Hay un dicho popular que dice: "Ten cuidado con lo que deseas, que se cumple". Y en el fútbol, la concesión del ambicioso deseo de jugar en Europa tiene una letra pequeña no escrita que advierte del riesgo de perder a categoría. Estos seis equipos tocaron el cielo de jugar en Europa, pero aterrizaron en el infierno de descender a Segunda en la misma temporada.
No todos los equipos resisten la exigencia de jugar tres competiciones sin renunciar a nada en ninguna de ellas. En las veinte temporadas completas que se han disputado en lo que va de siglo XXI, hasta en ocho ocasiones, clubes españoles que han jugado en Europa, han terminado descendiendo a Segunda. El Espanyol ha sido el último equipo en sufrir la maldición de jugar competición europea. Antes, ya habían sufrido 'de éxito' Villarreal, Betis, Alavés, Zaragoza y Celta (estos dos últimos lo han padecido dos veces).
Hace un año el Espanyol acababa de golear 4-0 al Starjman islandés. Parecía el inicio soñado para un equipo que había vuelto a jugar en Europa y que estaba llamado a consolidarse en la zona alta de la clasificación. Nada hacía presagiar que fuera a sufrir la maldición europea de bajar a Segunda. En Europa sus oportunidades se acabaron en dieciseisavos, al cruzarse con el Wolverhampton inglés y se ha pasado la mayoría de las jornadas de Liga en puestos de descenso. A pesar de tener una plantilla valorada en 130 millones, según Transfermarkt, jugar Europa le ha salido caro al equipo catalán.
Esa temporada el Betis comenzó centrado en la Europa League y en la Liga pronto dio señales de pasarlo mal. En la jornada diez entró en descenso y ya no salió en lo que restaba de campaña, de hecho, al terminar la primera vuelta ya tenía la salvación a siete puntos. No obstante, hizo buen papel en la Europa League, hasta que llegaron los octavos de final. En esta ronda cayó eliminado contra el Sevilla, en la tanda de penaltis. A esas alturas, en la competición doméstica ya estaba sentenciado al descenso.
El Villarreal ha sido uno de los últimos equipos en sufrir la maldición de Europa. Tras varias temporadas en las que se había acostumbrado a competir en la Champions, dónde llegó a ser semifinalista, sólo el Arsenal parecía empeñado en frustrar el sueño europeo amarillo. Sin embargo, en la temporada 20011-12, el equipo se resintió mucho de la eliminación europea. No pasa de la fase de grupos y cae en diciembre. El equipo se encuentra en ese momento en el puesto 17, empatado a puntos con el equipo que marca el descenso, corría la jornada 16. En la 18 cae a puestos de descenso y ya no consiguió salir de la zona peligrosa hasta que, en la última jornada, acabó certificando su caída a Segunda División.
Esta fue la última campaña en la que el Zaragoza jugó la Copa de la UEFA, tras quedar sexto en la temporada anterior. Sin embargo, el Aris griego les dejó fuera de la competición a las primeras de cambio. Inicialmente no parecieron acusar el golpe, ya que en la jornada 8 estaban instalados en la octava posición de la tabla, con los mismos puntos que el sexto, puesto que daba acceso a jugar en Europa. Sin embargo, en la jornada 19 ya estaba a diez puntos de los puestos europeos y a dos del descenso. La temporada se complicaba. En la segunda vuelta sólo sumó 20 puntos de los 57 posibles y acabó antepenúltimo a un punto de la salvación.
Fue apeado a las primeras de cambio por el Wisla de Cracovia, en la tanda de penaltis.
Copa de la UEFA
Esta situación ya la había vivido en la temporada 2001-2002. En aquella ocasión, el Zaragoza se había hecho acreedor de una plaza para disputar la Copa de la UEFA como campeón de Copa, tras eliminar al Atlético de Madrid en semifinales e imponerse al Celta con un claro 1-3, si bien en la Liga había pasado apuros y había salvado la categoría por un punto. En esa temporada 2000-2001, también había jugado la Copa de la UEFA, aunque fue apeado a las primeras de cambio por el Wisla de Cracovia, en la tanda de penaltis. Sin embargo, el susto de la anterior temporada no evitó que la maldición europea cayera sobre el Zaragoza en la temporada 2001-2002 y el equipo blanquillo acabó último de la clasificación con 37 puntos y condenado a jugar en Segunda, tras sólo sumar nueve victorias y diez empates.
Recién ascendido a Primera volvió a colarse en competiciones europeas, en esta ocasión en la UEFA. En Vigo, esperaban tener la lección aprendida de lo ocurrido unas temporadas atrás y con una plantilla remodelada liderada por Gustavo López, uno de los jugadores que seguían en la plantilla de la 2002-2003 y estandarte del nuevo EuroCelta, apoyado en el goleador brasileño Baiano. Sin embargo, se repetía la historia, en Europa caían en octavos, en esta ocasión a manos del Werder Bremen. En Liga volvían a quedarse en la fatídica cifra de 39 puntos, con diez victorias y nueve empates. Quedaron antepenúltimos a un punto de la salvación, de nada sirvió el pleno de victorias en las tres últimas jornadas ante Betis, Atlético y Getafe, la maldición europea se cebaba con los vigueses tres temporadas después.
Y es que el equipo vigués volvía a sufrir la maldicion de soñar con Europa. Lo había experimentado en la temporada 2003-2004. Sin grandes revoluciones, la base del equipo era la misma que la temporada anterior había conseguido un billete para la Champions, con Mostovoi liderando al equipo, pero con el refuerzo ofensivo de Milosevic. Llegaron a octavos de la máxima competición continental, pero el Arsenal les eliminó. No obstante aquel Celta había conseguido ganar un partido al Milan y otro al Ajax en la fase de grupos. Sin embargo, en el campeonato nacional sólo consiguieron nueve victorias y 12 empates. Con 39 puntos y en el puesto 19 acabó descendiendo a Segunda.
Una victoria y dos empates en los últimos diez partidos le condenaron al penúltimo puesto.
El Alavés todavía tenía en la retina la final de la Copa de la UEFA que había disputado y perdido frente al Liverpool en la temporada 2000-2001, después de eliminar a equipos como Inter de Milán, Rayo Vallecano o Kaiserlautern. Tras este éxito, se mantuvo cerca de los puestos europeos y en la temporada 2002-2003, volvió a clasificarse para la Copa de la UEFA. Cegado por el reciente éxito, quisieron repetirlo, sin embargo, no pudo ser. El Besiktas turco dio al traste con las ilusiones europeas alavesistas, en la competición liguera una victoria y dos empates en los últimos diez partidos le condenaron al penúltimo puesto. Esa es la última vez que los vitorianos han jugado en Europa.