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Wayne Rooney acaba con un corte en su cabeza tras un accidente en un restaurante

El hijo más pequeño del exfutbolista lanzó un plato a la mesa donde estaba éste, con tan mala suerte que chocó contra su frente y le hizo sangrar.

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Wayne Rooney acaba con un corte en su cabeza tras un accidente en un restaurante

Wayne Rooney no ha empezado de la mejor manera su trayectoria como entrenador en Estados Unidos. Una aventura en la que se embarcó con el D.C. United, y que por el momento no le está dando demasiadas alegrías. Por suerte, en lo personal parece estar atravesando un mejor momento, y es que recientemente puso rumbo a Dubái para disfrutar de unos días junto a su mujer, Coleen, y sus hijos, Kay, Klay, Kit y Cass, además de algunos de sus amigos.

Un viaje que les ha permitido disfrutar de una gran variedad de lujos, incluidas cenas caras, donde por cierto, el exfutbolista del Manchester United tuvo un pequeño accidente mientras cenaba, llegando a hacer sangre a éste en su cabeza. Y es que, tal y como ha avanzado ‘The Sun’, su hijo pequeño, Cass, de cuatro años, lanzó un plato como si de un disco se tratase y éste golpeó al entrenador en su cabeza, provocando un pequeño corte en su frente.

Wayne Rooney con una brecha en la cabeza por un accidente con su hijo.
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Wayne Rooney con una brecha en la cabeza por un accidente con su hijo.

Wayne se lo tomó bien

Un accidente que no se ha tomado de malas maneras Wayne Rooney, tal y como recoge el tabloide británico de declaraciones de algunos testigos: “Wayne se lo tomó muy bien. Su pobre muchacho estaba muy arrepentido”.

Dicha fuente también asegura que en un punto de la velada, tanto Rooney como sus acompañantes pasaron a tomarse varias rondas de chupitos: “El grupo estaba pasando un gran momento y las bebidas fluían. En un momento, se les invita a romper platos en el suelo. Siempre es un punto culminante y la multitud suele estar bien ebria en este punto. No fue diferente esta vez y, en medio del caso, el hijo más joven arrojó un plato sobre la mesa al estilo frisbee y le golpeó entre los ojos”.

“No hubo malicia, pero le dio a Wayne justo en medio de la frente. Debe de haber dolido muchísimo, pero fue un completo accidente. No quería que el pequeño Cass viera su disgusto y se abrazaron. Tan pronto como se supo que no estaba gravemente herido, toda la mesa estalló en carcajadas”, ha concluido.