El Valencia fue el primer club en España en tomar medidas para evitar la transmisión del coronavirus y el proyecto ‘Escoles COR Blanquinegres’ uno de los primeros en saber adaptarse a la situación
El Valencia fue el primer club en España en tomar medidas para evitar la transmisión de la COVID-19. Su Ciudad Deportiva se cerró el 27 de febrero a raíz de los primeros casos de contagio con origen en el viaje a Milán para el Atalanta-Valencia de Champions. Ello le llevó a suspender varias semanas antes del confinamiento todo acto ajeno a los entrenamientos y partidos en sus instalaciones. Quizás ello contribuyó a que su reacción a la hora de adaptarse a la pandemia fuera rápida en sus diferentes áreas y actividades del club, como hiciera su Fundación en el proyecto ‘Escoles COR Blanquinegres’.
‘Escoles COR Blanquinegres’ es un proyecto que cumple seis años como motor de “motivación a través de los valores del fútbol” para niños y niñas en riesgo de exclusión social, así como también para internos en el Centro Penitenciario de Picassent y de tres Centros de Menores. “En estos años hemos trabajado con más de 3000 menores y con 50 colegios de la Comunitat Valenciana”, comenta Antonio Salvador, coordinador del proyecto, que simplificando su concepto consiste en unos entrenamientos y charlas semanales con técnicos del Valencia.
“Cuando llegó el confinamiento, teníamos claro que no podíamos olvidarnos de unos chavales y chavalas que han encontrado en el fútbol, en el hecho de sentirse parte del Valencia, un estímulo para mejorar en sus estudios, en su comportamiento, en sus rutinas o simplemente para superar barreras físicas”, remarca Antonio Salvador. Así, apenas dos semanas después de que el Gobierno de España decretase el estadio de alarma y nos encerrásemos en casa, el proyecto ‘Escoles COR Blanquinegres’ estaba ya en funcionamiento vía on-line.
Los directores de los centros nos agradecieron y destacaron desde el primer día la importancia que tuvo para los alumnos los vídeos de ejercicios que les enviábamos. Eran píldoras de ilusión
Pablo Mantilla, director de la Fundació VCF
“Los directores de los centros nos agradecieron y destacaron desde el primer día la importancia que tuvo para los alumnos los vídeos de ejercicios que les enviábamos. Eran píldoras de ilusión”, apunta Pablo Mantilla, director de la Fundació VCF. Antonio Salvador y José Jiménez, director deportivo del proyecto, apenas dos semanas después del confinamiento del país, pusieron en marcha clases on-line (vídeos didácticos, concursos…) con el fin de que los chavales siguieran “sintiéndose parte de un equipo” y continuar con la labor de “eliminar sus barreras físicas y sensoriales”.
Las clases on-line
Así, Rusmila, Yoli, Aaron, Dafne, Kevin, Paula o Mateo pudieron continuar en sus domicilios sus clases los meses de marzo, abril y mayo. “Para los alumnos, el simple hecho de ponerse una ropa de entrenamiento con el escudo del Valencia es una motivación y se esfuerzan para seguir siendo parte del proyecto”, comenta Jordi Iranzo, director del CEIP Luis Fortich, Colegio Oficial de Sordomudos de Valencia en el que reciben clases los niños y niñas mencionados.
Con la llegada del nuevo curso, Escoles COR Blanquinegres, por protocolo sanitario, ha continuado realizándose on-line. Con Lato de padrino, el proyecto se ha reinventado para adaptarse a las necesidades de cada centro educativo. “A nosotros, hacerlo on-line, nos permite que los monitores interactúen con los alumnos sin mascarilla, que son un hándicap para nuestros niños porque les impide leer los labios”, explica Jordi Iranzo, que destaca la importancia de actividades como ruedas de prensa en lenguaje se signos con jugadoras del Valencia Femenino de protagonistas, a quienes también enriquece la experiencia.
Para muchos, por las situaciones económicas en sus hogares, era su primer balón… eso crea dinámicas de entusiasmo y de esfuerzo, porque aprenden que la vida da oportunidades y deben saber aprovecharlas
Antonio Salvador
“Escoles COR Blanquinegres es mucho más que un entrenamiento y lo vemos en la reacción de los alumnos”, apunta Iranzo y recalca Salvador. Este año, uno de los retos on-line es enviar un vídeo a los monitores haciendo toques a un balón que, previamente, les entregó la Fundació VCF a cada alumno. “Para muchos, por las situaciones económicas en sus hogares, era su primer balón… eso crea dinámicas de entusiasmo y de esfuerzo, porque aprenden que la vida da oportunidades y deben saber aprovecharlas”, sentencia Salvador.