Mundial 82': Naranjito fue la estrella de España

Después del fin de la dictadura y los años de la Transición, en 1982 llegaba a España el Mundial de Fútbol. Aquel torneo era el reflejo de la nueva imagen de un país que estaba abriendo sus puertas al mundo y como tal, España se propuso organizar la mejor Copa del Mundo realizada hasta la fecha. Fue el primero que albergó a 24 selecciones en la Fase Final, para dar cabida a más equipos de África y Asia -la infraestructura futbolística y turística del país en ese momento, en su auge, lo hicieron factible- y su puesta en escena en la ceremonia inaugural fue todo un éxito en belleza, elegancia y organización: cientos de chicos formaron en el Camp Nou la paloma de la paz de Picasso, símbolo de la fraternización mundial en torno al fútbol.

En lo que a fútbol se refiere, el nivel fue alto: la Italia de Rossi y Zoff, la Francia de Platini y sobre todo, el Brasil de Sócrates y Zico, dejaron partidos para el recuerdo en la memoria de los aficionados. Desafortunadamente para España, la Selección Nacional desempeñó un papel muy pobre en un torneo diseñado para que el equipo anfitrión fuera firme candidato para alcanzar al menos las semifinales.

En la primera fase, la Selección se enfrentó a Honduras, Yugoslavia e Irlanda del Norte, probablemente, el grupo más asequible del torneo. La decepción no se hizo esperar y en el primer partido del grupo, La Roja empató 1-1 contra Honduras. Y además, lo hizo jugando mal y gracias a un penalti. Aquello obligaba a vencer a Yugoslavia, el rival más difícil del grupo, y jugársela en la última jornada contra Irlanda del Norte. A Yugoslavia se le ganó 2-1, un resultado que no hubiera sido posible sin el 'empujón' arbitral al anfitrión, tan típico en estos torneos (el árbitro señaló como penalti una falta cometida fuera del área, López Ufarte falló la pena máxima y el colegiado ordenó repetir el lanzamiento, que, esta vez sí, metió Juanito). Contra Irlanda del Norte, un rival inferior que facilitaba el pase a la siguiente ronda como primero de grupo, también se pinchó: derrota por 0-1. Tocaba enfrentarse a Alemania e Inglaterra, dos de los grandes favoritos, en la siguiente fase.

España perdió ante Alemania por 2-1 y empató 0-0 contra Inglaterra, sellando su participación en su Mundial con una sola victoria en cinco partidos y una imagen muy pobre, pocas veces vista - o nunca- en el equipo del país organizador. Ningún jugador español destacó en 'nuestro' Mundial y tan solo Naranjito, la mascota de España 82' que vestía con los colores de la Selección, mostró una imagen alegre y positiva que caló en el aficionado nacional, cuyo mejor recuerdo es el de la divertida Naranja animando los estadios y siendo vitoreada en cada campo, desde la inauguración hasta la final.

Otros grandes protagonistas de España 82

Paolo Rossi

Si hubo un jugador que destacó por encima de todos en el Mundial de España, fue Paolo Rossi, delantero centro de Italia, a la postre campeona del mundo. El pequeño atacante de la Juventus de Turín, que acudió al Mundial después de estar dos años inhabilitado por verse envuelto en un escándalo de amaño de partidos, fue muy criticado durante sus primeros cuatro encuentros en los que no vio portería. Rossi callaría a todos sus detractores en el partido decisivo ante Brasil. El que ganara pasaría a semifinales y sin duda, la 'Canarinha' de Sócrates y Zico era la gran favorita para hacerse con la victoria después de haber practicado una de las mejores formas de jugar que se recuerda en sus cuatro partidos anteriores. Rossi, con un hat-trick, eliminó a Brasil (3-2) e inició una racha que lo confirmaría como el máximo goleador del Mundial con 6 tantos (marcó los dos goles de Italia en la semifinal ante Polonia y el primero de la final ante Alemania).

Schumacher y la prórroga del Alemania-Francia

Para muchos, la prórroga del Alemania - Francia de las semifinales ha sido uno de los grandes espectáculos futbolísticos jamás visto. El tiempo reglamentario terminó empate a uno y ambos conjuntos se desataron en el tiempo extra para brindar a los espectadores del Sánchez Pizjuán la media hora más apasionante de todo el Mundial. Antes, el partido ya habría pasado a los anales de la historia por la terrible agresión de Schumacher, portero alemán, a Battiston, lateral de Francia. El guardameta salió de su portería a luchar por un balón dividido al que no tenía ninguna opción de llegar y viendo que dejaba su portería indefensa, le propinó un puñetazo al jugador francés. Inexplicablemente, el colegiado no expulsó al portero. Más tarde, en la prórroga, Francia se adelantó 1-3 pero Alemania empató el partido en 15 minutos de infarto. En los penaltis, pasaron los alemanes con Schumacher como gran estrella después de parar varios lanzamientos. Ver para creer.

El jeque kuwaití Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah

Francia también sería protagonista del momento más extravagante del Mundial de España (y probablemente también el más surrealista de toda la historia de los torneos internacionales). En un partido de la primera fase ante Kuwait, ya con 3-1 en el marcador para el conjunto 'bleu', un silbato sonó desde la grada haciendo creer a los jugadores de la selección asiática que el árbitro había parado el juego. Los kuwaitís se quedaron quietos pero Giresse acabó la jugada y terminó marcando. El árbitro dio el gol por válido para la incredulidad de todos los jugadores de Kuwait. Pero ahí no quedaría la anécdota. Al césped saltó el jeque Fahad Al-Ahmed Al Jaber Al Sabah, hermano del emir de Kuwait y presidente de la federación de fútbol de su país. Habló con el árbitro y reconoció haber sido él quien pitó desde la grada e instó al colegiado a anular el gol. No se sabe exactamente cuáles fueron sus palabras pero el árbitro Miroslav Stupar decidió anular el tanto que había concedido tras su charla con el jeque. Tras el Mundial, la FIFA sancionó a Stupar de forma indefinida.