La ilusión de todo un pueblo
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FINAL EUROPA LEAGUE | VILLARREAL - M. UNITED

La ilusión de todo un pueblo

Vila-real desborda pasión y sentimiento con su equipo de fútbol, que ha llevado el nombre de esta localidad de 50.000 habitantes a una final europea. AS se cita con once vecinos de un pueblo industrial, labrador… y futbolero.

En Vila-real todos se conocen. Es un pueblo grande. La mayoría de sus calles son estrechas, un alto porcentaje de sus viviendas son de dos o tres alturas. Por las tardes se sale a la puerta a "la fresca" y los domingos se va al fútbol. Es gente de costumbres en su día a día, de ir su panadería de siempre, su frutería de confianza, a su bar de referencia. Al policía se le conoce por su nombre, los profesores son maestros y a los médicos se les llama de usted. En Vila-real viven 50.000 personas, muchos de ellos vinculados al mundo de la porcelana. Como dice el himno del Villarreal, el club que le da visibilidad en el mundo, es un pueblo "industrial y labrador".

El miércoles 26 de mayo de 2021 quedará por siempre en la historia de Vila-real. Un 5 por ciento de su población se desplazará hasta Polonia para vivir in situ la primera final del Villarreal CF. Y no irán más porque la pandemia lo impide. Como también dice su himno: "La ilusión de todo un pueblo". Pocas letras reflejan tan bien lo que es un club de fútbol para la localidad que lo cobija.

De esa ilusión de todo un pueblo es de lo que trata este reportaje. AS se cita en Vila-real con aficionados que estarán en cuerpo o alma en la final de Gdanks. Sus anécdotas son pequeños trozos de la historia del Villarreal CF, sus relatos transmiten cercanía, empatía, familiaridad. Hablamos con un policía, con el alcalde, con un profesor, con una jubilada, con un panadero, un camarero… Hablamos con una afición que no es un conjunto de gente anónima sino un grupo de vecinos que comparten una pasión.

(REPORTAJE FOTOGRÁFICO: Ángel Sánchez)

Joaquín Font de Mora. Hijo del presidente Font de Mora. Empresario Cerámico

Joaquín Font de Mora

En el nombre del padre

(Joaquín Font de Mora. Hijo del presidente Font de Mora. Empresario Cerámico) En las gradas de la final de Gdanks no podía faltar el apellido Font de Mora, en honor al que fue el precursor y el otro gran presidente del Villarreal. En Polonia estará Joaquín Font de Mora y su hermana, que tienen claro que no podían dejar de ir. Joaquín, es el hijo del que fuera mítico presidente amarillo, al que Fernando Roig compró el club: Pascual Font de Mora.

"Mi padre llevó al equipo a un punto alto, lo hizo llegar a los rincones de España cuando era imposible", asegura su hijo. "Roig ha hecho que el club haya llegado a todos los rincones del mundo de una manera increíble", lo que reconoce le hace feliz y hubiera hecho muy feliz a su padre.

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En la plaza que el club le ha dedicado a su padre, Joaquín recuerda el momento del cambio de poderes, algo que le llegó a su padre "ya en un momento difícil de salud", ya que se le acabaría diagnosticando Alzheimer. Vivió el ascenso y un año en la élite, pero la enfermedad no le permitió vivir mucho más (murió en 2006). Pero recuerda que en momentos de lucidez, si veía algo de fútbol o del Villarreal, sí recordaba lo vivido.

"Mi hermana y yo hemos pasado al infancia en campos de fútbol, son muchas vivencias con el fútbol en mi familia, es algo muy especial", asegura Joaquín. Quién no se cansa de agradecer "el cariño y el trato que tanto el club como Fernando Roig ha tenido siempre con mi padre siempre", asegura.

Cuestionado por lo que diría su padre de la final de Gdanks, asegura que estaría "henchido de orgullo y feliz, muy feliz… si vamos a es para ganarla, pero de no hacerlo, que nos quiten lo vivido".

José Ruperto Díaz Gil. 45 años. Gerente Bar Madrigal

José Ruperto Díaz Gil

En el Bar Madrigal desde 1964

(José Ruperto Díaz Gil. 45 años. Gerente Bar Madrigal) Jose tiene su bar delante del Estadio de la Cerámica, fachada con fachada, 100 metros les seperan. Lo tiene desde 1964. Entonces era al único bar que había cerca del Madrigal, por lo que era el bar del campo. "La gente venía antes del partido, al descanso y después; para beber y comer, pero sobre todo para comentar el partido", asegura.

Sus abuelos abrieron este establecimiento en Vila-real. Jose es la tercera generación de un bar que no se entiende sin el Villarreal y el fútbol. "Mi vida está ligada al campo, lo he visto cambiar y ser lo que es ahora", un estadio que enfatiza que hoy en día es "espectacular".

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"Tener un equipo con tanta historia como el Villarreal tan cerca te hace vivir muchas cosas", tales como "ver como viene Craioveanu a hacerse un café el día que venía a fichar y no lo sabía nadie". O la vez que los seguidores del Rangers "no entraron al campo a pesar de tener entrada y casi destrozan el bar tras un gol".

Su pasión es viajar y seguir al equipo, "sobre todo en Europa", asegura. Tanto que una vez fueron su primo y él "a ver al equipo en un partido en Almaark (Países Bajos) y estábamos los dos solos en la grada de la afición visitante".

Jose en principio no viajará a Polonia: "Tengo varias reservas hechas para esos días y alguien debe guardar al pueblo, pero…- guiñando el ojo y con tono de voz más bajo- igual tengo un par de entradas y al final lo apaño, que una final es una final".

José Benlloch. Alcalde de Vila-real. 46 años

José Benlloch

El alcalde de una ciudad finalista

(José Benlloch. Alcalde de Vila-real. 46 años) José Benlloch es el alcalde de una ciudad que verá a su equipo jugar una final europea. La quinta localidad con menos de 100.000 habitantes cuyo equipo se clasifica para una final europea. Así, Vila-real se verá representada en el mundo, un gran espaldarazo para todos. Para Benlloch, la pareja que hacen el Ayuntamiento y el club es "ganadora", ya que hace que ambos "crezcan y mejoren".

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El Villarreal, en opinión de Benlloch, es una pieza clave "para el crecimiento de la ciudad y en su cambio hacia el futuro", al pasar a ser una ciudad del "deporte y de sus eventos". El consistorio ve en el club "al embajador perfecto, y la máquina a la que nos enganchamos para hacer de esta una Ciudad del Deporte. El Villarreal es la tercera empresa de Vila-real, es un motor vital", reitera.

Benlloch va más lejos, admitiendo que la entidad que preside Roig es la que está ayudando a un cambio en la estructura social y económica de la ciudad. Y lo explica apoyándose en el himno del club, que dice que este es "un pueblo industrial y labrador, y ahora estamos pasando de la mano del Villarreal a ser una ciudad industrial, labradora y de servicios. Ahí entra el Villarreal, ahí está el deporte, siendo una ciudad con un plan diseñado para ser una Ciudad del Deporte y de servicios, lo que generará salud y dinero", sentencia el edil. "Ojalá se culmine con un título".

Fina Marco García. 80 años. Jubilada

Fina Marco García

La chica de oro… amarillo

(Fina Marco García. 80 años. Jubilada) Fina tiene 80 años, de los que más de un tercio de ellos los recuerda viendo fútbol. Primero de niña con sus hermanos, que le llevaban a ver a un primo que jugaba en el Almazora, equipo del pueblo en el que nació. Ya casada, se encontró con una de las pasiones de su marido: el Villarreal CF. Fina nunca ha fallado a su cita con el equipo y con el Madrigal (ahora Cerámica), en la que ha vivido todo lo que ha pasado el club en los últimos cincuenta años.

"Embarazada de mi hija, que ya tiene 50 años, no me perdía partido, en casa y fuera; primero era en los pueblos de aquí, después íbamos a pueblos de Valencia, después por toda España, y ahora voy a la final de Polonia", confiesa. Así, Fina habrá visto ascensos a Tercera, Segunda B, Segunda o Primera, partidos en Europa, y ahora verá una final.

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Ahora es viuda, pero no va sola al fútbol, lo hace con sus dos mejores amigas, también veteranas seguidoras. Un trío muy conocido, a las que los miembros de su peña futbolística (Celtic Submarí), denominan como: Las Chicas de Oro. Las tres han hecho "un poder por estar en la final", ya que asegura "es muy caro el viaje, pero había que ir", a lo que además se suma como refuerzo, que sus hijas le han dicho "que disfrute y que vaya sin dudarlo", sentencia.

Cuando se le pregunta por su alegría, asegura que "mi alegría son mis nietos, mis biznietos y el Villarreal", por ello reconoce que "ha sido duro no poder ver al equipo por la pandemia". Se le iluminan los ojos cuando habla de la final, aunque admite que se tomará "la pastilla de los nervios", y que le acompañará "una estampa de San Pascual" (patrón local y del club). Aunque lo tiene claro: "vamos a ganar, vamos a ser campeones, nos lo merecemos".

Carlos Jorge Bort Poveda. 51 años. Barbero

Carlos Jorge Bort Poveda

El barbero de generaciones de jugadores

(Carlos Jorge Bort Poveda. 51 años. Barbero) La barbería de Carlos Bort es un templo amarillo. Mires al rincón que mires del establecimiento, te recuerda que estás en una barbería 100% del Villarreal. Del techo cuelgan camisetas de muchos jugadores que han pasado por el equipo amarillo, generaciones de jugadores que a su vez pasaron por las manos de Carlos para mejorar su imagen.

El barbero amarillo asegura que todos ellos son más "amigos que clientes", algo que le hace sentir "orgullo de haber estado a su lado en muchos momentos". Y por ello, asegura que "el jugador es un chaval muy normal, que quiere que le hables de todo menos de fútbol", algo que él tiene muy claro que "lo agradecen". Es más, para Bort, ese rato juntos era un momento en el que "estás con alguien que se fía de ti y que te habla con confianza", una cercanía que no se puede tener de otra manera.

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Hablando de la final, se muestra confiado y seguro de que "si hemos llegado ahí es por merecimiento y por ello, con opciones de poder ganarla". Por ello, tiene claro que estará "en Polonia, en la grada y ver con mis ojos lo que va a pasar". Reitera que “acompañar al equipo es obligado y lo es hacerlo con ilusión", aunque admite que "este es un club en el que siempre piensas que ya has tocado techo y después siempre te sorprende".

Del partido con el Manchester lo tiene claro, y asegura que "será largo y sufrido", por lo que hay que ir "mentalizado que la cosa será complicada". Pero avisa y deja claro que "todo lo que he visto me ha marcado y me ha hecho disfrutar", por lo que la clave es "vivirlo y no pensar en más que eso".

Pepe Mezquita García. 53 años. Ex jugador de “pilota”, gerente del Trinquet de Vila-real

Pepe Mezquita García

El campeón de pilota que soñaba ser futbolista

(Pepe Mezquita García. 53 años. Ex jugador de "pilota", gerente del Trinquet de Vila-real) Los padres de Pepe Mezquita regentaban el Trinquet de Vila-real, espacio en el que se juega a la pilota valenciana. De niño quería ser futbolista, lo que le llevó a jugar con las categorías inferiores del Villarreal. Pero llegó un momento que su padre, fanático de la pilota, le dijo que debía decidir. Hizo caso a su padre, se decantó por el deporte autóctono, y la verdad es que no le fue nada mal. Campeón de la Comunidad Valenciana por equipos y semifinalista en individual, fraguando una gran carrera.

Pero Pepe explica que "hice caso a mi padre, bueno casi me obligó, pero lo del fútbol no lo dejé nunca". "Al Villarreal lo he seguido siempre", por lo que se felicita por haber visto "todo lo grande que le ha pasado al equipo en estos casi treinta años". Además, explica que "cuando competía el club siempre me ha apoyado, ha estado a mi lado, y eso es algo muy gratificante".

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Mezquita explica que "Llaneza es un apasionado de este deporte y el presidente de todas las cosas de su tierra", lo que hace que nunca dejen de lado la pilota y otros deportes. Del Villarreal considera que "es algo que al principio parecía una locura, pero hoy lo ves y tienes claro que era algo que podía llegar", y es que para Mezquita "lo que ha hecho Roig con el equipo da para eso y para más".

De la final dice que tiene "un buen pálpito". Recuerda que ha costado "mucho" llegar "y ahora el equipo está muy preparado para ganarla". Lamenta que no podrá "acompañar al equipo", ya que tras mucho tiempo cerrado el Trinquet por la pandemia "debemos abrir y hacer las partidas pendientes (ese miércoles hay una programada)".

Fernando Juan Viñes.78 años. Labrador jubilado y ex directivo

Fernando Juan Viñes

Una jubilación en la Ciudad Deportiva

(Fernando Juan Viñes.78 años. Labrador jubilado y ex directivo) Fernando Juan es un jubilado de 78 años, pero no es de esos que va al parque, juega a petanca o se dedica a ver obras. La pasión de Fernando es ver entrenar al Villarreal, su día a día era estar en la Ciudad Deportiva. Por eso, maldice la pandemia, que le ha quitado el poder estar tan cerca de su equipo.

"Cuando paso por delante de la Ciudad Deportiva me da pena", por lo que "intento pasar poco". Ha visto trabajar a todos los entrenadores, pero recuerda que Marcelino "nos dejaba quedarnos en las sesiones a puerta cerrada, solo nos decía que no os dijéramos nada a los periodistas", explica divertido.

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Lo suyo con el fútbol viene de lejos, de toda la vida, ya que ha sido "directivo del club en tres etapas diferentes", apuntando que era "el que buscaba el dinero para que el club pudiera pagar", algo que admite "era complicado". Fernando explica que "nunca he pedido dinero a nadie para mí, pero para el Villarreal iba a donde hiciera falta". Por ello, tiene claro que "lo de Roig es algo increíble, es una locura que a veces me cuesta pensar que sea verdad". Y ahora "encima llega esta final". Por ello reconoce que se enfada mucho "cuando veo que los más jóvenes no valoran lo que tenemos, no entienden de la dificultad y de lo importante que es todo esto".

Recuerda ver al Villarreal en los años 50, cuando fue campeón regional, algo que apunta "nos pareció lo más". "El día que llegó Roig y dijo que quería jugar en Primera, pensé que estaba loco", dice sonriendo. La final se la pierde en directo porque "debo pasar por el quirófano", pero asegura que "estaré delante de la televisión y veré ganar al equipo".

Manuel Gil Peset. 52 años. Panadero

Manuel Gil Peset

El panadero que siempre está

(Manuel Gil Peset. 52 años. Panadero) Manuel Gil "Masianet" regenta una panadería familiar en Vila-real desde hace años. Reparte el pan con una furgoneta con el escudo del Villarreal y no se pierde ningún acontecimiento en amarillo. "Esto del fútbol me viene de genes, mi madre es la socia cien y poco, tiene más de setenta años, y sigue yendo cada día al campo".

"Fui al ascenso a Segunda de la Línea de la Concepción en autobús, doce horas de viaje, ascendimos y al regreso me puse a trabajar sin dormir". Y rápidamente añade que lo más grande fue "Compostela, el primer ascenso a Primera". Esa experiencia "me marcó a fuego para siempre".

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"Viajar a Gdansk era innegociable", por lo que tras pasar la semifinal del Arsenal le dijo a su mujer que "me iba a la final como fuera". "No hay dinero que pague lo que supone vivir esas cosas". Por ello recalca que "lo grande sería ganar, pero si no lo hacemos, la experiencia es siempre lo mejor".

"Cuando ya te haces mayor es cuando valoras esas cosas, es cuando disfrutas de esos momentos al máximo", reitera. Tanto es así, que reconoce que esta final puede hacer que "cerremos la panadería esos días", ya que como explica "somos tres haciendo el pan y dos nos vamos a la final".

Antoni Pitarch Font. 64 años. Profesor jubilado

Toni Pitarch

El autor del himno

(Antoni Pitarch Font. 64 años. Profesor jubilado) Imaginen que son fanáticos del equipo de su ciudad, del equipo de fútbol de tus abuelos y de tus padres. Imaginen que un día ese equipo sube a Primera y que desde el club te piden que escribas la letra del himno de tu equipo. Eso es lo que le pasó a Toni Pitarch, profesor de instituto, poeta y escritor, al que le llegó este apasionante encargo.

Toni hizo la letra y Alfredo Sanz le puso la música. Así, en cada partido, cuando se sienta en su localidad de abonado, escucha cantar a la grada su himno. "Escucharla en la final va a ser algo muy especial, algo que no podré olvidar nunca". Es por ello que no podía "dejar pasar la oportunidad de estar en la grada de Gdanks".

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Para Pitarch el Villarreal es "una ilusión que me inculcó mi padre de muy pequeño", por lo que se felicita de "haber visto al equipo en este momento con él". Ahora ya no está, pero Pitarch se acuerda de él, y cómo le decía, ya de mayor, el año del primer ascenso, que "no quería morirse ahora, justo ahora que el equipo está en Primera". Su padre lo pudo disfrutar unos años, en los que ya se empezaba a creer en finales como la que verá desde la grada de Polonia.

Como historiador apunta que "esto es hacer y quedar en la historia, algo que no es nada fácil y el Villarreal ya está en ello". Hablando de Gdansk, no puede dejar atrás la profesión de historiador y profesor, apuntando que "allí firmaron el tratado Hitler y Stalin de no agresión", para acabar después siendo los mayores enemigos.

Tàfol Barberá. 59 años. Policía local

Tàfol Barberá

El policía ‘groguet’

(Tàfol Barberá. 59 años. Policía local) Tàfol es policía local del Vila-real desde hace 38 años, los mismos que va al campo. Es miembro activo de una de las peñas más importantes del Villarreal (Celtic Submarí), y se siente "muy orgulloso de ser groguet".

Natural de Castellón, fue de joven seguidor del CD Castellón. Pero reconoce que el Villarreal ha sido "una parte crucial en mi vida en estos 25 años, en los que hemos disfrutado, viajado, hecho amigos, y conocido otros equipos y a mucha gente buena".

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"Era raro ver al equipo y tener que trabajar, no poder estar pendiente de lo que pasaba en el terreno de juego". Reconoce que estos años han sido "muy especiales y no los cambiaría por nada", la gente del Villarreal y de la peña son "otra familia, mi segunda familia", aseguraba emocionado.

Ahora mismo admite que "cuesta creer todo lo que hemos visto, lo que hemos vivido", y ahora encima "nos toca una final, nos toca lo máximo". Y se muestra confiado, ya que ve "un equipo hecho, equilibrado y con la experiencia necesaria", lo que les hace llegar "en el mejor momento".

Cuestionado por la clave del éxito amarillo lo tiene claro, y asegura que "es de Roig". Y añade que es algo que ya vio venir, ya que su primera peña ya estaba dedicada "al presidente Roig".

Salva Verdeguer Costa. 68 años. Enfermero

Salva Verdeguer

ATS en amarillo y devorador de kilómetros

(Salva Verdeguer Costa. 68 años. Enfermero) Salva Verdeguer es un ATS, ahora enfermero, de los de toda la vida. En su carrera ha trabajado muchas veces con el Villarreal, con el otro Villarreal, aquel que necesitaba de la ayuda de todos para subsistir. Ahora disfruta del equipo y de sus logros, algo que ha hecho desde hace muchos años uniéndolo con su pasión de viajar, comer, beber y vivir.

Es curioso, pero Salva mide el éxito del equipo en sus vehículos, ya que con ellos seguía al equipo en cada etapa. Así, explica que "yo empecé a viajar en segunda como una manera de conocer España y acompañar al equipo, por lo que compré un coche que me acompañó años".

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Pero con el ascenso a primera la cosa cambiaba, por lo que Salva explica que "en primera la cosa cambió y cambié a un coche mejor, para seguir con lo de acompañar al equipo". Mientras que llegó Europa, y ahí, ya llegó el avión, con lo que explicaba divertido que "con la Champions casi me arruino, la verdad es que fue muy especial".

El Villarreal dice que es "el gran embajador del pueblo, es el que lo ha cambiado de forma radical". Algo que con esta final ya es el "paso definitivo, la locura", aunque esta vez la verá "desde casa". Para acabar y como enfermero, avisa que "un diazepam bajo la lengua que no hace daño", ya que augura un partido "de muchos nervios", por lo que recomienda visitar a médico si uno ve que va a sufrir demasiado. Y recuerda que en el ascenso de Compostela se pasó la recta final del partido ayudando a dos seguidoras con ataques de ansiedad y nervios, y reconoce que "no es plan".

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