Dos argentinos acaban en Setenil de las Bodegas y no pueden creer lo que ven: “Imagínate esto en Argentina, me muero”

Suena a chiste, pero ocurrió cuando un argentino y una argentina visitaron Setenil de las Bodegas, un pequeño municipio de Cádiz que forma parte de la famosa ruta de los pueblos blancos. La creadora de contenido ‘Juli In Spain’, que cruzó el charco para vivir en España y que hace de su aventura en la península una fuente de contenido para sus más de 4.000 seguidores, acudió junto con un acompañante al lugar en cuestión, popular por su singular paisaje urbanístico y los restos arqueológicos de sus cuevas, con más de 5.000 años de antigüedad. Sin embargo, y muy probablemente sin dejar de lado esto otro, lo que llamó su atención fue una barra de pan.

“Caminando por Setenil de las Bodegas. Vamos a ver qué sucede”, dice al principio de uno de sus más recientes vídeos, preguntándose, tras un intencionado corte, qué acababa de hacer una furgoneta en la puerta de una casa. No podía creer que hubieran dejado una hogaza en el interior de la bolsa que colgaba del pomo. “Llegó el panadero. Imagínate esto en Argentina”, dijo su acompañante.

Entonces ambos miraron calle arriba y vieron en primicia cómo el panadero daba el pan a un vecino. “Ahí se va a bajar, me muero”, se sorprendió ella, a lo que él, vacilando comenzó a saltar diciendo que “señores, llegó el panadero”. Como si la situación precisase una crónica, la esbozó: “Acaba de pasar una camioneta que es el panadero de la ciudad. Va tocando las puertas de las casas y le deja el pancito de cada mañana”. La publicación concluye tras un análisis de sus ojeras y la lectura de una frase con la que el ayuntamiento habría decorado una pared. “Nunca te olvides de sonreír porque el día que no sonrías será un día perdido”, pronunció ella, y él levantó hacia atrás una pierna con la doblez que realizan los enamorados.

“Qué increíble”

En la caja de comentarios trataron de explicar a Juli que, en realidad, eso que acababa de ver era muy frecuente. “Yo he dejado la bolsa para el pan con el dinero dentro colgada en la puerta un millón de veces. Él me dejaba el pan y las vueltas”, detallaba un usuario, a lo que la creadora de contenido argenta no escondía su fascinación: “Qué increíble. He visto casas que hasta tenían la llave en la puerta de afuera”.

Otro usuario relataba que “ocurre en todos los pueblos pequeños de España” y que, además del panadero, también pasa “el frutero, el que vende congelados...”, que “son vendedores ambulantes” y lo que hacen es “dar servicio a zonas rurales que no tienen tiendas y supermercados”. A ella le encantó. Un último perfil hizo acto de presencia y recordó a Juli que no tenía que irse tan lejos para fascinarse: “En mi pueblo, en Argentina, también pasaban”.

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