Wembley, cuna de campeones
Wembley, cuna de campeones

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Wembley, cuna de campeones

El mítico estadio, que fue inaugurado en 1923, ha reunido en sus más de 90 años de historia los episodios más brillantes del deporte más seguido del planeta, el fútbol.

Corazón del fútbol inglés y por ende lugar de peregrinaje obligatorio para los amantes del balompié, Wembley es de esos pocos recintos deportivos a los que se llama 'templo' porque en sus más de 90 años de historia ha reunido los episodios más brillantes del deporte más seguido del planeta: la final de la FA Cup de 1923, la gesta de Inglaterra en su Mundial, el del 66, las Eurocopas, las finales de la antigua Copa de Europa y de la Champions League, así como la de las olimpiadas de 1948 y 2012.

El viejo Wembley (1923-2002)

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El estadio de Wembley fue inicialmente concebido como un lugar en el que enaltecer el poder y la historia del Imperio Británico a través de la exposición universal que se celebró en 1924. Wembley fue el punto culminante de la exhibición. La empresa de construcciones Sir Robert McAlpine  movilizó una gran mano de obra para esculpir el estadio más seguro y rompedor de la época. Costó 750.000 libras de la época y, una vez terminado, se invitó a 1.300 militares para que comprobasen de primera mano la solidez de la infraestructura. Con todo preparado, solo quedaba inaugurarlo y para ello se escogió como escenario la final de la FA CUP entre el Bolton y el West Ham, más conocida como “la final del Caballo Blanco”. Con capacidad para acoger a 125.000 espectadores, ya sea sentados o de pie, las taquillas de Wembley colgaron el cartel de “completo”, pero poco importó, ya que los que no pudieron penetrar las puertas del estadio accedieron escalando sus muros. No cabía ni un alma. Según las crónicas de la época, más de 200.000 seguidores presenciaron el bautizo y la policía tuvo que poner orden ante el reguero de aficionados, que no solo ocupaban las gradas, sino también el propio césped. Con tanto alboroto antes del pitido inicial, un miembro de seguridad, George Scorey, irrumpió a lomos de Billie, un caballo blanco que supo hacer recular a las masas. Tras el estreno accidentado, se celebró la exposición universal del Imperio Británico que fue todo un éxito al reunir unos 17 millones de visitantes. Cuando terminó el evento, sin embargo, Wembley parecía abocado a la desaparición tan solo un año después de inauguración. Un coste demasiado elevado para Arthur Elvin, que se negó a que los cimientos del recinto fuesen derrocados antes de tiempo.

Arthur Elvin, el ideólogo

Arthur Elvin, nacido en Norwich, inició su vida de adulto en Londres, donde trabajaba como operador de una tabaquería en Wembley Park. El local incrementó sus ganancias gracias a la gente que acudió al evento de 1924 y Elvin pasó de ser un simple ciudadano de a pie a un empresario de renombre, tras invertir poco a poco en las tiendas que se encontraban en los alrededores del estadio. Con la exposición clausurada, el complejo fue vendido a James White, otro hombre de negocios, que decidió contratar a Elvin para mantener a flote el estadio. Desde entonces, Elvin se dedicó en cuerpo y alma a Wembley, y tenía en mente varios proyectos que aseguraban su viabilidad de cara al futuro. Su entusiasmo fue tal que persuadió a White para que le vendiera el recinto por 122.500 libras, con un pago inicial de 12.500 libras más intereses de cara a los próximos 10 años. Con el pacto cerrado, la venta pendió sin embargo de un hilo porque White, que estaba en situación de bancarrota, se quitó la vida a los pocos meses. Elvin tuvo que hacer un esfuerzo más para cumplir su sueño y evitar que la venta se fuera al garete: recaudó la suma completa y puso dinero de más. Así, se convirtió en amo y señor de Wembley. Su primera gran apuesta fueron las carreras de galgos, que sustentaron los primeros años de vida del estadio. El éxito fue rotundo y Elvin pudo crear la compañía Wembley Stadium Limited.

Los dos tesoros: las torres gemelas y los 39 escalones

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SPORT SOCCEREnglish and German soccer fans walk along Wembley Way towards the famous twin towers prior to the start of the group 9 World Cup qualifying match between England and Germany October 7, 2000. REUTERS/Kieran Doherty

Como todo templo, el viejo Wembley aguardaba dos tesoros. Uno en el exterior: las torres gemelas y otro en el interior: los célebres 39 escalones. El primero aparecía en cualquier postal al ser el primer elemento que el ojo del aficionado divisaba en los aledaños del estadio. El segundo reposaba en las entrañas del recinto y era sinónimo de victoria. El ritual siempre era el mismo; equipo ganador, equipo que subía los 39 escalones que se dirigían al palco real para abrir de par en par las puertas del olimpo futbolístico y recibir de manos de la realeza británica, como colofón, el trofeo en cuestión.

Por otra parte, las torres gemelas medían 126 metros de altura y en lo más alto había un mástil en el que ondeaba una bandera británica. Las torres adquirieron el título de grado II, un estatus que se concede en el Reino Unido a los edificios de interés arquitectónico e histórico. Sin embargo, la distinción pesó poco a la hora de construir el nuevo Wembley en 2002. Las torres no formaron parte de la nueva hoja de ruta, lo que desencadenó una decepción generalizada entre la gente que había acudido alguna vez al estadio. Para colmo, el Ministro de Deportes de aquella época, Tony Banks, echó más leña al fuego y definió a las torres como meros “bloques de hormigón”. El English Heritage, una organización benéfica que vela por el patrimonio histórico de Inglaterra, trasladó el asunto hasta el Brent London Borough Council, un ayuntamiento de la capital inglesa ubicado a pocos metros de Wembley, para que impidiera a toda costa la destrucción de las torres gemelas. A pesar de los esfuerzos del ayuntamiento de Brent por preservarlas, el English Heritage desistió en su cometido. Fue el principio del fin del bien más preciado de Wembley.

Partidos emblemáticos

Final de la FA CUP 1923, Bolton 2 - West Ham 0

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98s/03/huty/9454/1228th April 1923: A massive crowd is forced onto the pitch by sheer weight of numbers at the FA Cup Final between Bolton Wanderers and West Ham United. (Photo by Central Press/Getty Images)

La final del 'Caballo Blanco' fue protagonizada por el Bolton y el West Ham. El resultado fue lo de menos porque el partido comenzó con una hora de retraso debido a que el estadio estaba colapsado de seguidores el día de su inauguración. El mediocampista Jack Tresadern, en pleno saque de banda, fue engullido por la marea de espectadores que lo rodeaban. Los jugadores se temieron lo peor e incluso el capitán del West Ham, George Kay, suplicó al árbitro que terminara cuanto antes el partido. De nada sirvieron sus plegarias: el Bolton se impuso con dos goles de los delanteros David Jack y Jack Smith, y levantó así la primera FA Cup de su historia.

Final de la Copa del Mundo 1966, Inglaterra 4 - Alemania Federal 2

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FUTBOL 08/09FOTO COLOREADA (FILES) File picture of England's national soccer team captain Bobby Moore holding aloft the Jules Rimet trophy as he is carried by his teammates

"Lo juro, no entró en la portería"

Helmut Haller

La Inglaterra de Bobby Moore consiguió su Mundial en 1966. En la retina del aficionado británico quedará para siempre la imagen del capitán inglés que, a lomos de sus compañeros de equipo, sostuvo la primera y única Copa del Mundo de los 'Tres Leones'. Helmut Haller adelantó a los alemanes en los primeros compases del partido gracias a un mal despeje de la defensa inglesa. Geoff Hurst despertó a los suyos tras el trompazo inicial e igualó el marcador. En la segunda mitad, Inglaterra materializó su superioridad con un gol de Martin Peters pero, cuando todo parecía resuelto, Alemania se levantó de la lona y un gol de Wolfgang Weber en los instantes finales enmudeció al animado público londinense. En la prórroga, Hurst se convirtió en el protagonista absoluto de la tarde tras una jugada que le perseguiría el resto de su vida, ya sea para bien o para mal. El delantero cazó un balón en el área pequeña y mandó un obús que primero se estrelló en el travesaño y luego botó en la línea de gol. ¿Entró a portería?, se preguntaron los asistentes al partido. El colegiado suizo lo tuvo claro: decretó el tanto. Los alemanes enfurecieron: “Estaba a tan solo ocho metros de distancia cuando Hurst cogió el balón. Lo juro, no entró en la portería”, sentenció Haller tras la fatídica acción. El mazazo psicológico fue terrible para la Mannschaft que vio como su verdugo, Hurst, asestó el golpe final en el 120' y Wembley rugió con el desenlace.

Final de la Copa de Europa 1971, Ajax 2 - 0 Panathinaikos

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FUTBOL 10/111970 - 1971 50 AÑOS DE LA COPA DE EUROPA TOMO 3 TOMO3 02/06/71 PARTIDO FINAL COPA DE EUROPA AJAX - PANATHINAIKOS JOHAN CRUYFF

El Ajax desplegó a lo largo de la temporada un juego nunca antes visto; entre sofisticado y atrevido. Los analistas de la época lo catalogaron de 'fútbol total'. Los espectadores de aquella final fueron testigos de una brillante orquesta dirigida por Rinus Michels que fue interpretada a la perfección por Johan Cruyff. Los ajacied tumbaron al sorprendente Panathinaikos con un gol tempranero de Dick van Dijk y otro tardío de Arie Haan. Comenzó así la racha de un equipo de leyenda que levantaría de forma  consecutiva tres veces la Copa de Europa (1971, 1972,1973).

Final de la Copa de Europa 1992, Sampdoria 0 - Barcelona 1

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51593187320 May 1992 Wembley European Cup Final Barcelona v Sampdoria - Ronald Koeman of Barcelona celebrates after scoring the winning goal. (Photo by Mark Leech/Getty Images)

El Barça conquistó su primera Copa de Europa en Wembley gracias a un gol de falta de directa de Ronald Koeman. Era el minuto 112 de la prórroga cuando el férreo pulso que mantenían el Barça y la Sampdoria se decantó del lado de los de Johan Cruyff. En Wembley, el Barça se despojó por fin del derrotismo heredado de las finales de Berna (1961) y Sevilla (1986). Koeman y compañía enseñaron el camino a seguir a las generaciones venideras, que lograrían levantar hasta cuatro veces la 'Orejona' entre 2006 y 2015.

Eurocopa 1996, Alemania 2 - 1 República Checa

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FUTBOL 15/16Oliver Bierhoff of Germany scores the equalising goal with a header during the UEFA European Championships 1996 Final, in London. (Photo by Stu Forster/Getty Images)

Volvían a verse las caras alemanes y checos por segunda vez en el torneo, tras cruzarse en la fase de grupos donde la Mannschaft venció por 2-0. El camino de la República Checa en el torneo fue lo más parecido a una epopeya: Pavel Nedved y Karel Poborsky comandaron a un equipo feroz que dejó en la lona a rivales como Italia, Portugal y Francia para acceder por segunda vez en su historia a la final de la Eurocopa. En algunos instantes los checos rozaron la proeza, ya que en el minuto 59 se adelantaron mediante un penalti que no existió. Poborsky iba a internarse en el área, pero cayó fuera de ella. Sin embargo, el árbitro lo vio de otra manera y señaló la pena máxima. A pesar del varapalo, Alemania se recompuso gracias Oliver Bierhoff, que hasta entonces había pasado completamente desapercibido en el torneo debido al rol secundario que desempeñó. El delantero salió del banquillo a falta de 20 minutos y en un acto de fe remató un balón de cabeza para poner las tablas en el marcador. Bierhoff finiquitó la tarea en la prórroga gracias al 'gol de oro', que se aplicó por primera vez en la Eurocopa con el fin de evitar la tanda de penaltis. La jugada del gol fue un compendio de carambolas: Bierhoff se dio media vuelta y conectó un disparo que salió envenenado tras tocar la pierna de un defensor checo; al portero se le nubló la vista y Alemania se proclamó campeona en un estadio de infausto recuerdo desde 1966.

El nuevo Wembley (2007-actualidad)

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BRITAIN-WEMBLEY/An aerial view of Wembley Stadium is seen on its opening day in London, March 17, 2007. MANDATORY CREDIT REUTERS/Action Images/WNSL/Pool (UNITED KINGDOM)

El viejo Wembley cerró sus puertas en el 2000. El destino quiso que el último partido que se disputase fuese un Inglaterra-Alemania de la fase de clasificación para el Mundial de Corea y Japón de 2002. Esta vez  los alemanes se llevaron el gato al agua (0-1). Tras la clausura, en 2002 comenzó el desmantelamiento del estadio y consigo sus símbolos y recuerdos que hicieron las delicias de los aficionados. El arquitecto Norman Foster fue el encargado de idear una instalación adaptada a los nuevos tiempos que albergase los Juegos Olímpicos de 2012, celebrados en Londres. En sus manos tenía un proyecto faraónico que costó 1,2 mil millones de euros. La joya arquitectónica se hizo esperar: se previó que estuviera lista en 2005, pero finalmente en 2007 se pulió el nuevo Wembley. Durante las tareas de renovación las torres gemelas fueron sustituidas en detrimento de un arco de acero que mide 133 metros de altura y 317 metros de longitud. La infraestructura se convirtió desde entonces en el nuevo el símbolo del modernizado Wembley, que, con capacidad para 90.000 espectadores, es el segundo estadio más grande de Europa tras el Camp Nou. Además, el estadio cuenta con un techo retráctil y los famosos 39 escalones son ahora un total de 107. La instalación dispone también de todo tipo de comodidades como 166 palcos o 10 restaurantes. Un guiño al pasado no podía faltar: una estatua de Bobby Moore de seis metros de altura custodia la entrada al recinto para recordar a las nuevas generaciones que Inglaterra escribió en ese lugar la página más dorada de toda su historia.

Inauguración

"Es un estadio que intimida y que al mismo tiempo hace soñar a los futbolistas"

Nigel Reo-Coker, exjugador de Inglaterra sub-21

El 24 de marzo de 2007 se organizó el primer partido de prueba en el nuevo estadio. Se enfrentaron las selecciones de Inglaterra e Italia sub-21, que ofrecieron un auténtico espectáculo en lo que se refiere a contundencia ofensiva (3-3). Al término del partido, el capitán de aquella Inglaterra, Nigel Reo-Coker, definió lo que supone pisar el césped del emblemático Wembley: “Es un estadio que intimida y que al mismo tiempo hace soñar a los futbolistas”. Dos meses después se inauguró oficialmente la instalación con la final de la FA Cup entre Manchester United y Chelsea. El duelo se decidió en la prórroga gracias a un tanto de Didier Drogba y que, en definitiva, fue el preámbulo de una batalla encarnizada de los dos equipos por la dominación del fútbol inglés y europeo, que terminó del bando del United tras alzar la Champions de 2008 en Moscú frente a los blues.

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SOCCER-ENGLAND/CUPChelsea's captain John Terry lifts the FA Cup trophy after beating Manchester United to take the FA Cup final soccer match at the new Wembley Stadium in London May 19, 2007. REUTERS/Carl Recine/Pool (BRITAIN)

Barça y Bayern, campeones en 2011 y 2013

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FBL-EUR-C1-BARCELONA-MANCHESTER-FINALBarcelona's Spanish goalkeeper Victor Valdes (L) and Barcelona's French defender Eric Abidal (R) celebrate with the trophy at the end of the UEFA Champions League final football match. AFP PHOTO / LLUIS GENE

En la última década, Wembley ha sido el escenario de la final de la Champions en dos ocasiones: 2011 y 2013. En 2011, El Barça de Pep Guardiola sometió al United de Sir Alex Ferguson (3-1) en 2011. Los azulgrana alcanzaron en Wembley la sublimación de su juego de toque del que hicieron gala entre 2008 y 2012. Como en el 92, Wembley fue de nuevo talismán para que el Barça lograse su cuarta Champions. Abidal, con permiso de Puyol, fue el encargado de alzar el trofeo al cielo de Londres.

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FILES-FBL-EUR-C1-DORTMUND-BAYERN(FILES) This file photo taken on May 25, 2013 shows Bayern Munich's German defender Philipp Lahm lifting the trophy after the UEFA Champions League final. / AFP PHOTO / CHRISTOF STACHE

En 2013, el todopoderoso Bayern de Jupp Heynckes selló en el estadio londinense una temporada para enmarcar: batió 1-2 a su archienemigo, el Dortmund, y logró el soñado triplete (Bundesliga, Deutsche Pokal y Champions League). Un hito que solo han logrado el Celtic (1967), el PSV Eindhoven (1988), el Ajax (1972), el Manchester United (1999), el Barcelona (2008, 2015), y el propio Bayern (2013, 2020).

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848458938Mexico's Giovani Dos Santos (5th left) and team-mates during their national anthem as they celebrate victory in the Football Men's Gold Medal Match at Wembley Stadium. (Photo by Adam Davy/PA Images via Getty Images)

Entre medias, la selección de México conquistó el oro olímpico de 2012 ante Brasil, en la primera final de los JJ. OO. que disputaba de su historia. La tricolor fue dueña del jogo bonito de principio a fin. Oribe Peralta firmó una actuación memorable y puso a sus pies a los más de 86.000 espectadores que presenciaron la final. El ariete mexicano comenzó como un cohete al marcar a los 30 segundos de partido y eclipsó por completo a un Neymar que todavía era un melón por abrir. Peralta puso la guinda al pastel con un cabezazo en el 74'. La canarinha disimuló su pobre prestación con un gol de Hulk en el 90' y tuvo que conformarse con la medalla de plata.

EURO2020

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SOCCER-EURO-ITA-ENG/REPORTSoccer Football - Euro 2020 - Final - Fans gather for Italy v England - Wembley Stadium, London, Britain - July 11, 2021 via Reuters/Lee Smith

Debido a la pandemia del coronavirus, la EURO2020 se disputó un año más tarde de lo normal, en 2021. Por primera vez en la historia la Eurocopa no se celebró en una sola sede, sino en 11, pero Wembley albergó las semifinales y final del torneo, tras acoger también los octavos y algunos partidos de la fase de grupos. No obstante, su designación para las dos eliminatorias más potentes del torneo corrió peligro: a ojos de la UEFA las medidas impuestas a los viajeros extranjeros a su llegada al Reino Unido para contener la covid-19 eran demasiado severas y amenazó con mover las semifinales y la final a otro lugar. A pesar del tira y afloja, todo siguió según lo establecido. Así pues, el último capítulo de la historia de Wembley lo protagonizaron Inglaterra e Italia, que se disputaban el trofeo continental. “It's coming home” era la frase que más se repetía en los aledaños de Wembley horas antes de la final. Un eslogan que estaba en boca de la hinchada inglesa y que vaticinaba que esta vez sí; que la copa terminaba en casa. No era para menos, ya que los de Gareth Southgate habían conseguido enganchar a todo un país, desangelado por las últimas decepciones deportivas de los Tres Leones y qué mejor escenario que Wembley para ratificar las buenas sensaciones de esta nueva generación de futbolistas.

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FBL-EURO-2020-2021-MATCH51-ITA-ENGItaly's goalkeeper Gianluigi Donnarumma (R) and teammates celebrate after winning the UEFA EURO 2020 final. (Photo by Laurence Griffiths / POOL / AFP)

La final comenzó a pedir de boca para los ingleses cuando Luke Shaw adelantó a los suyos en el minuto 2 de partido. El aficionado inglés debió pensar que lo que quedaba era puro trámite, además de contar con el factor campo, fortalecido por las medidas impuestas a los viajeros extranjeros a su llegada al Reino Unido y por el cual los aficionados italianos eran una mera gota de agua en medio de un estadio completamente teñido de blanquirrojo. No obstante, con sus tifosi o no, Italia no se arrugó y aculó a los ingleses hasta que Bonucci silenció el estadio. Con el gol del central, el partido fue muriendo poco a poco hasta que la suerte de ambos equipos se decidió desde los once metros. Salió cara para Italia, cruz para Inglaterra. Si el viejo Wembley fue testigo de la obra cumbre de la selección inglesa, el nuevo Wembley ha supuesto el epitafio de una selección que no ha logrado reescribir la historia de sus antecesores.

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 


 

 

 

 



 

 


 

 


 

 

 

 


 

 


 

 


 

 


 

 

 

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