El gol. El arte supremo del fútbol se ha convertido en una obsesión para la Selección. Tan pronto se niega, uno en los dos primeros partidos contra Suecia y Polonia, como llega a borbotones, cinco a Eslovaquia. Nada mejor para tratar de tan trascedente asunto que acudir a los que saben de ello. Fueron especialistas en la materia, tanto en sus clubes como en el equipo nacional. El diván de Carlos Alonso González, 'Santillana' y de Julio Salinas no cierra por vacaciones.

Los dos jugaron, casualmente, los mismos partidos con España, 56. Santillana disputó dos Mundiales (1978 y 82) y una Eurocopa (1984) y sumó 15 goles. Salinas vivió tres Campeonatos del mundo (1986, 90 y 94), dos Eurocopas (1988 y 96) y convirtió 22 tantos.

Julio Salinas es un conversador nato y disfruta hablando del asunto. "¿Qué es un delantero? ¿Qué es un goleador? A veces se llama delanteros a jugadores que son extremos, media puntas... Como es el caso ahora de Ferrán Torres, Dani Olmo, Oyarzabal... Delanteros centros en esta Selección solo tienes a Morata y Gerard Moreno y éste es más atípico. Quizás juega mejor con un hombre de posición. Yo llamo delanteros centros a Kane, a Lewandowski, a Luis Suárez... ".

Julio siempre se sintió ariete puro además de goleador. "El goleador vive con el gol en la cabeza. El miércoles España marcó cinco, pero estoy seguro de que Morata se marchó jodido y no durmió por la noche. Y Gerard Moreno, posiblemente, tampoco. Aunque ganes 5-0 su felicidad es incompleta. Estas feliz parcialmente. Yo si no marcaba no era feliz. Yo y todos. No hay ningún delantero que si no marca sea feliz. Puede que lo que diga sea una burrada, pero tu pierdes 5-4 y has marcado tres goles o cuatro, estás hasta contento. El goleador es el más egoísta de los futbolistas. Vivimos de los goles. Al delantero siempre se le va a juzgar por ello. Ni siquiera por las ocasiones, o las veces que toca el balón o se desmarca"

El asunto de los penaltis le recuerda tiempos pasados vividos en primera persona. "Todos los delanteros quieren lanzar los penaltis. Morata no es un especialista como Aspas, Mendieta, Koeman, Oyarzabal... Pero comprendo que quiera tirarlos. Lo que quiere es marcar. Al final puedes jugar muy bien, Morata lo hizo, pero vive del gol. Él lanza penaltis en sus equipos cuando le dejan porque lo normal es que de 10 que tires, marques siete u ocho y sumas goles para tu cuenta particular. Yo también quería tirarlos, pero solo me dejaron tirar en el Alavés y metí los cuatro que lancé".

Julio recuerda que él no se podía permitir el lujo de estar varios partidos sin marcar. "Yo estaba tres partidos sin marcar y era un drama. Me quería cortar las venas y mandar las botas a tomar... Las tiraba a la basura. No tuve nunca una racha de tres meses sin marcar. Eso me parece increíble. Tuve una última época en el Barça en la que no jugaba y, claro, no marcaba, pero iba a la Selección. Si yo hubiera estado tres meses sin marcar me hubieran quitado del equipo y me hubiesen echado del club. Y veo que hay delanteros, como Williams, que están un año sin marcar un gol y siguen jugando. Eso es darle confianza al jugador. A mí nadie me dio esa confianza. Bueno, sí, me la dio uno en mi vida: Javier Clemente".

Cuando se refiere a Javier Clemente, Julio cambia el tono de voz. Le adora. "Pero su confianza tenía una condición, que marcara. Muéstrame con goles cada domingo por qué te tengo que poner. Yo me voy a pegar con toda la Prensa que me echa en cara que me he cargado a Butragueño para ponerte a ti, me decía. Tenía que demostrarle cada domingo que era el mejor goleador español. Por eso me tuve que marchar del Deportivo al Sporting. Y lo fui y por eso fui a la Eurocopa. Y si iba tenía luego tenía que marcar en la Selección también".

Su última reflexión apunta a la mutación que ha tenido el puesto de delantero en los últimos años. "La realidad es que cada día hay menos delanteros centros al uso. Se llevan otro tipo de delanteros... En mi época ya los había, pero ahora el fútbol ha cambiado tanto que puedes jugar, como ya lo hizo la selección española, con jugadores de mucha llegada y sin un delantero centro puro. Para mi Villa ha sido el mejor delantero que hemos tenido en España. Era un goleador y además se adaptaba y podía jugar en la banda. Si no tienes uno bueno-bueno tipo Lewandowski, entiendo que se pueda jugar con esos media puntas como eran Raúl, Alfonso, Cesc, Silva... que eran buenísimos. Te arreglaban el ataque porque tenían mucha llegada y gol. En esos casos la figura del '9', si no es uno indiscutible igual te estorba. No vas a quitar a esos pedazos de jugadores por meter un nueve que no te solucione nada...".

Santillana toma la palabra. "El goleador vive solo para el gol. Se pasan rachas. A mí me ha pasado. De repente marcaba en cinco partidos seguidos y de repente no metía uno. No se sabe cómo se pasa de una situación a otra. Hubo momentos que tuve la sensación de que, aunque me quitara el portero no iba a meterla entre los tres palos. Es algo sicológico. Mental. No tiene una explicación futbolística. A veces el entrenador de turno me decía que descansara un partido, que limpiara la cabeza una semana, que entrenara fuerte y al siguiente partido que me ponía solía marcar. Lo peor de todo para el goleador es no tener ocasiones. Lo normal es que, si tienes tres, marques una".

El foco en estos momentos está centrado en Morata. "Con las ocasiones que tiene, que la realidad es que las tiene, en cuanto un día meta un par de ellas se acabará todo. Es así de sencillo. No hay que darle más vueltas. Su trabajo en el equipo es buenísimo. No se debe obsesionar. Lo importante es estar bien físicamente, estar rápido, ágil y Morata lo está. Ha tenido también la mala suerte del penalti fallado. Se le está viniendo todo encima..."

Recuerda que tuvo rachas de cinco y seis partidos sin marcar. "Para un delantero centro del Real Madrid eso era muchísimo con la competencia que había y la necesidad que tenía el equipo de tus goles. Lo que no hay que perder es la confianza. Si lo haces es cuando puedes tener problemas. No hay una medicina para curar esas rachas. El mayor problema que puedes tener es que si no marcas el entrenador te quite. Pero seguro que te vuelve a poner y en cuanto metas uno vuelves a tus raíces".