Esta Copa es la Kopa
Esta Copa es la Kopa

EL REPORTAJE

Esta Copa es la Kopa

Athletic y Real afrontan la final de Copa más larga de la historia, un derbi que tenía que haber llegado en 2020 pero se lo llevó por delante la pandemia. La Federación estiró el chicle en busca de contar con público, pero muchos ya auguraban que iba a ser imposible. Nunca se ha dado un partido así en una final, aunque hay quien sostiene que esto no es del todo exacto, que ya hubo una, fechada el 20 de marzo de 1910, cuando la Real compitió como Vasconia Sporting Club y perdió en el campo donostiarra de Ondarreta por 0-1 con gol de Remigio Iza. La Cartuja cobra todo el colorido posible pero sin lo más importante, las aficiones. Los leones persiguen su entorchado 25 y la Real, el tercero. el Athletic ha conquistado la Copa en 14 ocasiones sin perder ningún partido: en 1902 (3 encuentros), 1903 (2), 1904 (sin jugar), 1910 (2), 1911 (4), 1914 (3), 1915 (3), 1916 (1), 1923 (5), 1932 (7), 1933 (9), 1945 (9), 1956 (7) y 1969 (7). Ambos se han enfrentado en nueve ocasiones, con siete triunfos bilbaínos. Hay quien dice que el pique entre ellos se origina por el enfrentamiento de 1911. La Real denunció que el equipo rojiblanco formó ante el Real Club Fortuna de Vigo con tres ingleses que no llevaban mucho tiempo en España. Allí tal vez se encendió la mecha. A partir de ahí, hay mil episodios apasionantes. Vamos con algunos de ellos.

Los grandes momentos del clásico vasco

El fútbol ha asistido hasta ahora a 165 duelos oficiales entre el Athletic y la Real, 147 de Liga y 18 de Copa. En Liga se han registrado 59 victorias para los bilbaínos, 51 para los donostiarras y 37 empates, mientras que en Copa hay 8 triunfos bilbaínos y 6 donostiarras, así como 4 empates. Es el tercer derbi con más historia tras los de Barcelona (172) y Madrid (168).

10 de febrero de 1929

El primer derbi de la historia en la élite en España fue vasco y tuvo lugar en Atotxa hace 92 años. Abrió fuego como goleador el donostiarra Paco Bienzobas (minuto 30), que esa temporada obtendría el primer trofeo Pichichi al máximo anotador de la categoría. Empató Luis Bergareche en el 43'. Este fue después director de la Vuelta a España desde 1955 hasta 1978, cuando la organizaba el periódico ‘El Correo’.

Agustín Sauto, 'Bata', a quien denominaban así desde que un día de niño salió a jugar al fútbol con sus amigos con una bata de andar por casa, fue una referencia realizadora en esos orígenes. Marcó tres goles en la victoria más amplia lograda por los rojiblancos en un derbi en San Mamés (7-0, 1934-35). Ha habido otro 7-0, en un Campeonato Regional en 193, de nuevo con bata luciéndose, hizo otro ‘hat-trick’ y un doblete Iraragorri. Los que albergaron mayor número de goles de la historia fueron un 1-7 en Atotxa el 16 de febrero de 1930, con tres de Gorostiza, tres de Iraragorri y uno de Unamuno I. También se calcó el marcador, pero en San Mamés, el 4 de marzo de 1951, con Zarra como estrella, ya que levantó una manita de goles. Este es el máximo anotador en la historia de los derbis vascos en Liga, con 14 tantos. Y otro 7-1 se dio en un amistoso en 1925. …Telmo es el máximo realizador de la historia de la Copa tras sumar 81 dianas. El delantero de Asua alcanzó esta cifra en 74 partidos, con lo que estableció una media de 1,09 goles por partido.

Iribar-Arconada, dos leyendas en la meta

Iribar es la mayor leyenda que hay en los dos clubes. Sus 614 partidos le ponen el podio absoluto, por delante de Gorriz, que lidera la tabla donostiarra con 599. El Txopo estuvo 18 temporadas defendiendo la meta de San Mamés. Ganó dos Copas y el Zamora en la campaña 1969-70. Siempre le quedará la espina de la final de la UEFA perdida ante la Juventus en 1977. El portero que marcó una época al otro lado de la AP-8 es Arconada, cuarto en el ránking del club con 551 compromisos, en 15 temporadas. Casualmente, el registro del primero es peor en los derbis ligueros es desfavorable: 13 derrotas, cinco victorias y tres empates contra la Real.

Arconada coincidió con los últimos años de Iribar. La primera vez que jugaron un derbi entre ellos fue el 28 de marzo de 1976 (ganó la Real, 3-2), y la última, el 15 de septiembre de 1979 (Athletic 0-Real 1). Se enfrentaron siete veces, con cinco victorias de la Real y dos del Athletic. Arconada estaba bajo los palos de Atotxa el día que la Real se proclamó campeón por segunda vez consecutiva, al ganar al Athletic por 2-1. Ambos tenían su cántico: “Iribar es cojonudo” y “¡No pasa nada, tenemos a Arconada!”.

El derbi de la ikurriña

La mayor goleada de la Real al Athletic llegó en el conocido desde entonces como ‘derbi de la ikurriña’, un 5-0 el 5 de diciembre de 1976, cuando los capitanes de ambos conjuntos, Kortabarria e Iribar, salieron al campo sujetando una ikurriña que les había proporcionado otro jugador de la Real, Uranga, que no estaba convocado. Era difícil encontrar una y Se la encargó a su hermana, Ane Miren, buena costurera: un paño rojo, bandas verdes y blancas, aguja e hilo. La coló como pudo en el estadio. La bandera vasca no había sido legalizada todavía, ya que se asociaba con ETA, y fue recibida por un gran clamor de los aficionados. 40 días después, en aquella España que se reorganizaba tras la muerte de Franco, el Gobierno permitió su uso. La senyera circulaba ya desde algún tiempo atrás. La imagen fue impactante. Iribar y Kortabarria, encabezando sendas filas, con sus compañeros detrás. Era una Real joven, con Murillo y Gaztelu como veteranos entre los que asomaba ya la gran generación de los Arconada, Zamora, Satrústegui y López Ufarte. En el Athletic jugaba, entre otros, Villar. Aquel año alcanzó las finales de la Copa de la UEFA y del Rey, ante la Juventus y el Betis. Desde entonces se dice que cada vez que antes del derbi hay festejo, seguro que gana la Real. Aquella ikurriña artesanal se puede ver hoy en el museo de la Real Sociedad, en el campo de Anoeta.

Aduriz-Satrústegui, los artilleros

La victoria de la Real en San Mamés a falta de cuatro jornadas para acabar la temporada 1980-81, con dos goles del navarro Satrústegui, allanó el camino hacia el primer título liguero de la Real Sociedad. Satrus es el máximo goleador de la historia de la Real, y también el jugador txuri-urdin’ que más goles le ha asestado al Athletic en competición liguera: 13. Su carrera se vio truncada por una lesión de menisco y ligamento cruzado, en 1982. Aduriz ha sido un ejemplo de longevidad. Su mejor rendimiento lo ha ofrecido a partir de los 30: volvió al Athletic en 2012 con 31 años y medio, habiendo marcado antes 23 goles como león y desde entonces logró la friolera de 149 goles. Le apartó del sueño de la final de Copa una lesión en la cadera y la pandemia. Cuando marcaba su equipo no perdía. Aritz colgó las botas con 39 primaveras como sexto máximo goleador de la historia del Athletic, con 172 tantos en 407 partidos oficiales. Es el tercer máximo goleador del Athletic en los 80 años transcurridos desde la Guerra Civil, tras Zarra y Dani. Ha sido el máximo goleador del equipo en 8 ocasiones, registro solo superado por las 10 temporadas de Zarra. Se fue como jugador más veterano en marcar con el Athletic y segundo más viejo en jugar un partido oficial, tras el portero Armando. Entre el debut y el último partido de Aritz como león transcurrieron 17 años y medio. Solo hay dos registros superiores: los de Gainza (Piru ostenta con Belauste el récord de títulos de Copa, con siete) e Iraragorri. Y se fue como el máximo goleador del Athletic en competiciones europeas, con 34 tantos. ¡Con 31 años aún no se había estrenado! Aduriz ha marcado con el Athletic a 48 rivales distintos, récord de nuestra historia. De hecho ningún otro león ha superado los 40.

Los últimos títulos

Los años 80 del pasado siglo tuvieron claro acento vasco. Y en varios casos ambos clubes se vieron las caras en partidos decisivos. En el último partido de la temporada 1981-82, la Real se jugaba su segunda Liga en casa ante el Athletic. La victoria por 2-1, con goles de Zamora y López Ufarte –marcó Sarabia para el Athletic–, le dio el segundo título liguero consecutivo al cuadro donostiarra. Aquel equipo aún es recordado hoy en día: Arconada, Gorriz, Zamora, Larrañaga, Satrústegui, Periko Alonso… un grupo gobernado por Ormaetxea. Después la moneda dio la vuelta. El Athletic ganó el título en la 1982-83, y para ello tuvo que romper una racha de 14 años perdiendo en Atotxa. El derbi de vuelta, en San Mamés, en la penúltima jornada, era fundamental, para seguir con opciones de arrebatarle el primer puesto al Real Madrid. Los goles de Dani y Argote dieron la victoria a los leones. Una victoria en Las Palmas y un tropezón merengue ante el Valencia dieron el título al club bilbaíno, dejando atrñas 27 años de sequía. Era la séptima Liga. Y en la temporada 1983-84, nuevo momento para la historia. Todo se jugó precisamente frente a la Real. Marcó Liceranzu el 1-0, pero en la segunda parte empató Uralde y un escalofrío recorrió San Mamés. Faltaban siete minutos cuando Argote sacó un córner, remató otra vez Liceranzu y le dio el octavo título de Liga al Athletic. Fue, además, el gol 3.000 de los rojiblancos en la historia de la competición. La afición invadió el campo.

Por aquella época se popularizó la celebración de los títulos a bordo de la Gabarra, que surcó la Ría de Bilbao ante un millón de personas en ambos márgenes. Estos días se ha puesto de nuevo de moda por la restauración a la que ha sido sometida, por valor de 200.000 euros, costeados por el Athletic.

Aldridge, primer extranjero

La Real rompió con una filosofía común de no fichar extranjeros en 1989. Eso sí, antes se registró la llegada del sueco Agne Simonsson (Gotemburgo, Suecia, 19 de Octubre de 1935), que permaneció una temporada, la del 61-62. Ese año el equipo descendería a Segunda División. Llegó a disputar 22 encuentros, en los que marcó 8 goles. El rompió la tradición mantenida desde los orígenes de contratar sólo a futbolistas nacionales. Bajo la presidencia de Iñaki Alkiza se cambió la política de fichajes y se abrieron las fronteras en la Real. Aldridge había militado en Newport County AFC, club en el que debutó como profesional; Oxford United F.C; y en el mítico Liverpool. En la temporada 1989-90 llegó a Donostia, pero apenas permaneció en el club dos años. A pesar de ello, su nivel en San Sebastián fue muy alto. En tan sólo 75 partidos con el club txuri-urdin, anotó 40 goles, siendo el referente ofensivo. Desde entonces, es muy habitual ver extranjeros en el equipo blanquiazul. El Athletic, mientras, se ha mantenido fiel a su filosofía de contratar sólo a vascos, aunque ha estirado alguna vez esa idea hasta el límite de lo prohibido con gente como el francés Laporte.

Final inédita

Athletic y Real son clubes centenarios, que atesoran títulos, pero no se han enfrentado nunca en una final de la Copa de España en sus distintas modalidades (Campeonato de España, 1903-1930; Copa de la República, 1931-1936; Torneo Nacional de Fútbol, 1939; Copa del Generalísimo, 1940-1976; y Copa del Rey, desde 1977). Su último enfrentamiento fue en la semifinal de 1987 en una eliminatoria a doble partido (0-0) y (0-1), donde la Real terminó ganando la Copa. Eso sí, la de La Cartuja será la cuarta final vasca de la historia. El Athletic ha estado en las otras dos, una ganó al Vasconia en 1910 y otra perdió ante el Real Unión de Irún en 1913. Este último club se midió con el Arenas, otro histórico, en 1927 y se impuso gracias a un gol de Echeveste.

Etxeberria, Iñigo Martinez, Remiro...

Cada fichaje de uno a otro club ha provocado un terremoto en el norte de Euskadi. El último golpe de efecto lo llevó a cabo Jokin Aperribay arrebatando al eterno rival a Remiro. Una suerte de venganza, si se quiere, por todas las operaciones que terminaron con un txuri- urdin fotografiándose en Ibaigane al lado de un presidente del Athletic. Loren, Lutxo Iturrino y Bittor Alkiza son algunos ejemplos recientes, con el añadido picante en el caso del último de ser hijo del expresidente Iñaki Alkiza. Y en los últimos tiempos han dado ese paso Imaz, Billabona, Iñigo Díaz de Cerio, Xabi Castillo, Balenziaga, Gorka Elustondo y Etxeberria. Se armó una gorda con este último caso, en 1995. Ibaigane pagó la cláusula de 550 millones por una promesa de 17 años que apuntaba muy alto. Marcó una época por la banda derecha de San Mamés. Y ha llegado a ser el tercero en número de partidos con el Athletic. Fue una estrella en un Mundial Sub-20 de Qatar (llegó como suplente, pero una lesión de Morientes le permitió disputar seis partidos y ser el máximo goleador, con siete tantos) y la Real nunca creyó que se lo fueran a arrebatar. El último caso también ha desatado enorme polvareda: Iñigo Martínez llegó en enero de 2018, tras la salida de Laporte y el abono de su cláusula, fijada en 32 millones (ahora tiene 80). Su primera visita a Anoeta fue muy dura, con lluvia de billetes falsos cuando puso el pie en Donostia.

Los nuevos estadios

Bilbao y San Sebastián están unidas también por disponer de flamantes nuevos estadios, aunque con un matiz: San Mamés es completamente nuevo y Anoeta ha reformado su viejo campo, suprimiendo las pistas de atletismo, hasta ha sido rebautizado como Reale Arena por un barniz comercial. En 2013 se inauguró el nuevo coliseo del Athletic, que se asienta en parte sobre los terrenos en donde descansaba la vieja Catedral. Mientras se estaba utilizando el viejo, se fue construyendo el nuevo, en forma de herradura, dejando uno de los fondos pendiente para cuando se demoliera aquel. Finalmente se ha alcanzado un aforo de 53.289 asientos. Hoy es una de las joyas arquitectónicas de Bilbao, junto al Museo Guggenheim y la Torre Iberdrola. La UEFA lo eligió como una de las sedes para la Eurocopa aplazada en 2020. El Reale Arena vio la luz en la campaña 2019-20, después de dos años y medio de obras. El aforo se ha ido a 39.500 localidades. Ya remodelado se estrenó el 14 de septiembre de 2019 frente al Atlético de Madrid y una asistencia récord de 36.000 espectadores. El último derbi vasco en La catedral, el 22 de febrero de 2013, se saldó con triunfo visitante por 1-3 (Ibai, Griezmann, Agirretxe y Carlos Vela).

33 canteranos entre ambos

Los iconos actuales en ambos equipos, jugadores formados en la cantera y que ejercen de estrellas, son Williams y Oyarzabal. Iñaki tiene vinculación hasta 2028, cuando tenga 34 años, y su cláusula de rescisión asciende a 135 millones de euros. Sueña con compartir equipo con su hermano Nico, una de las perlas de Lezama. Va camino de batir a Larrañaga como el jugador con más partidos consecutivos en LaLiga. Va a hacer cinco años sin perderse ni uno. Y Oyarzabal fue tentado en dos ocasiones por el vecino, pero en ambas oportunidades cerró la puerta. Este año ha roto su idilio con los penaltis. Merino le ha restado algo de foco, pero es el jugador franquicia en Anoeta. La Real cuenta en su primera plantilla con 16 jugadores formados en su seno: Zubeldia, Elustondo, Aihen Muñoz, Le Normand, Zaldua, Guevara, Barrenetxea, Gorosabel, Guridi, Roberto López, Illarramendi, Merquelanz, Zubimendi, Sangalli, Oyarzabal y Bautista. Y el Athletic tiene 17: Unai Simón, Herrerín, Núñez, Capa, Yeray, Lekue, Yuri, Nolaskoain, Unai López, Sancet, Zarraga, Vencedor, Morcillo, Muniain, Williams, Iñigo Vicente y Villalibre.

Dani: “La Gabarra es lo más grande que puedes vivir”

Dani, ante la Gabarra

Daniel Ruiz-Bazán es el último león que ha levantado la Copa del Rey. Fue en 1984, hace 37 años, y tiene ganas de que Muniain tome el testigo. En su época se patentaron las celebraciones a bordo de la Gabarra y precisamente junto a esa plataforma y al estadio San Mamés atiende a AS el histórico ‘7’. EI carisma de Dani (Sopuerta, 69 años) es enorme. Es el tercer goleador en la historia del Athletic y uno de los jugadores más amados por la grada. Hasta los jóvenes hoy en día le reconocen.

Estoy un poco hasta las narices, permítame la confianza e ironía, de entrevistarle por ser el último capitán del Athletic que levantó una Copa. Ahora vienen dos finales. Malo sería que aquí no acabe este serial…

¡Tú dirás! Ja, ja, ja. En la mente de todos está que de las dos, al menos saquemos una. Lo ideal sería ganar las dos, pero tampoco seamos egoístas. Sería bueno levantar una Copa en el momento en el que estamos, tal y cómo anda el fútbol, y por cómo está nuestro equipo. Sería un gran triunfo.

Si hay que coger una… ¿el derbi?

Lo miro como futbolista. Si pierdes la primera, va ser más difícil la segunda, no porque sea un equipo u otro, no trato de poner el foco en la rivalidad. Moralmente puede influir que pierdas la primera. Igual haces un buen partido y si caes, le das muchas vueltas a la cabeza. Nos pasó en el 84, todo el mundo pensaba que iba a ganar el Barcelona, y luego el gol de Endika nos dio el triunfo. Igual dominas, crees que puedes ganar y si pierdes, sería muy perjudicial para la segunda. Lo primero es ganar la del sábado, y después que sea lo que Dios quiera.

Poder ganar una Copa 37 años después y tener dos finales en 14 días tiene que crear una ansiedad…

Mucha. El entrenador ha manejado el discurso lógico de pensar en la Liga hasta ahora pero es impensable, porque el jugador tiene un hormigueo… vas mirando el calendario y quitas día a día una hoja, hasta que llega es imposible quitártelo de encima. No ha pasado en la vida. Está mal hecho por parte de la Federación meter dos finales en dos semanas. Lo lógico era esperar un mes o a final de temporada para la segunda. Alguna explicación habrá.

¿Lo de esperar un año para esta final le ha parecido bien?

Antes que el Athletic, las finales y el fútbol, está la vida de las personas, de los aficionados. Tenemos que pensar en la cantidad de hinchas del Athletic que se han ido e intentar evitar que nos deje ni uno más. Cada vez que veo una esquela en el periódico y el escudo del Athletic a la izquierda, se me parte el corazón. Evitar eso es lo más importante. El Athletic es tan grande que ya se celebrará. Los de Bilbao hacemos lo que nos da la gana ¿no? Ahora tenemos que demostrarlo: lo celebraremos cuando nos plazca. Ojalá nos llevemos las dos finales, y como si lo festejamos el 31 de febrero. La gente debe ser prudente y hay que celebrarlo en familia, con banderas y trompetas en los balcones. Cuantos menos riesgos corramos, mejor. No a las aglomeraciones.

Pero ver La Cartuja vacía da un dolor terrible…

Ha sido un año terrible. Estoy viendo el fútbol y parece otra cosa. Veo al Athletic y tengo un sentimiento apático, una tristeza… San Mamés vacío es muy triste. El Athletic vive al 99 por ciento de su afición y no tiene respaldo. Ahora nos llega una situación excepcional, pero hay que imponer la prudencia.

La final aquella, el gol de Endika, la tángana con Maradona…

La Copa, las Ligas… llevaba una trayectoria de muchos equipos cedido, con doce años en el Athletic. Estaba llegando al ocaso de mi carrera y pensaba en la cama: me voy sin conseguir ningún título. Cuando uno hace una carrera larga, lamentas irte sin haber ganado nada. Y de repente me encontré con un título de Liga siendo capitán, uno de Copa y otra Liga. No hay adjetivos en el castellano para explicarte lo que significa. Cuando veo imágenes se me pone la carne de gallina. Ahora hablando contigo veo la Gabarra y se me remueve el alma. Es la mayor alegría del mundo que puedes vivir y los jugadores de hoy en día no han experimentado aquello, pero les puedo decir que es lo más grande que te puede pasar. El Athletic demuestra al resto del fútbol que nuestra filosofía es importante. Poder competir con todos los equipos del mundo con nuestra idea y estar en tres finales, una ya en el bolsillo, es muy grande e importante para este club.

Estamos San Mamés y aquí al lado reposa la Gabarra. Con aquel millón de personas le traerá recuerdos de los más felices de su vida.

Llenarías tres periódicos con las anécdotas, las ilusiones y las lágrimas que eché, los momentos que tuve. Ancianos de ochenta años que se nos asomaban al camión, aquel en el que veníamos de Lemona. Solo querían tocar a Dani. ¡Ni Jesucristo cuando la última cena! Me tocaban la mano y se iban más contentos solo por eso… Fue algo impresionante, es inenarrable. Veías el fondo y una marea de gente… monjas de clausura que nunca salían y allí estaban. Los de las grúas de los astilleros a 30 metros de altura, un tío que se montó un artilugio, una especie de bicicleta para ir al lado de nosotros por la Ría. Fue la ostra. La gente explotó de alegría porque llevábamos 30 y tantos años sin lograrlo y la gente lo tenía muy dentro y explotó.

Es tercero en goles en la historia del Athletic, con 199 en 402 partidos. Aduriz se quedó lejos, sexto. Parece imbatible en la tercera posición.

Ahora es más difícil. Tengo una gran amistad con Aduriz y le decía: no vas a llegar, te va a faltar. Es muy complicado. Si ves las estadísticas de goles, antiguamente en nuestra época nos hacían más y hacíamos más. Antes era raro que en un partido en San Mamés no rematara cuatro o cinco veces a gol. Ahora pasas el primer tiempo y no han llegado ni una. Los sistemas son diferentes, es más difícil. No es porque ahora sean peores o que yo estaba por encima de estos. Jugábamos con tres delanteros: Dani Sarabia y Argote, o Dani, Carlos y Rojo. Y yo como mucho bajaba a medio campo, el míster quería que estuviera fresco cuando el balón andaba por arriba. Si yo bajaba de la delantera al lado de Iribar, volvía a subir y hacía 20 carreras… a la tercera le sacaba el dedo al Txopo y le soltaba: no bajo más, para ti. Era otro tipo de juego. Hoy es más conservador. Vamos a San Mames, metemos ocho tíos atrás y que tiren por donde quieran. Marcan uno y nosotros, lo mismo. Es muy triste el fútbol actual. A veces estoy en casa y mi mujer me dice: estás bostezando. ¡Es que me estoy aburriendo! Me encanta le fútbol pero esto…

¿Si pudiera tachar a uno de la Real sería a Oyarzabal?

Soy un deportista y no tacho a ninguno. No hay cosa que más destete que la gente que odia a la Real o comentarios de esos contra el rival.

¿Pero quién es el que más le gusta del enemigo?

Oyarzabal tiene un algo especial. Pero tienen un equipo muy completo, difícil, superior al nuestro, pero no quiere decir que sea superior en la final. La final la juegas contra el equipo que crees que es más fácil y te crea problemas porque es un momento puntual de hora y media. Tienes que superar nervios, decisiones arbitrales, fallos, expulsiones… todo junto y, al que mejor le sale, gana. No es que la Real sea favorita. Hay quien dice que el Athletic es más experto en estas lides. Yo también tengo a un amigo muy experto que hace unos tabiques de la leche y a veces le salen torcidos y se equivoca. Es el día, el momento y la hora. Está a un cincuenta por ciento y el que sea mejor, ganará.

López Ufarte: “Hace un año la Real era favorita, pero ahora...”

López Ufarte, con una bufanda de la Real

Formó parte de la mejor Real de la historia. Lo ganó todo vestido de txuri-urdin. En la final de 1987, cuando la Real ganó su última Copa, el ‘Petit Diable’ jugó su último partido como realista.

¿Sensaciones?

Para empezar pienso que en una final no hay favoritos. Eso para empezar. Es verdad que el Athletic ha ido hacia arriba y el Athletic un poco hacia abajo, es verdad. Pero eso no quita para decir que la Real tiene mucho más fútbol que el Athletic, y lo lógico es pensar que seremos campeones, si no se cometen errores.

¿Ve parecidos razonables en el camino de esta Real hacia la final y el que hicieron ustedes?

Quizá el formato es parecido. Porque también jugamos en campos del más débil. Y luego ya se hacía a doble partido, como la semifinal contra el Athletic, que ellos pensaron que nos habían eliminado cuando nos quedamos con nueve jugadores pensando en la vuelta en San Mamés. La Real actual ha hecho más o menos lo mismo que hicimos en el 87. El problema es que hace un año la Real si era favorita porque estaba arrasando, y ahora todo está más igualado.

¿Todavía se acuerda de aquella final del 87?

Claro, porque fue mi último partido con la Real, y el último título que logra la Real, marque un gran gol a pase de Bakero, y que luego Arconada paró el penalti decisivo. Pero no fuimos ni Arconada, ni yo, ni Bakero... sino que gana la Copa la Real, gana el aficionado y el equipo, porque jugar con equipo es lo que habría que destacar.

¿Sabía que iba a ser su último partido la final?

No sabía a qué equipo iba a ir, pero sí que iba a ser mi último partido porque ya me lo había comentado el entrenador. Pero yo salí con todo porque quería ganar la Copa.

¿No le sorprende que haya pasado tanto tiempo sin que la Real haya jugado otra final?

No lo sé. En estos tiempos que corren es difícil competir contra los grandes. Pero tiene mérito llegar a esta final. Es muy complicado porque los presupuestos de los grandes son mayores. Ganar títulos siempre es complicado, y creo que la Real no debería dejar pasar esta oportunidad. Hay que ganar como sea, no solo jugar la final.

¿Qué consejo les daría a los jugadores de la Real?

No sé si hay que dar consejos. Pero sí creo que mentalmente hay que ser fuerte y no caer en el desánimo. Hay que jugar concentrado y a tope desde el principio. Debemos aprovechar la dinamita que tiene la Real en ataque. Y nuestra posesión debe ser más vertical.

¿Que sea contra el Athletic le da otro picante a la final?

Una final da igual jugarla contra quien sea, pero si es verdad que ahora mismo todo el mundo comenta todo el rato te comenta que hay que ganarles. Es un aliciente para poderles ganar.

¿Si pierde la Real la final nos metemos en un búnker?

No, que va. Esto es sólo fútbol. Pero es cierto haber perdido algún derbi en Nochevieja por ejemplo, y es noche ni se me ocurría salir de casa. Pero vamos a olvidarnos de esa posibilidad porque hay que ser fuerte y jugar a fútbol, no esconderse y tener miedo de ir a por ellos. Pero no siempre se puede así que lo que tenemos que jugar es el partido.

Las otras finales vascas

La Copa del Rey estrena final con derbi vasco entre Athletic y Real Sociedad. Pero no es la primera vez que se dan cita dos equipos de Euskadi en la pelea por el título. Ha ocurrido en otras tres ocasiones, con el Athletic implicado en dos de ellas y victorioso en una.

                                              20 de marzo de 1910

La primera de esas finales entre equipos vascos la jugaron el 20 de marzo de 1910 el Athletic y el Vasconia Sporting Club de San Sebastián en el campo de Ondarreta de la capital guipuzcoana. El club bilbaíno se impuso en la final por 1-0 con un gol de Remigio Iza.

FICHA DE PARTIDO

Athletic: Astorquia, Arzuaga, Amann, Belauste, Cameron, Grapham, Hurtado, Iza, Burns, Veitch e Iceta.

Vasconia: Bea, Arrillaga, Pérez, Airreveche, Goitisolo, Irureta, Prast, Simmons, McGuinnes, Lacort y Saura.

GOL: 1-0 | Remigio Iza (min. 56)

                                             22 de marzo de 1913

En 1913 el título se lo disputaron el Athletic y el Racing Club de Irún en el estadio de O'Donnell en Madrid. El 22 de marzo se jugó un primer partido que concluyó con igualada a dos goles. Un día más tarde se celebró el encuentro de desempate en el que se impuso por 1-0 el equipo guipuzcoano con un tanto de Retegui.

FICHA DEL PARTIDO

Racing Irún: Ayestarán, Arocena, Carrasco, Izagirre, Boada, Echart, San Bartolomé, Iñarra, Patricio, I. Arabolaza, Retegui.

Athletic: Ibarreche, Solaun, Hurtado, Iceta, J.M.Belauste, E. Eguía, A.Acedo, Zuazo, Pichichi, Cortadi, Pinillos

GOL: 1-0 | Retegui (min. 70)

                                             15 de mayo de 1927

FICHA DEL PARTIDO

Real Unión: Emery; Alza, Bergés; Pedro Regueiro, Gamborena, Villaverde; Sagárzazu, Luis Regueiro, René Petit, Echeveste, Garmendia.

Arenas Club: Jáuregui; Llantada, Críspulo Sesúmaga; Laña, Urresti, Fidel Sesúmaga; Anduíza, Rivero, Yermo, Gurruchaga, Robus.

GOL: 1-0 | Echeveste (min. 117)

La última final entre equipos vascos tuvo lugar el 15 de mayo de 1927 y la jugaron el Real Unión de Irún y el Arenas de Getxo en el estadio Torrero de Zaragoza. La finalísima, a la que asistió el Infante Don Jaime, terminó con empate a cero en sus 90 minutos reglamentarios, por lo que debió jugarse una prórroga de 30. A falta de 3 para el final, Echeveste anotó un tanto que daba el trofeo a los irundarras. Se trató de la última copa del Real Unión y la primera retransmitida por radio.

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