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Woody Allen sale en defensa de Rubiales por su beso a Jenni Hermoso: “¿Qué hay de malo en eso?”

El cineasta no entiende que alguien pierda su trabajo “por un beso a alguien” y defiende que “era solo un beso y era una amiga”.

Woody Allen sale en defensa de Rubiales por su beso a Jenni Hermoso: “¿Qué hay de malo en eso?”

Woody Allen se encuentra en Italia para asistir al Festival Internacional de Cine de Venecia y presentar la película Golpe de suerte, una cinta que llegará a las salas españolas el próximo 17 de septiembre. Desde allí ha concedido una entrevista al diario El Mundo en la que se ha pronunciado incluso por una polémica que ha dado la vuelta a todo el globo: el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso minutos después de que España se proclamara campeona del mundo.

Lo primero que pensé es que no se escondieron, ni la besó en un callejón oscuro. No la estaba violando, era solo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso? En la primera información no sabíamos si la mujer se apartó y le dijo ‘no hagas eso”, declaró el director. “En cualquier caso, es difícil entender que una persona pueda perder su trabajo y ser penalizada de esa manera por dar un beso a alguien”, continuó.

Inmediatamente después, Woody Allen reconoce que el beso de Rubiales fue algo “incorrecto”, pero no duda en restarle importancia: “Si fue inapropiado o demasiado agresivo, hay que decirle claramente que no haga eso y que se disculpe. No es que haya asesinado a alguien”, expresó en un primer momento. “Como ciudadano medio, estuvo mal, hizo algo incorrecto... Pero no fue como si hubiera quemado un colegio”, agregó. Así, el cineasta neoyorquino considera que Rubiales debería “pedir disculpas y asegurar que no lo volverá a hacer, y hecho eso, seguir los dos adelante”. “No la estaba besando en su despacho con la puerta cerrada ni nada parecido donde ella estuviera amenazada. Fue claramente a la vista de todos y ella no estaba en peligro. Pero claro, ella tiene todo el derecho a dejar claro que no quiere”, sentenció.

Acusado de abuso sexual en 1992

Woody Allen fue acusado en 1992 de un supuesto abuso sobre sobre su hijastra Dylan Farrow cuando ella era menor de edad. En todo momento el director defendió que se trataba de una acusación falsa de su expareja Mia Farrow para dañar su imagen en pleno proceso de divorcio, y de hecho nunca fue procesado por dicha acusación.