Michael Jackson se enamoró de Emma Watson cuando era niña
Su doctor, Conrad Murray, ha lanzado ‘This is it’, un libro en el que revela que el artista fantaseaba con casarse con la actriz de Harry Potter cuando tenía 11 años.
Siete años después de su muerte, la supuesta pedofilia de Michael Jackson sigue siendo noticia. Conrad Murray, el médico personal del artista – que pasó dos años en la cárcel al ser declarado culpable de homicidio involuntario en su muerte por sobredosis de pastillas – ha vuelto a sacar a relucir el tema lanzando el libro ‘This is it’, e incluyendo sorprendentes declaraciones sobre las chicas, o mejor dicho niñas, que enamoraban al rey del Pop.
Por un lado, Murray sostiene que su paciente estaba obsesionado por su ahijada Harriet, hija de su buen amigo Mark Lester.
“Michael se enamoro de Harriet cuando ella tenía unos cinco años. Después, cuando tenía 12, se fijó aún más en ella”... pensando incluso en casarse con ella.
“Quería que le acompañara a visitar a su padre para discutir sus planes de matrimonio con ella mientras tocaba en Londres, durante sus conciertos ‘This is it’”.
Sin embargo, Murray afirma que el rey del Pop también tenía ojos para alguien más… Para la actriz Emma Watson, de quien tenía un collage de recortes en su casa de Los Ángeles.
“Michael me dijo que estaba loco por la actriz británica Emma Watson. Se había ‘enamorado de ella’ cuando la vio en la primera película de Harry Potter en 2001, cuando ella solo tenía 11 años. Emma era su segunda opción de matrimonio si las cosas no funcionaban con Harriet”, asegura el médico.
Incluso añade que el artista planeaba mudarse a Londres pero que todo se quedó en una ilusión.
Murray también explica que nunca se atrevió a preguntar directamente a Jackson sobre su supuesta pedofilia pero que una cosa tiene clara: “La forma en que Michael hablaba de chicas jóvenes no era como un flechazo inocente sino como un amor no correspondido”.
Jackson conoció a Murray en Las Vegas, en 2006, cuando el artista le contrató para tratar a uno de sus hijos de una pequeña enfermedad y pronto se hicieron amigos. “Era mucho más que un doctor para él. También era uno de sus amigos más cercanos y su único confidente”, sostiene el médico.
¿Qué pensaría Michael del libro de su amigo?