Simeone quiere hacer historia en la reanudación de la Champions. Su pasado ratifica que el argentino no entiende de imposibles. Llegó al Atlético en enero de 2012 en un momento complicado tras la eliminación del equipo ante el Albacete en Copa del Rey. Lo cierto es que en menos de seis meses ese mismo conjunto estaba levantando la Europa League. Aquel fue el preludio de una larga lista de gestas que le convierten en uno de los mejores entrenadores de la historia. Porque Simeone gusta tanto en su club que cuando los grandes de LaLiga apostaban por cambios, él siempre seguía. Esta es su novena temporada y no parece que su adiós vaya a estar cerca. A sus 50 años, ya ha demostrado que la garra es su marca de identidad. Pero ni mucho menos es la única: corazón, orgullo, pasión, tensión... La lista es casi interminable.

Hoy empieza la recta final para conseguir la Champions. Una Champions que se le resiste y que su entorno más cercano confiesa que terminará levantando. El tiempo dirá, pero ante el Leipzig el Atlético tiene la oportunidad de estar en semifinales y tener a Simeone en estos partidos es un seguro de vida. La eliminatoria ante el Liverpool fue el germen de lo que puede terminar en algo histórico. Todos los equipos que han ganado la 'Orejona' han protagonizado remontadas tan épicas como esa. 

Nadie. Absolutamente nadie. Ningún entrenador actual de LaLiga ha estado tanto tiempo en el banquillo como Simeone. Desde su llegada hasta la actualidad han pasado más de 90 técnicos nuevos en Primera. Si sumamos los entrenadores de Madrid, Barça, Sevilla, Valencia nos encontramos con que más de 35 técnicos han dejado su puesto. El míster que más 'sombra' le plantó en cuanto a duración fue Paco Jémez: el canario estuvo cuatro campañas seguidas en el Rayo.

Centrándonos en el eterno rival, cuando Simeone llega se encuentra con Mourinho. La etapa del luso abre la oportunidad a Ancelotti, quien está dos temporadas y en una de ellas con Zidane de segundo. El fracaso de Benítez también lo vio un Simeone al que le tocó aplaudir el ciclo de oro de Zidane y su corto adiós. Porque después de Lopetegui y Solari, el francés volvió. En definitiva, el argentino ha vivido in situ los últimos 7 grandes cambios en el banquillo blanco. Desde la despedida de Mou, hasta el inicio de segundo de Zidane, sin olvidarnos de las Champions...

Simeone es el entrenador del Atlético que más títulos ha conseguido. El Cholo ha conquistado siete titulos desde que llegó a la entidad hace ocho años. Comenzó entonces una etapa gloriosa en la entidad madrileña. En enero de 2012 cogió las riendas del Atlético y esa misma temporada ganó la Europa League. Lo hizo ante el Athletic, en Bucarest, en una gran noche de Falcao. Poco después ganó la Supercopa de Europa en el que muchos consideran el mejor partido europeo del Atlético. Los del Cholo derrotaron 1-4 a un Chelsea que no pudo hacer nada ante Falcao, otra vez imperial, y compañía.

Pero el trofeo que cambió todo fue la conquista de la Copa del Rey de la temporada 2012-13. El 17 de mayo el Atlético de 2013 dejó atrás años de penuria y sufrimiento ante el Real Madrid. El gol de Miranda está ya en la historia de la entidad. El Atlético entendió que podía darle guerra a cualquier equipo. Ese triunfo supuso un antes y un después en la entidad.

En la temporada 2013-14 el conjunto madrileño se llevó el título liguero, con un partido ante el Barcelona que forma parte de la leyenda de la entidad. Godín marcó de cabeza y le dio el título al club madrileño, el décimo de su historia. En Lisboa llegó la desilusión al no poder conquistar la Champions, pero el equipo se repuso pronto y le ganó al Real Madrid la Supercopa de España. Un título menor, aunque con el Madrid de por medio no se puede considerar tal.

En ejercicio 2017-18 el Atlético, que hizo una mala fase de clasificación en Champions, ganó la Europa League. Se enfrentó en la final al Marsella, en un partido en el que Fernando Torres pudo ganar un título con el equipo de su vida. Y la revancha europea ante el Madrid llegó con la disputa de la Supercopa de Europa en Tallín. Ganaron los rojiblancos en una gran noche de Diego Costa y el Atlético se proclamó supercampeón europeo.

A Simeone sólo le falta ganar la Champions. Perdió dos finales pero lo sigue intentando. También perdió otra final, de Supercopa de España, ante el Real Madrid, y de nuevo por penaltis. El Cholo quiere seguir aumentando su palmarés. Luis Aragonés consiguió seis títulos. Los dos, junto a Marcel Domingo, son los únicos rojiblancos que han ganado el título liguero como jugador y entrenador.

El 23 de diciembre de 2011 cambió la historia del Atlético. El nuevo proyecto, ya sin Agüero y Forlán y con Falcao, Arda o Diego como nuevos líderes no arrancaba y la eliminación copera contra el Albacete (2ªB) se convertía en la sentencia para Manzano. Ahí llegó la apuesta por el Cholo Simeone como técnico, un antiguo héroe sobre el campo, pero cuya experiencia en los banquillos en Europa era escasa, con únicamente seis meses en el Catania italiano. Su papel en el Racing argentino le avalaba, pero en River había tenido altibajos, participando en el título pero también en el descenso.

Una decisión que en su día acumulaba dudas y que se ha convertido en el acierto más trascendental del club, cuanto menos en la historia moderna. Simeone, uno de los líderes del Doblete, aterrizaba convencido de que era el idóneo para reflotar a un conjunto plagado de talento pero que no representaba la palabra equipo. El Cholo no buscaba estirar el cariño que se había ganado entre la afición por su entrega y pasión como futbolista, sino para hacerse valer por su filosofía en el banquillo. "Nos gusta un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador. Lo que nos llevó a los atléticos a identificarnos con esta gloriosa camiseta" explicaba en su presentación en lo que sería el preludio a más de ocho años extraordinarios.

Consciente de que para llegar a la meta había que ir pasito a pasito, el partido a partido ha representado una de las etapas más brillantes del Atlético y a un Simeone que ha formado una simbiosis ideal con todo lo que representa el Atleti. Pocas veces en la historia del fútbol una grada ha llegado a tal comunión con un entrenador como lo que ha ocurrido con el Cholo: un hincha rojiblanco sobre el césped con la mentalidad de un espartano y la inteligencia del mejor estratega. El color rojiblanco corre por la sangre de Simeone, que ha formado un binomio con el Atlético que ya es infinito.