La semana de los Clásicos enfoca más que nunca a Luis Suárez, ahora delantero en duda. El declive goleador del uruguayo esta temporada ha reabierto el debate sobre su figura. Suárez marca menos que nunca, un gol cada 164 minutos, su media más pobre (141’ en la 2014-15, 87’ en la 15-16, 116’ en la 16-17 y 143’ en la 17-18). Su balance se ha estancado en un tanto cada dos encuentros (17 goles en 34 partidos). Esta cifra no coincide con su peso histórico en el escalafón goleador del Barcelona. El charrúa luce como el quinto máximo realizador de la historia del club azulgrana con 169 goles, sólo por detrás de Samitier (185), Kubala (194), César (232) y, cómo no, Messi (585). Su efectividad se ha resentido este curso desde su llegada al Camp Nou en 2014, pero ¿por qué sufre está pérdida de eficacia?
La extraordinaria capacidad goleadora que ha demostrado Luis Suárez a lo largo de su carrera ha decaído a causa de diversos factores que se pueden cuantificar de algún modo. El primer análisis debe mirar al número de remates que realiza por partido esta campaña en comparación con las anteriores. Suárez promedia 3,6 disparos por encuentro, una cifra idéntica a la de la temporada pasada y mayor que las de la 2016-17 (3,1) y 2014-15 (3,0). Sólo en la 2015-16, curso en el que hizo 59 goles y se alzó con la Bota de Oro, tiró más (3,7). Sin embargo, la estadística muestra la disminución de sus remates a portería. Su recuento de disparos dirigidos entre los tres palos sobre el total que ejecuta desciende paulatinamente desde su segundo año (47% en la 14-15, 50% en la 15-16, 47% en la 16-17, 45% en la 17-18 y 42% en la 18-19). Esta desorientación se puede explicar a partir del aumento de sus remates desde fuera del área, un parámetro que desliza su ansiedad por encontrar el gol en escenarios que no invitan a ello. El uruguayo registra 28 disparos de este tipo en los 34 partidos que ha jugado. A estas alturas de la competición ya ha superado los guarismos de las campañas anteriores a excepción de la 2017-18 (31 en 51 encuentros). La consecuencia más inmediata se contempla en su mermada dinámica goleadora. Tal y como muestra el gráfico inferior, Luis Suárez necesita más de siete remates totales y tres a portería para batir al portero esta temporada. Su efectividad en los disparos ha caído en picado hasta el 13,9%.
La falta de finura en las finalizaciones de Luis Suárez también se puede medir a través de su nivel de precisión en las grandes ocasiones de gol. Según OPTA, Luis Suárez dispone de una oportunidad clara por partido desde que está en el Barcelona. Únicamente en la 2015-16 esta estadística se acercó a las dos (1,7 de media). Desde esta perspectiva, Suárez no puede alegar que disfrute de menos opciones. Las dificultades se centran en la definición. Su ratio de conversión de grandes ocasiones ha decrecido en más de 20 puntos porcentuales desde la 15-16 a esta campaña (54,6% a 32,4%). Este porcentaje sólo es ligeramente superior al de su estreno como azulgrana. Suárez ya ha desperdiciado 25 ocasiones claras de gol.
El acusado desacierto de Luis Suárez está muy influenciado por su rendimiento en la Champions. El Barcelona contabilizó 25 remates contra el Lyon y no materializó ninguno. El uruguayo quedó señalado. La última vez que ha marcado como visitante en la competición europea se remonta al 16 de septiembre de 2015 frente al Roma en la fase de grupos, sólo ha marcado un gol en sus últimos 16 partidos y esta temporada todavía no se ha estrenado. En su descargo, se debe subrayar que únicamente ha dispuesto de una ocasión clara en los cinco partidos que ha jugado en la 18-19. Fue ante el Lyon, pero su remate salió desviado. Los números de Suárez no encajan con la consideración merecida de goleador notable que siempre ha tenido. En las últimas cinco ediciones, ostenta el peor promedio de minuto/gol y el peor ratio de conversión de ocasiones claras entre los delanteros que han hecho al menos 15 goles en la competición (consultar gráfico). Nueve futbolistas han marcado más: Cristiano, Messi, Lewandowski, Neymar, Cavani, Benzema, Griezmann, Müller y Agüero.
Este mar de cifras reconoce el problema de Luis Suárez de cara al gol. Su ineficacia en los últimos metros ha rebajado su condición de delantero total que alimentó durante sus primeras temporadas. Tampoco está siendo un año prolífico para él como asistente, con su promedio más bajo de siempre (0,24 pases de gol por encuentro), aunque no es menos cierto que sólo Messi y Jordi Alba le superan en el Barcelona en este capítulo del juego. Además de su indiscutible carácter competitivo e inteligencia en los desmarques, el Barcelona necesita que recupere su debilitado olfato goleador. En los Clásicos y en la Champions.