ATLÉTICO

Calderón: de las goteras a ser un estadio mítico para los atléticos

El 50 Aniversario de AS coincide con el medio siglo de vida del estadio del Atlético de Madrid. El equipo rojiblanco se marchará este verano al Wanda Metropolitano. Aquí, los recuerdos.

JESUS RUBIO

El Vicente Calderón pasará a ser historia a final de esta temporada. El feudo donde ha jugado el Atlético de Madrid sus partidos desde el 2 de octubre de 1966 cederá su testigo al Wanda Metropolitano. Los dirigentes del Atlético presumirán de tener el mejor estadio de Europa a partir de septiembre. Pero muchos añorarán la que ha sido la casa del Atlético durante los últimos 50 años. ¿Qué ha cambiado en el club madrileño y en sus aficionados en todo este tiempo? ¿Qué supuso ese estadio en 1966 y qué supone ahora, justo cuando dejará de albergar los partidos del equipo rojiblanco?

Los jugadores que estuvieron en la plantilla de la temporada 66-67 apenas pudieron ver antes el nuevo estadio. En el vestuario del Atlético se hablaba del recinto donde iba a jugar sus partidos el Atlético, pero no se organizó ninguna visita como ha sucedido ahora con el Wanda Metropolitano. Y las escasas veces que los jugadores se acercaron a orillas del Manzanares, todo lo que pudieron ver era un estadio a medio hacer, lleno de ladrillos por todos los lados. En el par de visitas que tuvo el equipo, los jugadores observaron una amplia pradera y todo lleno de obras. Nadie que hiciera saber a la plantilla que el campo sería lo que posteriormente fue. Los Calleja, Griffa, Rivilla, Luis, Adelardo o Collar habían escuchado cosas del campo, ubicado en una zona muy retirada de la capital de España. Entonces los dirigentes apenas contaron con la plantilla, cuya participación de las decisiones principales del club era casi nula.

Madrid, 14-12-1966.- El jugador del Atletico de Madrid, Jesus Glaria, durante un momento del encuentro de octavos de final de la Copa de Europa disputado en el estadio Vicente Calderón, entre el Atlético de Madrid y el Vojvodina. EFE

Cuando el Atlético empezó a jugar en el Manzanares, la plantilla comenzó a familiarizarse con el estadio. Pero el inicio fue un tanto dantesco. El campo no estaba finalizado, ni mucho menos, y los jugadores se tenían que duchar incluso con goteras en el vestuario. Sin asientos en la parte alta del recinto (en su tribuna superior) y con los vestuarios también a medio acabar. Pero el Atlético pudo, por fin, mudarse al nuevo campo. La primera piedra del estadio se había colocado siete años antes y no se había resuelto aún el problema de las esquinas. Pero también tenía algunas cosas a favor: el nuevo estadio del Atlético de Madrid a orillas del Manzanares contaba con todas las localidades de asiento. De ahí la famosa pancarta: "Ya estamos en nuestra casa y nadie nos ha humillado. Mientras ellos van de pie nosotros todos sentados".

El Manzanares, una vez que fueron acabando las obras, también fue pionero en algunas otras cosas. Los jugadores del Atlético pasaron de los pequeños vestuarios del Metropolitano a una espaciosa sala en su nuevo recinto. Los jugadores más veteranos aún recuerdan las viejas duchas del Metropolitano y el baño de agua caliente de que disponían. Los futbolistas presumieron entonces de contar con una gran sala para el departamento médico. Era lo primero que se encontraba entonces en el vestuario del Atlético. Al lado, estaba la mesa de masajes. Y, posteriormente, un depósito con varias bañeras de agua caliente. En esa época era habitual que los futbolistas se trataran de esta manera. Al fondo había una gran sala donde los jugadores podían calentar. El cambio, en este sentido, fue abismal. La sauna era la estrella de ese vestuario. En el Wanda Metropolitano, la zona del vestuario también es muy grande y una de las grandes preocupaciones de los arquitectos que han realizado la obra.

Estadio Vicente Calderón, 1966-67, dibujo de Delhy Tejero.

El principal problema que tuvo siempre el Calderón fue el mantenimiento del césped. El Atlético nunca tuvo una Ciudad Deportiva donde albergar a sus equipos y que pudieran entrenarse, incluidos los de las categorías inferiores. El club siempre tuvo que alquilar campos por diferentes lugares de Madrid: Uralita, Vallehermoso, Parque Sindical... La Casa de Campo fue el lugar habitual de muchas sesiones de entrenamiento del equipo rojiblanco. Entonces los inviernos en la capital de España eran duros y lluviosos. Durante cinco o seis meses podía caer agua en Madrid y el césped del estadio del Atlético lo acusaba. Por eso no era raro ver un terreno de juego embarrado y con problemas a la hora de jugar al fútbol. La humedad del río Manzanares ayudaba poco para que el campo estuviera en las mejores condiciones posibles.

La diferencia con respecto a la actualidad es abismal. El Atlético se entrena en la Ciudad Deportiva de Majadahonda y el Calderón se utiliza en contadas ocasiones, justo cuando Simeone quiere estar aislado con sus futbolistas y ensayar con la máxima tranquilidad y discreción los partidos. Pero entonces el estadio acogía los entrenamientos.

Y no sólo en el césped. Cuando el campo estaba impracticable los jugadores se entrenaban en las galerías del estadio. Donde ahora se encuentra la sala Vip del Calderón y otras adyacentes, había una galería alquitranada, donde los futbolistas jugaban muchas veces al baloncesto. Incluso las gradas sirvieron algunas veces de sitio de entrenamiento. Max Merkel hizo famosas sus sesiones con los jugadores subiendo y bajando dichas gradas. Muchos de ellos consideraban "horrorosos" esos entrenamientos, aunque dieron su fruto porque en la campaña 1972-73 el Atlético fue campeón de Liga con el técnico austriaco.

Vista aérea del Estadio Vicente Calderón. DIARIO AS (DIARIO AS)

La relación con la prensa entonces era muy diferente a la actual. Los periodistas que cubrían la información del Atlético entraban hasta la puerta del vestuario del Calderón para hablar con los jugadores rojiblancos. Los redactores podían ver las sesiones de trabajo sobre el mismo césped del estadio rojiblanco. Otra de las grandes preocupaciones del Wanda Metropolitano es contar con el mejor estadio de Europa en lo referente a comunicaciones.

El Calderón vive ahora grandes entradas en casi todas las competiciones. El equipo vive una gran etapa, aunque no siempre se vio un estadio lleno. Ni mucho menos. Futbolistas de la época dorada de los Luis, Collar, Adelardo y compañía recuerdan ambientes impresionantes en partidos como ante el Celtic, en Copa de Europa, ante Independiente, en la disputa por la Intercontinental, o el encuentro también de Copa de Europa ante el Cagliari. O derbis madrileños, frente el Real Madrid. Ahora el Calderón, justo el año de su cierre, tiene varios llenos al año. La masa social del Atlético ha sobrepasado los 100.000 socios y el club vive un momento histórico en este sentido.

El Calderón, justo el año de su cierre, tiene varios llenos al año. La masa social del Atlético ha sobrepasado los 100.000 socios y el club vive un momento histórico

El Calderón, además, ha podido ver a algunas de las grandes estrellas del Atlético a lo largo de su historia. Del gran equipo de los 70, con la delantera Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Alberto (más Becerra o Salcedo, y poco después Ayala, Leivinha o Rubén Cano) a la dupla Futre-Manolo o a los componentes del doblete, con Kiko a la cabeza. También a Fernando Torres, o a Agüero y Forlán, con quienes el Atlético comenzó a ganar títulos de nuevo. El actual equipo, liderado por el Cholo Simeone, sumó una Liga más al historial del Atlético. El club prepara la gran fiesta final para su estadio, el único que han conocido muchos seguidores rojiblancos. El Atlético quiere vender trozos de su césped e incluso parte de los asientos de esta temporada. ¡Quién se lo diría a aquellos seguidores que vieron la inauguración de un estadio en el que no estaba la tribuna superior del estadio!