Favre dispone de una plantilla ideal para sus ideas: fútbol vertical y veloz. La marcha de Pulisic la ha paliado con Brandt y Thorgan Hazard. Los goles serán cosa de Paco Alcácer.
El Borussia Dortmund recuperó la pasada temporada gran parte del terreno que había perdido los últimos años. La afición amarilla volvió a ilusionarse con su equipo y por momentos vio posible volver a ganar la Bundesliga (llegó con posibilidades de ser campeón a la última jornada) y acabar con la hegemonía del Bayern. De hecho, quedó la sensación de que finalmente no ganó la liga alemana más por deméritos propios que méritos del Bayern. Esas derrotas en campos donde debía haber ganado (Augsburgo o Fortuna Dusseldorf) fueron una losa para finalmente no ser campeón.
El Dortmund es consciente que el año pasado perdió una gran oportunidad de volver a ser campeón, pero ese hecho tiene que valerle para confiar en que este año luchará de nuevo contra el todopoderoso Bayern para ganar la liga. Para ello, la directiva del Dortmund se movió muy rápido en el mercado y de forma inteligente. Sabedores desde el pasado mercado invernal que Pulisic saltaría al Chelsea en verano por 64 millones, la dirección deportiva se apresuró a anunciar fichajes nada más terminar la Bundesliga.
Y la política de incorporaciones llevada a cabo no ha podido ser estratégicamente más acertada. Copiando lo que lleva haciendo el Bayern toda su vida, el Dortmund firmó jugadores de los equipos del segundo escalón de Alemania. Thorgan Hazard, del Gladbach; Schulz, del Hoffenheim y Brandt, del Leverkusen, llegaron por un poco más del dinero ingresado por Pulisic. Tres refuerzos de calidad que debilita a posibles rivales y que le refuerza de cara a luchar por ganar la Bundesliga. La guinda al proyecto la puso el regreso de Mats Hummels, que vuelve a casa para dotar de solidez en la zaga a un Dortmund que vuelve a estar ilusionado y que no descarta nada esta temporada.
Altas: Mats Hummels (30,5M€ – Bayern Múnich), Thorgan Hazard (25,5M€ – Borussia Mönchengladbach), Nico Schulz (25,5M€ – Hoffenheim), Julian Brandt (25M€ – Bayer Leverkusen), Mateu Morey (libre – Barcelona), Alcácer (21M€ – Barcelona).
Bajas: Abdou Diallo (31M€ – PSG), Isak (6,5M€ – Real Sociedad), Toljan (cedido – Sassuolo), Passlack (cedido – Fortuna Sittard), Pulisic (64M€ – Chelsea), Philipp (20M€ – Dinamo Moscú), Rode (4M€ – Eintracht), Kagawa (3M€ – Zaragoza), Toprak (cedido – Werder Bremen), Schürrle (cedido – Spartak Moscú), Sergio Gómez (cedido – Huesca).
La estrella: Marco Reus
En un Borussia Dortmund donde destaca más el equipo por encima de las individualidades, si habría que destacar a un jugador ese sería Marco Reus. El centrocampista alemán tuvo por fin un año donde fue respetado por las lesiones (sólo tuvo que parar tres semanas por problemas físicos) y cuando eso pasa saca a relucir su calidad. Además, Reus siempre había tenido cierta facilidad para ver portería para ser media punta y este año lo confirmó. En 27 partidos en Bundesliga, anotó 17 goles, una cifra que le colocó como segundo goleador del equipo, sólo con un tanto menos que Alcácer (18). Esta temporada Reus aspira a repetir los mismos registros del pasado y sobre todo tener la misma continuidad que el pasado año. Así volveremos a ver al mejor Reus.
Entrenador: Lucien Favre
Lucien Favre sólo necesito unos meses para mostrar el Dortmund que quería. El técnico suizo tuvo claro desde el principio que tenía que recuperar ese Dortmund vertiginoso que logró Klopp. Las señas de identidad eran claras: fútbol vertical, veloz, de contraataque mortífero. Lo consiguió. Logró mezclar bien a Reus, al que volvió a sacar su mejor versión como ya hizo en el Gladbach, y a Sancho y recuperó el olfato goleador de Alcácer, alicaído tras su paso por el Barcelona.
Favre practicó un juego tan vistoso que encandiló en los primeros meses de competición no solamente a Alemania sino al resto de Europa, con una gran fase de grupos en Champions. El espíritu, por tanto, de esta temporada será el mismo. Las líneas son claras y además ha fichado jugadores (Hazard y Brandt) ideales para la forma de jugar del entrenador.
En su once tipo no faltará Witsel, la base sobre el que se sustenta todo el engranaje del equipo alemán. Junto a él formará Delaney, un jugador fuera del foco pero de grandísimo rendimiento. Por delante, si Favre apuesta por jugar con un nueve puro, no tendrá sitio para los cuatro jugones (Reus, Brandt, Hazard y Sancho), partiendo Brandt con menos opciones de entrar en el once. Sin embargo, el técnico, para hacer hueco al ex del Leverkusen, puede volver a apostar por Reus de falso nueve, siendo Alcácer el damnificado. En cualquier caso, hay muchos partidos y será el calendario el que en muchas ocasiones dictará el once. Detrás, los laterales (Achraf y el recién llegado Schulz) serán vitales en el juego alegre y vistoso del Dortmund. Favre quiere correr y gustar. Está en el equipo indicado.