River Plate ha ganado una de las Copa Libertadores que más se acuerdan. Frente a su eterno rival, después de varias semanas de indecisión y en un escenario inolvidable como el Santiago Bernabéu alzó al cielo de Madrid el trofeo más importante de su historia. El equipo de Marcelo Gallardo se plantó en la final después de superar a dos rivales nacionales (Racing e Independiente) y a Gremio de Porto Alegre en semifinales en una eliminatoria que tuvo de todo.

En sus vitrinas encontramos una Copa Intercontinental. Fue en 1986 cuando el equipo en el que estaban el 'Beto' Alonso, Ruggeri, Alzamendi y compañía sorprendían al Steaua de Bucarest en Japón. No pudieron hacer lo propio diez años más tarde, en 1996, cuando cayeron en Tokyo ante una Juventus repleta de estrellas: Ferrara, Montero, Deschamps, Zidane, Del Piero... Sólo han podido disputar la competición con el nuevo formato, el Mundial de Clubes, en una ocasión: 2015. Fue también en Japón dónde sucumbieron ante un FC Barcelona que paseaba a su temible delantera, la MSN, por todo el mundo.

Aunque el 'Pity' Martínez es su figura más destacada, en el equipo el talento y la calidad están repartidas a raudales. Franco Armani ha elevado a este equipo a otro nivel. Sus paradas han sido claves en la Copa Libertadores. De hecho, ha sido el portero con más porterías a cero (7), paradas (36) y despejes (16) en el torneo. Un escándalo. Maidana y Pinola forman una buena dupla de centrales y Montiel y Casco le dan profundidad y seguirdad al equipo en los costados. Ponzio y Palacios se entienden a la perfección en la medular y a partir de ahí nace el talento más puro. Quintero, el mencionado Martínez, Borré, Nacho Fernández... En ataque tiene muchas alternativas. Pratto es la referencia, pero Scocco, Mora y el pibe Álvarez pueden aportar gol desde el banquillo.

En Núñez son conscientes de que la oportunidad de lograr al título está ahí. La posibilidad de coger desprevenido a un Real Madrid, al que desde el club millonario se ve inestable, es real. Por ello, con el envión anímico que supone ganar una Copa Libertadores a Boca Juniors, River Plate busca la eternidad en Abu Dhabi.

Este River Plate es un equipo de autor. Tácticamente ha sabido encontrar el equilibrio en su equipo. Pese a que ha probado cambiar alguna vez, su sistema base es el 4-4-2. De hecho, en la ida de la final de la Copa Libertadores en La Bombonera utilizó un 5-3-2, no suele hacer modificaciones si no son necesarias.

El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo ha cambiado una barbaridad desde que está el técnico en el banquillo. Ha devuelto al 'Millonario' a dónde le corresponde: a lo más alto. Con él en el banco, River ha conseguido una gran cantidad de títulos entre los que destacan dos Copa Libertadores, una Copa Sudamericana y una Supercopa Argentina (ante Boca también). Es el único que ha ganado dos Copa Libertadores como técnico de River y es, junto a Ramón Díaz, el más laureado del club.

Como jugador fue uno de los más queridos, pues vivió momentos inolvidables con la consecución de seis campeonatos nacionales y dos internacionales en sus dos etapas en el 'Millonario'.

En River destacan muchos jugadores, pero su crack es el 'Pity' Martínez. Ha confirmado que se marchará después del Mundial de Clubes a la MLS (todo indica que a Atlanta United). El '10' de River ha vivido en 2018 su mejor año a nivel profesional. En la Copa Libertadores 2018 estuvo a la altura de las circunstancias y fue el que más remates asistió de toda la competición. Durante el torneo marcó 3 tantos y repartió 2 pases de gol. Sus actuaciones en momentos clave como en la vuelta de la semifinal ante Gremio (gol y asistencia) y en la vuelta de la final en el Santiago Bernabéu (gol en los últimos minutos de la prórroga) le han otorgado ese aura de ídolo.

Es un enganche, que juega con libertad por detrás de los puntas y que cae bien a los costados. Hace mucho daño cuando tiene espacio para ocupar y, sobre todo, en situaciones en las que su equipo tiene que superar líneas con el balón. Su especialidad es, precisamente, esa: poner la pelota al pie de un compañero cuando nadie lo espera.