El equipo japonés vuelve al Mundial de Clubes, esta vez como campeón de Asia, con la ilusión de repetir el gran éxito que supuso su participación de 2016, cuando contra todo pronóstico alcanzó la final del torneo, dejando en la cuneta al Atlético Nacional colombiano, y tuvo contra las cuerdas al Real Madrid con el doblete que lanzó a la fama a Gaku Shibasaki.

En cualquier caso, no lo tendrá fácil el combinado japonés en esta ocasión, ya que el sorteo le ha deparado un enfrentamiento con el conjunto español en semifinales, en caso de que consiga superar en cuartos al Guadalajara, campeón de la Concacaf.

El Kashima Antlers llegará pletórico a la cita de Emiratos Árabes tras haber conquistado la primera Champions asiática de su historia, convirtiéndose así en el sexto equipo japonés que logra reinar en el continente.

Pese a sufrir en verano tres bajas importantes, las de Kanazaki, Ueda y Pedro Júnior; el club supo recomponerse con las llegadas de Seung-Hyeon Jung para reforzar el centro de la zaga y, sobre todo, de Serginho, un joven delantero brasileño procedente del Santos que se convirtió en el héroe del equipo en la fase de eliminatorias de la Champions.

Llegó al Kashima Antlers en 2003 y desde entonces no se ha marchado, convirtiéndose con el título de Champions de esta temporada en toda una leyenda del club. Como futbolista se desenvolvió en el centro de la zaga, y defendió además las camisetas de Nagoya Grampus Eight y Júbilo Iwata, llegando a ser tres veces internacional.

En 2011, tras su retirada, pasó a integrar el organigrama técnico de la entidad, ejerciendo como segundo entrenador. Después de la marcha de Masatada Ishii, en junio de 2017, le llegó por fin su momento de sentarse en el banquillo como primer técnico. Su desempeño ha hecho que los aficionados olviden pronto a su predecesor.

En su primer año se hizo cargo del equipo casi a mitad de temporada y, aunque la situación no era dramática, el entonces vigente campeón de la J-League se encontraba en una crisis de derrotas en casa y fuera de los puestos que dan acceso a la Champions asiática. Consiguió cambiar la tendencia y, aunque no logró el título, terminó segundo y se clasificó para el máximo torneo continental. Esta temporada el rendimiento en liga se ha visto mermado por su andadura en la Champions, terminando en tercer lugar, pero consiguiendo el mayor hito en la historia del club contra todo pronóstico al conseguir el título en Asia.

Ha cumplido con creces la labor de sustituir a su compatriota Pedro Junior en la mediapunta del equipo. Pese a su juventud, tan solo 23 años, ha demostrado una gran capacidad de adaptación a una cultura y un país tan diferente a su Brasil natal.

Falto de minutos en el Santos, y tras una serie de cesiones que le llevaron primero al Vitória y luego al América Mineiro, llegó finalmente al Kashima a cambio de 1,5 millones de euros, un precio más que económico si tenemos en cuenta, sobre todo, su rendimiento en la Champions asiática, torneo en el que marcó cinco goles en 6 partidos, anotando en todos los partidos desde cuartos hasta la ida de la final ante el Persépolis, eclipsando incluso a la otra gran figura del equipo el delantero Yuma Suzuki.