La NFL prohíbe siete cascos para 2025 y apuesta por una revolución tecnológica
En un movimiento que confirma el giro total hacia la protección cerebral, la NFL actualizó su lista de cascos aprobados para 2025
Aunque muchos podrían sostener que tardaron décadas, en la National Football League ya entendieron algo que ignoraron con obstinación: el mayor activo de una franquicia no es su estadio, su marca o su contrato televisivo… es la cabeza de sus jugadores.
En una industria donde cada partido vale millones, donde el Super Bowl cuesta más que el Producto Interno Bruto de muchos países y donde los contratos publicitarios se cierran con siete cifras, las conmociones cerebrales no sólo son un grave problema médico. Son un problema financiero.
La NFL está valuada en más de 170 mil millones de dólares, y si algo puede amenazar esa maquinaria perfecta, es que sus estrellas dejen de jugar el deporte por miedo a sufrir pérdida de memoria, daños cognitivos irreversibles. La liga por fin lo entendió y por eso ha dado un giro radical: si hay que rediseñar el football desde el cráneo hacia abajo, que así sea.
Una revolución
La liga anunció que siete cascos más fueron prohibidos para la temporada 2025. Y no se trata de cascos viejos o de baja gama. No. Se trata de modelos que en 2022 eran considerados de alto rendimiento. Hoy ya no pasan el examen.
Here is the NFL/NFLPA helmet ranking poster for the 2025 season. Dark green means best-forming/recommended. Yellow means not recommended. Red means prohibited. NFL hopes to move ~30% of players to better helmets from 2024. pic.twitter.com/6PzNy0xERI
— Kevin Seifert (@SeifertESPN) April 11, 2025
La NFL, junto a la Asociación de Jugadores, publicó los resultados de su estudio anual sobre el rendimiento de los cascos y actualizó su lista de aprobados. El veredicto: los estándares han subido tanto que lo que antes era “élite”, ahora es “insuficiente”.
Lo fascinante es que 10 cascos actuales tienen un desempeño tan alto que los jugadores que los usan no necesitarán llevar Guardian Cap en los entrenamientos. Así de rápido ha avanzado la tecnología.
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Y no es coincidencia. Parte del progreso proviene del NFL Helmet Challenge, una competencia con premio de 3 millones de dólares que la liga lanzó para impulsar el diseño de cascos más seguros. De ahí surgieron innovaciones como el Light Apache Pro y el Gladiator Thunder, que suenan como tanques de guerra… y en cierto modo lo son.
La gorra
La temporada pasada marcó otro hito: por primera vez vimos Guardian Caps durante partidos de temporada regular y playoffs. Hasta hace poco, esas gorras acolchadas eran exclusivas de entrenamientos. Hoy son parte del uniforme. Un cambio simbólico y potente: la protección ya no es un ensayo, es parte del show.
Y lo más importante: los resultados respaldan las medidas. La NFL reportó una reducción del 17% en las conmociones respecto a 2023, el número más bajo desde que se lleva el registro. La modificación en la patada inicial —que redujo la velocidad de impacto— también tuvo un rol crucial. Pero el salto tecnológico en los cascos y la aceptación del Guardian Cap fueron protagonistas.
“Si bien estamos encantados con los resultados, creemos que solo con los avances en el equipamiento podemos proteger aún más a los jugadores”, afirmó Jeff Miller, vicepresidente ejecutivo de la NFL. No es palabrería. Es estrategia.
Este nuevo estándar de cascos es la prueba de que la liga dejó de mirar para otro lado. Ya no se celebra la dureza a ciegas. Ahora se presume la inteligencia. Se diseña para resistir, se ajusta por posición, se mide el riesgo con datos.
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