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Una mujer adopta un gato y a los meses descubre que es mucho más grande de lo esperado: “Ha sido una aventura”

El felino en cuestión resultó ser un gato siberiano, una curiosa raza de gran tamaño y abundante pelaje que habita en la mentada región asiática.

Una mujer adopta un gato y a los meses descubre que es mucho más grande de lo esperado: “Ha sido una aventura”

Allá por los años setenta el éxito de Scholastic fue absoluto: la editora norteamericana triunfó con su particular servicio de pedidos por correo de libros infantiles y por las revistas que dirigía a los más jóvenes. La empresa neoyorquina iba viento en popa y todo se debía a una serie de victorias literarias que se apuntó en las décadas anteriores, destacando la serie de Clifford, el gran perro rojo en los sesenta: a la joven Emily Elizabeth le regalaron un perro rojo que crecía cada vez más por el amor que ella le daba.

Algo parecido le ha ocurrido a Castiel, el pequeño gran gato. Tal y como recoge el portal Cheezburger, una mujer decidió adoptar un gato desconociendo su raza y, con el paso de los días y semanas, vio cómo su tamaño incrementaba sin parar y comenzaba ser más peludo que el resto de felinos.

“Por accidente me compré un siberiano en lugar de un gato normal. Estaba gratis en Facebook, lleno de pulgas y pesaba menos de medio kilo”, dice la persona en cuestión, quien asegura que el gato “tiene mucha personalidad; juega en el agua, ataca a su hermana y hace meeps todo el día”. Este último calendario, que dice haber “sido una aventura”, le ha permitido conectar con el felino, a quien presenta como “Castiel, también conocido como Meeps.

La particularidad del gato siberiano

El quid de la cuestión se encuentra en la raza del pequeño gran animal. Los gatos siberianos, procedentes de la zona oriental de Rusia —como su nombre indica, de Siberia— son una curiosa mezcla de la naturaleza: numerosos estudios apuntan a que este felino es probablemente el cruce entre el gato europeo y el gato salvaje de los fríos bosques de la citada región asiática.

Ocurre que estos gatos tienen el pelo corto durante los primeros tres meses de vida, desarrollando luego un pelaje abundante y de rasgos atigrados y creciendo hasta pesar entre 4 y 9 kilos. Su agilidad permanece intacta —incluso les gusta jugar con el agua—, lo que les convierte en verdaderos cazadores. Solo este cóctel de características ha permitido a esta raza sobrevivir mil años en una región donde las temperaturas rozan los 30º bajo cero. Un animal digno de revista. Como Clifford.

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