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Raquel Perera, sobre su ruptura con Alejandro Sanz: “Casi me vuelvo loca”

La expareja del cantante ha publicado un libro, ‘Para que no te olvides’, donde cuenta a sus hijos cómo fue su proceso de separación.

Alejandro Sanz y Raquel Perera.

Antes que Rachel Valdés, Raquel Perera pasó también por lo mismo: una ruptura con Alejandro Sanz. Para la psicóloga, de hecho, fue tan complicado el proceso que ha decidido contarlo todo a través de un libro que tiene la forma de una carta a sus hijos, Dylan y Alma: Para que no te olvides se titula el volumen.

“Cuando conocí a papá permití, esta vez sí, que las mariposas del estómago viajaran libres por todo mi cuerpo. Sin contemplar los miedos y corazas que más adelante actuarían de perímetro, me coloqué de puntillas, rondando el acantilado que separaba su vida de la mía, y descalza de certezas, pero sujeta de amor, me tiré al vacío”, comienza contando la ex del cantante.

“Verdaderamente salté sin la red del miedo al compromiso. Aunque en aquel momento pareciera un abismo llegar a tenernos con todo, no lo fue. Nos tuvimos y nos quisimos con todo”, relata.

La convivencia y la ruptura

“Supimos manejar muy bien durante trece años la difícil tarea de convivir, compartir baño y almohada. Y el día que decidimos separarnos fue doloroso para ambos. Puede que yo me llevara la parte más dura, pero fue triste para los dos. Nos miramos, nos abrazamos fuerte mientras nos hicimos la promesa de que haríamos todo lo posible para que os afectara lo mínimo”, cuenta sobre el momento en el que decidieron separar sus caminos para siempre.

“Os juro que hice verdaderos saltos mortales para no alterar vuestros cándidos corazones. […] A veces las cosas no son lo que parecen y, sin embargo, de tanto parecerlo terminan siéndolo. […] He podido ordenar, perdonar y colocar todo aquello en un lugar con buenas vistas. Siempre voy a desear lo mejor para papá. Quiero su felicidad aunque esta no me incluya”, agrega la ex del madrileño, con quien protagonizó un duro proceso de divorcio en los tribunales.

“Hubo un paréntesis en todo ese proceso que me bajó a los infiernos por un rato. Casi me vuelvo loca, no distinguía la verdad de la mentira, pero afortunadamente he podido ordenar, perdonar y colocar todo aquello en un lugar con buenas vistas”, explica. Y añade: “Desde entonces debo reconocer que soy diferente. Ese adiós fue, posiblemente, la muestra de amor más grande que he hecho en mi vida”.

Relación actual

Asimismo, Perera narra en su texto cómo es la relación actual con el que fuera su marido: “Cambia el contenido, cambia la manera de manifestar el afecto. […]. Fuimos amigos y ese amor que destila la amistad es el que perdurará, y lo más importante: siempre estaremos unidos en procurar ser los mejores padres para vosotros. Podéis cuestionaros todo lo que cuento en este libro, menos esto”.

“Me detendré a hablaros de lo que significa tener como papá a un ser muy especial que ha logrado construir mucho valor en el mundo a través de su arte”, cuenta con admiración a sus hijos sobre su padre.