Una pareja escucha un silbido durante su noche de crucero y todo lo que llega después se convierte en una pesadilla
Pam y Ken Jackson tuvieron que hacer frente a una explosión de una tubería de desagüe que había encima de su habitación.
Pam y Ken Jackson salieron de sus casas con la intención de disfrutar de un viaje de ensueño en un crucero por el Caribe. Sin embargo, y pese a todo, acabó convirtiéndose en una terrible pesadilla tras escuchar un leve silbido durante la noche.
“Oí un ruido como de silbido y, a continuación, un horrible lodo salió por el techo y me cubrió de pies a cabeza, al igual que a Pam. La cama y todas nuestras pertenencias”, comenzaba señalando Ken, de 77 años, molesto después de darse cuenta de que tenían el camarote repleto de residuos de cocina después de que una tubería de desagüe que estaba encima de su habitación explotase y saliese por el techo.
Además, el olor también era algo totalmente desagradable: “Estábamos cubiertos de pies a cabeza y olía a vómito. Eran residuos de cocina macerados que bajaban a las sentinas para ser descargados en el siguiente puerto, así que olía muy mal y salía a borbotones. Apestábamos horriblemente, y Dios sabe qué contenía aparte de restos de comida“.
“Fluyó por toda la cama, cubriendo nuestras pertenencias y medicamentos, y salió por la puerta. Nos cubrió de pies a cabeza”, añadió después Pam.
Un gran incidente que ocurrió al tercer día de un viaje en crucero de tres semanas de duración en el Marella Explorer 2, que opera con TUI, y que han querido “pedir disculpas” a la pareja.
Ken y Pam confesaron además que les ofrecieron un reembolso parcial, pues su reserva era para un crucero combinado de una y dos semanas en el mismo barco: “El responsable de atención al cliente nos informó de que TUI solo reembolsaría la primera semana, ya que el resto del crucero no se veía afectado. TUI solo pagaría por la ropa que había encogido ‘ya que era culpa suya’. Nos dijeron que teníamos que reclamar por otras pertenencias personales dañadas por la rotura de la tubería a través de nuestro propio seguro de viaje”.
Además, denunciaron las condiciones de ese reembolso: “Nos informaron de que la oferta que TUI nos había hecho era de ‘lo tomas o lo dejas’, y que solo se ofrecía durante la duración del crucero. Era una oferta completa y definitiva. Nos sentimos presionados para aceptar”.
“Pagarían el crucero de una semana por el Caribe, pagarían 470 libras por la ropa estropeada, pero no por las pertenencias personales, incluidos nuestros relojes o carteras de viaje. Nos sentimos decepcionados porque no levantaron la mano. Ni una sola vez se disculparon ni dijeron que aceptaban su responsabilidad, y eso habría sido muy, muy positivo”, añadió Ken.
“No estamos especialmente interesados en el dinero. Estamos en una edad en la que no vamos a pasar por un largo proceso judicial solo para recuperar unos cuantos miles. Pero sentimos que no se nos escuchó. Nos dejó muy mal sabor de boca. Hemos viajado con la mayoría de las compañías de cruceros, pero desde luego no volveremos a ir con Marella”, concluyeron.
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