Terry Stotts (Cedar Falls, Iowa, 25-11-1957) se ha convertido en uno de los entrenadores más respetados de la NBA gracias a su trabajo en los Portland Trail Blazers, equipo con el que firmó una extensión de contrato tras alcanzar este pasado curso la final de la Conferencia Oeste, algo que no lograban los de Oregón desde la temporada 1999-2000. Pero Stotts tal vez no se encontraría ahora en esta situación si no se hubiera cruzado en su camino el baloncesto español en el verano de 1983. Por aquel entonces era un jugador de 25 años con poco éxito que, falto de motivación y de buenas ofertas, había decidido colgar las zapatillas para dedicarse a otras tareas alejadas del baloncesto. Había estudiado Zoología en la Universidad de Oklahoma y en su cabeza rondaba la idea de aplicarse de nuevo con los libros para especializarse como dentista… Hasta que apareció el Estudiantes y su interés por el deporte de la canasta, que había decaído especialmente ante la imposibilidad de jugar en la NBA, renació.
“Un día me llamó Miguel Ángel Paniagua por si quería jugar en España. Le dije que sí. Me hicieron una prueba, a la que asistió Paco Garrido (técnico del equipo colegial), y en una semana ya tenía trabajo en Madrid”, relató Stotts a As en una entrevista publicada el 1 de octubre de aquel mismo año. Sin aquella oportunidad, es posible que ahora el técnico norteamericano estuviese poniendo empastes en lugar de dirigiendo a Damian Lillard. Pero por suerte para todos los implicados, su buena mano convenció a la entidad madrileña y la vida de Terry Stotts volvió a centrarse plenamente en su gran pasión, el baloncesto.
Stotts promedió 24,8 puntos con el Estudiantes en la Fase Regular.
En el Estudiantes (patrocinado por Caja Postal en aquel momento) el que fuera alero (2,03 metros) acabó formando una pareja de americanos muy sólida junto a Chuck Aleksinas, en una temporada, la 1983-84, la primera de la era ACB, que acabó resultando muy complicada para el conjunto madrileño. Y es que en aquel curso el Estudiantes se vio abocado a luchar por no descender, salvando la categoría tras disputar los playoffs por la permanencia. Precisamente de aquellas eliminatorias surgió el apodo con el que se recuerda a Stotts en el Ramiro de Maeztu, el bigote de Huesca ’84, fruto de la decisiva serie que disputó el Estudiantes ante el equipo de la localidad aragonesa, el Peñas Recreativas (2-1), rival al que se midieron tras superar al Ebro Manresa (2-0) en primera instancia.
Meses antes había entrado en la historia del club de la capital de España al formar parte de la plantilla que estrenó su casillero de victorias en la etapa ACB con un triunfo ante el Licor 43 (36 puntos logró Stotts), en la cuarta jornada de la Fase Regular de aquella campaña, y que venció por primera vez en la cancha del eterno rival, el Real Madrid, el 20 de noviembre de 1983. Stotts anotó 33 puntos aquel día ante un conjunto que bien podía haber sido su destino tres años antes, como él mismo confesó a As al poco de concretarse su fichaje por el Estudiantes. “El Real Madrid llegó con el contrato en la mano para firmar inmediatamente, pero yo soñaba con quedarme en Houston (franquicia que le había elegido en el puesto 38 del draft de 1980) y rechacé la oferta. Me arrepentí pronto, porque lo de Houston falló estrepitosamente”, afirmó.
Stotts es el entrenador de los Blazers desde 2012. Isaiah J. Downing (USA TODAY Sports)
La única experiencia europea del actual técnico de los Blazers previa a la entidad ramireña tuvo lugar en Italia, tras no aceptar la propuesta del Real Madrid y errar en el intento de alcanzar la mejor liga del mundo. En concreto en las filas del Squibb Cantú de la campaña 1980-81, aunque las cosas no le fueron bien y apenas duró tres meses. En España, por el contrario, Stotts sí pudo mostrar todo su talento. El ex forward cerró la Fase Regular 1983-84 en el quinto puesto (24,8 puntos de media) de una clasificación de anotadores que lideró Nate Davis (28,2), seguido de Chuck Aleksinas (27,8), compañero de Stotts en el Estu. El buen rendimiento del jugador de Iowa hizo que el Estudiantes le plantease la posibilidad de firmar por dos cursos más, algo que finalmente no llegó a buen puerto. Su carrera en el Viejo Continente continuaría en Francia, liga en la que compitió hasta su retirada en 1990.
Tan sólo unos meses después de poner punto y final a su carrera como jugador comenzaría su etapa de preparador ejerciendo de asistente de George Karl, otro entrenador con pasado en España (dirigió al Real Madrid en la temporada 1989-90 y en la 1991-92), en los Albany Patroons de la CBA. Karl había sido su técnico en esa misma competición en los Montana Golden Nuggets tiempo atrás, tras su breve experiencia italiana y antes de fichar por el Estudiantes en 1983. Más tarde ambos trabajarían juntos de nuevo ya en la NBA, primero en los Seattle Supersonics (1992-98) y luego en los Milwaukee Bucks (1998-2002). En Portland aterrizó en 2012 y desde entonces, quien bien podría ser hoy el doctor Stotts de no haber aparecido el Estudiantes hace 36 años, ha conseguido clasificar a los Blazers para los playoffs en seis de estas siete campañas.