Maestros de Maestros
Maestros de Maestros

LOS ESTRATEGAS DE LOS BANQUILLOS FUERON DISCÍPULOS UN DÍA

Maestros de Maestros

La última final de la Champions entre Guardiola y Tuchel empezó realmente en 2014, cuando se conocieron en una cena en Múnich y debatieron sobre fútbol durante horas. De allí salió Pep convencido de que el hoy técnico del Chelsea y ahora campeón de Europa era heredero de su filosofía, que a su vez se inspiró en la de Cruyff y Bielsa, siendo el 'Loco' a su vez una figura que ha guiado a decenas de nuevos entrenadores. La cadena suma y sigue. De Ferguson y su admiración por Jock Stein, que falleció en sus brazos, al mentor común de Zidane y Conte en la figura de Carletto, pasando por la doble vía holandesa de la que bebió el Koeman técnico. Incluso Raúl repite las enseñanzas de un sabio del Real Madrid. Porque detrás de un gran entrenador... siempre suele haber otro.

La final de la Champions League se disputó el pasado 29 de mayo pero empezó a jugarse en el invierno de 2014. No fue en Oporto, sino en Múnich. Allí, protegidos de la fría noche muniquesa en un conocido local empezaron Pep Guardiola y Thomas Tuchel la partida de ajedrez que culminará en esta Copa de Europa.

La cena la organizó un amigo común Michael Reschke, uno de los arquitectos del Bayern durante la etapa de Pep. "Voy a cenar con Tuchel, ¿te vienes?". Más o menos así fue la pregunta de Reschke y el catalán se apuntó raudo. Tenía curiosidad porque cuando se había medido al por entonces poco conocido Tuchel se había quedado sorprendido. "Veo a Thomas como mi sucesor aquí", dice Rieschke que una vez le confesó el técnico de Santpedor. "Le gustaba cómo iba en el Mainz, era de los que más problemas le había dado". Aquella noche en aquel restaurante entre saleros y vasos haciendo de futbolistas sobre un tapete imaginario nació una admiración mutua con lecciones tácticas de Guardiola y contraargumentación de Tuchel, y a la inversa. El maestro fue superado por el alumno en el partido de los partidos por el cetro europeo, pero la influencia de Guardiola en Alemania sigue viva aunque se fuera a la Premier. Abanderó un fútbol insospechado en la Bundesliga que enamoró tanto a Tuchel como a Julian Nagelsmann, próximo entrenador del Bayern. El círculo se cierra.

Guardiola y Tuchel hablan antes de un partido entre el Borussia y el City.

Zidane y Koeman, Koeman y Zidane. Los dueños, la temporada pasada, de los dos banquillos más deseados del fútbol español y presumiblemente, del fútbol mundial. Otro nexo de unión, Guardiola, compañero del holandés en el Dream Team y uno de los pocos entrenadores que visitó Zizou (fue a Múnich a pasar una semana con él) cuando estaba sacándose el título de entrenador. Pudo ver de cerca y en largas charlas posteriores cómo trabajaba el catalán en un entorno a priori tan diferente al Barça como era el Bayern. Hay admiración mutua y el marsellés, poco dado a los grandes titulares, fue más que directo cuando se cruzaron el año pasado en octavos de la Champions. "Guardiola es el mejor entrenador del mundo", enfatizó Zizou. Con todo, Zidane empezó a aprender la bonhomía y el carácter cálido de Carletto cuando aún estaba en la Juventus. Esa gestión afable del vestuario como contraposición al bastón de hierro de Marcelo Lippi. 

Hiddink y Van Gaal, claves en los primeros pasos de Koeman como entrenador.

Con Ronald Koeman, siendo holandés, el maestrazgo tenía que ser tulipán. Y fue un auténtico vivero. Al Mundial de Francia 1998 se fue Guus Hiddink con dos escuderos que le sonarán a los aficionados del Barça. Koeman fue uno, el otro... Frank Rijkaard. Un estudio del oficio que Koeman completó como no podía ser de otro modo en el Camp Nou dos años más tarde siendo ayudante de otro holandés icónico, Louis Van Gaal. La conexión holandesa que estableció Johan Cruyff perdura, aunque pueda haber matices distintos entre sus maneras de gestionar el fútbol del Barça.

'Big Jock', muerto en brazos de Sir Alex Ferguson

Quizá el caso más paradigmático de lo profunda que es la unión entre maestro y discípulo y como este llevó la antorcha más allá del Olimpo. John Jock Stein era el técnico escocés que hizo al Glasgow Celtic de los sesenta eterno y siempre vio en Alex Ferguson, ese incipiente entrenador del Aberdeen, a su alumno más aventajado. Por eso se lo llevó como ayudante principal a la selección escocesa y en un Gales-Escocia de altísima tensión en Ninian Park, Big Jock encontró la muerte de un ataque al corazón. El seleccionador empezó a sentirse mal en los minutos finales, se le llevó a los vestuarios y allí, casi en brazos de su pupilo, expiró. Sólo tenía 62 años. Ferguson fue el primero en comunicarle la infausta noticia a los incrédulos futbolistas escoceses. El propio Ferguson aguantó el tipo, hasta que se derrumbó en lágrimas en una estación de servicio a las afueras de Glasgow.

"Fue uno de los mejores de todos los tiempos. Único. Como cuando Fleming descubrió la penicilina. Así fue su grandeza"

Sir Alex Ferguson, sobre su maestro Jock Stein

"Fue uno de los mejores de todos los tiempos, sin discusión", diría con la perspectiva del tiempo el Ferguson que se retiró con 49 títulos como entrenador en la pechera. "Lo que hizo Stein nunca se había hecho y nunca se podrá repetir. Fue único. Es lo que hizo Alexander Fleming al descubrir la penicilina o Alan Turing cuando descifró el código de Enigma. Ese nivel de grandeza". Un recuerdo plasmado, a nivel terrenal, en la estatua dedicada a Jock Stein (Copa de Europa en mano) en un lugar privilegiado de Celtic Park. Pero la trascendencia la tenía desde hace tiempo. "Ya eres inmortal", le dijo otro mito, Bill Shankly, tras ganar aquella Copa de Europa de 1967 al Inter en la final de Lisboa.

La locura es contagiosa

"Dos cosas. Una, defienda siempre al más débil del grupo. La otra, anote qué cosas no va a negociar, pero sepa usted que va a tener que negociar"

Luis Zubeldía, cuando le preguntó a Bielsa consejos para ser entrenador

El Loco con más cuerdos detrás es Marcelo Bielsa. "Somos una generación de entrenadores que somos sus discípulos", certificó hace poco Pochettino, al que fichó como futbolista siendo un chaval y que desde entonces es un devoto absoluto. Guardiola, cruyffista de formación y pensamiento, no le va a la zaga. En 2006 fue a Argentina a aprender de Bielsa en la distancia corta. "Me ayudó muchísimo", ha dicho más de una vez Pep. "Mi admiración por Marcelo es inmensa". El joven Luis Zubeldía (39 años), le pidió consejo cuando accedió al banquillo del Alavés y recibió cosas que no enseñan en la academia. "Dos cosas, Luis. Una, defienda siempre al más débil del grupo. La otra, anote qué cosas no va a negociar, pero sepa usted que va a tener que negociar", fue la píldora bielsiana.

Las ramificaciones en forma de pupilos de Marcelo Bielsa.

Bielsa ha sido el Yoda de una ingente cantidad de nuevos técnicos. El gráfico que diseñó el periodista Karan Tejwani habla por sí solo.

Conte, Ancelotti y el póker 'azzurro'

Antonio Conte pasa por ser el actual campeón de Italia y el último eslabón de una cadena de entrenadores italianos esencialmente ganadores. Purasangres del triunfo. En el Lecce le instruyeron dos clásicos, Eugenio Fascetti y más tarde Carlo Mazzone, pero el aprendizaje en serio llegó de Giovanni Trappatoni. Cuenta Conte que nada más llegar a la Vecchia Signora, tuvo un partido nefasto. Al día siguiente, Trap le vio abatido y se fue directo a él. "Chaval, ¿sigues preocupado por ese partido? Tranquilo, tú vas a jugar muchos años en la Juve". Un espaldarazo que le borró las dudas y donde Conte aprendió ahí el valor de la lealtad entrenador-futbolista, que ahora reclama desde el otro lado. Y eso que su apodo dentro del vestuario va por otros derroteros. El Martillo, le llamaban en la Juve, por cómo golpea y golpea cuando enfatiza sus ideas. Conte aprendió de Ancelotti, como Zidane, en la Juventus. "Carlo fue muy importante para mí", confesó hace unos años en la Rai el entonces seleccionador azzurro. La alternativa. Carletto aconsejó a Zidane acogiéndolo como segundo y ahora, requiebros del destino, recibe un trabajo madridista mejorado a nivel de títulos y gloria por su pupilo. Entre los dos le dieron cuatro Champions al Madrid desde la 2013-14 a la 2017-18. Imposible mejorarlo.

"Nunca he entrenado tanto en mi vida como con él, pero ese hombre es un genio, cambió el fútbol para siempre"

Ancelotti, sobre Arrigo Sacchi

Curiosamente, Ancelotti empezó a dar sus primeros pasos en el oficio siendo aún futbolista. Arrigo Sacchi dio la cara por él y se emperró en su fichaje con la oposición de Silvio Berlusconi porque se trata de un centrocampista con las rodillas destrozadas. Los inicios del de nuevo entrenador madridista en Milán fueron tortuosos hasta el extremo de que Il Cavaliere le tiró de las orejas a Sacchi. "Pediste un director de orquesta que no se sabe las partituras...". Sacchi no se lo ocultó a Ancelotti, lo usó para motivarle y Carletto se aplicó yendo a entrenamientos extra en Milanello con el equipo Primavera hasta que se aprendió el novedoso sistema táctico de su jefe con los ojos cerrados. Ancelotti viene aplicando esa norma desde entonces. Mano izquierda y más trabajo en la sombra del que el público cree. "No uso un látigo, ni siquiera lo tengo. No quiero ser el padre de los jugadores, me limito a ser su amigo y a ser también psicólogo", escribió Ancelotti en uno de sus libros. De fondo, esa admiración por Sacchi, imperecedera. "Ese hombre fue un genio, un revolucionario, cambió el fútbol italiano para siempre... nunca he entrenado tanto en mi vida, era un martillo". Un martello. Como Conte...

Raúl y las reglas de Del Bosque

Raúl tendrá que seguir desde la barrera su afán por entrenar al Real Madrid y continuará la espera mejorando un corpus técnico que empezó a interiorizar dos décadas atrás. La influencia de Vicente del Bosque fue primero esencial en el Rafa Benítez que salió hacia Valladolid y terminó en las calles de Liverpool paseando una Champions League. Aquello fue un aprendizaje entrenador a entrenador (Benítez era el ayudante). Para Raúl, ha sido algo adquirido consciente o inconscientemente de sus días como jugador al lado del posteriormente ennoblecido Marqués de Del Bosque. Por entonces era simplemente Vicente del Bosque, al que Raúl había visto siendo el que abría y cerraba la vieja ciudad deportiva. También el que ganó la Octava y la Novena. Los que trabajaron codo con codo junto al técnico campeón del mundo ven brillar sus enseñanzas en Raúl.

Del Bosque y Raúl, en un acto. Pasado y futuro del Real Madrid.

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