El torneo regresa a Granada 27 años después de que Laso se coronara MVP con el Baskonia. El Madrid y el Barça se reparten los últimos doce títulos coperos.
La Copa del Rey es la joya de la corona del baloncesto español de clubes. La envidia sana de Europa por la mezcla de competitividad y ambiente festivo en las gradas y en la ciudad organizadora durante un fin de semana largo, esta vez en Granada, del jueves 17 al domingo 20 de febrero. Un gran espectáculo en un Palacio de Deportes remozado para la ocasión y que ha incrementado el aforo a más de 9.000 espectadores (restringido al 75%, unos 7.000), con un parqué nuevo y un videomarcador de última generación tras una inversión de casi un millón de euros. Una cita especial, porque la ACB ha elegido a un anfitrión sin un club ACB, como ocurrió en 2016 en A Coruña, algo con escasos precedentes.
Por tercera vez la ciudad nazarí acoge la fase final tras las ediciones de 1992, que ganó el Estudiantes, y la de 1995, que coronó por primera vez al Baskonia. Unos años 90 que lanzaron al éxito al torneo del KO español, porque entre 1990 y 1999, una década completa, hubo ocho campeones diferentes. Todo era posible cada año en la cita copera y de ella salieron con trofeo el Zaragoza, el Estudiantes, el entonces Taugrés, el Manresa, el Joventut y el Valencia, también, claro, el Madrid y el Barça. Hubo grandes Clásicos, pero no era el principal reclamo, de hecho, los dos gigantes estuvieron 12 años sin cruzarse en la final (1989-2001), aunque sí lo hicieron en cuartos y semifinales.
Eso ha cambiado en los últimos tiempos, cada uno de los dos grandes por un lado del cuadro hasta monopolizar los últimos doce títulos (seis por barba) y enfrentarse en ocho de esas doce finales. En Granada 2022 son favoritos de nuevo para alcanzar el escalón más alto, sobre todo el Barça; pero algo ha variado, quizá en un guiño a los 90, la Copa viene con sorpresas antes incluso de que empiece. No está el Baskonia, un imprescindible de los últimos 30 años, ni el Unicaja ni el Gran Canaria, los tres ganadores de algún título nacional o europeo en el último lustro. Así que ya ha habido algún revolcón antes de alzar el telón a cuatro días de vértigo.
El Baxi Manresa, rival en cuartos de los azulgranas, llega acelerando con uno de los mejores baloncestos de la ACB, la sensación del curso junto a un UCAM Murcia que rebasa los 85 puntos de media, aunque acumula solo tres partidos en 52 días y tiene aún a Sito Alonso fuera de combate y a varios jugadores en la fase final del coronavirus. El equipo más anotador de la Liga desafía el viernes a un Valencia pletórico pese al traspié del pasado domingo en Lugo, un bloque que ha sobrevivido a la inclemencia de las lesiones y se presenta con todo. El favorito de los tapados. Y por el otro lado del cuadro, el Río Breogán se ha colado entre los ocho mejores de la primera vuelta como recién ascendido y reta al Madrid con un imperial Dzanan Musa. El alero bosnio promedia casi 20 tantos. También pisa fuerte un Joventut con referentes (Pau Ribas y Tomic) y cantera que quiere mezclar como antaño frente a un Lenovo Tenerife que ha pasado de ser una novedad a un clásico tras su sexta participación seguida. El Barça es favorito, y luego el Madrid, pero hay candidatos con ganas de agitar el árbol. A ver.
El Barcelona no ganó su primera Copa hasta 1943, 17 años después de su fundación y en la séptima edición del primer trofeo que cosió el mapa del baloncesto español. Quedaba todavía mucho para que, en 1957, llegará la Liga Nacional, la primera versión de un gran torneo de la regularidad. El Real Madrid, que tuvo sección de baloncesto ya en 1931, no ganó la Copa hasta 1951. En la final derrotó al Barça, que había superado a los blancos dos años antes, en aquellos cuarenta de dominio catalán: los azulgrana, Español, Joventut, Laietá…
Aquella de 1949 fue la primera final entre los dos grandes vasos comunicantes de nuestro baloncesto, los dos colosos, el Clásico: Real Madrid vs Barcelona, la batalla eterna. Y un duelo que se ha convertido en casi inevitable en la Copa del Rey. Entre ambos se han repartido las últimas doce ediciones, seis cada uno. Todas desde que en 2008 y 2009 ganaron Joventut y Baskonia, los últimos rebeldes. No solo eso: ocho de las doces finales han sido, también, Clásicos. Las excepciones son el Barça-Valencia de 2013 y los duelos de Real Madrid contra Gran Canaria, Valencia y Unicaja en 2016, 2017 y 2020. En aquel 2013, al Real Madrid de Pablo Laso lo eliminó el Barcelona en un duelo memorable de cuartos de final: 111-108 después de dos prórrogas, la primera forzada con un tiro libre fallado a propósito por Lorbek (con 91-93), que empató en suspensión después de que Ante Tomic, el exmadridista, rebañara el rebote de ataque entre un bosque de brazos.
El Real Madrid no ha faltado a una final de Copa desde entonces, y estuvo en las tres anteriores, otros tres Clásicos. En 2009, también perdió en cuartos con los azulgrana. Así que para encontrar una derrota de los blancos en Copa contra un rival distinto al Barça hay que viajar hasta las semifinales de 2008, cuando perdió (81-76) contra el DKV Joventut que levantó el título con un proyecto maravilloso liderado por Rudy Fernández y Ricky Rubio. Después, uno jugaría en el Real Madrid y el otro, en el Barcelona. Vasos comunicantes. La guerra eterna.
El palmarés confirma el dominio de los dos grandes: 28 Copas en 50 finales para el Real Madrid, 26 en 37 para el Barça. Lejos quedan los ocho títulos (en 24) del Joventut, los seis (en 9) del Baskonia y las tres (en siete finales) del Estudiantes. Desde 2000, la bipolaridad se ha radicalizado. Nueve Copas para el Barça y seis para el Madrid por una de Unicaja y Estu y ese tramo ejemplar del Baskonia, que ganó cuatro entre 2002 y 2009.
Así que los caminos conducen a los Clásicos en Copa. No es el título para el que Madrid y Barça construyen sus proyectos, pero sí es una gran alegría, un enorme impulso en el eje de la temporada, un colofón a unos días en los que el deporte español fija su atención en el baloncesto. La Copa de 2012, en Barcelona y contra el Barça, fue un empujón simbólico esencial para el proyecto Pablo Laso. El año pasado, Sarunas Jasikevicius estrenó su palmarés con el Barça… en Madrid y contra el Madrid. Del triple de Solozábal en 1987 a la canasta de Llull en 2014, las hazañas en Copa escriben páginas de oro en la historia de los dos transatlánticos del baloncesto español. Y más con su rivalidad, cara a cara, tan presente, ya inseparable de los mismo huesos del torneo. La Copa no es más que la Liga o por supuesto que la Euroliga, pero tiene algo. Es distinta, es otra cosa. Tal vez por esa facilidad, en partidos de puro K.O., para elevar a héroes y reescribir narrativas.
En la temporada 1983-84, con la entrada en la era ACB, la Copa empezó a formular su formato actual. Una sola sede, primero final a cuatro (los tres primeros años) y final a ocho a partir de 1987. Incluido ese 1983, cuando un CAI recién nacido sorprendió en la final a un Barça que había ganado al Real Madrid en semifinales, ha habido Clásicos en 23 de 38 ediciones de Copa. El balance hasta ahora es 18-5, un dominio aplastante de los azulgrana, que han ganado seis de los siete duelos en cuartos de final (6-1) y los cuatro que se han dado en semifinales (4-0), la ronda esquiva en la que Madrid y Barça no se cruzan desde 1996. Aquella lejanísima de 1984 y tres muy seguidas en 1991, 1994 y 1996. Los otros enfrentamientos han sido en finales: 8-4 para el Barça, que también domina en la explosión de duelos por el título de los últimos años. Nueve finales entre ellos desde 2007, 6-3 para el Barcelona, que se ha llevado también las tres últimas y persigue al Real Madrid en el palmarés total. Los dos vuelven a llegar como favoritos a 2022. La eterna batalla… salvo que el resto digan lo contrario. Con esa intención viajan a Granada.
El Real Madrid y el Barça se han repartido las doce últimas Copas. Sin el Baskonia y el Unicaja, dos equipos casi fijos y que también saben qué se siente al levantar este título, el Joventut es el otro club de los ocho de Granada que ha logrado alzar la Copa en el siglo XXI. En 2004, con un Rudy jovencísimo que fue MVP a pesar de la derrota, la Penya rozó la épica ante el Baskonia. Cuatro años después de aquello, con la doble R (Ricky y Rudy) ya a los mandos, el equipo verdinegro se vengó del conjunto vitoriano con el segundo MVP para Rudy, aunque los tiros libres decisivos los metiera Demond Mallet (82-80).
La Penya, el tercer equipo con más Copas (8) tras Madrid (28) y Barça (26), ha vuelto a ser cabeza de serie siete años después de la última vez (Las Palmas de Gran Canaria 2015). Un tiempo bastante convulso en Badalona, que en 2018 votó por no disolver el club y ha renacido de sus cenizas. Aquel año, en es 2018, el Joventut salvó la categoría con la llegada de Carles Duran al banquillo, que ha convertido a su equipo en uno de los más divertidos de la competición.
La Penya presume de cantera con los regresos de Pau Ribas (10,9 puntos y 2,7 asistencias), Guillem Vives (10,1 y 4,1) y Ferrán Bassas (9,2 y 2,3) más los que nunca se fueron: Joel Parra, Albert Ventura... En 2020, Ante Tomic, sin sitio en el nuevo Barça de Jasikevicius, decidió quedarse en Barcelona y fichó por la Penya que, desde entonces, tiene a su nuevo MVP. Brodziansky ha encajado a la perfección en los planes de Duran y Derek Willis está firmando un buen estreno en Badalona.
Un equipo que lleva años entre los grandes es el Valencia Basket. El equipo taronja no gana la Copa desde 1998 pero siempre parte entre las grandes alternativas al binomio Madrid-Barça. A los de Joan Peñarroya, que cambió Burgos por Valencia este verano, les costó entrar en faena (perdieron sus cinco primeros partidos en La Fonteta) pero después se pusieron las pilas con siete victorias en los últimos nueve partidos de la primera fase. Una recta final que les metió en el bombo de cabezas de serie.
Bojan Dublejvic, el extranjero que más temporadas lleva en un mismo equipo ACB (10), es, un año más, uno de los mejores interiores de la competición. El Valencia retuvo a Mike Tobey, parado un par de meses por una operación en el pubis, y al físico Louis Labeyrie. Peñarroya se llevó consigo a Valencia a Jasiel Rivero, uno de los cuatro fichajes del equipo taronja este verano. También llegaron a la capital del Turia Xabi López-Arostegui y Nenad Dimitrijevic desde Badalona y el hijo pródigo, Víctor Claver, que volvió a vestir la camiseta naranja nueve años después, pero ha vivido una pesadilla con las lesiones.
Un equipo con muchos quilates, un juego exterior e interior compensado y que tiene las miras puestas en Europa. La final de la Eurocup (con permiso del Unics Kazán y el AS Mónaco) es su puerta de regreso a la ansiada Euroliga, aunque ya han pasado muchos años sin levantar la Copa. Desde la edición de Valladolid en 1998, el Valencia ha disputado cuatro finales que ha perdido: ante el Estudiantes en la Copa de Vitoria (2000), el Baskonia en 2006, el Barça en 2013 y el Real Madrid en 2017.
Hace un par de semanas, el Lenovo Tenerife cayó por dos puntos ante el Valencia Basket, pero Txus Vidorreta se marchó del campo exultante con seis dedos en alto. Son las ediciones seguidas que lleva su equipo metiéndose en la Copa, un gran éxito para un club que ascendió a la ACB en 2012 y que en esta década ha estrenado palmarés (la Champions de 2015 y dos Intercontinentales: 2017 y 2020) y se ha asentado entre los mejores equipos españoles.
Txus Vidorreta aterrizó en Tenerife en 2018. Un año después, el equipo insular vivió una auténtica revolución: su jugador más veterano, Tomasz Gielo, había disputado sólo unos minutos la temporada anterior (se lesionó en la primera jornada); el resto no habían vestido nunca la camiseta del Lenovo. Pero tras la revolución llegó la calma. Como ya ocurrió en Bilbao, Vidorreta ha sabido sacar lo mejor de un Marcelinho Huertas por el que no pasan los años y que ha creado una sociedad perfecta con Giorgi Shermadini, MVP la pasada temporada. De aquellos ‘debutantes’ que llegaron al equipo en 2019 también quedan Sasu Salin y Fran Guerra, que ha dado un paso al frente e incluso se ha convertido en uno de los fijos para Scariolo en las Ventanas.
El Tenerife firmó el curso anterior una de sus mejores temporadas: cayó en las semifinales de la Copa y de la Liga Endesa ante el Real Madrid y se clasificó para la Final Eight de la Champions, aunque su sueño europeo duró poco. Esta temporada ha podido conservar a su núcleo duro (Huertas, Fitipaldo, Shermadini, Doornekamp...), pero también llegaron Kyle Wiltjer, posiblemente el fichaje estrella canario de este verano, Dejan Todorovic, Tobias Borg, Sean Smith... y un Joan Sastre, todavía a medio gas.
Uno de los alicientes que suele tener la Copa del Rey en las semanas previas a que se cierre la clasificación de los ocho equipos es saber si habrá entre ellos algún invitado inesperado al principio de curso. La famosa sorpresa. El conjunto que rompe las apuestas y se planta en la cita copera sin ser ni favorito ni aspirante más o menos legitimo. Pues bien, este año ha habido tres. Si les gustan las sorpresas están de enhorabuena. La Liga Endesa ha visto como tres equipos nada habituales por estos parajes van a Granada con todas las de la ley. Se han ganado sus puestos a pulso jugando, cada uno en su estilo y con sus recursos, un muy buen baloncesto, divertido y, lo que es más importante, ganador. Manresa, quinto, Murcia, sexto, y Breogán, séptimo, han ganado mucho y por eso van a formar parte de la Copa del Rey 2022.
El Baxi Manresa vuelve a la Copa del Rey después de su última presencia hace 18 años (Sevilla 2004) y 26 de su único título (Murcia 1996). Un éxito sin paliativos para el equipo de Pedro Martínez, que ahora mismo es la sensación del baloncesto español. Su juego eléctrico en ataque, su intensidad defensiva y el evidente poderío físico de varios de sus jugadores más importantes convierten sus partidos en un espectáculo constante en los que no paran de ocurrir cosas. Su victoria en el Palau Blaugrana el 9 de enero, en mitad de una racha de cinco victorias consecutivas, fue el momento en el que todo el mundo se dio cuenta que no iban de farol. Son el equipo que más rebotes y robos consigue y el que más tiros libres lanza. Son segundos en asistencias y valoración, y terceros en puntos. Y un dato bastante esclarecedor de lo que son sus partidos: promedian 4,52 mates, segunda mejor marca de la ACB por detrás del Real Madrid. Con jugadores como Ismael Bako (2º), Yankuba Sima (12º) o Moneke (17º), el juego del Manresa pone el balón continuamente por encima de la canasta. Moneke, seguramente su jugador más determinante hasta el momento, es el segundo que más rebotes coge (8,1) y también es el segundo con más valoración. Cosa seria. Sin olvidar al base Dani Pérez, que debutó con la Selección en la última Ventana de noviembre, y que reparte más de 5 asistencias por partido.
El UCAM Murcia empezó la temporada como un tiro y fue durante unas cuantas jornadas tercero de la Liga, sólo por detrás de los dos gigantes del baloncesto español. Aunque en las últimas semanas ha tropezado un poco más, el margen le ha valido para entrar entre los ocho clasificados con cierta tranquilidad. Y, además, ese supuesto bajón no les ha quitado la medalla que llevan luciendo con orgullo desde el principio del curso: son el equipo que más puntos mete de toda la ACB. Ha quien no se haya fijado aún le puede llamar la atención, ya que se relaciona habitualmente al Murcia con otros aspectos del juego que tienen que ver con el físico, la defensa, etc. Y es cierto que son el equipo que más faltas comete, pero también el tercero que más balones roba, el sexto con mejor porcentaje de triples y el que más tiros de dos intenta. Volumen cerca del aro y efectividad desde el perímetro. Una fórmula que no suele salir mal. Isaiah Taylor, MVP de la Liga Endesa en el mes de enero, promedia 17,3 puntos por encuentro. Y Augusto Lima, uno de sus jugadores más reconocibles, es el tercero con más rebotes, segundo en ofensivos. El perro de presa Jordan Davis, el francotirador Thad McFadden y la fiabilidad de James Webb son otras de las armas de un equipo que, si te lleva a su terreno, al tipo de partido que le gusta, te puede hacer mucho daño.
El Leche Río Breogán es el último de este grupo y, sin duda, la sorpresa de las sorpresas. Un recién ascendido que se ha colado en la élite de la élite del baloncesto español a la primera de cambio. Un triunfo indescriptible para un conjunto que va a disputar la segunda Copa del Rey de su historia. La marcha de su entrenador, Paco Olmos, el pasado 10 de enero ha hecho que el equipo tenga que reformularse de alguna manera a las ideas de su nuevo técnico, Veljko Mrsic. Desde que se fue Olmos hasta que se cerró la clasificación para la Copa el Breogán jugó tres partidos y sólo ganó uno. ¡Pero qué partido! La victoria ante el Baskonia, el rival más directo y el primero de los que se ha quedado fuera, resultó determinante. Como en el caso de Manresa y Murcia, la clasificación de los gallegos ha sido una cosa de grupo. No dejan de ser cuartos en puntos y rebotes. Pero en este caso, y aquí sí a diferencia de las otras dos sorpresas, hay una figura que sobresale por encima del resto de una forma imperial. Se trata de Dzanan Musa, posible aspirante al MVP de la Liga dependiendo de cómo acabe su equipo la segunda vuelta. Es el máximo anotador (19,8 puntos) y el más valorado (22,2). Pero también es el jugador que más minutos juega con 32 (Trae Bell-Haynes es el segundo con 31), el que más tiros libres lanza y más faltas recibe y el segundo que pierde más balones (3,2). El balón casi siempre está en sus manos y nadie se queja por ello en Lugo. Lógico cuando tienes a uno de los mejores jugadores de la competición. Uno que debutará en la Copa del Rey y que será, como el Breogán, el Murcia y el Manresa, uno de los grandes alicientes de la cita de Granada.
En 1990, en la Copa del Rey de Las Palmas de Gran Canaria, la ACB estrenó el premio al mejor jugador del torneo, un galardón que recayó en Mark Davis, alero del CAI Zaragoza y que también ostenta el honor de ser el que ha promediado más puntos (31,6) en una Copa. Se quedaron cerca de él Joe Arlauckas (31 con el Tau en 1993) y Velimir Perasovic (27,3, también con el equipo baskonista un año después).
En total, 28 jugadores han recibido el MVP de la Copa del Rey en las 32 ediciones que han entregado este galardón: un premio que en Granada busca nuevo dueño... O no. En la cita estarán cuatro jugadores (Cory Higgins está lesionado) que ya han sido los mejores en alguna edición. Rudy Fernández es el que más veces ha logrado ser el MVP copero: tres en total (2004, 2008 y 2015) y con dos equipos diferentes: Joventut y Real Madrid. Su primer premio llegó con derrota (la Penya perdió ante el Baskonia: 77-81). Tenía 18 años y la temporada anterior había disputado sólo un partido (nueve segundos) con el equipo verdinegro, pero el curso 2003-04 fue el de su explosión. Con 15 puntos y 18 de valoración en la final, desbancó a otros claros favoritos (y rivales) como Luis Scola y Andrés Nocioni, que levantaron en Sevilla el título pero no el premio de mejor jugador, a pesar de sus 25 créditos y 30 de valoración, respectivamente.
El segundo premio para Rudy sí llegó con triunfo. El Joventut se vengó en 2008 del Baskonia para alzar su última Copa (82-80) con 22 puntos y 5 asistencias del mallorquín, el primero en repetir como MVP y el único que lo ha logrado con dos equipos diferentes ya que en 2015 lo alzó con el Real Madrid en Las Palmas de Gran Canaria (71-77).
Pero Rudy no el único que ha repetido como el mejor en la Copa. Curiosamente, los otros dos jugadores que también lo han conseguido están actualmente en el Real Madrid. En 2012, el equipo blanco conquistó su primera Copa en 19 años, un torneo que parecía gafado hasta entonces. Los de Laso ganaron al Barça en la final (74-91) con 23 puntos y 5 asistencias de Llull, que también fue el mejor en 2017 cuando cerró el torneo de Vitoria con 22,3 tantos y 6,3 asistencias de media.
Thomas Heurtel cogió el puente aéreo este verano rumbo a Madrid. El francés, el mejor en las ediciones de 2018 y 2019, es el único que ha revalidado 'premio' en la historia de los MVPs coperos. En Las Palmas de Gran Canaria, en 2018, fue elegido el mejor a pesar de no brillar excesivamente en la final ante el Real Madrid (8 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias para 4 de valoración). Eso sí, el base se marchó de las Islas con 13,7 puntos y 10 asistencias (18,3 de valoración) de media en el torneo. Un año después, en Madrid, Heurtel se fue hasta los 16,6 tantos (aunque menos asistencias, 4,3) con 22 puntos en la polémica final del tapón ilegal de Randolph.
Y el camino contrario a Heurtel lo hizo dos años antes Nikola Mirotic, que fue MVP con el Real Madrid en 2014, la Copa de la canasta de Llull sobre la bocina (76-77). El hispano-montenegrino, que ese verano se marchó a la NBA, anotó 17 puntos y capturó 11 rebotes (32 de valoración) en la final ante el Barça.
El último MVP hasta la fecha ha sido para Cory Higgins, que en Granada no estará por lesión (fascitis plantar en el pie izquierdo que le ha obligado a pasar por el quirófano). El ahijado de Jordan llegó a la Ciudad Condal en 2019 (como Mirotic, Davies y Abrines) y este fue su primer título con el equipo azulgrana. Acabó el torneo madrileño con 19 puntos de media (17,6 de valoración), aunque en la final se marchó hasta los 20 con un +17 para el Barça en los más de 26 minutos que estuvo sobre la pista.
Muchos ya no lo recuerdan, pero Pablo Laso, antes de llevar corbata en el banquillo, fue un gran jugador, un base de otra época, con limitaciones físicas, sí; pero bastante talento y una gran capacidad para ver e interpretar el baloncesto, para adelantarse a la jugada. Era rápido en sus acciones y genial en el pase. Tanto, que aún hoy, casi 19 años después de su retirada, se mantiene como el líder histórico en asistencias de la Liga Endesa. Nadie ha dado más pases de canasta que él, un total de 2.896. Solo se le acerca, y todavía a una distancia considerable, Marcelinho Huertas, que a sus 38 años acaba de rebasar las 2.400.
El 5 de marzo de 1995, el Laso base apuraba sus últimos meses en el Baskonia después de once temporadas en el club vitoriano. En verano ficharía por el Real Madrid, donde estuvo hasta diciembre de 1997, dos campañas y media. Y ese 5 de marzo iba a afrontar la final de la Copa del Rey en Granada ante el Amway Zaragoza. Victoria por 88-80 e histórico primer título baskonista tras haber perdido dos finales en los anteriores 364 días: la Copa y la Recopa del año anterior ante, respectivamente, el Barça y el Olimpia Liubliana.
El entonces Taugrés, con Manel Comas de entrenador, alzaba la Copa en la ciudad de la Alhambra después de batir en cuartos al Joventut (96-89), vigente campeón continental, y en semifinales al inminente campeón, el Madrid de Sabonis (86-79), que en poco más de un mes celebraría su octava Copa de Europa. En una final plena de calidad, emoción y espectáculo superaba al Amway Zaragoza de Andre Turner, los Angulo, Murcia, Bannister, Romay…
“El Taugrés llevó siempre la iniciativa en el marcador y en el ritmo de juego bajo la batuta maestra de Pablo Laso”, escribía Martín Tello en la crónica de AS, que añadía: “El conjunto vitoriano hizo valer su torrente de recursos ofensivos: la velocidad y genialidad de Laso, la experiencia y eficacia de Perasovic, las cualidades de Nicola, la solidez de Rivas y la explosividad de Green bajo tableros”.
A Kenny Green lo calificamos con tres picas, las mismas que recibió Laso, que además fue elegido MVP de la 59 edición del torneo (la de este 2022 es la 86ª). En los tres duelos promedió 13,3 puntos y 8 asistencias y en la votación para el premio individual recibió 68 votos por 20 de Perasovic.
El capitán baskonista se quitaba mérito y prefería hablar de la labor colectiva (“rendimiento excepcional del equipo”), aunque reconocía su cabreo por haber cometido su quinta falta en los momentos decisivos. La fiesta se alargó aquella noche en Granada y continuó al día siguiente en Vitoria, en la plaza de la Virgen Blanca ante cerca de 40.000 seguidores.
Ahora, 27 años después de aquella gesta, Laso regresa al Palacio de Deportes de Granada, cambia la camiseta de tirantes por la camisa y una mochila más grande, donde entran, además de aquella Copa, el trofeo de la Eurocopa (antigua Recopa) con Bodiroga y Herreros en 1997 y los 21 títulos que acumula en el banquillo madridista. Todo un ciclo vital.
Todas las ediciones de la Copa
Año | Sede | Campeón | Subcampeón | Resultado |
1933 | Madrid | Rayo | Real Madrid | 21-11 |
1935 | Barcelona | Patrie | Rayo | 23-19 |
1936 | Madrid | Rayo | Patrie | 23-20 |
1940 | Barcelona | Hospitalet | Atl. Gracia | 20-17 |
1941 | Madrid | Español | Hospitalet | 35-24 |
1942 | Zaragoza | Layetano | Barça | 30-28 |
1943 | P. Mallorca | Barça | Layetano | 27-25 |
1944 | Vigo | Layetano | Real Madrid | 32-18 |
1945 | Barcelona | Barça | Layetano | 37-34 |
1946 | Barcelona | Barça | Montgat | 44-35 |
1947 | Zaragoza | Barça | Canarias | 39-25 |
1948 | Burgos | Joventut | Real Madrid | 41-32 |
1949 | Madrid | Barça | Real Madrid | liguilla |
1950 | Barcelona | Barça | Joventut | 46-39 |
1951 | San Sebastián | Real Madrid | Barça | 47-36 |
1952 | Alicante | Real Madrid | Joventut | 43-41 |
1953 | Valladolid | Joventut | Real Madrid | 41-39 |
1954 | Madrid | Real Madrid | Joventut | 56-41 |
1955 | Barcelona | Joventut | Real Madrid | 59-44 |
1956 | Madrid | Real Madrid | Aismalíbar | 59-55 |
1957 | Vigo | Real Madrid | Aismalíbar | 54-50 |
1958 | Zaragoza | Joventut | Real Madrid | 74-69 |
1959 | Barcelona | Barça | Aismalíbar | 50-36 |
1960 | Madrid | Real Madrid | Hesperia | 76-64 |
1961 | Bilbao | Real Madrid | Barça | 76-51 |
1962 | Barcelona | Real Madrid | Estudiantes | 80-66 |
1963 | San Sebastián | Estudiantes | Real Madrid | 94-90 |
1964 | Lugo | Picadero | Aismalíbar | 63-51 |
1965 | Salamanca | Real Madrid | Naútico | 102-82 |
1966 | Terrassa | Real Madrid | Joventut | 62-61 |
1967 | Vitoria | Real Madrid | Kas | 85-80 |
1968 | Gijón | Picadero | Joventut | 58-55 |
1969 | Ourense | Joventut | Real Madrid | 82-81 |
1970 | León | Real Madrid | Joventut | 102-90 |
1971 | Vitoria | Real Madrid | Joventut | 72-63 |
1972 | A Coruña | Real Madrid | Joventut | 92-77 |
1973 | Valencia | Real Madrid | Estudiantes | 126-87 |
1974 | Alicante | Real Madrid | Joventut | 87-85 |
1975 | Jaén | Real Madrid | Estudiantes | 114-85 |
1976 | Cartagena | Joventut | Real Madrid | 99-88 |
1977 | P. Mallorca | Real Madrid | Barça | 91-71 |
1978 | Zaragoza | Barça | Real Madrid | 103-96 |
1979 | Pamplona | Barça | Tempus | 130-113 |
1980 | El Ferrol | Barça | Manresa | 92-83 |
1981 | Almería | Barça | Real Madrid | 106-90 |
1982 | Badajoz | Barça | Real Madrid | 110-108 |
1983 | Palencia | Barça | Inmobanco | 125-93 |
1984 | Zaragoza | Zaragoza | Barça | 81-78 |
1985 | Badalona | Real Madrid | Joventut | 90-76 |
1986 | Barcelona | Real Madrid | Joventut | 87-79 |
1987 | Tenerife | Barça | Joventut | 110-102 |
1988 | Valladolid | Barça | Real Madrid | 84-83 |
1989 | A Coruña | Real Madrid | Barça | 85-81 |
1990 | Las Palmas | Zaragoza | Joventut | 76-69 |
1991 | Zaragoza | Barça | Estudiantes | 67-65 |
1992 | Granada | Estudiantes | Zaragoza | 61-56 |
1993 | A Coruña | Real Madrid | Joventut | 74-71 |
1994 | Sevilla | Barça | Baskonia | 86-75 |
1995 | Granada | Baskonia | Zaragoza | 88-80 |
1996 | Murcia | Manresa | Barça | 94-92 |
1997 | León | Joventut | Cáceres | 79-71 |
1998 | Valladolid | Valencia | Joventut | 89-75 |
1999 | Valencia | Baskonia | C. San Fernando | 70-61 |
2000 | Vitoria | Estudiantes | Valencia | 73-63 |
2001 | Málaga | Barça | Real Madrid | 80-77 |
2002 | Vitoria | Baskonia | Barça | 85-83 |
2003 | Valencia | Barça | Baskonia | 84-78 |
2004 | Sevilla | Baskonia | Joventut | 81-77 |
2005 | Zaragoza | Unicaja | Real Madrid | 80-76 |
2006 | Madrid | Baskonia | Valencia | 85-80 |
2007 | Málaga | Barça | Real Madrid | 69-53 |
2008 | Vitoria | Joventut | Baskonia | 82-80 |
2009 | Madrid | Baskonia | Unicaja | 100-98 |
2010 | Bilbao | Barça | Real Madrid | 80-61 |
2011 | Madrid | Barça | Real Madrid | 68-61 |
2012 | Barcelona | Real Madrid | Barça | 91-74 |
2013 |
Vitoria | Barça | Valencia | 85-69 |
2014 | Málaga | Real Madrid | Barça | 77-76 |
2015 | Gran Canaria | Real Madrid | Barça | 77-71 |
2016 | A Coruña | Real Madrid | Gran Canaria | 85-81 |
2017 | Vitoria | Real Madrid | Valencia | 97-95 |
2018 | Gran Canaria | Barça | Real Madrid | 92-90 |
2019 | Madrid | Barça | Real Madrid | 94-93 |
2020 | Málaga | Real Madrid | Unicaja | 95-68 |
2021 | Madrid | Barça | Real Madrid | 88-73 |