Rafael Amargo quiere opositar para ser policía
Después de ser imputado por un supuesto delito de narcotráfico, el bailaor se ha matriculado en la academia para ser agente.
Rafael Amargo, en libertad provisional desde el 18 marzo, ha sorprendido con su nueva meta. El bailaor, que había sido arrestado y trasladado a comisaría acusado de vender sustancias tóxicas, psicotrópicas y estupefacientes que causan graves daños para la salud, y quien se resistió en el momento de la detención, está libre para hacer planes, y ha elegido el más curioso en su situación.
Y es que Amargo quiere ser policía nacional. “Me he matriculado en la academia, pero todavía no he empezado a estudiar. Es que es precioso. Además, ¿sabes las embajadas que hay por el mundo? Es precioso, es un trabajo increíble”, ha manifestado.
Curiosas intenciones después de denunciar el trato recibido por parte de los agentes en su última detención. “Todavía tengo algún bultillo en la cabeza de la paliza que me dieron y dos costillas en el lado derecho que no han quedado bien y eso cuesta muchísimo de curar”, explicó. “Al defenderme, como estaba atado, lo único que me quedaba era morderle. Salí llorando, ya que no entendía por qué habían venido a por mí estando a 500 kilómetros tranquilo, en la playa y empezando de cero”.
Así se gestó su detención
Tras la noticia de que el bailaor había sido detenido a la salida de una función en Alicante, se supo que la Policía llevó a cabo esta operación tras monitorizar desde hace meses sus movimientos. Los agentes estaban siguiendo al artista por esta presunta actividad ilícita en su casa de la calle Espíritu Santo de Madrid, un bajo desde el que se habría mudado a otros pisos turísticos de la capital tras darse cuenta de que le estaban siguiendo las autoridades.
La investigación, realizada por el grupo de Estupefacientes de la comisaría del distrito Centro de Madrid a requerimiento del Juzgado de Instrucción número 27, parte de la denuncia de varios de sus vecinos, quienes aseguraban que llevaba a cabo la actividad de venta en este bajo en el que vivía en el barrio de Malasaña.
Los agentes de la Policía, tras el requerimiento de investigación, certificaron el trasiego de personas en el domicilio del bailaor, cuyo teléfono también intervinieron, y a través del cual comprobaron cómo se concertaban las citas para la entrega de las sustancias (cocaína, metanfetamina y popper) a cambio de dinero.