JUSTICIA

Rodolfo Sancho estaba “hasta los huevos” de su hijo

Un amigo íntimo del chef ha hablado en exclusiva con la revista ‘Lecturas’ sobre lo problemático que era el joven y lo harto que tenía a su padre.

Rodolfo Sancho y su hijo Daniel en la Playa a 29 de Julio de 2023 en Marbella (España)
29/7/2010
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Fredy Torra / Europa Press
  (Foto de ARCHIVO)
29/07/2010
Rodolfo Sancho y su hijo Daniel en la Playa a 29 de Julio de 2023 en Marbella (España) 29/7/2010 CATEGORY_CODE_SHO Fredy Torra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 29/07/2010Fredy TorraEuropa Press

Hasta hace apenas unos días Daniel Sancho era un completo desconocido: simplemente el hijo del actor Rodolfo Sancho y el nieto de Sancho Gracia. Pero desde que saliese a la luz su confesión del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta han sido muchos los testimonios que han salido a la palestra para dar su opinión del chef español, ahora encarcelado en Tailandia a la espera de que concluya la investigación sobre lo sucedido.

La revista Lecturas ha tenido acceso al último de ellos, una persona de su círculo más íntimo que cuenta cómo fue la etapa más problemática hasta ahora del joven y que había puesto entre las cuerdas a su padre.

Según este allegado al hijo del actor, de adolescente vivió unos años muy conflictivos. “Era un tarado hace ya quince años. Se le iba la cabeza y se pegaba con la gente”, cuenta a la publicación.

Su padre, harto

Un comportamiento que habría desesperado a su padre, Rodolfo Sancho, recluido ahora en su casa de Fuerteventura, en una exclusiva urbanización con fuertes medidas de seguridad. “Su padre estaba hasta los huevos de él”, dice este testimonio a la revista acerca del hartazgo que tenía su padre por tener que dar siempre la cara por el joven.

Un testimonio que coincide con el que dio la madre de uno de sus compañeros de clase a Telecinco: “Nadie se lo esperaba. De pequeño Dani era bastante conflictivo. En el colegio siempre estaba con problemas, siempre. De hecho, lo expulsaron, pero de ahí a esto hay un mundo. Desde que se divorciaron sus padres se empezó a comportar peor, no lo llevó nada bien y empezó a ser más inestable, pero eso no justifica para nada el asesinato que habría cometido”.

Un comportamiento que contó con la presencia de su padre para reconducirlo en todas las ocasiones: “Su padre siempre estuvo muy pendiente de él. Rodolfo ha sido un padrazo preocupado siempre de su hijo”, concluía esta mujer.