Marcó a Polonia el primer gol de España en la Eurocopa (1960) y se proclamó campeón en la segunda edición de dicho torneo (1964)
Con los 86 años cumplidos el 2 de mayo, Luis Suárez Miramontes (La Coruña, 1935) suele acaparar la actualidad futbolística de forma natural cada vez que se entrega un Balón de Oro. Por algo es el único futbolista nacido en España que ha ganado uno (1960), además de dos de plata (1961 y 1964) y uno de bronce (1965). También su pasado se hace presente cuando se disputa una Eurocopa. También conquistó aquella del 64 del gol de Marcelino a la URSS en el Bernabéu. Mientras, mantiene su pálpito con el fútbol español comentando los partidos de ‘su’ Barça todas las semanas en el Carrusel Deportivo. Su voz desde Milán, donde continúa viviendo, suena alta y clara, sin perder el acento gallego que, mezclado con el deje italiano, tiene su punto llamativo.
Algo que alegar a la lista de Luis Enrique que tanta polémica ha levantado en España.
"En la Selección no somos eternos, llega un momento en que te mandan para casa”
No me la sé de memoria… Lo más noticiable es la ausencia de Sergio Ramos, pero creo que es ley de vida. Ha estado casi todo lo que va de año sin jugar y en esos casos el entrenador solo puede hacer dos cosas: lo que ha hecho Luis Enrique, o llevarle por agradecimiento a su trayectoria. Sé que para Sergio será una pena, pero siempre llega el momento que te mandan para casa. Me pasó a mí, le paso a Alfredo… (Di Stéfano). La Selección nunca es para toda la vida. No se puede ser eterno. El entrenador tiene que pensar en llamar a los que funcionan mejor para lo que él quiere.
Además, Luis Enrique es de los que no se casa con nadie…
Y hace bien. No le han ido mal las cosas como técnico desde que en el Barcelona B apostó por una manera especial de hacer las cosas y me parece normal y correcto que haga lo que crea conveniente. Es valiente, cree en ello y tira para adelante. En el fútbol, todas las maneras de llevar un equipo y de jugar son buenas y malas. Los equipos y las selecciones ganan con distintas formas, te pueden gustar más o menos. Además, al final los que mandan son los jugadores con su personalidad. Son ellos los que deciden en el campo por mucho que el entrenador lo haya plasmado en la pizarra. Dentro no hay tiempo para mirar al banquillo y quien decide es el futbolista. Se quiera o no se quiera.
Precisamente lo que se está discutiendo son a los jugadores que ha llamado…
"Luis Enrique me gusta porque cree en lo que hace y si le ha salido bien para qué va a cambiar”
Ya, pero eso siempre ha pasado. Me pasó como seleccionador y les pasaba a mis seleccionadores cuando era jugador. Para bien o para mal, el 90 por ciento de las decisiones las tienen que tomar los jugadores. Lo que hay que intentar es tener jugadores de calidad y de personalidad, que sepan decidir en décimas de segundo. Las palabras de los entrenadores se las lleva el viento. Si algún día Luis Enrique se lleva un zapatazo, a lo mejor cambia, pero mientras le salgan bien las cosas es normal que siga adelante con sus ideas y es normal que lleve jugadores que piense que pueden llevarlas adelante.
A usted le ‘limpiaron’ de la Selección antes incluso que a Sergio Ramos. No le valió de mucho ser el líder del equipo del 64.
"El equipo del 60 que Franco no dejó ir a Moscú era mejor que el del 64 que ganó el torneo”
Eran otros tiempos. Jugaba en Italia. Debuté en enero del 57 el mismo día que Alfredo, que metió tres a los holandeses. ¡Vaya delantera que teníamos! Miguel, Kubala, Di Stéfano y Gento. Nunca entenderé por qué no nos clasificamos para el Mundial del 58. Luego pasó lo de la primera Eurocopa, la del 60, que Franco no nos dejó viajar a Moscú. Estábamos ya concentrados y preparados para salir. No nos dieron muchas explicaciones. No se viaja y no se viaja. El problema era que no se quería que ellos vinieran a España para el segundo partido. Ese equipo hubiera ganado ese año. Era mejor que el que cuatro años después conquistó el triunfo en Madrid.
¿Por qué era mejor?
Sencillamente porque estaba Alfredo y tenía todo para ganar. Todos éramos más jóvenes y le rodeábamos. Cuando se tiene un cocinero como él, puedes hacer lo que quieras, una paella, un cocido, un mixto de pescado… Aquel equipo era un espectáculo. Pero si Del Sol, Peiró y Collar eran suplentes. Todos íbamos a remolque de Alfredo, como pasaba en el Madrid. No hay que darle más vueltas. En la primera eliminatoria le metimos a Polonia cuatro allí y tres aquí. No hace mucho que me enteré que el primer tanto de la competición fue mío ante los polacos. Ese día Alfredo hizo dos, y yo otros dos.
En el 64 el líder era usted…
Digamos que cogí el relevo de Alfredo. Jugaba en el centro del campo y los compañeros se fiaban de mí. Entonces mandaba mucho en el campo. Daba pases de 40 metros, metía goles porque me gustaba rematar. Ganamos bien ese Europeo y fuimos al Mundial de Inglaterra, donde no estuvimos nada bien. Ahí se acabó mi recorrido por la Selección. Tenía 31 años. No tantos. Hasta entonces desde el debut siempre había jugado. Si acaso no me llamaban para los amistosos porque estaba en Italia y el Inter se quejaba. Seis años después de mi despedida, Kubala me llamó para un amistoso en Grecia. No molestaba a nadie y quería darme su homenaje particular. Estaba ya en la Sampdoria y tendría 37 o 38 años. Fue bonito.
¿Su apuesta en esta Eurocopa?
No la hay, apunte cinco o seis selecciones y España está entre ellas. No hay tantas diferencias como otros años. Las fuerzas están más igualadas y todo se va a decidir por detallitos. Si acaso Francia que con Benzema ahora tiene más gol y más calidad. Si junta bien con Mbappé y Griezmann… ¿pues que quiere que le diga?