En tiempos de la Superliga, con los grandes clubes europeos y españoles duramente castigados por la pandemia e inmersos en la desesperada búsqueda de soluciones económicas que les permita sobrevivir, llama poderosamente la atención un club que bien podría ser el representante más genuino del fútbol vacío de la España vacía. La Sociedad Deportiva Ponferradina. El suyo es un caso que merece salir en los papeles. Todo lo que concita y le rodea pide a gritos un reconocimiento público. Desde su antigüedad, -en junio comenzará los actos de su centenario, a su privilegiada posición como miembro de pleno derecho del fútbol profesional. Sin menospreciar su actual clasificación, octavo, y su solvente situación económica.
Un club de una ciudad, Ponferrada, de 65.000 habitantes y una comarca, El Bierzo, que ha visto reducida su población en los últimos años a 125.000 vecinos. Allí, la Ponferradina es ‘la Deportiva’ y su presidente, José Fernández Nieto (Toral de los Vados, 1959) es, simplemente, Silvano, el apellido familiar. El Fernando Roig de Segunda con 21 años de antigüedad en el cargo, a los que hay que sumar dos años y medio de vicepresidente.
No es José Silvano de los que se prodiga mucho en los medios, ni siquiera en los locales. Huye del yo, habla siempre en primera persona del plural y le da cierto pudor reconocer que su gestión en estas dos décadas ha hecho de la Ponfe, el apodo nacional de la Deportiva, un club saneado económicamente, con superávit, propiedades… y una aspiración oculta: jugar un día en Primera división.
¿Cómo aterriza usted en el mundo del fútbol?
Por casualidad. Había sido presidente del club de mi pueblo, la Sociedad Deportiva Toralensa. Tenía entonces 25 años. Me llamó el presidente, a quien luego sustituí, Delfrido Pérez. La Ponferradina estaba en Tercera. No tenía muchas ganas, pero me convencieron. Había que echar una mano en todos los sentidos. Teníamos una deuda de 30 millones de pesetas, pero con la ayuda de toda la ciudad, de empresarios de la zona, del Ayuntamiento… fuimos saliendo adelante y hemos podido llegar a lo que somos hoy. En enero de 2000 dimos el salto a la presidencia. Estábamos ya en Segunda B. Toda la temporada en descenso y en el último partido nos salvamos. A partir de ahí fuimos mejorando, creciendo y creciendo hasta que en 2006 ascendimos a Segunda por primera vez en la historia del club y desde 2008 somos Sociedad Anónima.
Desde el primer día tenía claro que el club había que llevarlo como una empresa.
Somos una empresa familiar de 70 trabajadores y la táctica es que los ingresos siempre superen a los gastos
Muy sencillo. Hay unos ingresos y unos gastos y nunca podíamos ni podemos gastar más de lo que ingresábamos. Con esa táctica entendimos que íbamos a salir adelante. Somos unos sufridores. Tenemos que pelear hasta el último euro. El dinero no viene del aire. Me gusta añadir que además de ser una empresa, teníamos que ser una empresa familiar. Este club es una familia, grande, pero una familia. Entre jugadores, técnicos y empleados tendremos unos 70 trabajadores. Todos los futbolistas son profesionales. Tenemos, además, un filial en Preferente, que queremos que suba a Tercera y en el fútbol base tenemos dos juveniles, dos cadetes, tres alevines, tres infantiles, tres benjamines y una Escuela de fútbol para niños de entre 4/5 años hasta 7, que no tienen ficha. Tenemos equipos convenidos y un equipo femenino que tiene su propia directiva, pero es filial nuestro. Intentamos que los jugadores que han hecho carrera larga en el club y se queden a vivir en la ciudad puedan ser recolocados en el club.
La estructura de gestión también es profesional.
Es que somos un club profesional. Tenemos un Consejo de Administración que presido, un consejero delegado que ejerce de director general, Eduardo Domínguez; un director deportivo, dos secretarios técnicos y un director de futbol base… Las cosas luego salen o no salen, pero tenemos una estructura sólida. Nuestro presupuesto es de ocho millones de euros. Y el tope salarial es el más bajo de la categoría, cuatro millones. Los ingresos por televisión cubren el 80 por ciento del presupuesto. El resto son los socios, la publicidad, los sponsors, que aportan unos 500.000 euros. Los más importantes son Herrero Brigantina, Valcarce y Caja Rural.
Tenemos un presupuesto de ocho millones y un límite salarial de cuatro. Ningún jugador gana más de 225.000 euros al año
Su lema es riesgos deportivos, sí; riesgos económicos, ninguno.
Así es. Llevamos tiempo desarrollando el modelo que hace unos años implantó la Liga con el tope salarial, el fair-play financiero… La mayoría de los años hemos tenido superávit y el club económicamente está creciendo cada año más. Tenemos tres millones y medio de capital social, una finca de 84.000 metros para una futura Ciudad Deportiva y un solar de 12.200 metros en el centro para construir una Residencia de jugadores y la sede social del club. El estadio es del Ayuntamiento que nos concede la gestión y la explotación.
La pandemia ha retrasado todos estos planes…
Hemos avanzado, pero con precaución porque la economía lo requería. Hemos dejado de ingresar más de un millón de euros y eso que nuestros seis mil socios se sacaron todos los abonos a principios de temporada. No creo que haya otro caso como este en España. Estamos buscando una fórmula para compensarles ahora que ya sabemos que no habrá público hasta el final. Nuestros abonos son bajos, tenemos los precios de Segunda B, les hicimos un buen descuento y van desde 40 euros los niños a 270 los mayores. Los ingresos por socios suponen el cinco por ciento del presupuesto.
¿Sabe cuánto ganan sus jugadores?
Hay un mínimo en Segunda impuesto por la Liga que es de 80.000 euros al año. Y puede que quien más gane esté por 225.000. Somos la Deportiva. Y si hay algún jugador que cobra un poco más es porque viene cedido y su club de origen también le paga una parte del contrato.
El tope del club con ese presupuesto y esas fichas es casi obligatoriamente la Segunda División. Es muy difícil luchar contra clubes que triplican los ingresos.
No creo que sea todo cuestión de dinero. El fútbol tiene un componente de suerte, de configurar una buena plantilla… No es una matemática. Somos el tercer presupuesto más bajo de la categoría y mira donde estamos y donde hemos estado. Somos octavos y el sábado nos ganó el último. El año que menos te lo esperas, formas una plantilla barata y buena y lo consigues. La Segunda es una categoría magnífica y estamos encantados, pero no renunciamos a nada. El sueño de todo deportivista, nosotros incluidos, es llegar a Primera División.
Llevo 21 años como presidente, pero no soy un loco del fútbol, lo que soy es un loco del trabajo
Al equipo se le hacen muy largas las temporadas. Siempre van de más a menos.
La Segunda es muy larga y muy fuerte. Solo hace falta ver lo que les cuesta subir a los clubes de grandes presupuestos que bajan de Primera. A los modestos nos es muy difícil mantener el nivel. Espero que de tanto llamar a la puerta por lo menos lleguemos a ese playoff de ascenso que hemos tenido a un punto y a un gol en dos ocasiones, en la 12-13 y 14-15, que nos faltó un gol para jugarlo. Pero no podemos infravalorar donde estamos. Si bajas de Segunda, sin derechos de televisión, sería mucho más difícil sobrevivir.
¿Se considera un loco del fútbol?
Siempre me gustó, pero loco, loco… tampoco. Llevo 21 años y soy feliz. Yo siempre he sido un loco del trabajo.
¿Cuándo comenzaba tenía algún presidente idealizado por cómo llevaba su club? ¿De mayor a quién se quiere parecer?
La Ponferradina quiere ser de mayor como el Villarreal
No tenía un presidente especialmente, pero con el tiempo siempre me he fijado en la gestión de Fernando Roig en el Villarreal. Él es quien más años lleva en Primera y nosotros en Segunda. Me gustaría parecerme al Villarreal. Por supuesto. Es un gran espejo en el que mirarse, pero no lo quiero decir muy alto porque estamos a años luz de ellos y no quiere que se malinterprete. Siempre salvando las distancias. Están en una final europea y nosotros estamos aquí luchando por no perder de vista el playoff, aunque ya está complicado. Es un club familiar, como nosotros, que ha ido poco a poco. Lo ha hecho muy bien. En todo los que nos fijemos del Villarreal será bueno para nosotros. Con la familia Roig tengo una muy buena relación.
¿Cómo se ve la Superliga desde la Deportiva?
Uffff…. Nuestra Superliga sería subir a Primera, pero con lo que está cayendo estar en Segunda es un orgullo. ¿Qué cómo la veo? Muy lejos. Es un tema complicado. Prefiero estar como estamos. Comprendo que los grandes clubes españoles y europeos estudien y tiren por lo suyo y me gustaría que lo consiguieran, pero como estamos ahora, todos juntos. En la Liga los clubes de Segunda somos mayoría, podríamos ganar todas las votaciones, pero creo que tenemos que tener solidaridad con los grandes como ellos la tienen con nosotros.
Soy socio del "Real Madrid desde hace 20 años… pero ya está Florentino Pérez que lo hace bien
Usted es muy del Real Madrid…
Bueno… socio desde hace más de 20 años.
Entonces cumple uno de los requisitos para poder presentarse a presidente.
(Silencio) Ya está Florentino, que es un buen presidente.
Los campos adyacentes al estadio, al Toralín, donde juegan todos los equipos de la cantera se llaman Vicente del Bosque. ¿Cómo surgió la idea?
A Vicente me lo presentó Leandro Crespo, otro leonés, en la época de Lorenzo Sanz de presidente del Real Madrid y me abrió las puertas de manera caballerosa. Desde entonces fuimos labrando una buena amistad. Pero poner su nombre a nuestros campos no fue por esa amistad, sino por reconocimiento a lo que había conseguido como seleccionador: ser una vez campeón de Europa y el Mundial. Para nosotros es un honor. Es el pequeño homenaje de Ponferrada.
La Ponferradina es el club más antiguo de Castilla y León.
Sí, el 7 de junio vamos a comenzar a celebrar nuestro centenario.
¿Cómo es la rivalidad con la Cultural?
Bien, normal, es más una rivalidad entre aficionados. Hubo momentos de tensión y piques. Entre los clubes nos respetamos. La Cultural no es nuestra enemiga. No nos fijamos en ella. Nos fijamos en nosotros y ya tenemos bastante. Lo que está claro es que la Deportiva ha traspasado las fronteras de la ciudad y alcanza a toda la comarca del Bierzo e incluso a la provincia de León donde cada vez tenemos más aficionados.
El delantero brasileño es, a sus 38 años y nueve meses, la gran estrella y goleador del equipo. La Ponferradina también tiene su ‘fenómeno’. Es Yuri de Souza, brasileño y tiene 38 años y nueve meses. Si los números no bailan es el tercer jugador más veterano de Segunda después de Rubén Castro (Cartagena) y Diego López (Espanyol) que ya cumplieron los 39. Es, además, el capitán y el gran goleador del equipo. Esta temporada lleva 11 goles en 36 partidos jugados. Una referencia absoluta en el club, adonde llegó procedente del Pontevedra en la temporada 2009-10.
Una búsqueda sobre sus hazañas en youtube merece la pena. Se pueden ver auténticos golazos. De brasileño bueno. Acciones individuales con remates inverosímiles. Con una sonrisa delatadora demuestra su satisfacción. “Sí, tengo que reconocer que hay algunos bonitos. Siempre he marcado goles. Mi ídolo de la infancia, aunque no nos llevamos tantos años, siempre fue ‘el fenómeno’ Ronaldo Nazario (44). No existe otro como él. También me fijaba en Romario, pero no tanto. Me gustaba como protegía el balón, su velocidad con el balón controlado, su definición… No le conozco y me gustaría un día poder hacerlo y hacerme una foto con él. Nuestro portero, Caro, está cedido por el Valladolid y dice que un día hará realidad mi sueño”.
Yuri tiene una receta para mantenerse en forma cerca de los 39 años. “Trabajo mucho en los entrenamientos. Tengo mucha dedicación. Me cuido. Hago una buena alimentación. Todo eso es importante para seguir compitiendo. Es un orgullo jugar a mi edad en un equipo de Segunda como la Ponferradina. Disfruto del fútbol. Acabo contrato, pero me veo para seguir… si me renuevan. Todavía me veo dentro del campo. No pienso en otra vida sin el balón. Ya pensaré en su momento qué quiero ser. Hay posibilidades de continuar trabajando en el club. Sería un honor”.
Compañeros y rivales me llaman viejo, pero de forma cariñosa
Reconoce que algún contrario y también en su vestuario alguno apunta a su edad. “Sí, me llaman viejo, pero nunca despectivamente. Lo hacen con cariño. Hasta los defensas contrarios. La Ponfe es una familia, como dice siempre el presi. A mí después de tantos años me tienen un cariño especial y la gente por la calle me lo demuestra. Ya me he acostumbrado hasta al frío y eso que donde yo nací en Maceió, al norte de Brasil, en invierno no bajan de los 22-23 grados. Claro que llevo mucho tiempo en Europa. Antes de venir para España vivía en Oporto. También frío y lluvia”.
Yuri presume también de su experiencia en China. En la temporada 2015-16, en el mercado de invierno, fichó por el Quingdao Huanghai, de Segunda. “Aunque estuviera poco tiempo por las circunstancias que se dieron no me arrepiento de la experiencia. Me valió la pena humana y futbolísticamente. Tenía dos años de contrato, pero solo me quedé uno. Querían cambiar de extranjeros y me tocó a mí. En cuanto el presi se enteró de lo que me pasaba, me llamó y me volvió a abrir las puertas de mi casa”.