Los tiempos de oro y diamantes del baloncesto español no han tenido por qué terminar. Número dos del ranking mundial, actual bronce en los Juegos Olímpicos y también tercera en el Eurobasket de 2017, lo que sí es cierto es que cada vez cuesta más. Sencillamente, porque la anterior generación es irrepetible. Pero Scariolo ha conseguido repensar y reinventar a un grupo que seguramente se enfrente en China al más difícil todavía: terminar entre los dos primeros europeos es el gran objetivo para estar en Tokio 2020.

Es curiosa la relación de España con el Mundial de baloncesto. Le ha dado la alegría más importante de su historia, el título de Saitama en 2006. Pero no ha ganado ni una sola medalla más. Y ha acumulado dos decepciones como anfitrión. La primera, en el Mundobasket 1986. Pero sobre todo en 2014, cuando después de ser plata en los Juegos de Pekín y Londres todo el mundo soñaba con una final en Madrid ante Estados Unidos que nunca se produjo por la caída ante Francia.

Con Pau Gasol lesionado y lejos ya de sus mejores días como jugador, pero ilusionado con la posibilidad de llegar a sus quintos Juegos Olímpicos y aportar y entregarse como un juvenil, y con Sergio Rodríguez y Mirotic en año de descanso, esta España del Mundial de China 2019 se sustentará sobre Marc, jugador en pleno estado de madurez y euforia después de su conexión química con los Raptors que le ha llevado a un anillo mágico.

Alrededor de Marc flotarán tres piezas básicas. Ricky ha recuperado su mejor baloncesto y de él se necesita un rol más protagonista que nunca. Junto a él, Llull y Rudy, la pareja de los éxitos del Madrid. Sergio intenta recuperar un nivel estándar de confianza, especialmente en sus registros anotadores. Y de Rudy habrá que exprimir lo mejor. Es su primer gran campeonato como capitán. Muy pocos leen el juego como él y resultará básico que esté iluminado en los momentos importantes. Alrededor de los cuatro baluartes, una clase media que encarnan jugadores de buen nivel como Claver o Pau Riba; la juventud insultante de los Hernangómez, de los que ya hay que pedir que sean algo más animadores y se conviertan en piezas de refresco decisivas; y los héroes de las Ventanas que han merecido su sitio en la aventura de China.

La hoja de ruta de la Selección está marcada. No tiene margen de error en la primera fase, muy asequible y de la que se arrastrarán las victorias. Túnez, Puerto Rico e Irán aparecen como selecciones de bajo nivel que no deberían poner en problemas a la Selección. Con las tres victorias de Guangzhou en el saco, España se la jugará en Wuhan, donde cruzará contra Italia y Serbia. Ahí se jugará su presencia en cuartos, donde presumiblemente podría cruzarse con Argentina y Rusia. Pero eso ya es especulación. Esta vez no se podrá esperar a los cruces para estar al cien por cien.

Ricky Rubio

Once años después de su debut rumbo a los Juegos de Pekín, está llamado y obligado a ser uno de los líderes de la Selección. En plena madurez, a punto de cumplir 29 años y de empezar una nueva experiencia en Phoenix Suns, no sólo tendrá que defender, robar y asistir. También tener responsabilidad anotadora ante la falta de tiradores en la Selección. También será clave su conexión con Marc.

Sergio Llull

Después de un año difícil en el Madrid, la Selección aparece como una buena noticia para el base de Mahón. Fundamental que recupere la confianza en la penetración y el tiro. La retirada de Navarro y la ausencia de otras figuras le otorgan un papel decisivo en el Mundial. Su carácter y su capacidad de contagiar a los compañeros también son un extra. Por eso se le necesita con un buen estado de ánimo.

Quino Colom

Uno de los héroes de las Ventanas, la Selección consiguió la clasificación al ritmo del nuevo base del Valencia Basket. Acostumbrado a amasar mucho balón, su participación se aclaró en cuanto se conoció la ausencia de Sergio Rodríguez, que terminó de abrirle las puertas. Una buena opción para Scariolo si el partido se atasca y requiere de un base anotador. Sufre más defendiendo pero está dispuesto a entregarse.

Pau Ribas

Tuvo un interesante papel en la conquista del oro en el Eurobasket 2015. Jugador fiable, de buen tiro y correcta lectura de juego y capaz de manejarse en las posiciones de base y escolta. Pesic ha contado con él a rachas en el Barça este curso y no era de los que manejaban en las quinielas iniciales de Sergio Scariolo. El italiano, finalmente, quiso tirar de su experiencia y lo llamó a filas.

Víctor Claver

Uno de los mejores jugadores nacionales de la temporada. Espectacular en el puesto de tres, con Pesic ha jugado sus mejores minutos de baloncesto en Valencia y Barcelona. Se le ha visto disfrutar en la cancha y en un excelente nivel físico. En la Selección podría ocupar más el puesto de cuatro. Su última aparición con la Selección en los Juegos de Río dejó el recuerdo de una magnífica defensa en la última acción del partido por el bronce contra Australia.

Juancho Hernángomez

Después de su refrescante debut en el Eurobasket, es el momento de que juegue un papel importante en la Selección. Un buen momento para saber cuál ha sido su progresión real después de sus primeras tres temporadas en la NBA. A sus 23 años, es el momento de que dé un paso adelante. Sergio Rodríguez y Rudy ya fueron claves en un Mundial con 20 y 21 años respectivamente. Versátil, es capaz de hacer muchas cosas en la cancha por fuera y por dentro.

Rudy Fernández

Capitán por primera vez de la Selección española, de su estado físico y de frescura dependerá mucho el futuro en el Mundial. Nadie lee el baloncesto en el equipo como Rudy, capaz de leer con maestría el ataque rival, estar siempre en el sitio en la ayuda y colaborar con el rebote. Ha sabido reinventar su juego pese a sus problemas físicos. Sus minutos deben ser de calidad.

Willy Hernangómez

Como su hermano, es la hora de que suba un escalón, especialmente por la ausencia de Pau Gasol. En Río y el Eurobasket de Cluj y Estambul dejó buenos detalles. Ahora la Selección necesitará más que eso. Que dé minutos de recambio de calidad a Marc. Con buenos movimientos en el poste, puede ser un elemento sorpresa en algunos partidos. No es descartable que en algún momento puede jugar con el pívot de los Raptors.

Pierre Oriola

Un entusiasta. Jugador de complemente, está entre los preferidos de la FEB por su capacidad para competir y hacer grupo. En principio, partirá en el puesto de cuatro suplente por detrás de Juancho a la espera de saber en qué posición jugará Claver. Aporta intensidad, magníficas transiciones y ataca bien el rebote ofensivo. Tiene problemas con el lanzamiento exterior, uno de los problemas que puede tener la Selección en el puesto de cuatro.

Marc Gasol

Responsabilizado, es consciente de que todo el baloncesto de la Selección pasará por sus manos. Llega eufórico por el anillo de los Raptors. Sin Pau, el juego se volcará en él. No sólo será clave para anotar sino para elaborar juego cuando las ayudas se vuelquen sobre él y para proteger el rebote cuando la Selección quiera correr. Con ganas de quitarse el mal sabor de boca del Mundial de España con la eliminación de Francia.

Javier Beirán

Jugador versátil, capaz de moverse en varias posiciones y en distintos registros dentro de la cancha, llega después de haber jugado un buen papel en las Ventanas. Jugador siempre del gusto de los entrenadores por lo obedientemente que cumple sus tareas, el rol será de complemento.

                                      Xavi Rabaseda

Otro multiusos que fue fundamental en la fase de clasificación, especialmente en los primeros partidos antes de que Gran Canaria se clasificase para Euroliga. Comprometido, es físico y tiene experiencia. Su rol es el de complemento. Intensidad y contragolpe. Le falta algo de fiabilidad en el tiro.