Se gasta 700 euros en un restaurante 2 estrellas Michelin y deja un veredicto final: “Es una locura”
Una tiktoker visitó el exclusivo Bo.TiC en la Costa Brava y alucinó con los exquisitos bocados en homenaje a tapas tradicionales de la gastronomía española.
En un tranquilo pueblo del Baix Empordà, en plena Costa Brava, se encuentra el exclusivo restaurante Bo.TiC, un emblemático lugar galardonado con dos estrellas Michelin que se sitúa dentro de un enclave centenario que en su día fue una fábrica de carruajes. Hasta allí se ha desplazado la tiktoker Edurnyx con el objetivo de disfrutar de una comida espectacular y de acercar la alta gastronomía a todos sus seguidores. Su veredicto es claro: “Es una locura”.
La velada arranca con un cóctel de bienvenida, un bloody mary con espuma de apio que provocó que la tiktoker zanjara con solo una palabra: “Brutal”. A continuación llegó el turno de los aperitivos, un espacio donde la propuesta del chef Albert Sastregener homenajea algunas de las tapas más tradicionales de la gastronomía española. Los bocados son versiones de la tortilla de patata, los calamares a la romana, mejillones en escabeche con la concha comestible, anchoa e incluso cacahuetes, por supuesto también versionados de una manera excepcional.
@edurnyx Nos gastamos casi 700€ en un restaurante 2 estrellas Michelin 😱 #parati #asmr #fyp #fyppp #comida #food #foodie #michelin
♬ sonido original - edurnyx
Los productos de temporada protagonizan la siguiente etapa del menú degustación. Guisantes con jamón, pimientos del piquillo con bacalao, gamba blanca de Palamós en forma de esfera que “parece que te estés comiendo ochenta gambas a la vez”, algodón de foie y maíz que se fue directo al primero del ranking de la tiktoker y la tradicional escudella catalana.
Posteriormente, y para cerrar los platos salados antes de dar paso a los postres, canelón de la abuela, suquet de pescado, arroz del senyoret, crep de jabalí y xuixo con crema de setas y trufa rallada. El olor de este último dejó tan cautivada a la tiktoker que no pudo hacer otra cosa que desear que el aroma se pudiese transmitir a través de las pantallas. Según ella, la cuenta ascendió hasta los 700 euros, pero si tenemos en cuenta sus caras y sus reacciones, es evidente que mereció la pena.
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