Un hombre pregunta al mundo si es un imbécil después de que su novia se enfade por no cumplir su papel de alarma humana
Un usuario de Reddit harto de no conciliar el sueño por el despertador de su pareja ha compartido su experiencia pidiendo la opinión de la comunidad.
Todo parece fácil hasta que uno amaga con abrir un ojo y la ausencia de luz a su alrededor le recuerda que todavía es de noche. Madrugar no es tarea sencilla. Si bien es cierto que depende cuál sea el objetivo que obliga a poner el despertador, puesto que no es lo mismo levantarse a las cinco de la mañana para trabajar que para irse de vacaciones, y que cada persona tiene su propia lucha con el tono de la alarma, la realidad es que esos dos primeros segundos en los que se rompe el sueño se hacen cuesta arriba a prácticamente cualquier mortal.
Especialmente difícil le resulta a la pareja de un usuario de Reddit, que ha compartido a través del foro el dilema personal que afronta tras intentar que su novia aprendiera a despertarse por sí misma y no dependiera de que él lo hiciera. “Mi novia es una dormilona crónica, pero tiene un trabajo muy madrugador: tiene que despertarse a las cinco de la mañana. Programa seis alarmas todos los días, pero la mitad de las veces duerme sin parar”, cuenta.
“Sus alarmas me interrumpen el sueño constantemente”
Ocurre que él tampoco es un devoto del ‘Dios Despertador’. “La cosa es que yo no soy madrugador, y sus alarmas me interrumpen el sueño constantemente. Le he dicho una y otra vez que tiene que ser responsable de despertarse sola, pero siempre le resta importancia diciendo: ‘de todas formas, ya estás despierto’”, explica. Como esto no cambiaba, decidió que era el momento de mover ficha. Y se cayó el tablero.
“Ayer decidí que ya no sería su alarma de emergencia. Su alarma sonó seis veces y no la desperté. Terminó durmiendo demasiado y saliendo corriendo, apenas llegando a tiempo al trabajo”, relata. Y su pareja se enfadó “diciendo que sabía que necesitaba levantarse y que podría haberla despertado con solo sacudirla”. Él fue contundente: “Le dije que no es mi trabajo asegurarme de que se levante, y ahora me está dando la espalda”.
La comunidad ha aplaudido la actitud de esta persona, mostrándose empáticos al entender que “lo peor es no poder dormir por las alarmas de otras personas”. En cuanto a la acción, valoran el toque de atención porque, de no hacerlo, dicen, todo seguiría igual: “La gente no cambia porque no ve la necesidad”.
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