Shakira, rechazada por un actor
Antes de convertirse en la estrella internacional que es, la cantante colombiana se interesó por Naren Daryanani, quien no le dio opción.
Pese a ser una gran estrella internacional a la que parece que nada se le resiste, con un patrimonio millonario y una fama mundial que hace que todas sus canciones se conviertan en las más escuchadas en las plataformas de reproducción, en los últimos meses Shakira demostró (y cantó) que, en lo personal, tiene los problemas que el más común de los mortales.
Sus padres no pasan por un buen estado de salud (especialmente William Mebarak, quien se encuentra más delicado), y en el amor ha visto romperse su historia con Gerard Piqué, el padre de sus hijos, lo que la llevó a mudarse a Miami con los pequeños Milan y Sasha para intentar rehacer su vida. Dejaba atrás una relación por la que había mantenido incluso a un lado su exitosa carrera en la música y en la que, según el relato de sus canciones, le habrían sido infiel (y señalaba a Clara Chía).
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Los padres de los alumnos del colegio al que acuden sus dos hijos en Estados Unidos estarían molestos también por la presencia de seguridad en el centro.
Pues bien, según apunta la revista colombiana Vea, este no fue el primer revés amoroso de la de Barranquilla, quien ya habría sido rechazada años atrás por un galán de su país: Naren Daryanani.
Así fue su historia
El coqueteo por parte de la cantante tuvo lugar en los años noventa, cuando todavía no tenía la repercusión y la fama mundial de las que ahora goza tras casi tres décadas de éxitos en la música.
Por aquel entonces, además, probó suerte también en la interpretación y durante la producción de un reportaje fotográfico a otros rostros del momento de la televisión colombiana para la desaparecida revista Tvynovelas que se realizó en Aruba conoció al actor, cuando ella apenas tenía 17 años, de la popular ficción Padres e hijos.
Según cuenta la revista, la cantante y el intérprete comenzaron una amistad porque, precisamente, la serie de este se grababa cerca de donde ella tenía el estudio en el que preparaba su disco, en el barrio Nicolás de Federmán de Bogotá.
Fue entonces cuando ella le dejó en la portería de su casa un casete con sus primeras canciones, para que fuese de los privilegiados que las escuchasen por adelantado, sin embargo, tras largas jornadas rodando, este llegaba tan tarde que no tuvo tiempo de disfrutarlas, por lo que nunca recogió el guante de la cantante. Además, en ese momento era pareja de su también compañera de ser Andrea Guzmán.