Manu Carreño NO: A ver, Ponseti, ¿de verdad me dices que eso es roja? ¿Estás hablando en serio? ¿Quién te escribe estos cara a cara del AS? Es verdad que es un gesto que puede evitar. En eso estoy contigo. Y que si deja el brazo en su sitio, nos habríamos ahorrado todo lo demás. Pero no me digas que eso es una agresión. Porque no te lo crees ni tú. Si ves bien las imágenes, lo que hace es pasarle la mano por la cara y por el pelo. Una amarilla es más que suficiente. Lo que pasa es que hay árbitros a los que les pone expulsar a Cristiano. Yo creo que le caerá un partido por esa acción, y puede que otro por la acción que hizo cuando salió del campo. Pero verás cómo la justicia deportiva no la considera agresión. Si de verdad crees que eso es roja, en la Super Bowl que tanto te gusta deberían estar todos en la ducha en cinco minutos. ¿O no viste lo que hizo Peyton Manning?

Ponseti SÍ: Vamos a ver, Manu. ¿Tú sabes lo que significa estar en el sitio equivocado en el momento equivocado? ¿Y además sumarle a eso hacer un gesto equivocado? Pues eso es lo que le pasó a Cristiano. Para empezar, por ser él ya le miran de otra manera. Y para continuar, no tenía ninguna necesidad de caer en la provocación del Athletic. Lo hizo todo mal. Hizo un gesto que confundió probablemente al asistente y al árbitro, y les pareció agresión. Y a partir de ahí, ya sabes cómo va el cuento. Está muy bonito decirme, después de haber visto las repeticiones en la tele, que eso no es agresión. Pero en el campo, en décimas de segundo y con la olla a presión que era San Mamés, al árbitro sí se lo pareció. Consecuencia: Cristiano, a la calle. Y es que el portugués ya es mayorcito para caer en trampas. La tarjeta roja se la llevó no porque la mereciera, sino por pardillo.