Serbia es la principal favorita para hacerse con el liderato del grupo. El equipo balcánico se presenta en China tras enlazar tres medallas de plata consecutivas (Mundial, Juegos y Eurobasket) y con uno de los mejores jugadores del planeta en su plantilla: Nikola Jokic. La Italia de Danilo Gallinari debería ser la segunda clasificada ante rivales, a priori, muy inferiores como Angola y Filipinas. Los africanos son una de las grandes potencias de su continente pero han perdido empuje en los últimos años y son débiles en el panorama internacional. Para los asiáticos, liderados por el ex NBA Andray Blatche, obtener un triunfo sería toda una hazaña.

Angola es la selección más laureada del continente africano. Suma 17 medallas del Afrobasket, once de ellas de oro: ganó 13 torneos de 1989 a 2013 (solo en 1997 y en 2011 falló). Un aplastante dominio que se vio sacudido en 2016 cuando se quedó fuera de los Juegos al no superar el Preolímpico y en 2017 al quedar la séptima en su campeonato continental. Por eso, su clasificación para el Mundial de China (quinta consecutiva) ha sido toda una bendición.

Segunda de su grupo tras vencer en 9 de los 12 encuentros de las Ventanas, el equipo del estadounidense Will Voigt tiene como objetivo superar el noveno puesto logrado en Japón 2006, su mejor clasificación de siempre… algo bastante difícil con Italia y Serbia en el grupo, las favoritas para alcanzar la segunda fase del Mundial. El ex ACB Yanick Moreira es la mejor arma de un conjunto con cuatro jugadores nuevos con respecto a España 2014: Jose Antonio, Leandro Conceicao, Gerson Domingos and Jerson Goncalves.

Entrenador: Will Voigt

Nacido en Cabot (Vermot), el estadounidense es uno de los entrenadores milagros del baloncesto africano. En 2015, dio a Nigeria su primera medalla de oro en un Afrobasket tras doblegar en la final a… Angola. La victoria dio a los Tigres su segunda clasificación de siempre a unos Juegos Olímpicos. Hijo de una poetisa, el excoordinador de vídeos de San Antonio Spurs (1999-2001) firmó en 2017 por tres años con el equipo angoleño.

Estrella: Yanick Moreira

El pívot (2,11 m y 28 años) es un viejo conocido en España. Disputó nueve partidos en la Liga Endesa en el UCAM Murcia en la parte final de la temporada 2015-16 antes de probar suerte en Estados Unidos con los Toronto Raptors: disputó la Summer League y acabó el curso en el filial de la franquicia de Canadá. Considerado uno de los 20 ‘centers’ más prometedores de la clase de 2015 en Estados Unidos, Moreira ha hecho carrera en Europa, donde este año ganó la Champions FIBA con la Virtus Bolonia. En el Mundial de España alcanzó su máxima anotación de siempre con 38 puntos (y 15 rebotes) frente a Australia.

Filipinas regresó en España 2014 al Mundial tras ocho ausencias consecutivas. Un largo periodo de tiempo para un equipo que hizo historia en 1954. En Brasil, el conjunto asiático conquistó la medalla de bronce, el mejor resultado de siempre para cualquier selección fuera de Europa y de América. Su quinto puesto en los Juegos de 1936 también es histórico: ningún conjunto de Asia, África y Oceanía ha llegado tan lejos en el torneo olímpico. Mucha historia para el actual número 31 del ránking FIBA, cuarta en su continente.

Ganadora de cinco torneos asiáticos, Filipinas llega a China en transición: solo cinco de los integrantes del último campeonato mundial repiten en la lista (Andray Blatche, Gabe Norwood, June Mar Fajardo, Japeth Aguilar y Paul Lee). Blatche es el foco de atracción de una selección que basa su juego en el lanzamiento exterior por la falta de centímetros y que se clasificó para el torneo chino por los pelos: quedó cuarta de su grupo de las Ventanas con un balance de siete victorias y cinco derrotas.

Entrenador: Yeng Guiao

Nacido en Pampanga (Filipinas), Guiao es mucho más que un entrenador. Durante nueve años fue vicegobernador de su provincia natal, llegando incluso a ser congresista de su país desde 2013 a 2016. Exjugador de baloncesto, el seleccionador comenzó como técnico en la década de los ochenta. Casi tres décadas en los banquillos que le han permitido ganar siete ligas filipinas y ser nombrado dos veces entrenador del año. Se hizo cargo del conjunto nacional en 2008.

Estrella: Andrey Blatche

El pívot (2,11 m y 32 años) es uno de esos juguetes rotos de la NBA. Inteligente y ofensivo, Blatche disputó nueve temporadas en la Liga norteamericana entre Washington Wizards y Brooklyn Nets. Sin embargo, su comportamiento fuera de las canchas le puso la etiqueta de problemático y le hizo salir por la puerta de atrás de la franquicia capitalina a la que acusó de querer acabar con su carrera. Los 2,5 millones de dólares que puso sobre la mesa el Xinjiang Guanghui Flying Tigers chino cerraron su etapa en la Liga norteamericana.

Naturalizado filipino en 2014 a través de un ley aprobada expresamente para él, Blatche ha cumplido casi siempre con su nueva selección (solo faltó a la Copa FIBA Asia 2017 por problemas de seguridad en el Líbano). En el Mundial de España promedió 21,2 puntos y 13,8 rebotes, y facilitó a Filipinas ganar su primer partido en 40 años en un torneo mundial.

Italia atraviesa uno de los peores ciclos de su historia. La Lega es una competición venida a menos desde hace años y su selección no levanta cabeza desde la plata conquista en los Juegos de Atenas 2004. Ha faltado a las tres últimas citas olímpicas y China será su primer Mundial tras no clasificarse para los de Turquía 2010 y España 2014. En los Eurobasket la situación tampoco es para tirar cohetes. Su última medalla data de 2003 en Suecia y su mejor posición en los siete siguiente es un sexto puesto. Un drama mayúsculo para una de las grandes potencias continentales.

Sin embargo, el equipo de Romeo Sacchetti confía en que este sea su Mundial a pesar de la baja de Nicolo Melli por un problema en la rodilla. Los italianos cuentan, una vez más, con una plantilla de mucho nivel con los NBA Danilo Gallinari y Marco Belinelli como principales referencias. Pero ahí no queda la cosa. Tiene experiencia Euroliga con Luigi Datome, Daniel Hackett, Jeff Brooks y Amedeo Della Valle. También jugadores con experiencia y calidad como los exestudiantiles Pietro Aradori y Alessandro Gentile. Mucha potencia de juego que les debe permitir clasificarse a la segunda fase sin problemas.

Entrenador: Romeo Sacchetti

Sacchetti llegó a la selección en 2017 tras la decisión de Ettore Messina de abandonar el equipo tras el Eurobasket. El técnico de Altamura (a 45 kilómetros de Bari) es un hombre de baloncesto italiano: exjugador del Torino y Varese, entre otros, y plata en los Juegos de Moscú’80 comenzó en los banquillos en 1996. En estos últimos 23 años ha acumulado once conjuntos diferentes, todos ellos en su país. Nombrado mejor entrenador del año de la Lega en 2012, suma un campeonato doméstico (Sassari) y tres títulos coperos (dos Sassari y uno Vanoli).

Estrella: Danilo Gallinari

‘Il Gallo’ es pura calidad. Con 208 centímetros de altura, Gallinari es capaz de ocupar la casi totalidad de una cancha de baloncesto. Una cualidad (unida a su innegable capacidad anotadora) que le ha permitido ya enlazar diez temporadas en la NBA entre New York Knicks, Denver Nuggets y Los Angeles Clippers. La próxima campaña jugará en Oklahoma City Thunder al ser incluido dentro del traspaso de Russell Westbrook a Houston Rockets.

Modelo ocasional de Armani, Gallinari no ha tenido mucha suerte con su selección. En el Eurobasket 2007 tuvo que abandonar el equipo antes de tiempo por una lesión durante la preparación y en 2017 no llegó a jugar ni un solo minuto tras romperse el dedo en una pelea con el holandés Jito Kok en un amistoso. Este verano, una apendicitis puso en riesgo su participación en el Mundial de China.

Serbia ha regresado a la cúspide del baloncesto mundial. Después de un largo camino por el desierto, que comenzó con la desintegración de la antigua Yugoslavia y la separación de Montenegro, la selección balcánica ha enlazado tres medallas en los últimos campeonatos que ha participado: platas en el Mundial de España 2014, en los Juegos de Río 2016 y en el Eurobasket de 2017. Una suma de éxitos que tiene en el seleccionador Sasa Djordjevic su principal responsable.

Pero Serbia es más que su entrenador. Mucho más. Colgada a la espalda del NBA Nikola Jokic (y sin el lesionado Milos Teodosic), los balcánicos mezclan juventud y veteranía, atrevimiento y experiencia, que les hace uno de los grandes candidatos a todo en China… Sobre todo, por la cantidad ingente de estrellas que se han caído de Estados Unidos. Boban Marjanovic, Bogdan Bogdanovic, Nemanja Bjelica, Miroslav Raduljica… Jugadores de calidad contrastada que hacen de Serbia el peor enemigo posible.

Entrenador: Aleksandar Djordjevic

Nacido en Belgrado hace 51 años, Aleksandar ‘Sasa’ Djordjevic es todo un icono en Serbia y en el baloncesto europeo. Conquistó la Euroliga de 1992 con el ‘Partizán de Fuenlabrada’ y tuvo una extensa y exitosa carrera en España entre el Real Madrid y el Barcelona. Con su selección tampoco se quedó corto: seis medallas. Tras su retirada saltó a los banquillos, compatibilizando la selección de su país con diferentes equipos como el Panathinaikos, el Bayern Múnich o la Virtus Bolonia, con quien ganó la Champions FIBA esta temporada.

Estrella: Nikola Jokic

El pívot de Sombor es la antiestrella del baloncesto. Más cercano a la tripa cervecera que a los abdominales de gimnasio, Jokic es un jugador especial, único. Con 213 centímetros y casi 115 kilos de peso, el ´center’ de Denver Nuggets es capaz de controlar cada centímetro de una cancha de baloncesto: sube y pasa el balón como un base y domina en la zona como un auténtico bailarín.

Con solo 24 años y cuatro temporadas en la Liga norteamericana, el serbio ya es considerado como uno de los grandes. Y sus números hablan a su favor: de los 10 puntos de su primer curso a los 20,1 de este último; de las 2,4 asistencias, a las 7,3; y de los 7,0 rebotes, a los 10,8. Casi nada para un jugador elegido en segunda ronda en 2014. Esta campaña fue la de su consolidación al llevar a los Nuggets a la segunda posición del Oeste y a las semifinales de Conferencia por primera vez desde 2009. También debutó en el All Star Game y fue incluido en el mejor quinteto de la NBA.