Pese a ser uno de los clubes con más historia de África, posiblemente pocos esperaban que el Esperance se alzara con el título en la pasada edición de la Champions africana, más aún después comenzar la competición en la ronda previa y, sobre todo, tras perder el partido de ida 3-1 ante el poderoso y favorito Al-Ahly egipcio. Una espectacular remontada en el encuentro de vuelta le permitió alzar por tercera vez el máximo título continental africano, situándose como el cuarto club más laureado de la competición.
La de esta temporada será su segunda participación en el Mundial de Clubes después de tomar parte en la edición de 2011, en la que cayó en cuartos de final ante el Al-Sadd, campeón de Asia. Podría parecer que no llega en su mejor momento, después de haber cambiado de técnico a principios de octubre, pero desde entonces los números no podrían ser más favorables para el club más laureado de Túnez: seis triunfos en siete encuentros (la única derrota, a domicilio en el campo del Al-Ahly en la ida de la final de la Champions) con un balance de 16 goles a favor y 6 en contra y el título más importante en el bolsillo.
PLANTILLA
PORTEROS |
DEFENSAS |
CENTROCAMPISTAS |
DELANTEROS |
1. Moez Ben Cherifia | 2. Ali Machani | 8. Anice Badri | 7. Adam Rejaibi |
19. Rami Jridi | 3. Aymen Mahmoud | 15. Fousseny Coulibaly | 9. Bilel Mejri |
23. Ali Jemal | 5. Chamseddine Dhaouadi | 18. Saad Bguir | 10. Youcef Belaïli |
6. Mohamed Ali Yacoubi | 20. Ayman Ben Mohamed | 11. Taha Yassine Khenissi | |
12. Khalil Chemmam | 25. Ghailene Chaalali | 14. Haythem Jouini | |
22. Sameh Derbali | 27. Mohamed Ali Ben Romdhane | 17. Maher Ben Seghaier | |
24. Iheb Mbarki | 28. Mohamed Amine Meskini | 29. Mohamed Larbi | |
26. Houcine Rabii | 30. Franck Kom |
Se trata de un equipo con una buena mezcla de experiencia y juventud, con una base formada en la casa (16 de sus futbolistas han salido de su cadena de filiales) y mayoría de jugadores nacionales (solo tiene 3 extranjeros en su plantilla), aunque muchos de ellos con experiencia en equipos europeos, principalmente en Francia.
Ayudante de Khaled Ben Yahia, le tocó el difícil papel de sustituir a su jefe en octubre, tras una serie de malos resultados en la liga tunecina, y con el equipo inmerso en las semifinales de la Champions de África, en las que debía levantar un resultado adverso de 1-0 ante el 1º de Agosto angoleño. Lejos de achantarse ante el reto, Chaabani implantó desde el principio una idea clara de juego, con un bien definido 4-2-3-1 que ha dado unos excelentes resultados.
Su éxito llama la atención más aún si cabe por su escasa experiencia previa. Tan solo había dirigido al Hammam-Lif durante un año con discretos resultados y al propio Esperance en diciembre de 2017, cuando también hizo de apagafuegos tras el despido del entonces entrenador principal, Faouzi Benzarti. A falta de que los resultados terminen de confirmarlo, parece que el Esperance podría haber encontrado en casa la estabilidad que estaba buscando.
Nacido en Lyon, con nacionalidad tunecina y formado en la cantera del Olympique, tuvo que buscarse la vida tras ser operado de una hernia, por lo que recaló en los filiales del Lille en la mejor época del club, la del doblete de un equipo que estaba liderado entonces por un tal Eden Hazard, que ocupaba en el campo su misma posición. Ante la imposibilidad de hacerse un hueco en el primer equipo, se marchó al Royal Mouscron de la segunda división belga, donde comenzó a convertirse en un jugador importante en el ascenso del club y su posterior confirmación en la Liga Júpiter.
Pese a que su juego se iba desarrollando temporada tras temporada, sus números no terminaban de explotar. En 2016 los problemas físicos volvieron a truncar su crecimiento y fue ese verano cuando decidió recalar en el Esperance en una decisión que parecía un paso atrás, pero que a la postre resultó de lo más acertada.
Sus actuaciones llamaron la atención del seleccionador tunecino y optó por jugar para el país de sus padres. Sus números mejoraron, sobre todo en su segunda temporada, en la que anotó 12 tantos y repartió 11 asistencias, siendo clave en la Champions con 8 goles que le valieron para proclamarse máximo goleador de la competición.
El pasado verano además obtuvo el premio de acudir al Mundial de Rusia con su selección, jugando los tres encuentros de la fase de grupos y siendo titular en dos de ellos, aunque como el resto de su equipo, con escasa fortuna.