Los que saben de NFL siempre dicen lo mismo: “Estamos en septiembre. No hay que sobrereaccionar. Este mes es casi una pretemporada”. Pero mira, yo adoro sobrereaccionar aunque luego la caída sea más fuerte. Sobreaccionar es otra de mis grandes pasiones junto con el cine, mi gato Atila, el Atleti y este maravilloso deporte que aquí nos ocupa. Vivo de ello, me ilusiono hasta con un tráiler de la típica comedia norteamericana como para no ilusionar cuando ves que tu equipo va 3-0 y, sobre todo, TIENE DEFENSA. Los datos le avalan: Green Bay sólo consiguió 15 turnovers en toda la temporada pasada, en sus primeros tres partidos de esta campaña ya ha provocado ocho.
Sí, por fin. Green Bay Packers posee una defensa digna de la liga. Hemos tenido todo tipo de problemas en esa faceta del juego: malos coordinadores defensivos, una secundaria a la que se le escapaba hasta un cono de tráfico, un pass-rush que parecía mi abuela presionándome con ese filete de más y un grupo de linebackers que tenía menos movilidad lateral que el tren de la bruja. Sin embargo, la llegada de Brian Gutekunst, general manager de los Green Bay Packers, cambió todo.
El general manager supo nada más llegar al cargo que Aaron Rodgers necesita de una defensa de garantías para poder soñar con otro anillo en la fría Wisconsin. Ningún equipo gana el Vince Lombardi si no tiene una defensa notable, ni fusionando a Mahomes, Brady, Montana o Peyton Manning lo podrías levantar. La defensa ha marcado todas las decisiones de Gutekunst desde que se hizo con el cargo en 2018. Su draft 2019 y post-temporada buscó en todo momento darle herramientas a la diabólica mente de Mike Pettine, coordinador defensivo quesero. Hasta cinco jugadores defensivos fueron elegidos en el draft pasado: el defensive end Rashan Gary y el safety Darnell Savage en primera ronda, el defensive tackle en quinta ronda Kingsley Keke, el cornerback Ka’Dar Hollman en sexta y el linebacker Ty Summers en séptima. Por otro lado, Gutekunst consiguió firmar en la agencia libre a los defensive end Za´Darius Smiths (Baltimore Ravens) y Preston Smiths (Washington Redskins) y al safety Adrian Amos (Chicago Bears). Eso es fichar en la post-season, y quien lo probó lo sabe. El problema es que en Lambeau no se cataba ésto desde que Ted Thompson se hizo cargo de las oficinas del equipo.
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Fuera de esta retaila de nombres, me gustaría personificar el éxito defensivo en tres nombres: Za´Darius Smith, Preston Smith y Darnell Savage. Los ‘Smith Brothers’, como ya se les conoce, gustan de susurrar a la oreja del rival. Por ello y no por otra cosa, los dos pass-rushers llevan 7,5 sacks combinados (más de la mitad de los sacks de todo el equipo). Sin embargo, la presión que realizaron sobre Trubisky, Cousins y Flacco fue constante. Tenían demasiadas cosas que contarles estos buenos chicos. La otra gran sorpresa de este inicio de temporada es ‘Aerolíneas’ Savage. El egresado de Maryland llega a todos los balones. ¿Es un avión, es un cohete, es un meteorito? No, es Darnell Savage. Una intercepción y un fumble provocado son sus estadísticas en los primeros tres partidos, pero la cantidad de pases despejados y la dureza de sus placajes hacen presagiar que la zona profunda de los Packers está bien cubierta.
A la espera de LaFleur y su nuevo ataque, la defensa de Pettine está sumando victorias al casillero quesero. Hace unos años imaginar que nuestra defensa iba a ser la responsable de que te fueras a dormir contento era una utopía, ahora es toda una realidad. Una realidad quesera.