los dos filiales eran habituales de la Segunda División. La primera de ellas fue la edad dorada del Castilla, con doce temporadas seguidas en la categoría de plata coronadas (aparte de la final de Copa de 1980) con el título de la 1983-84. Es el único filial que figura en el palmarés del campeonato.

En esos dos decenios, madridistas y azulgranas coincidieron 13 temporadas en Segunda. Pero el aumento de la exigencia que ha experimentado en los últimos años el fútbol español ha ido depurando la presencia de filiales en el segundo escalón. En el siglo XXI el Castilla sólo se ha asomado cuatro temporadas por Segunda y el Barça B, que incluso pasó un año por Tercera (en el que Pep Guardiola se curtió como entrenador), seis campañas. Y sólo se han enfrentado cuatro veces.

Este será el 37º partido entre ambos, con un balance favorable al anfitrión de este sábado. El Castilla se llevó el gato al agua 17 veces; el Barça, 13; y seis duelos acabaron en tablas. Se han visto las caras en Segunda, una promoción de ascenso de Segunda B a Segunda y en la Copa de 1975. El del torneo del KO fue el primer duelo. Ahora inauguran su historial en Primera RFEF. Todo un acontecimiento...

Duelo de filiales y de dos entrenadores que son viejos conocidos. Raúl González (44 años) tiene el mando del Castilla mientras que Sergi Barjuan (49) maneja el Barça B. Se enfrentan por primera vez en los banquillos, aunque lo habían hecho como jugadores en numerosas ocasiones. En total han coincidido sobre un terreno de juego en 23 ocasiones. En 19 de ellas, Sergi era jugador del Barça, y en otras cuatro, del Atlético de Madrid. El cara a cara no podría estar más empatado: ocho victorias para cada uno, además de siete empates.

Sus carreras como entrenadores son muy diferentes. El blaugrana tiene más recorrido ya que lleva en los banquillos desde 2009, cuando empezó con el juvenil del Barcelona. Su primer equipo profesional llegó en 2012, dirigiendo al Recreativo en Segunda División. Un año después tuvo su primera y, hasta la fecha, única experiencia en primera con el Almería, al que no pudo salvar del descenso. Estuvo dos años sin entrenar hasta que agarró el Mallorca en segunda, y allí tuvo una corta trayectoria de diez partidos. A finales de 2017 se marchó a China para entrenar al ZJ Greentown, también en la categoría de plata. Puso fin a su etapa asiática en 2019 y, tras las elecciones del FC Barcelona este año, Joan Laporta y su dirección deportiva apostaron por él como técnico del filial.

Raúl lleva apenas unos años como director técnico, pero su ascenso está siendo meteórico. Su corta carrera se ha forjado en La Fabrica: empezó en el Cadete B, pasó al Juvenil B y lo acabaron reclamando para el Castilla. Además, tuvo un emocionante paso por el juvenil A con el que ha conseguido el que es, hasta la fecha, su mayor hito: levantar la primera UEFA Youth League de la historia conjunto blanco. Este verano sonó con fuerza como alternativa a Zidane en el primer equipo, pero se prefirió que siguiese creciendo en el filial.

Sergi es de la escuela Cruyff, al que tuvo como entrenador. Sus equipos apuestan por el buen trato de balón, intentando siempre jugar a gran velocidad y tener la posesión el mayor tiempo posible. Se trata de un dogma en las categorías inferiores del Barcelona y está consiguiendo implementarlo gracias, en parte, a la buena base que dejó su predecesor García Pimienta. Le costó en sus primeras semanas como técnico, pero los últimos resultados (tres victorias en cuatro partidos) han acabado de asentarlo en el puesto.

Raúl es más práctico en sus planteamientos. Se trata de un entrenador capaz de sacar el máximo rendimiento de sus jugadores y de adaptarse a cada situación de partido. Conoce a la perfección a su plantilla y es un líder. Lo que no es negociable es el esfuerzo y la concentración, la misma que le dedicaba él primero como jugador y ahora como entrenador. También es fundamental el respeto por el escudo, por los compañeros y por el rival. Sus jugadores no tienen permitido neceseres y mochilas de marca o auriculares aparatosos. Que nadie se agrande.

Un duelo que despertará cierta nostalgia a los aficionados de ambos equipos, pero que enfrentará a dos técnicos que, por qué no en un futuro, podrían volver a verse las caras en el Bernabéu o en el Camp Nou luchando por el título de Liga.

Los vecinos del barrio de Sants-Hostafranchs de principio del siglo XX en Barcelona identificaban a la Sociedad Anónima Fabril y Mercantil, la primera gran empresa textil algodonera creada en España, como el 'Vapor Vell' (el Vapor viejo) en contraste con el Vapor Nou, instalada antes en Gracia. A la Sociedad Anónima Fabril y Mercantil también se la conoció como La España Industrial. Era una de las industrias más modernas de la época e incorporó ventajas insospechadas para sus trabajadores, tales como guardería, comedor social y también instalaciones deportivas. Los dueños de las fábricas de la época, inspirados en lo que sucedía en Inglaterra, promocionaron que los obreros hicieran deporte para que no estuvieran tanto tiempo en el bar o conspirando en los sindicatos contra el patrón. Ese fue el nacimiento de la Sección Deportiva de La España Industrial en 1934, que luego daría origen al Club Deportivo Condal y que acabaría siendo el aglutinador de los filiales del FC Barcelona. De esos equipos formados por obreros de las grandes fábricas apenas sobrevive en la élite el PSV, que en su nacimiento fue el equipo de los obreros de la Phillips.

La Guerra Civil marcó también la historia del club. La empresa fue colectivizada al inicio de la contienda y se suspendió la actividad deportiva, pero al final de la guerra, con el retorno de la misma a su dueño, Josep Antoni Albert, III conde de Santa María de Sans y II barón de Terrades, se reanudó en 1941 la actividad deportiva. Dos años después, el régimen franquista le designó por decreto presidente del Barcelona. Ahí empezó la vinculación de La España Industrial con el FC Barcelona como filial, aunque pasarían aún trece años hasta que se pasara a denominar Condal.

El cambio de nombre se debió a que los éxitos del España Industrial le llevaron a aspirar al ascenso a Primera División, al que no podía acceder siendo filial, por lo que el presidente decidió cambiar el nombre y romper con el Barça pasándose a llamar Club Deportivo Condal en 1956. Al año siguiente ascendieron a Primera, donde sólo estuvo una temporada, tras la que retomó su relación de filial con el Barcelona.

En esa época, el Barcelona tenía muchos filiales y todos se agruparon en torno al Condal. Hablamos del Atlético Cataluña, el Fabra y Coats (otro equipo de empresa) y el CD Cataluña de Las Corts. Entre todos formaron el Barcelona Atlético.

En su época de finales de los 60, el Barcelona utilizaba el Condal para rodar a jóvenes promesas que aspiraban a jugar en el primer equipo o recuperar lesionados. En el Condal, bajo las órdenes de antiguas leyendas blaugranas como Seguer, Flotats o Rodri, militaron jugadores como Gensana, Mariano Gonzalvo, Gracia, Manchón, Martí Filosia, Olivella, un jovencísimo Rexach o incluso Luis Suárez Miramontes, el único Balón de Oro español, que defendiño la camiseta (blanquiazul, por cierto) de un antiguo equipo de obreros de fábrica.

Pacheco (18-5-1992).— Se ha labrado una carrera muy productiva en Primera como uno de los porteros más estables de la categoría guardando el arco del Alavés. Saboreó ser tercer portero del primer equipo madridista en la 2014-15 pero Casillas y Keylor Navas le pusieron imposible jugar. Pudo debutar, eso sí, en dos partidos de Copa del Rey. Internacional Sub-21, su buen hacer en Vitoria le ha llevado a estar en la órbita de la Selección pero sin lograr nunca una llamada.

Derik (21-2-1993).— El central hispano-nigeriano ha pasado de ser por aquella época internacional español Sub-21 a estar hoy, con 28 años, sin equipo. Intentó abrirse camino en la Championship inglesa en un proyecto fuerte, el del Bolton Wanderers, pero después de 71 partidos allí regresó a España a nuestra Segunda (Numancia) y Segunda B (Deportivo). Curiosamente, Derik llegó a ir convocado con el Real Madrid... en la anterior etapa de Ancelotti.

Diego Llorente (16-8-1993).— Un central de puro pundonor que ha terminado llegando muy alto. De Valdebebas al Rayo, de ahí al Málaga, de la costa del Sol a la Playa de la Concha, en la Real Sociedad, y más tarde atravesó el Canal de la Mancha para enrolarse en la Premier. La temporada pasada su traspaso al Leeds de Bielsa se cifró en 20 millones de euros. También es internacional. Una carrera top.

Cabrera (17-6-1991).— El uruguayo es otro de los que ha terminado en Primera, en el Getafe primero y ahora en el Espanyol, a donde fue vendido en 2020 a cambio de 10 millones de euros. En La Fábrica apenas pasó de actor secundario aunque llegaba avalado por haber actuado con la Sub-20 de la Celeste.

Casado (26-6-1989).— El lateral zurdo dejó el filial blanco justo la temporada siguiente a aquel último MiniClásico para emprender una andadura con Segunda con el Betis, la Ponferradina, el Real Zaragoza y algo más tarde en el Xanthi de la Superliga griega. La campaña pasada retornó a la Comunidad Madrileña, en Segunda B con el Rayo Majadahonda, donde sigue.

Omar Mascarell (2-2-1993).— Ha hecho carrera en Alemania. La Bundesliga ha sido su casa tras un pequeño paso por la Premier y el Sporting de Gijón. Eintracht y Schalke le acogieron durante cuatro temporadas pero el descenso de los mineros a la Segunda germana provocó hace dos meses el retorno del mediocentro canario a nuestra Liga, al Elche.

Aguza (2-9-1992).— El mediocentro de Sant Boi de Llobregat era uno de los pesos pesados de aquel vestuario castillista. Su salida en 2015 rumbo al MK Dons de la Championship inglesa terminó en fiasco gordo: sólo tuvo tres partidos antes de volver a España. Desde se ha convertido en un jornalero sólido de nuestro fútbol: Ponferradina, Alcorcón, Córdoba, Almería, Cartagena y desde este verano, de nuevo en Cataluña, en el Sabadell.

José Rodríguez (16-12-1994).— Lo suyo ha sido llevar en una mano una pelota y en la otra una maleta. El que más millas aéreas ha coleccionado. El canterano al que Mourinho hizo batir récords de precocidad con su debut en la Champions 2012-13 ha pasado además de por LaLiga (Deportivo y Málaga) por Turquía (Galatasaray), Alemania (Mainz), Holanda (Fortuna Sittard) y ahora está en Israel, en el Maccabi Haifa. Su hermano Joaquín, ahora en el Eldense, también pasó por La Fábrica.

Lucas Vázquez (1-7-1991).— El único que ha logrado permanecer en el club blanco de aquella camada que jugó el último MiniClásico. Jugador de confianza para Zidane y renovado por sus prestaciones con el francés hasta 2024, el tránsito a Ancelotti no le está sentando tan bien. No logra abrirse hueco, pero se le pone como ejemplo en La Fábrica para los canteranos que vienen desde abajo.

Burgui (29-10-1993).— Otro que está sin equipo una vez que acabó su contrato con el Alavés el pasado 30 de junio. De momento es agente libre pese a que tiene 100 partidos en Primera en su currículo, con trayectorias además de en Vitoria, en el Espanyol, el Sporting y el Real Zaragoza. Un extremo vertiginoso que, sin embargo, no llegó a debutar siquiera con el Real Madrid...

De Tomás (17-10-1994).— En una de las travesuras del fútbol, RdT es el último verdugo del Madrid. Su gol en el 2-1 del Espanyol al equipo blanco avivó dos debates: el del porqué se fue de Chamartín y cómo es posible que aún no le hayan dado una oportunidad en la Selección. Entre medias dos años gloriosos en Vallecas (38 dianas en 66 partidos) y una mala experiencia en el Benfica. Ha nacido para meter goles.

Jorge Pulido (8-4-1991).— Es el actual capitán del Huesca pero ha tenido que reinventar su carrera futbolística. El paso por el Castilla en un fichaje poco convencional (fue un descarte del Atlético B) no terminó bien y tuvo que marcharse al Albacete. Incluso le tocó embarcarse en el proyecto del modesto St. Truiden belga antes de ser reclamado en 2017 por el Huesca. Ahí, cerca de los Pirineos, ha dado lo mejor de sí y es titular en esta nueva experiencia en Segunda.

Willian José (23-11-1991).— Como RdT, otro delantero que ha terminado acaparando titulares. Se le fichó en enero de aquel 2014 en una operación en la que el Madrid buscó delanteros peinando el mercado por Whastapp. En el filial blanco destacó casi más por sus expulsiones, dos, que por su innegable talento. El que se llevó, porque el Madrid no quiso ejercer la opción de compra, a Zaragoza, Las Palmas, la Real, el Wolverhampton inglés en un traspaso de 20 millones de euros y también una cesión en el Betis. En total, 68 goles en Primera desde su breve lapso en el Madrid en el que, por cierto, debutó en la última jornada de aquella Liga de la mano de Carletto.

Borja García (2-11-1990).— Entró en aquel MiniClásico desde el banquillo pese a ser uno de los más veteranos del plantel (23 años). El de Torremocha del Jarama había fichado desde el Córdoba en 2012 a cambio de 600.000€ y volvió a la ciudad de los califas al acabar aquel curso 2013-14 que supuso el descenso castillista. Desde entonces una carrera sólida, con 119 partidos en Primera también con el Huesca y el Girona, donde encontró su destino de nuevo este verano. Una referencia en Montilivi.

Adama Traoré, en el Wolves e internacional absoluto, representa actualmente el perfil más alto de los jugadores que disputaron el último Barça-Madrid de filiales. Sergi Gómez, Denis o Sandro tienen carreras estables pero no explotaron.

Así les van las carreras a los últimos jugadores del Barça que disputaron un Mini-Clásico con el filial allá por 2015. Adama Traoré es, a día de hoy, el jugador con más valor de mercado y todavía con un potencial traspaso a la vista. Ha estado, además, recientemente en la Eurocopa. Esa oportunidad ya pasó para jugadores como Denis, Sandro o Sergi Gómez. Grimaldo mantiene la esperanza en el lateral izquierdo. Jugadores como Bagnack, Dongouo Edu Bedia han tenido carreras nómadas.

Jordi Masip (3-1-1989).— Estuvo en el Barça hasta 2017, cuando se marchó al Real Valladolid para salir de la zona de confort y probarse lejos de Can Barça. En la temporada 2014-15, era el meta del filial y tercer portero del primer equipo que consiguió el triplete, detrás de Bravo y Ter Stegen. Después de unas buenas temporadas en Primera, ha empezado como suplente en el Valladolid las nueve primeras jornadas de Liga. Sonó para regresar al Barça este verano.

Patric Gabarrón (17-4-1983).— Central y lateral derecho, es uno de esos anónimos que se buscó la vida en Italia. Desde que se marchó en 2015 a la Lazio, no se ha movido del equipo romano.

Sergi Gómez (28-3-1992).— Central criado en La Masia, ha regresado a casa para jugar en el rival local, el Espanyol. Lo ha hecho después de una etapa en el Celta y otra en el Sevilla. Tal vez no haya cumplido todas las expectativas que levantaba pero está consolidado en Primera División con un nivel regular. Fue internacional Sub-21.

Macky Bagnack (7-6-1995).— Era un central prometedor que no terminó de cuajar y se convirtió en un trotamundos. Pasó por el Nantes, Zaragoza, Admira Wacker, Olimpija Ljubljana, Partizan de Belgrado y actualmente juega en el Kairat Almaty.

Grimaldo (20-9-1995).— Lateral izquierdo de buen nivel, su comportamiento en el filial dejó algo que desear y acabó saliendo rumbo al Benfica, donde pese a algunas lesiones está teniendo un rendimiento notable. Fue dos veces internacional Sub-21. Por condiciones, estaba llamado a ser una estrella en el lateral izquierdo.

Carles Planas (4-3-1991).— Actualmente sin equipo. Su carrera ha ido algo en descenso desde que salió del Celta de Vigo dirección al Girona. De ahí, su destino fue Chipre. Jugó en el AEK Larnaca y ahora está sin equipo.

Sergi Samper (20-1-1995).— Después de varias cesiones sin éxito en Granada y Las Palmas, el centrocampista saló rumbo al Vissel Kobe japonés. Con buen toque de balón, le faltaba sin embargo algo de físico y talento para jugar en el primer equipo. Lleva ya años en Japón

Edu Bedia (23-3-1989).— Criado en el Racing de Santander, el Barça firmó un año a este centrocampista fino para ver hasta dónde podía llegar pero no funcionó y sólo duró una temporada de azulgrana.Después de pasar por el Munich 1860, Oviedo y Zaragoza, ahora está en el Goa indio.

Dani Nieto (4-5-1991).— Otro nómada del fútbol. Después de pasar por Mallorca, Espanyol, Alcorcón y Girona, aterrizó en el Barça, pero sólo estuvo una temporada. De ahí fue volando al Eibar, Xhanti, Numancia, Independiente del Valle y, después de estar sin equipo, ha firmado por el Olympique de Lyon.

Javier Espinosa (19-9-1992).— Otro jugador que no se consolidó y empezó una ruta por Almería, Villareal, Elche, Levante, Granada, Twente, Fuenlabrada y Larnaca, su actual equipo.

Adama Traoré (25-1-1996).— Tiene un valor de 30 millones de euros. De los azulgrana que jugaron el Mini-Clásico, es el futbolista más relevante en la actualidad y Luis Enrique le ha devuelto al primer plano del fútbol español con sus convocatorias. Juega en el Wolverhampton Wanderers y está en las quinielas de equipos más potentes. Un especialista en la banda.

Jean Marie Dongou (20-4-1995).— El fútbol le ha llevado a Finlandia, el FC Honka. Antes, después de salir del Barça, había pasado por Zaragoza, Nàstic, Lleida, Lugo.

Sandro (9-7-1995).— Dejó el Barça en 2016 y fichó por el Málaga. Allí, una temporada portentosa propició su venta al Everton, donde se atascó. Sus cesiones al Sevilla, Real Sociedad, Valladolid o Huesca no funcionaron. Juega cedido en el Getafe, donde ha empezado algo mejor la temporada. Tampoco terminó de cumplir las expectativas.

Denis Suárez (6-1-1994).— Después de pasar por La Masia y de dos cesiones provechosas en el Sevilla y el Villarreal, donde creció con Emery y Marcelino, llegó al Barça de Luis Enrique. El trabajo dio su fruto, pero al gallego le faltó ese último escalón para consolidarse en un grande. Su cesión al Arsenal tampoco funcionó y regresó a casa. En el Celta tiene el rol de jugador casi siempre titular. Llegó a ser internacional absoluto una ocasión, en enero de 2016, pero tampoco se consolidó.

Han sido siete años y medio de sequía de mini-Clásicos entre los filiales, pero de la Copa del Rey emergió un enfrentamiento de juveniles en 2019. Fue en cuartos de final y salió victorioso el Madrid ante un Barça que contaba en sus filas con un Ansu Fati que irrumpiría meses después en la élite. Los blancos ganaron 0-2 en la ida en el Miniestadi con goles de Baeza y Rodrigo. En la vuelta, Antonio Jesús puso 0-1 a los azulgranas al comienzo de la segunda parte. La sombra de una posible prórroga planeaba sobre Valdebebas a falta de siete minutos para el final cuando Antonio Blanco armó un disparo desde 45 metros para matar la eliminatoria.

De aquel cruce copero, los azulgranas mantienen más supervivientes que los blancos. Raúl tiene a sus órdenes a Miguel Gutiérrez (el lateral tiene ficha con el Castilla, aunque lleva contando para Ancelotti todo lo que llevamos de temporada), Marvin y el propio Blanco. Los tres igual, que Víctor Chust y Baeza, ya saben lo que es jugar en Primera. Sergi, por su parte, cuenta con Tenas, Comas, Mika, Álvaro Sanz, Jandro, Peque, Nico, Nils y Lucas.