"El fútbol nos devuelve lo que nos quitó de mala manera"
"El fútbol nos devuelve lo que nos quitó de mala manera"

ELCHE

"El fútbol nos devuelve lo que nos quitó de mala manera"

Los recordados Marcial y Lico, fuerzas vivas del mejor Elche de la historia, se sientan con el incombustible Nino y repasan las idas y venidas del club ilicitano a tres años de su centenario.

Del 5 de junio de 2015 al 20 de agosto de 2020. Cinco años después de convertirse en el primer club de Primera sujeto a un polémico descenso administrativo por impagos a Hacienda, el Elche ha recuperado su plaza en una promoción de ascenso dramática en la que superó al Zaragoza y al Girona. Esta nueva etapa en la élite invoca a recordar su brillante etapa en la década de los 60 y 70.

El tanto de Pere Milla en el 96 contra el Girona es para el Elche como el de Sergio Ramos para el Real Madrid en la final de Lisboa. Significó el ascenso a Primera y la vuelta a la vida después de cinco años inciertos, incluido el descenso a Segunda B en la 2016-17. Todo ello lo sufrieron Nino sobre el césped y Lico y Marcial desde su corazón franjiverde. Ahora juntos hacen balance.

Se lo terminan de creer, el Elche es de nuevo equipo de Primera división.

Marcial. Como para no creérnoslo después de todo lo que nos ha pasado. Es una ilusion enorme estar de nuevo en la máxima competición. Nos dolió mucho cuando nos bajaron sin ton ni son por cosas de despacho. No he vuelto al fútbol desde entonces, aunque ahora en Primera voy a volver. Me sentó muy mal que los dirigentes cometieran el error tan grande de no negociar con LaLiga. Los demás todos negociaron. Volver a Primera es como recuperar lo que nos quitaron de mala manera. Fue al único club que se descendió por deber cuatro duros. Otros han tenido deudas mayores y nunca pasó nada. Aquí no se supo hacer bien. Hay que hablarlo todo antes de bajar a un club. La culpa era de todos. Ahora se nos devuelve la vida.

Nino. Yo vuelvo al Elche ya en Segunda. Ahora por fin veo cumplido el sueño de jugar en Primera con este club. Lo hubiera preferido muchísimo antes. Lo he peleado y trabajado, pero esto es como la vida. Las cosas llegan cuando tienen que llegar. Me quito una espina de encima con el ascenso y ahora quiero ayudar al equipo a conseguir el objetivo de la permanencia. Para la ciudad, el club y la afición, que es lo más grande que tenemos, es un momento único. Estamos donde nos merecemos. Ahora ya tengo casi todos los deberes hechos. Con 40 años conseguirlo me permite mirar para otro lado con la satisfacción del deber cumplido.

Lico. Suscribo todo lo que ha dicho Marcial. Hemos sufrido mucho todos estos años. Estuvimos a punto de desaparecer. Fue dramático, pero nunca he dejado de venir a ver al equipo. En Segunda, en Segunda B. Nosotros siempre jugamos con el Elche en Primera y verlo en Segunda B fue muy duro. Salir de allí era muy difícil entonces. Lo pasamos muy mal. A nosotros ver al club en Primera nos rejuvenece. Sentimos la misma ilusión que sentíamos entonces, en los 60, cuando éramos un club de Primera en toda regla. Ahora solo nos falta que nos dejen venir al estadio a ver a nuestro equipo en Primera y mantenernos este primer año que es lo más difícil.

"A los de los 60 ver al Elche otra vez en Primera nos rejuvenece, entonces era lo normal pero ahora hemos sufrido mucho".

Lico

Nino, usted qué sabe del Elche de Marcial y de Lico, de ese gran equipo que estuvo en Primera desde la 59-60 a las 70-71 y después desde el 73 al 78.

Marcial. Pero sí él no había nacido qué va a saber de nosotros…

Nino. Es verdad. Nací en el 80, pero sé perfectamente quienes fueron. Llevo lo suficiente en esta ciudad para haber escuchado las gestas de aquel equipo. Ellos eran internacionales. Son historia viva de nuestra camiseta, pero no he podido disfrutar de ellos ni por televisión. He tenido de entrenadores a los dos así que he tenido la oportunidad de sacar lo mejor de ellos, absorber su experiencia y eso ya es importante para mí.

Marcial. De mí poco has podido absorber. Fui mal entrenador para ti. Te sacaba poco y a lo peor estabas o estás un poco dolido conmigo. Seguro que ahora jugarías mucho más. Entonces eras un chaval, tenía 18 o 19 años. Era la temporada 2000-01.

Lico. Nino ha sido siempre muy respetuoso con todos los entrenadores. Yo llevo toda la vida en el club y conozco perfectamente su comportamiento. No ha tenido problemas con nadie. Por eso además de sus condiciones futbolísticos es tan querido por todos en la ciudad.

Marcíal. Estoy de acuerdo, muy educado y respetuoso, hasta cuando yo no le ponía… Ja, ja, ja…

Lico. Fui su entrenador varias veces. Me tenían de chico para todo y si destituían a un entrenador, ahí ponían a Lico. A veces estaba uno o dos partidos, pero ahí estaba.

Nino. También estuvimos en la etapa de Julián Rubio de entrenador. En este deporte se aprende siempre de todos los que tienes cerca. Al menos siempre intenté aprender de mis entrenadores, juegues o no juegues. Comprendo lo que me pasó en la época de Marcial. Empezaba y me tocaba esperar y absorber como una esponja de cara al futuro.

Marcial. De mí se cagaría en la madre que me parió por no ponerle… Pero somos amigos y sabe que son cosas del fútbol, etapas que uno se equivoca o no. Había otros futbolistas. Jugó menos, pero también jugaba.

"Fui entrenador mal entrenador para Nino. Le ponía poco y a lo peor estaba o está un poco dolido conmigo".

Marcial

Nino. Me animaba mucho. Se ponía a jugar con nosotros con su zurdita y salía bien de los lances. Yo no era de tirar faltas, él las tiraba de maravilla y me animaba a que las lanzara en los entrenamientos. Con Lico tuve más contactos. Estaba con Julián Rubio que también era una escopeta buena. Tenía las cosas muy claras. Mucha intensidad. Al final lo que requiere el fútbol es exigencia e intensidad.

Lico jugó con 38 años en el primer equipo. Nino con 40.

Lico. Hice el recorrido a la inversa. Acabé en el Albacete y volví seis años al filial. Me convencieron para que jugara con el Elche unos partidos a mitad de temporada. Iba a cumplir 39 años. Estábamos en Segunda. Carriega era el entrenador. No las tenía todas conmigo porque si jugaba arriba ya no podía volver al Ilicitano y yo era feliz jugando todas las semanas. Jugué solo dos partidos y me retiré. Contra el Cádiz y el Castilla. Era la temporada 82-83. Desde la 65-66 que debuté aquí, no está nada mal.

¿Cómo ven Lico y Marcial a Nino?

Marcial. Le admiro muchísimo. Llegar a los 40 años es algo extraordinario en los tiempos actuales. Los de Lico, eran otros tiempos. Yo a los 33 estaba hecho una mierda y me tuve que retirar. Tenía los tobillos hechos polvo, las rodillas también. Un día fui al médico y me dijo que tenía todos los meniscos rotos, troceados y calcificados. ¿Dónde vas? Me dijo que me ponía una prótesis y ahí estoy. Ahora se entrena muy bien, los jugadores se cuidan mucho más y si tienes la suerte de no tener lesiones importantes, eso es clave, pues duras como Nino. Pero si estás como estaba yo, te tienes que ir. Nino está fuerte, está fenómeno.

Nino. Tiene razón, he tenido suerte con las lesiones. La más grave la tuve con 33 años en Osasuna. En pretemporada me rompí el cruzado. Me recuperé fenomenal. El cirujano me dijo que no iba a tener problemas. A los cuatro meses estaba prácticamente con el equipo.

Lico. Era una edad mala para una lesión tan grave…

Me decía Del Bosque hace un par de días que el Nino que él recuerda que llegó a la Ciudad Deportiva con 15 años se parece muchísimo al Nino de ahora… Que es el mismo tipo de jugador.

Nino. Estuve dos años en el Real Madrid. Cadete y juvenil. Puede que Vicente tenga razón y fuera como soy ahora. No me acuerdo con exactitud. Era un niño. No creo que haya cambiado mucho. Entonces me encantaba meter goles y ahora más. Vivía para ello y no he variado mucho. Recuerdo una anécdota que tuve con él. Era nuestro responsable y siempre íbamos con las chanclas para arriba y para abajo y él siempre me decía que levantase los pies. Siempre los iba arrastrando. Se ponía serio como un demonio y claro a ver quién no le obedecía. Para mí fue un educador en todos los sentidos. Tenía un trato correcto y cálido con nosotros. Hacía mucho hincapié en que fuéramos personas antes que futbolistas. Era el sitio idóneo para aprender.

Se dice pronto pero era la cantera del Real Madrid. Aprendí muchísimo en esos dos años. Vicente me dijo que me querían ceder a otro equipo de la capital. Yo estaba lejos de casa y me apetecía estar más cerca. Surgió la posibilidad con Pedro Pablo, que ahora está de delegado en el Atlético, y entonces era ojeador del Elche y no me lo pensé dos veces. Volví a Vera, a casa, tres o cuatro días y me vine para acá para incorporarme al filial y luego ya me suben al primer equipo en el 99 en Segunda B y en el 2000 ya en Segunda me quedo en la primera plantilla.

Lico. Nosotros fuimos al revés. Yo estuve tres años en el Elche, del 65 al 68 y me ficha el Espanyol, tres años y luego cuatro en el Valencia. Con Marcial solo estuve un año aquí, el 66, que fuimos sextos. Y luego en el Espanyol en el 69.

Marcial. Llego un año antes al primer equipo, con 18 primaveras. Solo estoy dos años porque también me traspasan al Espanyol. Se decía que me quería el Inter y el Real Madrid, pero me voy para Sarriá, que debía ofrecer más dinero. Dijeron que 10 millones. Estoy tres años y me ficha el Barcelona, donde me tiré ocho años, que debieron ser más, pero Michels, el técnico holandés, me quitó del medio porque nos pillaron en una salida nocturna. Ya no teníamos nada que hacer en la Liga. Fue una tontería. Estaba Rexach, pero como era de allí, nadie le tocaba; también Neeskes, que como era holandés, tampoco nadie le tocaba y al único que echaron fue a mí. Fui el gilipollas de la película. Pagué el pato. No me arrepiento de nada. Me fui al Atlético y pasé tres años maravillosos. Hubiera estado más si no hubiera sido por los tobillos. Me lo jorobé en un partidillo de baloncesto que hacíamos la víspera de los partidos.

Lico. Y luego se vengó del Barcelona y un día le metió dos goles de falta en el Camp Nou uno con cada pierna. Es que el 'rubio de oro', como se le llamaba entonces, era muy bueno. No se sabía si era zurdo o diestro.

Marcial. Sí, a Artola en el 78. Ganamos 4-2. Me habían echado y estaba un poco caliente. Me acordé de Michels ese día, sí.

Supongo que Nino estará harto de que se le pregunte cuál es su secreto para llegar a los 40 años en ese estado de forma, pero seguro que hay algo que se nos escapa y que usted si sabe pero no desvela.

Nino. No es muy habitual estar jugando con 40 años. A lo mejor un portero, lo compro. Un delantero no es normal. Es la realidad y hay que vivirla. A partir de ahí: disfrutar, dar el máximo y a vivir la experiencia. Es muy difícil sí. Y más con la exigencia que tienes enfrente. Luchas contra jugadores entre 20 y 30 años, que físicamente son toros. No hay secretos ocultos. Me han respetado las lesiones, como antes decíamos. Los entrenadores regularmente han confiado en mí. Me siento valorado por mis compañeros y eso hace mucho. Otra razón importante es entrar al campo y no aburrirte nunca. Ilusión, pasión. Está bien cuidarse, pero eso lo hacen casi todos los profesionales. Es lo mínimo. Pero luego está todo lo que estoy diciendo. El querer. El levantarme todos los días con la misma ilusión. Ese puede ser el resumen de por qué estoy aquí con 40 años y encantado de la vida. Todo lo que pueda ayudar y disfrutar en el campo es único porque cuando salga de ahí, estoy ya no vuelve y se acaba la historia. Por eso estoy encantado de lo que hago y me está pasando.

Siempre se ha dicho que para jugar, en el más amplio sentido de la palabra, mejor la Primera que la Segunda.

Nino. Por suerte he jugado en las dos categorías. La Primera es otra película. Todos queremos estar aquí, pero es muy exigente, complicada, competitiva. No hay margen de error en ningún momento. Si me dan a elegir me quedo con la Primera, pero también hay que saber que va todo más rápido. El balón corre más. Los jugadores corren más. Los de Primera están elegidos a dedo. Más precisión, más técnica, más táctica. Todo cambia.

¿Ha cambiado mucho el Nino delantero de hace diez años con el Nino de ahora?

Nino. Me voy reinventando. Vas perdiendo detalles y ganas otros. No tengo los mismo 30-40 metros que antes, pero intento comprender mejor el juego, ganar esos dos metros que te den ventaja anticipando la acción. Tengo que estar más vivo y atento al juego. Ahora me gusta estar más en contacto con el balón. Bajar más apoyar, a participar. Antes era más un delantero de referencia. Estos últimos tres cuatro años, bajo más, llego desde atrás.

Marcial. A Nino lo hubiera visto perfectamente en nuestra época. Coincido en el análisis que se ha hecho de sí mismo. Ha sido un jugador muy inteligente, que se ha superado, que ha intentado mejorar día a día, año a año y lo ha conseguido. Es listo, vivo, sabe hacer las cosas con el esfuerzo que exige. Sabe desmarcarse. Tiene un buen control a un toque. De lo mejor que tiene. Se deja el remate preparado en ventaja. Sabe buscar la espalda, la anticipación. Que siga así porque le está saliendo perfecto.

Lico. Su control orientado siempre ha sido su especialidad. Se deja la segunda jugada preparada. Es admirable con la facilidad que lo hace. Nosotros teníamos a Vavá que fue Pichichi en Primera, pero no arrancaba desde atrás como Nino, era más de área. A Nino le viene bien llegar desde atrás, tener una referencia por delante. Como hace ahora. El gol de Zaragoza fue la mejor prueba. En el Espanyol jugamos con Cayetano Ré, que era aún más pequeño que Nino, tenía una gran técnica.

Nino. Lo que realmente me gustes cada vez más es estar en contacto con el balón. Me da lo mismo tener una referencia arriba que no. He sido un nueve puro y ahora juego más por detrás como segundo delantero o mediapunta. Sea donde sea hay una competencia bonita en el equipo e intentaré jugar lo más posible.

Marcial. A ti te viene mejor eso que romperte directamente con los centrales, llegar desde atrás.

¿Qué defensa le ha amargado más la vida?

"En el campo si me dan no me quejo. No hablo, pero tampoco me escondo. Me han pegado mucho, ahora menos".

Nino

Nino. Uffff… En Segunda hubo muchos que daban mucho miedo. Ahora con el tema del VAR están más controlados. Ha cambiado un poco. Hubo momentos que me dieron bien. Mucho peligro de decir, por ahí no voy. Por ejemplo una defensa con Javi Navarro y Prieto era decir cuidado la tarde que me espera hoy a mí. ¿A dónde voy? ¿Contra éste o contra éste? Dos armarios, dos bestias. Eran momentos complicados. Yo no suelo quejarme. No suelo hablar, No vale de nada. Si hablas te van a dar más fuerte todavía, así que me callo. Si me dan, que lo vea el árbitro y seguir la jugada. No hablo pero no me escondo. Nunca. Estoy es competir. Es la exigencia. En el ruedo te esperan esas cosas y por suerte cada vez menos, porque antes era excesivo.

Terminemos recordando cómo era aquel Elche de los 60 en el que jugaron Lico y Marcial.

Lico. Entonces jugábamos un 1-4-3-3. Era un equipo muy ofensivo. En el 64, antes de llegar nosotros, habían sido quintos con Heriberto Herrera, la mejor clasificación de la historia, pero era otra clase de equipo. Nosotros quedamos sextos pero daba gusto vernos jugar al ataque. Marcial con 19, yo con 21. Siete titulares con 20 años y poco. Era una maravilla.

Ustedes dos eran el complemento perfecto. Lico defendía más y no paraba de correr y Marcial era la técnica personificada.

Marcial. Yo jugaba más en la mediapunta, Lico era más pivote, pero iba y venía.

Lico. Teníamos a Lezcano que era el más defensivo. Yo corría pero me gustaba llegar. Me gustaba fácil, muy fácil. Marcial tenía gol. Un gran disparo con las dos piernas.

Es curioso que Lico solo jugara tres años en el Elche y Marcial, dos y sin embargo todo el mundo les reconoce como leyendas del club.

Marcial. Porque somos de la casa desde juveniles y volvimos aquí cuando dejamos de jugar.

Lico. Marcial y yo llevamos juntos desde juveniles. En Barcelona, estábamos en distinto club, pero vivíamos al lado y estábamos casi siempre juntos. Luego entrenadores. Él primero y yo su segundo y al revés. Estuve de director deportivo y él de entrenador. Somos parejas de hecho.

Back to top