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Pistorius, objetivo de mafias tras recibir la libertad condicional: “Tiene que pagar”

El deportista paralímpico se encuentra en el punto de mira de gánsteres sudafricanos que “buscan venganza” por el asesinato de la modelo. “La policía trabajará muy duro para garantizar su seguridad”.

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FILE PHOTO: Oscar Pistorius sits in the dock at the North Gauteng High Court in Pretoria, South Africa for a bail hearing, December 8, 2015. REUTERS/Siphiwe Sibeko/File Photo

El caso que afecta a Oscar Pistorius sufrió una destacada actualización. El atleta paralímpico sudafricano, que lleva diez años entre rejas por asesinar a su mujer, Reeva Steenkamp, tras dispararla hasta en cuatro ocasiones por una supuesta confusión con un ladrón, obtuvo este viernes la libertad condicional tras ser considerado “apto para la integración social”. El próximo 5 de enero de 2024 saldrá de prisión. “El Departamento de Servicios Penitenciarios (DCS) confirma la libertad condicional para Oscar Leonard Carl Pistorius, efectiva a partir del 5 de enero de 2024″.

A raíz de esta decisión judicial, han salido a la luz una serie de informes policiales en el que se recogen que Pistorius se encuentra en el punto de mira de mafiosos que “buscan venganza” por el asesinato de la modelo. “Hemos recibido información de que hay personas que dicen que merecía pagar por matar a una joven. Sudáfrica no puede darse el lujo de tener más violencia relacionada con Pistorius y la policía trabajará muy duro para garantizar su seguridad”.

De hecho, Marc Batchelor, conocido gánster sudafricano, y Mikey Schultz, asesino a sueldo confeso, se personaron en varias sesiones del juicio del deportista y le intimidaron con miradas amenazadoras, tal y como recogen algunas imágenes. El primero de ellos amenazó a Pistorius con “romperle las piernas”. Se cree que estas dos personas podrían estar detrás de estas amenazas.

El miedo de Pistorius en la cárcel

Fuentes próximas a la prisión en la que estuvo Pistorius estuvo interno señalan que el miedo y la desconfianza se apoderaron de su figura. Creía que en la cárcel había asesinos a sueldo que querían acabar con su vida, y por ello se alejaba de cualquier ventana por temor a recibir un disparo. También empezó a comer productos enlatados por su preocupación real de ser envenenado. “Comenzó a comer frijoles directamente de lata para estar seguro de que la comida no había sido envenenada”, aseguró una fuente cercana a Daily Mail.