Adiós a los químicos: así es el remedio casero más barato y eficaz para eliminar manchas sin arruinar tu ropa
Tan solo dos ingredientes hacen falta para hacer desaparecer una mancha, por difícil de quitar que sea, de una camisa blanca.
No existe una palabra en castellano —quizá en ningún idioma— para definir el instante en el que una gota de vino ahoga la ilusión y el gozo. Son milésimas de segundo en las que la visión del universo varía, así como el gesto facial, al percibir que de la copa levantada brota una lengua fina que, tras recorrer una trayectoria que uno se encarga de dibujar mentalmente entre temidas certezas, impactará irremediablemente con la camisa blanca. Y mancha. Y “¿cómo sale?“; y, ”nada, que no sale". Debe saber el lector la incógnita lingüística planteada continuará, parece, sin resolverse; pero que, al menos, puede hallar en el presente artículo una manera de limpiar la mancha.
No deben recurrirse a extraños recetarios ni a libros de alquimia. Se trata de una alternativa natural, una mezcla casera que rehúye cualquier amago de complicación y que únicamente precisa de bicarbonato de sodio y agua oxigenada. Si se hace bien, dicha combinación permite, además de blanquear la ropa, eliminar la suciedad de la casa y hasta desinfectar superficies.
Cómo prepararlo y emplearlo
En el tándem higiénico que forman, el bicarbonato actúa como abrasivo suave, característica fundamental para lograr los citados objetivos porque, a efectos prácticos, removerá la suciedad incrustada sin dañar prenda ni objeto; en cuanto al agua oxigenada, aporta propiedades blanqueadoras y antimicrobianas. Al unirse ambos se crea una pasta que integra una solución efectiva para los zafarranchos de limpieza en los que uno, a veces, transforma la tarde del domingo.
Para crear la mentada solución deben unirse tres partes de bicarbonato de sodio y una parte de agua oxigenada, quedando una masa que debe ser tan cremosa como la pasta de dientes. No obstante, si se precisa para usos más suaves, puede ajustarse la concentración diluyendo la mezcla en agua. Por otro lado, y aunque este remedio pueda permanecer útil varios días, se recomienda crear en pequeñas dosis para reforzar sus propiedades.
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En el caso de la ropa blanca, deben disolverse dos cucharadas en un cubo con agua caliente, dejar las prendas en remojo durante media hora y, después, lavarlas de forma normal. Y solucionado. Ahora solo queda definir el instante en el que universo da un vuelco y uno se da cuenta de que, efectivamente, la gota va a la camisa.
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