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Por qué colocó Shakira la bruja en el balcón

La colombiana habría puesto la figura mirando a casa de su suegra como venganza por el apelativo que esta y Clara Chía usaban para ella: “bruja”.

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Por qué colocó Shakira la bruja en el balcón

Shakira no da puntada sin hilo en su guerra con Gerard Piqué. Y después de su éxito mundial en la ‘Session 53′ con Bizarrap, llena de pullas hacia su expareja y su nueva novia, Clara Chía, e incluso hacia la madre del excentral, Monserrat Bernabéu, los paparazis, que no dejaban de visitar la mansión de la colombiana, se dieron cuenta de un detalle: la cantante había colocado una bruja en el balcón mirando directamente hacia la casa de sus exsuegros y todavía vecinos.

Desde entonces se empezó a especular mucho acerca de las posibles razones que habrían llevado a la cantante a hacer esto. Se llegó a decir incluso que la hechicera había sido comprada para una fiesta de Halloween y que después la habrían colocado en la terraza para que no molestase en el hogar.

Shakira vuelve a colocar la bruja mirando directamente a la casa de los padres de Piqué.
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Shakira vuelve a colocar la bruja mirando directamente a la casa de los padres de Piqué.Europa Press Reportajes Europa Press

Pero lo cierto es que su colocación no tenía nada casualidad. Y así quedó patente cuando hace unos días la figura reapareció tras unos días fuera del balcón, y totalmente restaurada.

Pues bien, después de la visita de Shakira con el productor argentino al programa nocturno de Jimmy Fallon en la televisión estadounidense, que conquistó al público, en los medios internacionales apareció una nueva teoría al respecto, y es que la bruja sería una venganza de la colombiana con dos destinatarias muy concretas, su exsuegra y Clara Chía, por el apelativo que estas usaban para referirse a ella.

Cómo descubrió Shakira su mote

Al parecer, según se apunta en la prensa internacional, tanto Monserrat Bernabéu como Clara Chía se referirían a la colombiana como “la bruja”, de ahí que ella quisiese reparar este desagravio hacia su persona colocando la muñeca en la terraza de su casa de Esplugues de Llobregat, en Barcelona.

Posiblemente lo que más le habría dolido a la cantante fue la forma en que se enteró del apodo que tenía en la casa de su familia política. Y es que sus dos hijos, Milan y Sasha, habrían sido quienes le habrían contado el sobrenombre por el que la conocían en el domicilio de paterno.