Premios AS del deporte 2022

El 2022 ha sido un año irrepetible y no sólo porque la Selección española de baloncesto se haya colgado su cuarto oro continental en el Eurobasket de Berlín y haya desbancado al poderosísimo USA Team en el primer puesto del ránking de la FIBA. España cierra este 2022 en la cima del mundo, pero lo más positivo es que el futuro pinta igual de bien. “Aparte de lo que supone de éxito deportivo, de alegría y de empuje para que el baloncesto siga creciendo en nuestro país, estos éxitos suponen el reconocimiento a un trabajo bien hecho desde hace muchos años”, dice Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB). “Las medallas de formación muestran que, pese a las dificultades de la pandemia, nuestros equipos siguen creciendo y caminando hacia un futuro que se muestra brillante, en el que ejercerán de recambio de quienes hoy visten las camisetas de las Selecciones absolutas. Y el oro del Eurobasket es la guinda que faltaba para coronar el programa que se puso en marcha en la concentración de Benahavís en 2017, con el que se buscaba no sólo asegurar el rendimiento en las Ventanas clasificatorias, sino ampliar la base de jugadores y talento para que el nombre de España siguiera asociado a las medallas”.

El verano arrancó con el Mundial Sub-17 en Málaga y con una generación, la de 2005, que se colgó la primera medalla intercontinental en categorías de formación de este siglo; la última había sido la de los Júnior de Oro en 1999, una generación que después lo cambió todo y convirtió a España en una selección admirada y envidiada a partes iguales. Por eso, recuerden bien estos nombres: Izan Almansa, Lucas Langarita, Aday Mara, Hugo González, Álvaro Folgueiras, Sergio de Larrea... porque tiene pinta de que en el futuro nos van a dar también muchísimas alegrías. “Es verdad que nunca una generación había irrumpido de forma tan ilusionante desde los chicos que ganaron el oro en Lisboa en el 99, pero creo que es pronto para compararles con ese grupo, y que, sobre todo, debemos cuidarles y evitar que una presión excesiva pueda actuar como un freno para su desarrollo”, pide Garbajosa que, eso sí, confiesa que “el grupo pinta de forma excelente”. “Derribaron con brillantez la puerta con la camiseta de España y la siguen derribando ahora con sus clubes en la Liga Endesa. Ojalá las lesiones les respeten y puedan seguir evolucionando tan bien como van hasta ahora”.

Después de esa plata mundial fue el turno de las chicas de la Sub-20, una categoría que se le ha dado especialmente bien a España (ocho oros en las últimas diez ediciones) y que en Sopron (Hungría) siguió con esa buena racha. Fue un triunfo coral, pero con Claudia Contell como MVP. La base del Valencia Basket, cedida esta temporada al Hozono Global Jairis murciano, comienza a coger galones en la LF Endesa, pero no es la única. También han jugado algún partido en la élite del basket femenino Begoña de Santiago (Movistar Estudiantes), Julia Rueda (Baça), Txell Alarcón (Araski), Laia Lamana, Noa Djiu y Elena Buenavida (Valencia Basket).

Un día después de que la Sub-20 subiese a lo más alto del podio, la Sub-17 femenina disputó la final de su Mundial ante Estados Unidos. Como en el campeonato masculino, tampoco pudo ser, así que segunda plata para España, que dos semanas después volvió a subir a lo más alto en el Europeo Sub-20, el de los mayores, guiada por el benjamín Juan Núñez, que pocos días después de aquello se ponía a las órdenes de Sergio Scariolo y se convertía en el cuarto debutante más joven en la historia de la Selección, sólo por detrás de Carlos Sevillano, Juan Antonio Corbalán y Ricky Rubio. De sus compañeros de equipo, algunos comienzan a asomar la cabeza en la Liga Endesa: Michael Caicedo (Barça), Miguel Allen (Joventut), Millán Jiménez y Guillem Ferrando (Valencia Basket)… “Los oros en categoría Sub-20 aseguran que en el futuro seguiremos compitiendo de la misma forma que lo hemos hecho hasta ahora. Como siempre digo, no podemos prometer medallas, pero sí que saltaremos a darlo todo en la pista y que saldremos de ella con la cabeza muy alta, orgullosos de nuestra entrega y de nuestros valores. A partir de esa premisa básica, dos oros Sub-20 son una de las mejores noticias que uno puede recibir como presidente, porque certifican que el trabajo se sigue haciendo de forma excelente y que el reemplazo, cuando toque, estará listo", dice el mandatario federativo.

Después llegaron el oro júnior, con Izan Almansa repitiendo como MVP, y las platas cadetes de las ­Sub-16 de Mario Saint-­Supery e Iyana Martín. Pero quedaba el broche final. España aterrizó en el Eurobasket sin entrar dentro de las favoritas, pero creció con el traslado a Berlín (la primera fase la disputó en Tiflis, Georgia), donde eliminó a Lituania en la prórroga, resucitó ante Finlandia en la segunda parte, silenció el Mercedes-Benz Arena en las semifinales ante la anfitriona Alemania y dejó sin ninguna opción a Francia en el partido por el título. La Selección abandonó Berlín con el mundo a sus pies, como campeona de Europa y del Mundo. “Diría que siento una mezcla de orgullo y responsabilidad que es poco habitual. Ser presidente con todos estos éxitos es un privilegio, pero a mí siempre me ha gustado estar a la altura en mis responsabilidades cuando estaba en la cancha, y lo mismo me exijo ahora: si el equipo es campeón del Mundo y de Europa, la gestión que debemos aportar desde la Federación ha de ser igualmente destacada. Para eso trabajamos, y honestamente, creo que eso mismo es lo que estamos logrando desde los despachos”.

En definitiva, nueve medallas (cuatro oros y cinco platas) para el baloncesto español este año en el que también presume de ocho MVPs: Willy Hernangómez (Absoluta), Izan Almansa (Sub-18 y ­Sub-17), Juan Núñez y Claudia Contell (Sub-20), Elena Buenavida (Sub-18) y Mario Saint-­Supery e Iyana Martín ­(Sub-16). Un verano histórico para la Federación que sirve como aperitivo para lo que viene. En 2023, la FEB está de cumpleaños centenario y lo celebrará como líder del mundo y con nueve medallas que brillan y auguran un futuro prometedor. “Si nos hubieran dicho que entraríamos en el año del centenario como la selección número 1 del mundo para la FIBA, habríamos tomado por loco a quien nos lo anunciara. Pero así es y no creo que haya un mejor regalo, ni una mejor manera de celebrar nuestros 100 años. Tampoco encontraríamos un acicate más eficaz para que todos los que protagonicen el segundo siglo de nuestra historia se expriman al máximo: los éxitos de estos últimos veranos son el mejor trampolín para entrar con ambición en los próximos cien años del baloncesto español”.