El primer club de baloncesto en España, que también jugó el primer partido y cumple cien años, aún produce talentos. Ahora entra en el Hall of Fame.
Está feliz el Club Esportiu Laietà. A escasos tres meses de empezar el año de su centenario, entra en el Hall of Fame de la FEB (el 21 de octubre en el Estadio de la Cartuja, Sevilla) por su incalculable contribución al baloncesto en España. Ahora en Les Corts, histórico barrio en el corazón de Barcelona, entrar en el Laietà (los layetanos fueron uno de los primeros pobladores de la provincia, siempre pioneros) da paz. Allí reciben a AS Jaume Riera, su presidente, y Josep Manel Gurrera, gerente, para hacer un viaje por una historia que conduce a esa gala del Hall of Fame que se celebrará el próximo 21 de octubre en el Estadio de la Cartuja (Sevilla). “Para el club será un impulso fantástico; organizaremos todo tipo de actividades”, se felicita Gurrera. El Laietá no estuvo siempre en el Carrer Pintor Ribalta. Sus orígenes están en el Eixample, en Viladomat por debajo de Provença.
El fuego lo encendió el Padre Millán, escolapio, que volvió fascinado por un deporte que había descubierto en un largo viaje por Estados Unidos y Cuba, donde jugaban los soldados estadounidenses. Era el baloncesto. El Laietà es el club decano gracias a la iniciativa de un grupo de exalumnos de los Escolapios que decidieron fundar el Laietà Basketball Club. El presidente y fundador fue Ricard Pardinyes i Bonet. Los jugadores se lo tomaron tan en serio que se entrenaban desde las seis a las nueve de la mañana, antes de ir a sus trabajos. El Laietà no sólo es el primer club de la historia del baloncesto en España, también el que jugó el primer partido, contra el Europa, el 8 de diciembre de 1922, en el barrio de Gràcia. “Las canastas estaban colgadas de las porterías. Se jugaba con las dimensiones de un campo de fútbol, partidos de once contra once. Los jugadores terminaban reventados...”. El Laietà vivió sus años de gloria en la posguerra. En 1942 y 1944 fue campeón de la Copa.
"Para el club, el Hall of Fame será un impulso fantástico; organizaremos todo tipo de actividades"
Josep Manuel Gurrera
Los cien años del Laietà adquieren más valor si se advierte que fue capaz de superar graves problemas económicos y un desahucio de su vieja sede en Viladomat. Sus socios lo mantuvieron a flote como pudieron, y el colegio Pare Mañanet y el club de tenis Pompeia dieron cobijo a sus secciones para que no desapareciese. En 1967 volvió a ver la luz en Les Corts, cambió su nombre (Club Esportiu Laietà) y pudo organizar unas felices Bodas de Oro, partido contra la Selección española incluido en una pista que todavía sobrevive y que pisamos con sus responsables. Hoy, el Laietà, a escasos metros de las instalaciones del Camp Nou, es un club polideportivo que también forma jugadores de tenis y que hace gala de su familiaridad. También ha incorporado el pádel a sus actividades. Es de la más demandada.
Abandonada la idea de luchar con los gigantes del baloncesto, el Laietà se dedica desde hace muchos años a la formación. “Este es un club cercano, como dice nuestro eslogan: deporte y familia”, explica Josep Manel Guerra. Estos días, el Laietà tiene 13 equipos y tres escuelas: Laietà, Pau Romeva y Montessori. En total, 201 chavales y 23 entrenadores. El equipo sénior milita en la Primera Catalana. El club es un granero para los grandes, pero la historia le pertenece. “Caminant junts cap al Centenari”.